miércoles, 31 de diciembre de 2014

1426 - RECIBIENDO AL AÑO 2015




LIBERTAD, LIBERTAD, LIBERTAD

Nacemos libres, somos -como vulgarmente se dice- una hoja en blanco, pero naturalmente luchamos desde el primer instante por intentar hacer lo que queremos y gratificarnos, comer y dormir, pero nada está completo si no recibimos la caricia amorosa, los brazos que nos dan el calor imprescindible en el alma.

Una vez leí una historia que me hizo llorar. Un bebé abandonado fue enviado a un hogar donde recogían a niños en su condición. Lo alimentaban y cuidaban pero la salud del bebé se deterioraba cada día hasta que los médicos diagnosticaron que era irrecuperable, que iba a morir esa noche.

Las "damas de rosa" -así se las llama- decidieron que si iba a morir, no podía hacerlo en soledad, y acordaron que se turnarían toda la noche entre varias para tenerlo en brazos hasta su partida.

Parecía que ese era el final de su historia, pero no fue así. Día a día su salud mejoró hasta que se restableció. Era un ser especial que necesitaba algo más que comida para sobrevivir.

Creo que la libertad es al hombre como el amor era para ese bebé. ¿Cuántos mueren porque no pueden sobrevivir sin libertad?

Más, creo que una vida sin libertad no vale la pena. Sin embargo, nos educan para que aceptemos que nuestra libertad depende de la voluntad, designio y enseñanzas de "otros". No nos hacen mejores, nos hacen más dóciles y los mandatos que debemos obedecer no siempre son buenos y se va forjando nuestra personalidad desde el instante en que empezamos a ser verdaderamente personas. Ya no pensamos por nosotros mismos, nuestro pensamiento ya no es libre, ya no podemos elegir, han empezado a domesticarnos según el lugar, la cultura o la religión de quienes nos cuidan, nos aman y, también, nos esclavizan según lo que ellos creen es bueno para nosotros.

Para este 2015, deseo que seamos capaces de cuestionar todo lo que nos han enseñado sin que nos hayan pedido permiso. Que podamos volver a ser esa "hoja en blanco" y que la llenemos con pensamientos propios, que seamos capaces de ver la realidad tal como es, sin mandatos de nadie, que abramos bien los ojos y aprendamos de los mejores, de los que con su ejemplo nos guían hacia una vida más rica, más generosa, más productiva.

Nada se compara cuando la natural gratificación personal es un bien compartido con el resto de nuestros hermanos, la humanidad toda. Nada.

La esclavitud del pensamiento es la peor de las compañías aunque estemos acompañados por millones. Porque ese pensamiento de millones, enseñado, se enfrenta a otro también de millones, pero ninguno ha podido elegir en libertad.

Seamos capaces de ser libres, de elegir cada día, cada instante, qué es lo mejor para todos. No todos somos iguales, no por cómo lucimos, no por lo que sabemos, sino por lo que pensamos. Pensar libremente no debería ser un esfuerzo tan grande si no tuviéramos que desprendernos de todo lo malo aprendido.

Finalmente, pensar en libertad es descubrir, cada día, la maravilla de la vida cuando uno puede vivir en armonía con el resto de los seres humanos que hacen de su libertad una consigna para defender la libertad de los otros.

Si, creo que la libertad es la llave de la felicidad, aprenderíamos que si respetamos al otro y el otro nos respeta, no habría enfrentamientos inventados que nos separaran.

Parece difícil pero puede enseñarse en el hogar, en las escuelas, sólo es imprescindible darle a la libertad el valor que tiene y del que, a mi juicio, dependen todos los demás.

Seamos libres y ayudemos al "otro" a ser tan libre como nosotros. De eso debería tratarse toda la educación que recibimos para ser mejores personas y vivir en un mundo mucho mejor que el que hemos recibido.

¡Feliz 2015!

ANA

martes, 30 de diciembre de 2014

1425 - INCOHERENCIA PALESTINA


APOYA EL BOICOT CONTRA ISRAEL Y ESTUDIA EN UNIVERSIDAD ISRAELÍ

La verdad sobre el BDS (BOICOT, DESINVERSIÓN, SANCIONES)


Omar Barghouti es una de las figuras principales que impulsa el movimiento del BDS que llama al Boicot, la Desinversión y las Sanciones contra Israel. Omar Barghouti es considerado uno de los padres y líderes de este movimiento que ha tomado fuerza en Estados Unidos en los últimos años, por ser miembro del comité fundador de la Campaña Palestina para el Boicot Académico y Cultural de Israel (PACBI).

La hipocresía y falsedad de Barghouti no tienen límites. Mientras el movimiento que el propio Barghouti fundó llama al boicot académico de Israel, el propio Barghouti tiene una maestría en filosofía de la Universidad de Tel Aviv y actualmente está estudiando en la universidad para obtener un PhD. La Universidad de Tel Aviv es una universidad pública israelí apoyada en gran parte por el gobierno de Israel. Cuando Barghouti ha sido preguntado sobre esta ridícula contradicción se niega a contestar argumentando que sus estudios son “un tema personal”. Mientras Barghouti llama a los demás a boicotear las universidades y academia israelí, él mismo estudió y estudia en una universidad israelí.

Esta hipocresía contradictoria de Barghouti nos recuerda las acciones de otros líderes palestinos. Por ejemplo, el líder del movimiento terrorista Hamas en Gaza Ismail Khaniyeh ha liderado durante años la lucha armada contra Israel con frases como: “Nunca reconoceremos el gobierno usurpador sionista” y sin embargo, cuando su hija estuvo enferma no dudó en llevarla en un hospital israelí. Esta hipocresía se agrava aún más cuando tomamos en cuenta que el Hamas mismo evitó que palestinos heridos y enfermos llegaran al hospital de campo que estableció Israel en el paso fronterizo de Erez durante la operación Margen Protector.

Además de mostrarte la verdad sobre la hipocresía de Barghouti, es importante mostrar la verdad acerca del movimiento BDS que lidera. Mientras muchos en el mundo creen que apoyando el BDS colaborarán con llegar a una solución de paz con dos estados, la idea detrás del BDS no es la paz y la convivencia sino la desaparición por completo del estado de Israel.

El propio Barghouti admitió durante una conferencia con estudiantes en la Universidad de Ottawa:

“Yo no compro la solución de los dos estados. No sólo es pragmáticamente imposible sino también inmoral… El primer tema sería el derecho de retorno por lo que si los refugiados regresaran no podrías tener un estado palestino sino un estado palestino al lado de un estado palestino en vez de un estado palestino al lado de uno judío” (estas declaraciones puedes verlas en el siguiente video a partir del 1:02). (no se encuentra el video)

Además en una entrevista con la página web Electronic Intifada el 31 de Mayo de 2009 Barghouti dijo con claridad:

“No puedes reconciliar el derecho de retorno de los refugiados con una solución de dos estados… el retorno de los refugiados acabaría con la existencia de Israel como estado judío. El derecho de retorno es algo a lo que no se puede renunciar. Es inalienable”.

De esta forma reitera que lo que busca realmente es acabar con Israel.

Fuente:israelwtf.com

FUENTE: RADIO JAI-BOICOT CONTRA ISRAEL-29/12/14

REFLEXIÓN:

Esta no es una incoherencia más de un representante de los intelectuales palestinos, ¿para qué estudiar en una Universidad israelí si al mismo tiempo promueve que la boicoteen?

Él mismo dice que sabe que la solución de dos estados y el retorno es un oxímoron, pero estudia con los israelíes y se supone que debería estar aprendiendo a razonar y discutir con inteligencia y libertad de pensamiento. Y seguramente ha aprendido que se puede disentir como un paso previo a un pensamiento superador. Estudiar y aprender nos modifica, si no ¿para qué estudiar si sostenemos las mismas ideas que tuvimos antes del aprendizaje?

Todo el tiempo leemos que el liderazgo palestino quiere la paz con Israel, pero no se sienta a discutir la forma de llegar a ella. Niegan ser una conducción combativa, intolerante y enemiga de Israel, que sólo quiere un estado propio, pero no reconoce a Israel como estado judío y premia a quienes cometen atentados, los ensalza y sostiene económicamente -lo mismo que a sus familiares- cuando son encarcelados.

Todo es posible en la dimensión de un pueblo mal conducido y ¿cómo no si este hombre educado, que convive con israelíes en los claustros, se supone que en los cafés de Tel Aviv, que tiene la posibilidad de revisar lo que aprendió desde que nació, no le sirvió para actuar con racionalidad y también coherencia?

Los israelíes siempre nos sorprenden con sus logros, parece increíble que un territorio tan pequeño albergue tanta innovación en todos los órdenes, flores, bosques, criaderos de peces en el desierto, cada problema es un desafío para un pueblo luchador que no baja los brazos ante tanta estupidez que, como esta noticia, ya ha dejado de sorprendernos. Decir que sus estudios es un tema personal -lo que implica que no modifica sus convicciones políticas- es irracional, un absurdo, todos estudiamos para superar nuestras limitaciones personales, también nuestras ideas políticas...

El tiempo pasa y la grieta con sus vecinos es cada vez más grande, sin embargo y como todo en esta vida, siempre habrá de ambos lados quienes construyan los puentes que serán transitados hasta encontrar una paz inteligente y posible. Sólo se necesita coherencia que, como lo estamos comprobando en este caso, no tiene nada que ver con la capacidad de pensar a la luz de lo aprendido. Memorizar, pasar un examen, no es suficiente si no modifica nuestro pensamiento, sólo sirve para enmarcar un título universitario como si fuera una joya, pero sin valor alguno.

ANA

sábado, 27 de diciembre de 2014

1424 - LA TORTURA - POLÍTICA EXTERIOR, 2005


En el pasado, Estados Unidos siempre denunció la tortura. Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 circularon propuestas en la administración Bush para autorizarla. ¿Cuáles son las razones de esa marcha atrás, jurídica y moral?

SOBRE LA TORTURA

Por WILLIAM PFAFF


El sencillo pero esencial motivo para la tensión existente hoy entre Estados Unidos y Europa occidental es que las afirmaciones norteamericanas sobre la amenaza terrorista les parecen a los euro­peos exageradas, su reacción desproporcionada y el utopismo de sus objetivos nacionales declarados, inquietante. Ambición y falta de realismo recuerdan a la utopía que caracterizó los grandes movimientos ideológicos del siglo pasado, uno de los cuales prometía una sociedad donde el gobierno se diluía como algo innecesario, y el otro un Reich milenario integrado por una raza superior de hombres y mujeres. La utopía norteamericana es la democracia universal que lleve a la paz mundial. Sin embargo, resulta inquietante que esta búsqueda permanente de paz se haya realizado hasta el momento mediante la intervención militar, la guerra agresiva y la tortura.

La política norteamericana en Irak es rechazada por la mayoría de los gobiernos y la ciudadanía europeos, porque parece desproporcionada, irrelevante para su supuesto objetivo y perversa en sus consecuencias, al intensificar un choque entre las potencias occidentales y el islam. La insistencia norteamericana en que el 11 de septiembre de 2001 fue el acontecimiento definitorio de la era, después del cual “nada podía ser igual”, se considera exagerada.

Parece justo decir que la mayoría de los europeos tiende a pensar que las circunstancias internacionales, al igual que la condición humana básica, son prácticamente las mismas de siempre. Es Estados Unidos quien ha cambiado. Le molesta que la elite norteamericana parezca incapaz de entenderlo.

Para un norteamericano, los aspectos más perturbadores de la conducta de la administración de George W. Bush durante los últimos cuatro años han sido su hostilidad hacia el Derecho internacional y el repudio a las obligaciones de diversos tratados por considerarlas irreconciliables con la soberanía nacional absoluta de EEUU u obstáculos para su política exterior. Se hizo gala de ello desde el principio. De hecho, incluso antes de que la administración Bush tomara posesión, el departamento de Defensa se había opuesto con firmeza a la Corte Penal Internacional. Incluso entonces era difícil interpretar la postura del Pentágono como distinta a una declaración implícita de que la actual doctrina militar incluía opciones que po­dían invitar a la condena según el Derecho internacional. No obstante, la administración de Bill Clinton firmó el tratado fundador de la Corte. La administración Bush retiró la firma poco después de llegar al poder.


Tras el 11-S circularon propuestas en el gobierno para autorizar la tortura, incluso antes de que hubiese alguien a quien torturar. El departamento de Justicia redactó memorandos sobre cómo proteger a los miembros del ejército y a los servicios de espionaje norteamericano de la posibilidad de ser juzgados según la ley vigente en EEUU por su trato a los prisioneros afganos y otros. En la guerra de Afganistán, la administración Bush envió sumariamente a prisioneros fuera del país, en especial a la base de Guantánamo en Cuba, sin una evaluación adecuada de sus casos y obviando los acuerdos de la convención de Ginebra, suscrita por Estados Unidos, relativa a los prisioneros de guerra. La normativa del ejército de EEUU sobre el trato a prisioneros de guerra se pasó por alto ya que estas personas se consideraban, según la definición presidencial, “combatientes enemigos”, y no prisioneros de guerra.

Las normas norteamericanas, que exigen una presentación oportuna de cargos y una adjudicación imparcial, fueron ignoradas entonces, y siguen siéndolo ahora. Aunque el incumplimiento del Derecho internacional y del Derecho militar y constitucional norteamericano se reconocía en general, hubo escasas protestas en la prensa y ninguna oposición efectiva por parte de los líderes del Partido Demócrata. Por tanto, la responsabilidad por lo ocurrido reside en los dos partidos.

La administración Bush se quejó de que los tratados y las convenciones internacionales eran obstáculos para su determinación de arrestar y retener a personas en cárceles secretas, declararlos carentes de derechos legales, aunque fueran ciudadanos norteamericanos, interrogarlos mediante torturas y retenerlos indefinidamente, como ha sido la práctica desde entonces. La encarcelación en el campo de prisioneros de Guantánamo y en “instalaciones de retención” secretas en otras ubicaciones extranjeras creadas desde 2001 constituye un sistema que guarda un evidente, si no perturbador, parecido –especialmente en el deliberado aislamiento de los prisioneros y de las garantías constitucionales norteamericanas– con las prácticas nazis y soviéticas durante las décadas totalitarias.

Los afganos y otros prisioneros de la “guerra contra el terrorismo” han sido trasladados a terceros países. Cuando en 2002 se supo todo esto, se informó a los periodistas –con una sonrisa y un guiño– de que la razón era que allí podían ser torturados. Esto se confirmó unos dos años y medio más tarde, cuando la práctica conocida como “entrega”, que significa el traslado clandestino (ilegal según el Derecho internacional) de prisioneros a jurisdicciones extranjeras, fue reconocida oficialmente. El gobierno de EEUU afirma que con la entrega exige y recibe una garantía verbal de que la persona no será torturada. Ésta es una formalidad entre profesionales, ya que no existe ningún otro motivo para la entrega.

Al principio de la denominada guerra contra el terrorismo, reinaba en la Casa Blanca una ansiedad por cómo proteger a Bush y a los miembros de su gabinete de las consecuencias legales de ordenar, autorizar o permitir deliberadamente la tortura de personas bajo su control, aunque estuviesen técnicamente fuera de la jurisdicción legal norteamericana. La cuestión planteada a los abogados del gobierno era cómo podían el presidente y los demás cometer crímenes de guerra y no ser responsables de ellos. En febrero de 2002, el presidente recibió de su asesor legal en la Casa Blanca, Alberto R. Gonzales, ahora fiscal general, la opinión de que no está limitado por las leyes de EEUU o por compromisos internacionales que prohíban las torturas, y que los norteamericanos que las cometan bajo su autoridad no pueden ser procesados por el departamento de Justicia. Esta opinión se apoya en el argumento de que las cuestiones de seguridad nacional están por encima de la ley norteamericana y de los tratados internacionales. Como ha manifestado uno de los abogados castrenses que participaron en estas conversaciones, fue una afirmación de “poder presidencial en su momento más álgido”.

Unas investigaciones realizadas en 2004 determinaron que algunos interrogadores norteamericanos que torturaron a detenidos iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib creían, con razón, que sus acciones habían sido autorizadas por un memorándum del general Ricardo S. Sánchez, en el que se aprobaban técnicas como encapucharlos, imponerles “posturas de estrés” y utilizar perros para inspirarles miedo, aunque estos métodos violan claramente las convenciones de Ginebra. Fueron sancionados por el equipo legal del general Sánchez “utilizando razonamientos del memorándum del presidente del 7 de febrero de 2002”, que determinaba que las convenciones debían dejarse de lado con personas consideradas “combatientes ilegales”. Todo esto se está impugnando ahora ante los tribunales norteamericanos.

En el transcurso de estas deliberaciones, Gonzales encargó un memorándum al departamento de Justicia en el verano de 2002, que confirmaba el derecho del presidente a ordenar la tortura de “detenidos” y redefinía la propia tortura, de forma que el dolor que no implicara fallo orgánico, muerte o daños psicológicos permanentes no fuera clasificado como tal. Según un informe (publicado por Newsweek) el memorándum fue escrito después de una reunión convocada por Gonzales, en la que se debatieron y aprobaron prácticas concretas de tortura.

Sobre el terreno se descubrió el problema táctico de qué hacer cuando las cosas se torcían y a los torturadores se les moría un hombre o una mujer (parece que algunas mujeres también han sufrido torturas). Al menos en un caso en Irak, se dejó a la improvisación, lo que significó sacar el cadáver, desprovisto de elementos de identificación, de la cárcel de Abu Ghraib para deshacerse de él en otro lugar.

Ha habido objeciones a todo esto. El FBI, los propios asesores jurídicos de las fuerzas armadas, asociaciones de abogados y otros grupos legales civiles han protestado, al igual que lo han hecho funcionarios de los servicios de espionaje retirados. La administración Bush ha negado en varias ocasiones que haya autorizado las torturas, como ocurrió recientemente cuando el informe anual de derechos humanos del departamento de Estado, publicado a principios de este año, criticaba la tortura en varios países, entre ellos Egipto, Siria y otros lugares donde EEUU ha “entregado” a prisioneros, sin permitirles el acceso al Comité Internacional de la Cruz Roja, como está obligado formalmente a hacer.

Intimidar a la población

En el pasado, EEUU siempre ha denunciado la tortura, reconociendo que sus costes indirectos son enormes por sus repercusiones en la reputación nacional, su alienación de la opinión aliada e internacional, y su corrupción de la moral y la ética de los servicios militares y de espionaje norte­americanos. ¿Por qué continúa? El argumento oficial o semioficial es la conveniencia, pero resulta poco convincente. La opinión universal en los círculos de inteligencia y operaciones encubiertas es que más bien resulta inútil. Aunque tengas una figura clave que posee información útil y finalmente consigas que te cuente lo que quieres oír, ¿qué beneficio aporta?

¿Es realmente cierto? ¿Es simplemente que el torturador ha transmitido a la víctima que ésa es la respuesta que quiere oír? Aunque sea verdad, ¿sigue resultando útil? Toda organización de resistencia o clandestina trabaja con un sistema de válvulas que limita lo que sabe cualquier individuo, y advierte a todos los demás que cancelen planes, reuniones y guaridas cuando cae un prisionero.

La amplia mayoría de los que están en prisiones iraquíes parecen haber sido detenidos porque estaban en el lugar equivocado en el momento equivocado, o tenían un nombre parecido al de otra persona, o su nombre, después de ser traducido del árabe al inglés en transcripciones y traducciones, le pareció sospechoso a un norteamericano sin conocimientos de árabe ni sobre Irak, o estaban emparentados con alguien cuyo nombre figuraba en una lista de EEUU. Fueron torturados porque se había convertido en una práctica. A lo mejor sabían algo. Además, el maltrato generalizado a los cautivos se consideraba útil para propagar la consternación, la desorientación y el temor entre quienes se resistían a la ocupación. Cuando los altos mandos se quejaban de que no estaban recibiendo suficiente información, en ocasiones se volvía a torturar a los mismos prisioneros.

El terrorismo y la guerra de guerrillas desmoralizan a los ejércitos porque son impredecibles y carecen de reglas. No existe un modo fiable de reconocer al enemigo, ni una estructura sobre qué está permitido y qué no, e invitan a atrocidades recíprocas, violencia indiscriminada y asesinatos colaterales de civiles.

La defensa psicológica de los soldados contra todo eso es deshumanizar mentalmente a los civiles enemigos además de a los combatientes del otro bando. La generalización de la tortura en la denominada guerra contra el terrorismo se ha visto facilitada porque las autoridades norteamericanas han deshumanizado al enemigo. Éste es el mensaje que soldados (y civiles) han recibido desde lo alto de la cadena de mando, que llega hasta el mismísimo Pentágono y la Casa Blanca. Los que se oponen a EEUU en Irak y otros lugares deben ser asesinados, ha dicho repetidamente el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld. No habla de derrotarles, y mucho menos (como con los británicos en el sur de Irak) de negociar con ellos.

Se ha utilizado un mensaje deshumanizador para describir a todos los que se oponen a EEUU. El efecto acumulativo de ello ha sido transmitir a las tropas norteamericanas que no sólo se han suspendido (o limitado de forma crucial) las normas internacionales y nacionales en la guerra contra el terrorismo, sino que las reglas religiosas y laicas de conducta civilizada comúnmente aceptadas ya no son procedentes.

La administración Bush creó un estado de excepción y una forma de conducta hostil hacia las normas tradicionales de comportamiento militar, e inspiró actitudes de desprecio y miedo hacia los iraquíes, los afganos, y otros “terroristas” islamistas, que abrieron el camino a las atrocidades, el sadismo autorizado y la crueldad gratuita, siempre cerca de la superficie del conflicto. La guerra es atroz, pero la guerra de guerrillas y el terrorismo son lo peor de todo. La gente que lucha contra ellas sólo puede mantener el norte si la estructura moral de su propio ejército permanece intacta. Podía pensarse que los norteamericanos lo habían aprendido en Vietnam.

Si se busca una explicación mundana y utilitarista para la tortura, la más plausible es que la administración Bush haya estado torturando a prisioneros debido a su simbolismo. La tortura tenía por objeto provocar lo que, en el asalto militar a Irak, se denominó “sobresalto y pavor”. Su intención era intimidar. Haremos todas estas cosas terribles para demostrar que nada nos impedirá derrotar a nuestros enemigos. Somos indiferentes a la opinión mundial. Nada nos detendrá.

En ese sentido es como el alarde inicial de blindaje y potencia de fuego deliberadamente indiscriminada que tuvo lugar la noche de la toma de Bagdad, y un año y medio después, el ataque al bastión insurgente de Faluya, una ciudad de 600.000 habitantes donde poco quedó en pie. Ambas fueron operaciones fundamentalmente simbólicas. Las tropas iraquíes que quedaban en Bagdad, al igual que los insurgentes de Faluya, pudieron escapar antes del asalto. El verdadero objetivo era intimidar a la población: un mensaje a todo Irak de que aquello era lo que podía hacer EEUU si seguían resistiéndose, y en el caso de Faluya, el castigo colectivo a los ocupantes de la ciudad por haber tolerado las operaciones terroristas con base allí.

Produjo sobresalto y pavor. La obsesión de la administración con el sobresalto y el pavor es consecuencia del concepto erróneo que tiene de la batalla que está librando, que es política y no militar.

Degradación moral

Sin embargo, todo esto resulta insuficiente, poco satisfactorio como explicación del uso de la tortura: un uso persistente, continuado, invasivo. El juicio moral, incluso teológico, sobre lo hecho por la administración Bush resulta inevitable. El presidente provoca además esta clase de respuestas al justificar su conducta en la guerra contra el terror en términos religiosos, y al declarar “diabólicos” a los prisioneros capturados por ­EEUU. Todo ello para evitar que puedan aplicárseles las normas jurídicas y los derechos humanos que precisamente les protegen como prisioneros.

Puede citarse lo dicho por Al Gore, vicepresidente en la administración Clinton y candidato del Partido Demócrata derrotado por George W. Bush en 2000. Respecto al asunto de la tortura, Gore declaraba que “una de las indicaciones más claras de la inmediata pérdida de identidad de la propia alma es la imposibilidad de reconocer la existencia de un alma de aquél sobre el que se ejerce el peso del poder, especialmente si aquéllos que no pueden defenderse son degradados, tratados como animales”. El fin de la tortura es la degradación de la víctima: por eso se debe dar la razón a Gore cuando concluye que aquéllos que degradan a otros revelan su propia degradación y la de su país.

En este asunto hay una inconfesada carga de sadismo y nihilismo: esto no puede ignorarse y no opera sólo a escala individual. Ciertamente los patéticos soldados retratados en las fotos de las torturas de la prisión de Abu Ghraib proporcionaron la primera evidencia de estas prácticas. Aparecían, sin esperarlo, en circunstancias que evocan impulsos perversos, que en otro entorno hubieran resultado indudablemente suprimidos (algunos de ellos, pero no todos, han sido condenados por este escándalo).

Sin embargo, el sadismo funciona a través de instituciones, no sólo a través de individuos. El propósito de esta administración, decidida a tratar así a sus enemigos, revela la perversión moral hoy en alza y su utilización como signo del poder nacional. No se trata sólo de imponer una política americana contra sus enemigos sino de degradarlos y humillarlos. Tal es la voluntad de este gobierno respecto a aquéllos que se cruzan en su camino. El enemigo no debe ser sólo derrotado, sino aniquilado moral y físicamente.

Destruir es afirmar el propio poder: si el enemigo muere, nosotros destacamos gracias a su muerte. No es una coincidencia que todas salvo una de las principales figuras de la administración Bush, partícipes en la concepción y dirección de la guerra, alcanzaran en su práctica totalidad la edad del servicio militar durante los años de la guerra de Vietnam. Casi todos ellos intentaron por uno u otro subterfugio evitar su participación en esa guerra. Por eso necesitan ahora hacer por representación lo que no hicieron en persona. No hay duda: en su fuero interno, aunque quizá no puedan verlo, buscan una convalidación retroactiva.

Muchos teóricos de la guerra y de la manera en que ha sido conducida, comparten un común pensamiento político adscrito (a veces confusamente) al filósofo Leo Strauss, según el cual las gentes superiores, capaces de ver más allá de las preocupaciones de los ciudadanos comunes, están obligadas a imponer a su país actos que la ordinaria ciudadanía no podría entender ni aprobar.

Esto, por supuesto, pudiera derivarse también de un argumento marxista, autorizado por el conocimiento “objetivo” de la dialéctica histórica. Aunque se trata en realidad de un argumento en provecho propio: la explotación brutal del material humano caracteriza al líder. No es necesario insistir en el fondo totalitario de este pensamiento. Una teoría que también es fascista. El eminente profesor de Harvard, Stanley Hoffmann, ha subrayado el parentesco entre ciertas posiciones neoconservadoras y ciertos argumentos del fascismo italiano.

La ilegalidad internacional, el deliberado rechazo del Derecho internacional y la tortura –gratuitamente utilizados como desafío de la “moral natural” del común de las gentes– muestran una administración Bush que habría optado por colocarse al margen de una civilización basada en una moral comunitaria, liberal y moderna. No creo que este último sea un juicio injurioso ni privado de base: me parece más bien derivado de hechos evidentes. Estamos ante una extraña opción elegida por un gobierno americano. Un gobierno que se identifica más que ningún otro en la historia de EEUU, con la cristiandad.

A este respecto deberíamos citar a ese gran novelista católico francés, Georges Bernanos. El también escritor André Malraux le preguntaba poco después de la Segunda Guerra mundial por su juicio sobre la Europa de 1945. Bernanos, que había estado exiliado en América del Sur durante la guerra, contestó: “Hemos visto los campos de concentración: Satán ha reaparecido visiblemente en el mundo”.

FUENTE: POLÍTICA EXTERIOR-Nº105-MAYO-JUNIO 2005-TORTURA-WILLIAM PFAFF

REFLEXIÓN:

Un crimen no deja de serlo aunque se esgriman "razones de estado" para cometerlos.

Según la RAE, CRIMEN es: 1. Delito grave. 2. m. Acción indebida o reprensible. 3. m. Acción voluntaria de matar o herir gravemente a alguien.

En cualquiera de sus acepciones la tortura encaja como crimen.

No hay duda que pueden existir razones de fuerza mayor para obtener información urgente que salve las vidas de miles de personas, sobre todo hoy cuando el terrorismo es la forma de la guerra moderna. Es decir, su particularidad es que es una acción que no discrimina entre enemigos, culpables o inocentes. Atar cabos sobre lo que saben individuos que quizá no se conocen entre sí, puede evitar atentados programados que ponen en jaque la vida de muchas personas. Porque las armas de hoy pueden ser de destrucción masiva y si están en manos de fundamentalistas el peligro es real, no una fantasía.

El tema es cómo se puede obtener esa información vital. Y no es a través de la tortura física o psicológica, mucho menos hoy cuando hay muchos métodos para acceder a ella SI el tiempo no es un factor crucial. De allí que no puede descartarse el uso de la tortura si no somos hipócritas. Pero es una circunstancia excepcional que confirma la regla y que muy raramente se da.

Ese hipotético caso de urgencia extrema no se da normalmente, en realidad lo que vemos es que se usa para amedrentar a inermes cautivos sujetos a la crueldad de sus captores. Porque la tortura es aplicada por individuos que han sido entrenados para llevarla a cabo y no tienen el escrúpulo moral para no ejercerla a su antojo. Son elegidos como ejecutores, porque no cualquiera puede ser un torturador. Como no cualquiera puede ser un "verdugo profesional", suele ser un individuo anónimo porque se oculta a propósito su identidad, la sociedad lo rechaza y normalmente es una "profesión" que se hereda en un entorno familiar que la acepta.

Los casos de tortura han sido denunciados precisamente por aquellos que la rechazaron como método, filmaron videos o expresaron su repudio ante los medios de una forma que se pudiera probar, de lo contrario este tema no se estaría discutiendo ahora ante la opinión pública.

Lo que vemos es que se intenta justificar la tortura cuando en realidad sólo se trata de la crueldad ejercida sobre personas por individuos que tienen un circunstancial poder sobre ellas, sabiendo que no serán juzgados. Lamentablemente, a veces, bajo el amparo de un estado. Pero la crueldad nunca se debe aceptar ni justificar, jamás.

Por otra parte, ni siquiera puede decirse que la tortura cambie a quien está convencido de su misión, como se lee en este artículo de un individuo que estuvo prisionero en Gantánamo:
"Ex preso de Guantánamo ahora recluta yihadistas para unirse al Estado Islámico" (INFOBAE-25/12/14). Como vemos, no se podía conocer sus pasos futuros una vez puesto en libertad. Y no se puede torturar o matar, "por las dudas". Hay mucha información sobre la liberación de otros presos de Guantánamo que fueron recibidos como refugiados políticos en Uruguay y en otras partes del mundo, algún día se sabrá sobre el rumbo que tomaron sus vidas: Las razones por las cuales Uruguay aceptó a detenidos de Guantánamo (Artículo de BBC-MUNDO-07/12/14) y Seis claves sobre el traslado de los prisioneros de Guantánamo a Uruguay (LA NACIÓN-08/12/14).

Un individuo puede perder el sentido de los valores sobre el que se basa su cultura, pero nunca debe perderlo un estado, no se lo puede permitir a sí mismo a menos que por razones políticas sea autoindulgente. ¿Qué razones tendrían los hombres comunes para elegir a una cultura respetuosa de la ley y de los Derechos Humanos si ella los pregona pero los viola?

Este artículo es del año 2005, entonces no existía el Estado Islámico de Irak y Siria, con prácticas bárbaras diarias ¿podemos aceptar en nuestra cultura alguna crueldad que pueda parecérsele?

ANA


sábado, 6 de diciembre de 2014

1423 - ONU: ISRAEL ACUSA


RON PROSOR EN NACIONES UNIDAS. UN DISCURSO QUE HACE HISTORIA

Discurso de Ron Prosor en Naciones Unidas

MUY RECOMENDADO


Sr Presidente:

Me pongo en pie, ante el mundo,  como orgulloso representante del Estado de Israel y del pueblo Judío. Con la cabeza muy alta, me presento sabiendo que la verdad y la moralidad están de mi lado. Y, además, estoy aquí sabiendo que, hoy,  en esta Asamblea, la verdad será pervertida y no se tendrá en cuenta la moralidad.

El hecho es que, cuando miembros de la comunidad internacional, hablan del conflicto israelí-palestino, una niebla desciende para oscurecer toda claridad lógica y moral. El resultado no es real-político. Es surreal-político.

El foco constante del mundo sobre el conflicto israelí-palestino es una injusticia para decenas de millones de víctimas de tiranía y terrorismo en Oriente Medio. Mientras hablamos, yazidíes, bahai, kurdos, cristianos y musulmanes, son ejecutados y expelidos por extremistas radicales a un ritmo de 1000 personas por mes.

¿Cuántas resoluciones pasaron, la semana pasada, para atajar esta crisis? Y, ¿cuántas sesiones especiales convocaron? La respuesta es “cero”. ¿Qué dice esto sobre la preocupación internacional por la vida humana? No demasiado, pero habla, en demasía, de la hipocresía de la comunidad internacional.

Me pongo en pie para hablar de la verdad; de los 300 millones de árabes en Medio Oriente y África del Norte, donde menos del 0,5 por ciento son, en verdad, libres… Y todos son ciudadanos de Israel.

Los árabes-israelíes forman parte de los árabes más educados del mundo Son nuestros destacados médicos y cirujanos. Son electos en nuestro Parlamento, y sirven como jueces en nuestra Corte Suprema. Millones de hombres y mujeres, en  Medio Oriente, serian gustosos de tener estas oportunidades y libertades.

No obstante, nación tras nación, hoy se pondrá de pie, sobre este podio y criticará a Israel, la pequeña isla de democracia en una región plagada de tiranía y opresión.

Sr Presidente:

Nuestro conflicto nunca fue por el establecimiento de un Estado palestino. Siempre fue sobre la existencia del Estado judío.

Esta semana, hace 67 años, el 29 de noviembre de 1947, Naciones Unidas votó la partición de la tierra: un Estado judío y uno árabe. Simple. Los judíos dijeron sí. Los árabes dijeron no. Pero no solo dijeron eso. Egipto, Jordania, Siria, Irak, Arabia Saudita, y Líbano lanzaron una guerra de aniquilación contra nuestro Estado recién nacido.

Esa es la verdad histórica que los árabes tratan de distorsionar. El error histórico de los árabes es el lamento en vidas perdidas en la guerra, en vidas perdidas en terrorismo, en vidas marcadas por los estrechos intereses políticos de los árabes.

Según Naciones Unidas, 700 000 palestinos fueron desplazados en la guerra iniciada por los propios árabes. Al mismo tiempo, unos 850 000 judíos se vieron obligados a huir de los países árabes.

¿Cómo es que, 67 años después, el desplazamiento de los judíos fue, por completo, olvidado por esta institución mientras que, el de los palestinos es sujeto a debates anuales?

La diferencia es que Israel hizo todo lo posible por integrar a los refugiados judíos en la sociedad. Los árabes hicieron, exactamente, lo contrario.

La peor de las opresiones del pueblo palestino tiene lugar en las naciones árabes. En la mayoría del mundo árabe, se les niega la ciudadanía y son discriminados, de manera agresiva. Se les prohíbe poseer tierras y se les impide tener algunas  profesiones.

Y, ninguno, ni tan siquiera uno, de esos crímenes son mencionados en las resoluciones de esta Organización.

Si, de verdad, se preocuparan por la situación del pueblo palestino, habría una;  solo una, resolución dirigida a los miles de palestinos asesinados en Siria. Y, si de verdad estuvieran preocupados por los palestinos, habría, por lo menos, una resolución que denunciase el trato a los palestinos en los campos de refugiados de Líbano.

Pero no la hay. La razón es que el debate de hoy no es para hablar en “pro” de la paz o en “pro” del pueblo Palestino. Es para hablar contra Israel. Es, nada más ni nada menos, que un festival de odio y vapuleo contra Israel.

Sr Presidente:

Las naciones europeas aseguran representar la Libertad, la Igualdad, la Fraternidad. Nada más lejos de la verdad.

A menudo escucho a dirigentes europeos proclamar que, Israel, tiene derecho de existir dentro de fronteras seguras. Es muy bonito. Pero debo decir que tiene el mismo sentido que proclame, aquí y ahora, el derecho a la existencia de Suecia dentro de fronteras seguras.

Cuando se trata de seguridad Israel aprendió, de la peor manera, que no podemos contar con los demás. Y, con certeza, no con Europa.

En 1973, en la Guerra de Yom Kippur, el día más sagrado del calendario judío, las naciones árabes colindantes lanzaron un ataque contra Israel. Durante las horas que precedieron la guerra, Golda Meir, por entonces nuestra Primer Ministro, tomó la difícil decisión de no lanzar un ataque preventivo. El Gobierno israelí entendió que, si lanzábamos un ataque preventivo, perderíamos el apoyo de la comunidad internacional.

Mientras los ejércitos de los Estados Árabes avanzaban en todos los frentes, la situación en Israel se hacía cada vez más grave. Nuestras bajas aumentaban y las municiones y armas disminuían, de modo peligroso. En ese momento de  necesidad, el Presidente Nixon y el Secretario de Estado, Henry Kissinger, aceptaron enviar aviones Galaxy repletos de tanques y municiones para reabastecer a nuestras tropas. El único problema era que los Galaxy necesitaban repostar en el  camino hacia Israel.

Los Estados árabes se acercaban y nuestra existencia estaba amenazada. Y, aun así, Europa ni siquiera quería dejar que los aviones repostaran. EEUU, una vez más, dio un paso al frente y negociaron el permiso para repostar en las Islas Azores.

El Gobierno y el Pueblo de Israel jamás olvidarán que, cuando nuestra mera existencia se jugaba, sólo un país vino en nuestra ayuda: Estados Unidos de América.

Israel está cansado de las vanas promesas de los dirigentes europeos. El Pueblo judío tiene larga memoria. Nunca olvidaremos que, ustedes, nos fallaron en 1940. Nos fallaron en 1973. Y, hoy, también nos están fallando.

Cada Parlamento Europeo que votó, prematura y unilateralmente, reconocer un Estado palestino da a los palestinos justo lo que quieren: un Estado sin paz. Al ponerles un estado en bandeja de plata, recompensan las acciones unilaterales y alejan cualquier incentivo hacia los palestinos para llegar a negociar, o comprometerse, o renunciar a la violencia. Les envían un mensaje según el cual, la Autoridad Palestina puede sentarse en un Gobierno con terroristas e incitar a la violencia contra Israel sin pagar ningún precio.

El primer miembro de la UE en reconocer, de modo oficial, un Estado palestino fue Suecia. Uno se pregunta por qué el gobierno sueco tiene tanta prisa en tomar esta medida. Cuando se trata de otros conflictos regionales en nuestra zona, el gobierno sueco llama a negociaciones directas entre las partes, pero a los palestinos, ¡Sorpresa!, ¡Sorpresa! Les colocan la alfombra roja.

La Secretaria de Estado, Söder, puede pensar que está aquí para celebrar el presunto histórico reconocimiento de su gobierno cuando, en realidad, no es sino un error histórico. El Gobierno Sueco puede albergar la ceremonia del Premio Nobel. Pero, no hay nada noble en su cínica campaña política para tranquilizar a los árabes con el fin de tener un asiento en el Consejo de Seguridad. Las naciones del Consejo de Seguridad deberían tener juicio, sensibilidad; extrema sensibilidad. Pero, el gobierno sueco no demostró tener ni juicio, si sensibilidad, ni extrema sensibilidad. Solo delira.

Israel aprendió, de manera dura, que escuchar a la comunidad internacional puede traer consecuencias devastadoras. En 2005, de modo unilateral, desmantelamos  cada poblado y retiramos hasta el último ciudadano israelí de Gaza. ¿Nos llevó esto más cerca de la paz? En absoluto. Preparó el camino a Irán para enviar a sus delegados terroristas a establecer una fortaleza de terror en el umbral de nuestra casa.

Les puedo asegurar que, otra vez, no vamos a cometer el mismo error. Cuando se trata de nuestra seguridad, no podemos y no confiaremos en otros. Israel debe ser capaz de defenderse sola y por sí misma.

Sr Presidente:

El Estado de Israel es la tierra de nuestros ancestros; Abraham, Isaac y Jacob. Es la tierra donde Moisés llevó al Pueblo Judío; en la cual David construyó su palacio, donde Salomón levantó el Templo Judío y donde Isaías tuvo la visión de la paz eterna.

Durante miles de años, los judíos vivieron, con continuidad, en la Tierra de Israel. Sobrevivimos el auge y caída de los Imperios asirios, babilonios, griegos y romanos. Y perduramos a través de miles de años de persecución, expulsión y cruzadas. La relación ente el Pueblo judío y la Tierra judía es inquebrantable.

Nada puede cambiar una simple verdad: Israel es nuestro hogar y Jerusalén es nuestra capital eterna.

Al mismo tiempo, reconocemos que Jerusalén tiene un significado especial para otros credos. Bajo soberanía israelí, todas las personas -y lo voy a repetir- todas las personas, sin tener en cuenta su religión o nacionalidad, pueden visitar los Lugares Santos. E intentamos que así continúe. Los únicos que intentan cambiar el statu- quo del Monte del Templo son los dirigentes palestinos.

El Presidente Abbas le dice a su gente que los judíos están contaminando el Monte del Templo. Pidió “días de rabia” e instó a los palestinos a impedir a los judíos visitar el Monte del Templo, usando (y cito) “todos los medios ” necesarios. Esas palabras son tan irresponsables como inaceptables.

No se necesita ser católico para visitar el Vaticano. No se necesita ser judío para visitar el Muro Occidental pero, algunos palestinos, querrían ver el día en que, solo los musulmanes, puedan visitar el Monte del Templo.

Ustedes,  la comunidad internacional, están tendiendo una mano a los extremistas y a los fanáticos. Ustedes, que predican tolerancia y libertad religiosa, deberían avergonzarse. Israel nunca va a permitirlo. Nos aseguraremos que los Lugares Sagrados permanezcan abiertos, para siempre, a todas las personas de todos los credos.

Sr Presidente:

Nadie desea la paz más que Israel. Nadie necesita explicar la importancia de la paz para los padres que envían a sus hijos a defender nuestro hogar. Nadie sabe, mejor que los israelíes, los riesgos del éxito o del fracaso. El pueblo de Israel derramó demasiadas lágrimas y enterró demasiados hijos e hijas.

Estamos preparados para la paz. Pero no somos ingenuos. La seguridad de Israel es primordial. Solo un Israel seguro y fuerte puede lograr una paz abarcativa.

El mes pasado dejé en claro, a todos, que Israel tiene necesidades de seguridad inmediata y urgente. En estas últimas semanas, los terroristas palestinos apuñalaron y dispararon a nuestros ciudadanos y lanzaron, dos veces, sus coches contra peatones. Hace pocos días, terroristas con tubos y un arma atacaron, de modo salvaje, a judíos que rezaban la plegaria matinal. Llegamos al punto donde, ni siquiera los israelíes, pueden encontrar un santuario contra el terrorismo dentro del santuario de una sinagoga.

Esos ataques no salieron de la nada. Son el resultado de años de adoctrinamiento e incitación. Un proverbio judío enseña: Los instrumentos de la vida y la muerte están en poder de la boca”

Como judío e israelí sé, con total convicción, que cuando nuestros enemigos dicen que nos quieren atacar, es verdad.

La Carta genocida de Hamas llama a la destrucción de Israel y al asesinato de los judíos en todo el mundo. Durante años Hamas y otros grupos terroristas enviaron bombas suicidas a nuestras ciudades, lanzaron misiles a nuestras ciudades y enviaron terroristas a secuestrar y asesinar a nuestros ciudadanos.

Y, ¿qué dice la Autoridad Palestina? Dirige una campaña sistemática de incitación. En las escuelas los niños aprenden que “Palestina” va desde el Río Jordán hasta el Mediterráneo. En las mezquitas, los lideres religiosos difunden injurias feroces acusando a los judíos de destruir los lugares sagrados musulmanes. En los estadios de deporte llaman a los equipos con los nombres de terroristas. Y, en la prensa, las viñetas instan a los palestinos a cometer ataques terroristas contra israelíes.

En la mayor parte del mundo, los niños crecen viendo los dibujos animados de Mickey Mouse, bailando y cantando. Los niños palestinos también ven a Mickey Mouse, pero en la televisión palestina una figura perversa, disfrazada de Mickey Mouse, baila con una cinturón explosivo y canta ”Muerte a América y muerte a los Judíos”.

Hoy, aquí, los  desafío a hacer, por una vez, algo constructivo. Denuncien, en publico, la violencia; denuncien la incitación y denuncien la cultura del odio.

La mayoría de la gente cree que, en su núcleo, el conflicto es una batalla entre judíos y árabes o israelíes y palestinos. Están equivocados. La batalla que presenciamos es una guerra entre aquellos que santifican la vida y aquellos que celebran la muerte.

Tras el salvaje ataque de la sinagoga en Jerusalén, las celebraciones irrumpieron en pueblos y ciudades palestinas. La gente bailaba en la calle y distribuía dulces; jóvenes posaban con palos, en las mezquitas, los altavoces pedían las felicitaciones y los terroristas eran aplaudidos como ”mártires y héroes”.

Esta no es la primera vez que vemos a los palestinos celebrar el asesinato de civiles inocentes. Les vimos regocijarse tras cada ataque terrorista sobre civiles israelíes y hasta salieron a la calle para celebrar el ataque del 11 de Septiembre a las Torres Gemelas justo aquí, en Nueva York.

Imaginen el tipo de Estado que esta sociedad podría producir. En verdad, ¿Medio Oriente necesita otra “terror-cracia”? Algunos miembros de la comunidad internacional ayudan y aplauden su creación.

Sr Presidente:

Cuando llegamos a Naciones Unidas, pasamos por los 193 banderas de los estados-miembros. Si se toma el tiempo de contar, descubrirán que hay 15 banderas con una media luna y 25 con una cruz. Y hay una bandera con una Estrella de David. En medio de todas las naciones del mundo hay un Estado, sólo un pequeño Estado-nación para el Pueblo Judío.

Para algunos, esto es demasiado.

Mientras permanezco de pie, ante ustedes, hoy recuerdo todo ese tiempo cuando el pueblo judío pagó con sangre la ignorancia y la indiferencia del mundo. Esos días no volverán.

Nunca nos disculparemos por ser un pueblo libre e independiente en nuestro Estado soberano. Y, nunca, nos disculparemos por defendernos.

A las naciones que siguen permitiendo que el prejuicio prevalezca sobre la verdad, les digo ”J’ accuse” Yo Acuso”.

Los acuso de hipocresía.

Los acuso de duplicidad.

Los acuso de prestar legitimidad a los que buscan destruir nuestro Estado.

Los acuso de hablar, en teoría, del derecho de Israel a la autodefensa; un derecho que, en la practica, le es negado.

Y los acuso de pedir concesiones a Israel sin pedir nada a los palestinos.

Frente a estas ofensas, el veredicto es evidente: ustedes no están a favor de la paz ni a favor del Pueblo palestino. Están, simplemente, contra Israel.

Los miembros de la comunidad internacional deben elegir.

Pueden reconocer a Israel como el Estado nación del Pueblo judío, o permitir a los dirigentes palestinos negar nuestra historia sin consecuencias.

Pueden, en publico, proclamar que el llamado “Derecho al Retorno” no empezó o pueden dejar que esa reivindicación sea el mayor obstáculo para cualquier acuerdo de paz.

Pueden trabajar para acabar con la incitación palestina o quedarse, de brazos cruzados, mientras el odio y el extremismo se instalan en las generaciones venideras.

Pueden, de modo prematuro,  reconocer un Estado palestino, o pueden alentar a la AP a que rompa su pacto con Hamas y vuelva a las negociaciones directas.

Ustedes eligen. Pueden continuar guiando a los palestinos fuera del sendero o construir el camino para una paz real y duradera.

Gracias, Sr Presidente.

FUENTE: CIDIPAL-DISCURSO RON PROSOR ANTE LA ONU-02/12/14

TRANSCRIPCIÓN EN INGLÉS

REFLEXIÓN:

Para los que no conocen la historia del Estado de Israel desde su creación, éste es un discurso importante que debería ser leído atentamente. En buena hora Ron Prosor. representante permanente de Israel ante las Naciones Unidas, directamente acusa a los estados que forman parte de esta Organización del maltrato que sufre su país. Basta de hipocresías, ha llegado el momento de llamar a las cosas por su nombre, descarado antisemitismo y actitud cobarde hacia quienes lo acosan desde siempre. La verdad sin ambages es saludable, despierta la dormida conciencia de un mundo injusto.

ANA


viernes, 28 de noviembre de 2014

1422 - LOS MÁRTIRES CRISTIANOS DE HOY SON LOS JUDÍOS DE AYER


Shama Bibi (izquierda) y Shahzad Maseeh, una pareja cristiana y padres de tres niños, fueron quemados vivos por una turba de linchamiento de musulmanes en Pakistán causada por una falsa acusación de blasfemia.

MATAR CRISTIANOS: EN PAKISTÁN, UN CRIMEN PATROCINADO POR EL ESTADO

Killing Christians: A State-Sponsored Crime in Pakistan (EN ESPAÑOL)

Por MOHSHIN HABIB

La turba los golpeó y les rompió las piernas para que no pudieran huir. "Ellos los tomaron por los brazos y piernas y los mantuvieron por encima del horno de ladrillo hasta que sus ropas se incendiaron. Luego los echaron en el interior del horno." Javed Maseeh, portavoz de la familia, a la NBC News.

El ataque no fue un caso aislado. Más bien parece ser parte de asesinatos sistemáticos, comunidad por comunidad.

Imagine que usted es una persona de fe cristiana que vive como ciudadano en la República Islámica de Pakistán: cada momento de su vida está en riesgo. Imagine a un musulmán paquistaní gritando que usted ha quemado una página del santo Corán cuando usted no lo ha hecho; o lo acusa de haber profanado al profeta Mahoma: no tiene casi ninguna posibilidad de salvarse. Estaría fuera de cuestión proporcionar evidencia alguna o prueba en su contra. Usted sería asesinado, ya sea por la multitud o por el sistema legal del país.

Si usted fuera uno del 3% de la minoría cristiana de Pakistán, temería todo el tiempo por su vida entre la mayoría de musulmanes; cualquiera de ellos podría gritar y señalarlo como hacían los colaboradores de los nazis contra los judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Inevitablemente usted sería golpeado hasta la muerte por sus compatriotas.

Este mes en Pakistán, una pareja cristiana y su hijo no nacido fueron quemados hasta la muerte por la falsa acusación de quemar páginas de un Corán.

Los aldeanos locales, llamados a través de los altavoces de la mezquita, llegaron por centenares. Destrozaron la habitación donde Shama Bibi y su esposo, Shahzad Maseeh, se habían refugiado y se llevaron a la pareja por la fuerza.

La turba los golpeó y les rompió las piernas para que no pudieran huir. Luego los mantuvieron sobre un horno abierto hasta que sus ropas se incendiaron. "Los tomaron por los brazos y las piernas y los mantuvieron por encima del horno de ladrillos hasta que sus ropas se incendiaron. Y luego los tiraron en el interior del horno", según Javed Masseh, un portavoz de la familia. Como la ropa de Shama no se quemaba, la multitud la envolvió en algodón "para que se incendiara más rápido."

Como es habitual en estos casos, un hombre musulmán dijo que había sido testigo que Shama Bibi, de 24 años, una madre cristiana de tres niños y con cuatro meses de embarazo, quemaba páginas de un Corán. El acusador fue a los pueblos vecinos en el distrito de Kasur e incitó a los musulmanes contra ella y su marido. El 12 de noviembre de 2014, alrededor de 1.000 a 2.000 personas de cinco pueblos cercanos se reunieron en el horno de barro del pueblo de Chak (al sur de Lahore), donde la pareja vivía y trabajaba obligados por contrato.

Mientras los Masseh estaban muriendo quemados, clamando su inocencia, la multitud gritaba "Allahhu Akbar!" ("Alá es más grande!"), "Muerte al blasfemo!" y "Mata a los cristianos infieles!"

Los asesinatos fueron consecuencia de reportes que decían que Shama Bibi había llevado a cabo un ritual de limpieza en la noche del domingo, después de la muerte de su suegro. En realidad ella había recogido algunas posesiones innecesarias del fallecido y las quemó.

Este incidente no es un caso aislado. Más bien parece ser parte de asesinatos sistemáticos, comunidad por comunidad.

Los habitantes de un país aprenden su forma de vida a la luz de las leyes del país. Muchas personas alrededor del mundo consideran que el sacrificio constante de los cristianos en Pakistán está moralmente apoyado en la destructiva ley del país sobre la blasfemia, que usa y a menudo abusa de quien haya blasfemado o no. El Código Penal de Pakistán afirma que la profanación del Corán se castiga con cadena perpetua en virtud del artículo 295c, mientras que insultar a Mahoma puede merecer la pena de muerte.

El primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, en reacción ante el asesinato de la pareja, dijo: "Los asesinos de la pareja cristiana serán llevados ante la justicia. Es inaceptable. Un Estado responsable no puede tolerar la ley de la calle y el linchamiento público con impunidad."

Muchos, sin embargo, suponen que la declaración de Sharif no es más ser que basura repetida mecánicamente. El Padre James Channan, coordinador de la Iniciativa de Religiones Unidas y director del Centro para la Paz de la Orden Dominicana en Pakistán, dijo: "Nuestro gobierno actual tiene el peor récord por no castigar a los culpables de estos casos. Todos ellos son puestos en libertad después de corto tiempo. Hay una gran pregunta para nosotros: ¿Dónde está la justicia?". Él declaró lo que hace tiempo se sabe, que las controvertidas leyes de blasfemia de Pakistán han sido objeto de abusos generalizados y fueron frecuentemente invocadas para ajustar cuentas personales.

El presidente del Congreso Cristiano de Pakistán, doctor Nazir Bhatti, dijo: "Hay casos de blasfemia registrados en más de una docena de estaciones de policía. Mientras que los tribunales han ordenado la detención del jefe de una estación multimedia y de otro artista musulmán de un canal de televisión, éstos están disfrutando de escolta policial y asistiendo a reuniones, y nadie se atreve a detenerlos. Pero por una falsa acusación de blasfemia la policía pone a cristianos tras las rejas y los tribunales les aplica penas de muerte. Esa práctica indica que las leyes contra la blasfemia sólo están legisladas para apuntar a las minorías religiosas en Pakistán".

Agregó que en Pakistán, las leyes de blasfemia son una licencia para matar a los cristianos a manos de los musulmanes.

"Los incidentes de violencia contra los cristianos en Pakistán y la comunidad Ahmaddyia han aumentado en un 200% después que el PML alcanzara el poder en la provincia de Punjab," dijo el Dr. Bhatti. El ministro principal de la provincia de Punjab, Shehbaz Sharif, de la Liga Musulmana de Pakistán [PML], es el hermano menor del actual primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, conocido comúnmente como el León de Punjab. Tanto el primer ministro Sharif y su hermano eran extremadamente leales al difunto general Zia-ul-Haq, quien era el único responsable de la introducción de las leyes contra la blasfemia más severas a principios de 1980. En el período 1984-2004, 964 personas fueron acusadas de blasfemia, incluyendo a 119 cristianos. Entre los acusados de blasfemia 35 personas fueron asesinadas extrajudicialmente. Alrededor del 81 por ciento% o de dos millones de la población cristiana de Pakistán vive en la provincia de Punjab.

Por otra parte, las escuelas madrazas fundamentalistas de Pakistán se han convertido en un poder influyente que apoya las leyes contra la blasfemia. Pakistán tiene 16.059 escuelas secundarias y 15.725 madrasas. La asistencia total a las madraza se sitúa en 1,5 millones de estudiantes, mientras que las escuelas comunes tienen 1,6 millones de estudiantes. Estas escuelas religiosas están produciendo una cosmovisión particular llamada Alem-e-kufr (el mundo de los infieles). El concepto de estas escuelas religiosas es: "El mundo se divide en dos partes antagónicas: El mundo islámico y el mundo infiel. Con poco terreno común entre los dos, el choque es eterno, natural e inevitable, porque las fuerzas del mal y las fuerzas del bien están predestinadas a estar en guerra. Occidente está tras nosotros, quiere destruir a los musulmanes, al Islam y a nuestra cultura".

Lamentablemente, el liderazgo y los medios de comunicación de Occidente ni siquiera se dan cuenta que tres millones de cristianos en Pakistán viven con temor por sus vidas. Mientras que algunas organizaciones internacionales están luchando para hacer que las leyes contra la blasfemia se vuelvan obsoletas, los líderes más poderosos del mundo han estado, en su mayoría, en silencio sobre estos crímenes.

El Dr. Nazir S. Bhatti señaló en una carta al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que la Administración de Estados Unidos -el custodio de los derechos humanos, la libertad y la libertad de palabra y de expresión en todo el mundo- ni siquiera se molestó en condenar el horrible asesinato de la pareja cristiana por parte de extremistas islámicos en Pakistán. Por otro lado, el Departamento de Estado de Estados Unidos nunca hizo comentario alguno sobre la persecución o el genocidio de cristianos.

FUENTE: GATESTONE-KILLING CHRISTIANS-MOHSHIN HABIB-27/11/14

TRADUCIDO POR ANA

REFLEXIÓN:

Éste no es un caso aislado que ocurre sólo en Pakistán, comparten esas costumbres con otros países musulmanes. Cristianos y no musulmanes son perseguidos, las iglesias son quemadas y sus fieles son acusados de blasfemia como en Pakistán. Además, las iglesias en países musulmanes no pueden ser reparadas ni reconstruidas, los fieles de otras religiones no deben mostrarse para no ser objetos de este tipo de persecución.

En Egipto raptan a niñas cristianas que vuelven algún día "convertidas" al islam, si tienen suerte. Los cristianos son muchos, no hay manera de huir a países más seguros.

El retroceso de esta religión en manos de los integristas musulmanes que quieren que todos sus fieles vuelvan a un pasado remoto, es lo que estamos viendo con los seguidores de la conducción del Estado Islámico que se apoderó de parte de Irak y Siria. Y han conseguido fieles de cultura occidental que están viajando a Irak para luchar por lo peor que puede tener una religión, la violencia para amedrentar a propios y extraños y forzar a sumarse a su versión del islam que no todos los musulmanes comparten.

Lo que vemos es el resultado de una posición dialoguista en lugar de la abierta denuncia contra este salvajismo que acaba de ocurrir en Pakistán. Ni una palabra de protesta, ni una línea por estos pobres seres que no han podido eludir un destino que ninguna persona merece.

Cuando se dice que trabajaban bajo contrato significa que no podían romperlo, que estaban obligados, como esclavos, a trabajar hasta pagar una deuda. Estaban en condiciones de servidumbre quien sabe por cuanto tiempo. No pudieron escapar a ese destino cuando sus compatriotas viven en un estado de locura, ellos eran extraños porque no tenían su religión.

Los nazis hicieron esto con quienes consideraban que no eran merecedores de respeto simplemente por ser seres humanos, y tampoco el mundo se alarmó, tampoco salió a salvarlos hasta que la locura tocó a su puerta.

Ahora vemos estas barbaridades que se ocultan bajo palabras que nada significan, esta ley de la blasfemia es una trampa para cometer estos atropellos a la dignidad de la persona, sin que haya una denuncia universal.

¿Qué nos pasa que no somos capaces de indignarnos y poner un caso como éste en primera plana?

ANA


sábado, 15 de noviembre de 2014

1421 - ISRAEL, PAÍS DISCRIMINADO


Las víctimas de lo que los organismos oficiales de los medios de comunicación de la Autoridad Palestina llaman "operaciones heroicas": A la izquierda, Dalia Lamkus, de 26 años, atropellada y luego asesinada a puñaladas por un terrorista, el 10/11/14. A la derecha: Chaya Zissel Braun, de tres meses, asesinada el 23/10/14 cuando un terrorista estrelló su coche en su cochecito. Varias otras víctimas fueron asesinadas o heridas en estos ataques.

POR QUÉ ABBAS NO CONDENARÁ LOS ATAQUES TERRORISTAS

Why Abbas Will Not Condemn Terror Attacks (EN ESPAÑOL)

Por KHALED ABU TOAMEH

El Secretario de Estado del "proceso de paz", Kerry, en realidad puso a israelíes y palestinos en un nuevo curso de colisión.

Ni un solo funcionario de la Autoridad Palestina ha denunciado la ola de ataques terroristas contra Israel. Ellos también tienen miedo a ser condenados por su pueblo si denunciaran las "operaciones heroicas", como embestir un coche contra un bebé de tres meses.

Kerry y otros líderes occidentales no quieren entender que Abbas no está autorizado a hacer ninguna concesión por la paz con Israel. Para Abbas, es más conveniente ser criticado por EEUU e Israel que ser condenado por su propio pueblo. Haciendo caso omiso de estos hechos, Kerry trató de presionar a Abbas a hacer concesiones que habrían convertido al presidente de la Autoridad Palestina en un "traidor" a los ojos de su pueblo. Abbas sabe que la gente que ha radicalizado se volvería contra él si se atreviera a hablar en contra del asesinato de judíos.


La reciente oleada de ataques terroristas en Jerusalén, Tel Aviv y Cisjordania no fue una sorpresa para quienes han estado siguiendo la campaña de incitación continua llevada a cabo por los palestinos contra Israel.

Esta campaña se intensificó inmediatamente después del fracasado "proceso de paz" último del Secretario de Estado estadounidense, John Kerry, entre Israel y los palestinos. El "proceso de paz" de Kerry en realidad puso a israelíes y palestinos en un nuevo curso de colisión, que alcanzó su punto máximo con los recientes ataques terroristas contra israelíes.

Kerry no pudo reconocer que el Presidente de la Autoridad Palestina [AP], Mahmoud Abbas, no tiene un mandato de su pueblo para negociar, mucho menos firmar, cualquier acuerdo con Israel. Abbas se encuentra ahora en el décimo año de su mandato de cuatro años en el cargo.

Tampoco Kerry escuchó el consejo de quienes le advirtieron a él y a sus ayudantes que Abbas no sería capaz de implementar, sobre el terreno, ningún acuerdo con Israel. Abbas ni siquiera puede visitar su casa privada en la Gaza controlada por el Hamas de Gaza, y sólo controla menos del 40% de Cisjordania. ¿Dónde exactamente esperaba Kerry que Abbas implementara cualquier acuerdo con Israel? ¿En el centro de la ciudad de Ramallah o en Nablus?

Lo que Kerry y otros líderes occidentales no quieren entender es que Abbas no está autorizado a hacer concesiones por la paz con Israel, e inclusive ha prometido repetidamente a su pueblo que no haría ninguna concesión en aras de la paz con Israel.

En un discurso en Ramallah el 11 de noviembre, que marca el décimo aniversario de la muerte de su predecesor, Yasser Arafat, Abbas declaró: "El que entregue un grano de la tierra de Palestina y de Jerusalén no es uno de nosotros."

Esta declaración por sí sola debería ser suficiente para que Kerry y los líderes occidentales se den cuenta de que sería imposible pedir a Abbas que haga concesiones. Al igual que Arafat, Abbas se ha convertido en rehén de su propia retórica. ¿Cómo se puede esperar que Abbas acepte cualquier acuerdo que no incluya el 100% de sus exigencias, en este caso, todo el territorio capturado por Israel en 1967?

El propio Abbas sabe que si vuelve con un 97% o 98% de sus demandas, su pueblo le escupirá en la cara o lo matará luego de acusarlo de ser un "derrotista" y de "renunciar a los derechos palestinos."

Ésta es precisamente la razón por la que Abbas optó por desisitir del "proceso de paz" de nueve meses de Kerry. Al darse cuenta de que Israel no le iba a ofrecer el 100% de sus demandas, Abbas prefirió abandonar las conversaciones de paz el pasado verano.

Para Abbas, es más conveniente ser criticado por EEUU e Israel que ser denunciado por su propia gente por alcanzar un mal acuerdo con Israel.

Haciendo caso omiso de estos hechos, Kerry trató de presionar a Abbas a hacer concesiones que habrían convertido al presidente de la Autoridad Palestina en un "traidor" a los ojos de su pueblo.

En lugar de ser honesto con su pueblo y decirle que la paz exige dolorosas concesiones también por parte de los palestinos, y no sólo por parte de Israel, Abbas ha elegido -desde el colapso del "proceso de paz" de Kerry- incitar a los palestinos contra Israel.

Desde entonces, Abbas ha hecho a Israel responsable del colapso de los esfuerzos de Kerry. Abbas ha utilizado tanto los medios de comunicación como una ardiente retórica para decirle a su pueblo que no existe un socio para la paz en Israel. También les ha estado diciendo que el único objetivo de Israel es apoderarse de tierras y llevar a cabo una "limpieza étnica" y un "genocidio" contra los palestinos.

Las acusaciones recientes de Abbas de que colonos y extremistas judíos están "contaminando" la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén tiene que ser visto en el contexto de la campaña masiva de incitación que se intensificó a raíz del fracaso del "proceso de paz" de Kerry.

En los últimos meses, Abbas, Hamas y la Jihad Islámica han radicalizado a los palestinos a un punto tal que incluso se ha vuelto ridículo hablar de cualquier proceso de paz con Israel.

Abbas es muy consciente de que su pueblo lo condenará si alguna vez vuelve a la mesa de negociaciones con Israel. Es por eso que ahora ha optado por una estrategia diferente, tratar de imponer una solución con la ayuda de las Naciones Unidas y la comunidad internacional.

Abbas quiere que la comunidad internacional y el Consejo de Seguridad de la ONU le dé lo que Israel no puede darle y que no le ofrecerá en la mesa de negociaciones.

La campaña de incitación contra Israel es una reminiscencia de la atmósfera que reinaba en la Ribera Occidental y en la Franja de Gaza inmediatamente después de la fallida cumbre de Camp David en el verano de 2000. Entonces, Yasser Arafat también se alejó de la mesa después de darse cuenta de que Israel no le estaba ofreciendo todo lo que estaba pidiendo, es decir, una retirada total a las líneas anteriores a 1967.

A su regreso de Camp David, Arafat también desató una ola de incitación contra Israel; la que finalmente condujo al estallido de la segunda Intifada en septiembre de 2000.

Ahora Abbas está siguiendo los pasos de Arafat mediante la intensificación de sus ataques retóricos contra Israel. Esta vez, Hamas y otros grupos terroristas se han unido a la campaña de incitación de Abbas llamando abiertamente a los palestinos a usar coches y cuchillos para matar judíos con el fin de "defender" la mezquita de Al-Aqsa.

La negativa de Abbas a condenar los ataques terroristas recientes en Israel se puede atribuir a dos motivos: el miedo a su pueblo y la creencia de que la violencia va a obligar a Israel a hacer concesiones de largo alcance. Al negarse a denunciar los ataques, e incluso al alabar a los perpetradores como héroes y mártires (como lo hizo en el caso de Mu'taz Hijazi, el hombre de Jerusalén oriental que disparó e hirió al activista judío, rabino Yehuda Glick), Abbas está indicando su aprobación tácita de la violencia.

De hecho, ni un solo funcionario de la Autoridad Palestina, ha denunciado la ola de ataques terroristas contra Israel. Ellos también tienen miedo de ser condenados por su pueblo si hubieran denunciado las "operaciones heroicas", tales como el asesinato a puñaladas de una mujer de 26 años de edad, o por  embestir con un coche sobre un bebé de tres meses.

Abbas tiene la esperanza de que los ataques terroristas mantendrán el conflicto entre israelíes y palestinos al tope de la agenda mundial en un momento en que todos los ojos se han dirigido hacia la amenaza del grupo terrorista "Estado Islámico" en Siria e Irak. También sabe muy bien que la gente que él ha radicalizado se volvería contra él si se atreviera a hablar en contra de la matanza de judíos.

FUENTE: GATESTONE-TOAMEH-ABBAS-12/11/14

TRADUCIDO POR ANA

REFLEXIÓN:

Los líderes palestinos esperan que repitiendo la historia pueden obtener resultados diferentes. Exigen lo que no se les puede dar y cuando se frustran sus pretensiones incitan a su gente a la violencia.

Lo malo es que ellos mismos promueven este ciclo de muerte, prometer a su gente lo que no conseguirán, exigir a Israel lo que no puede darles, recurrir a la ayuda internacional y finalmente incitar a la violencia premiando a los terroristas cuando salen con vida de sus ataques y son encarcelados.

Peor es que los que se condenan a sí mismos y a sus familias por actos de terrorismo no actúan por elección, han sido educados así desde muy pequeños, han visto cómo se aplaude a sus "mártires", han aprendido una historia falsa. Cuando son adultos no son libres de pensar con objetividad, el camino de desaprender y volver a registrar en su mente la verdad es mucho más largo y difícil.

¿Y cómo es su vivencia diaria? Se sienten controlados y lo son. Pero no ven esta situación como consecuencia de sus actos, les han enseñado que es la forma en que se liberarán del "invasor". Sus líderes los han condenado.

Lo que no se puede entender ni aceptar es que un mundo que está siendo amenazado por el terrorismo y que hace todo por controlarlo, en lugar de apoyar la lucha de Israel contra el terrorismo en su suelo le exige que ceda a las pretensiones de un pueblo que lo odia, que ha sido educado para combatirlo.

Tal como se ve, parece una situación que no puede resolverse fácil ni rápidamente, pero la clave está en la actitud de la comunidad internacional. Mientras se critique a Israel por defender sus posibilidades de supervivencia porque no puede aceptar "otra Gaza" en Cisjordania, es la forma en que da pie para que la violencia de los palestinos tenga un sustento.

Lo que el mundo hace para descalificar a Israel no tiene explicación. Y tampoco disculpa.

ANA

martes, 11 de noviembre de 2014

1420 - DAVID MANDEL - MI ENFOQUE Nº 529, NOVIEMBRE 8, 2014


#529, Noviembre 8, 2014

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Artículos en este número:
·        El suicidio de Europa
·        ¿A qué se debe?
·    Repetir la misma frase mil veces no la convierte en realidad
·        La inutilidad de la hasbará
·        ¿Necesita el mundo otro Estado islámico fanático?
·        Charla en Miami
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El suicidio de Europa
Mi Enfoque #529, Noviembre 8, 2014, por David Mandel, 
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Arnold Toynbee fue uno de los más importantes y famosos historiadores del Siglo 20. No siempre acertó en todo lo que escribió—por ejemplo calificó al pueblo judío, por el cual no sentía mucha simpatía, de "fósil", sin prever que el Estado de Israel se convertiría en uno de los Estados más progresistas y vitales del Mundo—pero una de sus frases se puede aplicar a la Europa de nuestros días: "las civilizaciones no son asesinadas, se suicidan".

Europa está repitiendo la experiencia del imperio bizantino, que había sido uno de los más importantes centros de la civilización cristiana durante siglos. Su capital Constantinopla contaba con medio millón de habitantes en el siglo 6, pero gradualmente fue perdiendo población y cuando los turcos la conquistaron, en el año 1453, tenía unicamente 50,000 habitantes. El idioma del imperio bizantino, que era griego, hoy es el turco. La religión que era cristiana hoy es musulmana. La iglesia de Hagia Bofia se convirtió en mezquita*. El nombre de Constantinopla fue cambiado a Estambul.

Europa está siguiendo los pasos del imperio bizantino. La fertilidad de las mujeres de los países que forman la Unión Europea hoy es alrededor de 1.50 hijos por mujer, mucho más bajo que el mínimo de 2.11 que se necesita para mantener estable la población. Este déficit está siendo compensado por la inmigración, especialmente de países musulmanes, que tienen un índice de fertilidad mucho más alto que el europeo. Es probable que a mediados o fines del Siglo 21 haya mayoría musulmana en casi todos los países de la Unión Europea.

Me imagino que en tal caso, Londres en el Siglo 22, al igual que lo que pasó con Constantinopla en el Siglo 15, tendrá un nuevo nombre. Tal vez New Meca.

* Hagia Sofía hoy es un museo, pero el gobierno islámico de Turquía esta pensando en convertirla nuevamente en mezquita.
Hi
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¿A qué se debe?
Mi Enfoque #529, Noviembre 8, 2014, por David Mandel,
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Después del descubrimiento de túneles usados por terroristas que llegaron de Gaza para cometer atrocidades el gobierno decidió hacer una amplia zona de nadie, para lo cual se demolieron cientos de viviendas y se transfirieron miles de habitantes. A todo el largo de la frontera se construirá un alto muro de concreto y se cavará una profunda zanja que se llenará de agua para mayor seguridad. El mundo no protestó, CNN no presentó escenas desgarradoras de cientos de casas destruidas, madres llorando desconsoladas, ancianos cargando sus pertenencias a duras penas. Hamás no reaccionó disparando miles de cohetes. Las Naciones Unidas no protestaron. La Liga de los Países Árabes no se reunió. No hubo manifestaciones de multitudes en las ciudades europeas. Nadie exigió condenas o sanciones al país responsable de estos actos.

¿A qué se debe esa falta de reacción?

La respuesta es muy sencilla. No es Israel quien está creando una zona de nadie, demoliendo cientos de viviendas, transfiriendo miles de habitantes y cavando una zanja que se llenará de agua. No señor. No es Israel.

¡Es Egipto!
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Repetir la misma frase mil veces no la convierte en realidad
Mi Enfoque #529, Noviembre 8, 2014, por David Mandel,  
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"Mahmoud Abbas es un líder palestino moderado y razonable con quien es factible llegar a un acuerdo de paz". Esta frase nos la han repetido hasta el cansancio John Kerry, la Unión Europea y los izquierdistas en Israel, y es posible que realmente la creen.
Pero, repetir la misma frase mil veces no la convierte en realidad. La realidad es que Abbas, si dejamos a lado que va bien afeitado y usa corbata, es peor de lo que era el difunto y poco lamentado Arafat.
Arafat, en una entrevista realizada por periodistas del periódico Haaretz el 18 de junio del 2004 declaró que reconocía a Israel como Estado judío. Abbas, en numerosas ocasiones, ha jurado que nunca reconocerá a Israel como Estado judío. . ¿A eso se le llama ser moderado y razonable?
El Primer Ministro Olmert, en el año 2008, le ofreció una propuesta territorial aceptando todas las demandas de Abbas. Abbas nunca le contestó. ¿A eso se le llama ser moderado y razonable?
El Primer Ministro Netanyahu, a pedido de Obama, congeló en noviembre del 2009 las construcciones en los asentamientos por 10 meses. Abbas se negó a negociar. ¿A eso se le llama ser moderado y razonable?
Abbas ha declarado que no permitirá la presencia de un solo judío en su futuro Estado. ¿A eso se le llama ser moderado y razonable?
Abbas, en sus discursos en las Naciones Unidas, ha acusado a Israel de apartheid, limpieza étnica, genocidio, racista, brutal, asesinato deliberado de civiles, etc., etc. ¿A eso se le llama ser moderado y razonable?
En su discurso del 2011 habló de la relación de musulmanes y cristianos a Tierra Santa, sin mencionar que los judíos tienen también relación, aún mayor. ¿A eso se le llama ser moderado y razonable?
En el mismo discurso mencionó 63 años de ocupación israelí, es decir no desde 1967 sino desde 1948, insinuando así la ilegitimidad del Estado de Israel. ¿A eso se le llama ser moderado y razonable?
Abbas insiste que los refugiados palestinos se radicarán no en el Estado palestino sino en Israel, lo cual por supuesto significa el fin de Israel como Estado judío. ¿A eso se le llama ser moderado y razonable?
Abbas está incitando a los palestinos contra Israel, acusando falsamente a Israel de tener intenciones respecto al Monte del Templo. ¿A eso se le llama ser moderado y razonable?
Abbas envió una carta de condolencia a la familia del terrorista que trató de asesinar al Rabino Glick (que aún está entre la vida y la muerte en el hospital) y que fue matado en un intercambio de fuego por los policías que venían a arrestarlo, alabándolo como mártir y condenando la acción policial como "un crimen abominable". ¿A eso se le llama ser moderado y razonable?
Abbas está tratando de establecer su Estado palestino sin necesidad de hacer la paz con Israel. ¿A eso se le llama ser moderado y razonable?
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La inutilidad de la hasbará
Mi Enfoque #529, Noviembre 8, 2014, por David Mandel,  
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En una calle de París un enorme perro ataca a un pequeño niño. Un transeúnte, desafiando las mordeduras, golpea al perro y lo hace huir.
Un  periodista, testigo del valiente acto,  se acerca al hombre, y le dice: Estoy impresionado de cómo salvó usted al niño. Mañana el titular de mi periódico dirá "Parisino salva a niño de un perro feroz."
El hombre le contesta No soy parisino.
Entonces el titular dirá "Francés salva a niño de un perro feroz".
No soy francés
¿Qué nacionalidad tiene usted? pregunta el periodista.
Soy israelí contesta el hombre.
En ese caso, el titular dirá "Israelí maltrata a un perrito".
.  
Hasbará, cuya traducción literal es "explicación", es el término usado para describir los esfuerzos de Israel en presentar su lado y dar una imagen positiva al mundo que le permita recibir si no la simpatía, por lo menos la comprensión. El consenso general es que la hasbará de Israel en el mejor de los casos es deficiente, y en el peor de los casos es catastrófica.

La realidad es que la hasbará, aún si fuese manejada por los más grandes expertos mundiales en relaciones públicas, no puede competir contra la hipocresía, la mala intención y el prejuicio de los medios de comunicación internacionales. Un reciente incidente en Jerusalén es un ejemplo.

El miércoles 22 de octubre un grupo de personas estaba esperando al tranvía en una estación en Jerusalén. Un carro manejado por un palestino los embistió deliberadamente, matando de inmediato a una bebita de tres meses e hiriendo a varias otras personas, una de las cuales, una joven ecuatoriana, murió en el hospital días después a consecuencia de sus heridas. El chofer bajó del auto armado con un fierro, empezó a golpear a los transeúntes a diestra y siniestra, y luego atacó a policías, hasta que fue abatido a balazos.

¿Cómo informaron los medios de comunicación sobre este acto terrorista? Associated Press usó el siguiente titular: "Policía israelí dispara a un hombre en Jerusalén Oriental". The Guardian, importante periódico británico, reportó el entierro de la desafortunada ecuatoriana con el siguiente titular: "Funeral en Jerusalén por accidente de auto", y en el artículo dice: "la mujer murió atropellada cuando un auto manejado por un palestino se desvió a la vereda".

El Consulado de Estados Unidos en Jerusalén, conocido por su extremada simpatía a los palestinos, informó en su página Web que había ocurrido un "accidente de tráfico".

Ni siquiera Don Draper, de la agencia de Publicidad Sterling Cooper y socios, de la serie televisiva Mad Men, podría, en las condiciones actuales de prejuicio y tergiversación, convertir a la hasbará en un éxito.
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¿Necesita el mundo otro Estado islámico fanático?
Mi Enfoque #529, Noviembre 8, 2014, por David Mandel, 
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Estados Unidos y la Unión Europea están sumamente agitados por la posibilidad de que una organización islámica fanática extremista crea un Estado islámico en territorios de Siria y de Irak.

Pero no les molesta ni les preocupa el hecho de que ya existen en el Medio Oriente dos regimenes islámicos fanáticos no menos extremistas que el Estado islámico. Uno de ellos es Irán, que numerosas veces ha declarado que quiere exterminar Israel para lo cual está desarrollando la bomba atómica. Es un Estado líder mundial en imponer la pena de muerte, un Estado donde tiran ácido a las mujeres que van con la cara descubierta y cuelgan a los homosexuales, un Estado que dio llaves de plástico a niños y adolescentes, diciéndoles que son las llaves del paraíso y los hicieron caminar sobre campos minados para abrir camino a los soldados.

El otro régimen islámico fanático es Hamás que gobierna Gaza, dispara miles de cohetes a centros poblados con la intención de matar a tantos civiles como sea posible, que secuestra adolescentes y los mata a sangre fría, que fusila públicamente a disidentes sin necesidad de juicio previo, que aplaude y llama héroes a suicidas bombas y a asesinos que atropellan deliberadamente a transeúntes inocentes.

Hoy los países europeos se disputan el "honor" de quien reconoce primero al Estado palestino, una entidad cuyo presidente, es el autor de una tesis que niega el Holocausto, un presidente que ya está en el décimo año de su periodo presidencial que legalmente terminó hace cinco años, un presidente que envía condolencias a la familia de un asesino y lo llama mártir y héroe, un presidente que incita el terrorismo contra Israel, un presidente que no quiere reconocer a Israel, un presidente que ha declarado que cualquier acuerdo de paz no significa el fin del conflicto ni lo último de sus demandas y exigencias.

Si hubiese elecciones libres en el territorio que hoy está bajo el control de la Autoridad Palestina, Hamás ganaría de lejos e impondría un régimen islámico de terror y agresión contra Israel.

No hay diferencia entre el Estado Islámico, el régimen de Hamás en Gaza y el régimen que Hamás impondría en Judea y Samaria si logra asumir allí el poder. El sueño común del Estado Islámico y de Hamás es revivir el califato y exterminar o expulsar del Medio Oriente a todos los que no comparten su fe.
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Charla en Miami
Mi Enfoque #529, Noviembre 8, 2014, por David Mandel, 
enfoque@netvision.net.il
Hace un par de semanas tuve la oportunidad de dar una charla en Miami sobre la reciente guerra con Hamás, ganancias, pérdidas y lecciones aprendidas. Aquí incluyo el vínculo para quien tenga el deseo de verlo en video. Si alguien se interesa por recibir el texto, me será grato enviarlo al que me lo pida.

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