lunes, 19 de mayo de 2008

109 - LA SABIDURÍA DE TOLSTOI


¿QUÉ ES UN JUDÍO?


Esta pregunta no es tan extraña como parece. Veamos qué clase de criatura peculiar representa el judío, sobre quien todos los gobernantes y todas las naciones, ya sea en conjunto o por separado, han cometido abuso y dado tormento, han oprimido y perseguido, pisoteado y masacrado, quemado en la hoguera y ahorcado...., y a pesar de todo ello, todavía sigue vivo.

¿Qué es un judío, que nunca ha permitido ser descarriado por todas las posesiones mundanas que sus opresores y perseguidores le han constantemente ofrecido para que cambiara su creencia y abandonara su propia religión judía?

El judío es ese ser sagrado que ha bajado el fuego eterno de los cielos y a través de él ha iluminado el mundo entero. El judío constituye la cuna, el manantial y la fuente de religión de la que todos los demás pueblos han extraído sus creencias y religiones.

El judío es el pionero de la civilización. La ignorancia fue condenada en la Antigua Palestina mucho más de lo que es hoy en día en la Europa civilizada. Además, en aquellos días de salvajismo y barbarie, cuando ni la vida ni la muerte de nadie tenía el más mínimo valor, Rabí Akiva no se abstuvo de expresarse abiertamente en contra de la pena de muerte, una práctica que en la actualidad es reconocida como una forma de castigo altamente civilizada.

El judío representa el emblema de la tolerancia civil y religiosa. "Amad al extranjero y al residente temporario", ordenó Moisés, "porque vosotros habéis sido extranjeros en la tierra de Egipto". Y esto fue expresado en aquellos tiempos remotos y salvajes cuando la ambición principal de las razas y de las naciones consistía en abatirse y oprimirse unos a otros. En cuanto a la tolerancia religiosa, la fe judía no sólo dista mucho del espíritu misionero de convertir a pueblos de otras creencias, sino que, por el contrario, el Talmud ordena a los rabinos informar y explicar a todos aquellos que voluntariamente vienen a aceptar la religión judía acerca de todas las dificultades que encierra su aceptación, y recalcar a los supuestos prosélitos que los justos de todas las naciones tienen su parte en la inmortalidad. Ni siquiera los moralistas de nuestros días pueden jactarse de una tolerancia religiosa enaltecida e ideal de este tipo.

El judío representa el emblema de la eternidad. Él es a quien ni la masacre, ni la tortura durante miles de años pudo destruir; él es quien ni el fuego, ni la espada, ni la inquisición pudo borrar de la faz de la tierra, él, quien fue el primero en presentar los oráculos de Dios, él es quien durante tanto tiempo ha sido el guardián de la profecía, y es quien la ha transmitido al resto del mundo. Una nación semejante no puede ser destruida. El judío es eterno como lo es la Eternidad misma.

Leo Nikolaievitch Tolstoi

Periódico "El mundo judío".
Londres 1908


COMENTARIO:

Sólo la supervivencia del estado del Estado de Israel lo protegerá de todos los males de los que no pudo defenderse en el pasado, sólo por ser fiel a sus creencias. Un hogar propio era una necesidad que finalmente tiene para terminar con esa terrible historia y quien lo persiguió ahora lo acoge como su "hermano mayor" en la fe.

Si todavía hay quien puede criticarlo por defender la arena que transformó en uno de los países más exitosos de la tierra cuando es atacado permanentemente, a pesar de ofrecer paz pero con seguridad, es porque aún se necesitan muchos Tolstoi que sigan definiéndolo sin temores ni envidia por ser un pueblo especial. Tanto que pudo sobrevivir hasta alcanzar este presente.

Y si no lo ayudamos y comprendemos, ya no importa demasiado, ahora sabe y puede defenderse solo de la maldad y la ignorancia. Es lamentable que se hayan perdido tantas oportunidades de convivir en paz y armonía con sus vecinos, sin embargo, la historia se hace todos los días y la esperanza de obtenerlas serán siempre una prioridad del pueblo israelí. Pero que no se dude que no correrá riesgos, sus razones están respaldadas por una fuerza que nunca tuvo en su larga historia, aunque esta realidad no es entendida y todavía se pretende que no la emplee cuando sigue siendo atacado en su tierra, la "tierra prometida".

No habrá otro Masada.

7 comentarios:

  1. Muy bueno el artículo y muy bueno tu comentario Ana.
    Gracias
    Adri

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  2. Gracias por visitarme y me alegra muchísimo que me digas que te gustó el comentario.

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  3. Es cierto Ana, viene tan a mano el texto de Tolstoi que pareciera escrito esta semana, es increíble lo actual que sigue estando el tema judío y admirable la actitud esa de no hacer proselitismo: los justos irán al cielo simplemente por ser buenos. Ahí está el gran desmarque respecto a las otras religiones monoteístas.Precioso el texto y sobrecoge el hecho de su actualidad.
    Y no, no ocurrirá otro Masada.
    Saludos

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  4. ¿Qué es un musulmán, que nunca ha permitido ser descarriado por todas las posesiones mundanas (“el progreso, la civilización, ser parte del eje del BIEN”) que sus opresores y perseguidores le han constantemente ofrecido para que cambiara su creencia y abandonara su propia religión?
    ¿Viste? Le aplica más a los árabes. Ellos sí que son inconvertibles, para la amargura de Occidente, pero los judíos no si la mayoría ya no cree en nada o se hacen budistas. Solo un grupo de cuatro gatos locos siguen con la fe.

    El judío es ese ser sagrado que ha bajado el fuego eterno de los cielos y a través de él ha iluminado el mundo entero.
    ¿Se refiere a Jesús? Porque ese sí que era la luz del mundo, lástima que lo mataron unos fanáticos intolerantes.

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  5. Hola Anónimo: Gracias por visitarme. Mi posición es que todas las religiones deben ser respetadas porque la fe es algo personal e íntimo, yo no creo que nadie se deba inmiscuir en la creencia del prójimo. Yo no propongo conversiones y si alguien cambia de fe debe ser algo, obviamente, muy personal e íntimo. El problema es cuando dentro de una doctrina se pueden esgrimir argumentos que incitan a la conversión, dominio y violencia contra las otras, o condena a muerte a los apóstatas y a los ateos, eso es lo que hacen los fanáticos musulmanes hoy. Respeta y serás respetado. No es importante si otras actuaron de esa forma en el pasado porque lo han superado, en cambio, el islam tiene un revival de lo que tiene de criticable. Estoy muy convencida que la mayoría de los musulmanes son pacíficos, seguramente desean vivir y convivir con las otras religiones, eso es lo normal. Que si pudieran elegir optarían por dejar atrás la violencia que se ejerce contra otros y contra sí mismos, como son las violaciones de sus propios derechos humanos en la forma de las prácticas brutales que los fanáticos ejercen contra todos los que se oponen a sus delirios. Y creo que hay que tener esto muy en claro, hay que ayudar a esa inmensa cantidad de creyentes musulmanes, que son la mayoría que no se ha enloquecido y que no quieren ni matar ni morir, y la única forma posible de lograrlo es condenar y combatir abiertamente el fanatismo y apoyar a quienes, dentro del islam, son tan víctimas como los que estamos fuera de él.

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  6. "¿Se refiere a Jesús? Porque ese sí que era la luz del mundo, lástima que lo mataron unos fanáticos intolerantes."


    Ese tambien era judio, desde que nacio hasta que murio.

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  7. Hola Anónimo. Es una buena reflexión la tuya, Jesús también era judío. Poco puedo agregar a tu comentario, desconozco demasiado sobre las religiones más que creer que todas pueden ser muy buenas o muy malas según se quieran interpretar sus escrituras. Y creo que hay que aceptarlas o rechazarlas tal como se presentan hoy día porque el pasado es importante para entenderlo, aprender y superar los errores. Creo que hay que respetar a quien respeta, cualquiera sea su creencia, pero nadie tiene derecho a imponer su fe a los otros. Este es el tema importante hoy sobre el que hay que hablar y no aceptar ninguna clase de fanatismo. Un saludo.

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