sábado, 18 de septiembre de 2010

671 - DERSHOWITZ - USA Y EL PROCESO DE PAZ


WHAT THE WHITE HOUSE HAS TO DO TO KEEP THE PEACE TALKS GOING (ESPAÑOL)

LO QUE LA CASA BLANCA DEBE HACER PARA CONTINUAR CON LAS CONVERSACIONES DE PAZ

Por ALAN M. DERSHOWITZ


(TRADUCCIÓN LIBRE DE ANA)

Hasta ahora, el gobierno de Netanyahu no tiene los votos de la Knesset para continuar con el congelamiento de las construcciones en la Ribera Occidental y en Jerusalén oriental. La Autoridad Palestina ha amenazado con retirarse de las conversaciones de paz a menos que el congelamiento se mantenga. Parece que está a la vista un estancamiento a menos que algo cambie.

Las encuestas muestran que los israelíes no creen que los palestinos estén realmente interesados en hacer la paz, especialmente desde que el presidente palestino Mohammed Abbas ha dicho que nunca reconocería a Israel como Estado del pueblo judío. La mayoría de los israelíes dicen que no están dispuestos a hacer concesiones dolorosas sin recibir algunas garantías de que las perspectivas de paz son reales. Puesto que Israel es una democracia vibrante, los miembros de la Knesset escuchan a sus votantes. Es probable, por tanto, que a menos que los israelíes puedan ser persuadidos de que un acuerdo de paz en realidad está a la vista, la Knesset no va a votar por la continuación de una congelación completa de las viviendas y en ese caso los palestinos se negarán a entablar conversaciones de paz.

La Casa Blanca puede cambiar esta dinámica. Puede presionar a la Autoridad Palestina para que haga concesiones que demostrarían al público israelí que están realmente interesados en hacer un acuerdo de paz. Estas concesiones pueden incluir terminar con la incitación contra los israelíes y los judíos que aparecen diariamente en la televisión oficial palestina (la Autoridad Palestina lo prometió en las negociaciones de paz previas, pero no ha logrado cumplir con esta promesa.). También podría incluir terminar con los esfuerzos palestinos para deslegitimar a Israel en los foros internacionales como las Naciones Unidas y la Corte Penal Internacional. Por último, podría incluir una disposición a reconocer a Israel como Estado del pueblo judío.

La Casa Blanca también podría tratar de persuadir a los saudíes para que inviten al Primer Ministro Netanyahu a Arabia Saudita, tal como lo sugirió el columnista de The New York Times, Tom Friedman. Para conseguir esto de los saudíes, la Casa Blanca debería también ofrecerles algo. Sólo hay una cosa que la Casa Blanca puede ofrecer tanto a los saudíes como a los israelíes: que sea un compromiso férreo impedir que Irán obtenga armas nucleares. Tal compromiso haría más para asegurar la paz en Medio Oriente que ninguna otra acción individual de cualquiera de las partes.

La verdadera pregunta que los israelíes y los saudíes están haciendo es si la administración de Obama está realmente dispuesta a hacer cumplir una "línea roja" realista a la que los iraníes no se les permitirá cruzar.

Si a los iraníes se les permite desarrollar armas nucleares terminadas y en condiciones de uso, las perspectivas de paz en Medio Oriente disminuyen considerablemente. Inclusive si los israelíes y los palestinos fueran capaces de llegar a algún acuerdo, los iraníes -al operar bajo un paraguas nuclear- podrían desbaratar cualquier paz alentando a sus sustitutos, Hezbolá y Hamas, para hacerles la vida imposible a los israelíes.
Los palestinos no pueden ofrecer a los israelíes una paz completa, aun cuando lo quisieran. Lo único que podrían hacer es asegurar la paz en la frontera oriental de Israel, pero no en sus volátiles fronteras del norte y oeste. Un Irán envalentonado, armado con armas nucleares, haría todo lo posible para echar por tierra cualquier paz con Israel.

Un Irán con armas nucleares también aumentaría las tensiones en el resto de Medio Oriente, al amenazar a Arabia Saudita, los Emiratos, Jordania, Egipto y otros regímenes árabes "moderados". Hasta Fidel Castro se ha vuelto ahora contra su antiguo "hermano" iraní, acusando a Ahmadineyad de antisemitismo y otros pecados. Ha llegado el momento para que toda la comunidad internacional reconozca que el mayor obstáculo para la verdadera paz y estabilidad en Medio Oriente no es el conflicto árabe-israelí, sino la amenaza que representa un Irán nuclear.

Esto no es negar la importancia de continuar las conversaciones de paz entre Israel y la Autoridad Palestina. Incluso una paz limitada puede ser preferible al statu quo, pero presionar a los israelíes solamente no creará las condiciones necesarias para que el proceso de paz continúe. El presidente Obama reconoció esto cuando, además de pedir a los israelíes que continuaran con el congelamiento, también pidió a los palestinos ofrecer concesiones que fomentaran confianza.

El congelamiento de todas las construcciones en las que podrían llamarse zonas en disputa no será fácil para Israel. Muchas de estas áreas no están realmente en discusión:
los palestinos ya han reconocido que en cualquier acuerdo de paz Israel mantendrá el control sobre las áreas construidas en Jerusalén y sus alrededores. Detener todas las construcciones en estos lugares es visto por muchos israelíes como completamente simbólico y un tanto punitivo para las familias que están creciendo. Si los palestinos están realmente interesados en la paz, en lugar de encontrar una excusa para retirarse de las conversaciones, deberían aceptar algún tipo de compromiso que Netanyahu está dispuesto a ofrecer y que la Knesset podría estar dispuesta a apoyar. Aumentar la construcción sobre lo existente en lugar de hacerlo afuera y limitar la construcción a aquellas áreas que realmente no están en discusión debería ser un compromiso aceptable para todas las partes.

Continuar con una congelación absoluta no debería convertirse en una prueba de fuego para seguir con las conversaciones de paz. La verdadera prueba es la voluntad de seguir hablando a pesar de los desacuerdos temporarios que podrían resolverse mediante la negociación.

FUENTE:
ME&T-DERSHOWITZ-PEACE TALKS-14/09/10

COMENTARIO:

La Autoridad Palestina se negó permanentemente a iniciar estas conversaciones a pesar de la insistencia de Israel en realizarlas sin condicionamientos y sólo aceptó participar cuando Estados Unidos amenazó con retirarle la ayuda, este es el primer dato a tener en cuenta. Todo lo demás será producto de esta primera situación, porque estas conversaciones son obligadas.

Cuando se habla de "concesiones" sólo se pueden enumerar las realizadas por Israel, desde Oslo a Gaza, de las que Israel nunca obtuvo nada a cambio, no ha habido concesiones por parte de la Autoridad Palestina, su posición siempre ha sido todo o nada. Ahora mismo quieren primero el congelamiento de las construcciones por tres meses más antes de seguir hablando y si no, se retirarán, como si el congelamiento que ya había otorgado Israel no hubiera existido.

Entonces ¿qué esperanza pueden tener los israelíes de que este proceso de paz pueda tener algún éxito?

¿Cuál es el secreto para que una parte ofrezca sistemáticamente un acuerdo de paz y a la otra no le interese? La Autoridad Palestina es sostenida artificialmente por la Comunidad Internacional, le da dinero y apoyo político para fortalecerla en oposición al Hamás de Gaza que depuso a su organización y que tiene una posición irreductible, no a Israel, nunca. ¿Es diferente a lo que pretende la Autoridad Palestina?

La AP tampoco reconoce a Israel y éste es el punto esencial de las conversaciones, porque sin reconocimiento cualquier acuerdo podrá romperse en el futuro cuando la población palestina dentro del Estado de Israel reclame derechos nacionales.

"Si el futuro Estado Palestino no reconoce al Estado de Israel como la nación-estado del pueblo judío, no hay chance de que los palestinos que residen en Israel lo aceptarán. Si nosotros no insistimos en esto ahora, es posible que nos encontremos dentro de una generación o dos en una situación donde los árabes palestinos exijan (posiblemente a través de la violencia) los mismos derechos nacionales" (
Jennifer Rubin-NO SE TRATA DE LOS ASENTAMIENTOS)

Este es el punto que la AP y todos los organizaciones palestinas están de acuerdo, no reconocer a Israel como Estado Judío y esa es la respuesta por lo que Israel insiste sobre este punto. No hay un futuro de paz segura para ambos pueblos sin reconocimiento.

Además, ¿por qué debería la AP hacer concesiones si así le va muy bien a su dirigencia?

En un
artículo citado por Barry Rubin, varios israelíes recorren Ramallah para que convenzan al público israelí de las intenciones de paz de la AP en un artículo escrito por Alon Goldstein. Ven suntuosos barrios y nunca son detenidos, cuando al final del recorrido el chofer palestino toma un atajo les dice: "Miren esto. Miren donde vivimos, no entiendo qué es lo que quieren. Ellos deberían primero cuidar a los pobres, como yo, nosotros vivimos en casas que ustedes ni siquiera las usarían para las cabras. Recién entonces deberían hacer acuerdos con ustedes".

Todo el dinero que recibe la AP proviene en su mayor parte de los EE.UU. y no se usa para la gente, tampoco el dinero que se envía para la población palestina en Gaza va para la gente, lo que la mantiene enojada, como si Israel fuera el culpable del manejo del dinero que hacen sus líderes. Esto lo sabe el pueblo palestino, lo sabe EE.UU y lo saben los organismos internacionales. Y lo saben también los israelíes, pero a Israel se le exige que haga gestos de buena voluntad y concesiones hacia los palestinos que no pueden hacer más que odiarlos. Esto es INCOMPRENSIBLE. Todos conocen esta realidad y no se entiende qué es lo que se pretende, apenas Obama le "PIDIÓ" a Abbas que dejen de hacer propaganda en contra de Israel en los medios de comunicación oficiales en Cisjordania. Lo que no ocurre.

Claro que si el mundo se pusiera firme contra Irán toda esta mentira se acabaría, y si dejaran de alimentar a esta dirigencia palestina que vive bien mientras su pueblo trabaja sólo para subsistir. Pero ¿hay esperanzas de que eso suceda?

Aunque el mundo deje de hacer negocios con Irán, Turquía se ha comprometido a triplicar sus
relaciones comerciales con él, lo que significa que Irán seguirá avanzando con sus planes y podrá continuar financiando a Hezbollah en Líbano y a Siria, y la guerra contra Israel continuará.

No sabemos que hará Netanyahu ante cada nueva concesión que se le pida, pero sí suponemos cómo podría reaccionar la población israelí que conoce bien esta realidad que parece más un cuento para niños que una política de estado seria, algo que tenga un cierto grado de inteligencia y de proyección para un futuro de paz. Los contribuyentes occidentales son los que mantienen esta situación de guerra permanente y sin embargo, no se dan cuenta aunque les cueste dinero, pero claro, "contra Israel se atreven todos".

Toda esta movida parece ser producto del empecinamiento de un soñador con poder.

ANA


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