domingo, 24 de marzo de 2013

1118 - EL FUTURO DE SIRIA


SIRIA: DESTINO DEL ESTADO ALAWITA

Por Dr. ELY CARMON

Artículo de opinión

Alrededor de 80.000 civiles murieron desde el estallido de la Guerra Civil en Siria. Decenas de miles resultaron heridos y más de un millón de personas -en su mayoría sunitas- se convirtieron en refugiados. La Guerra Civil se transformó en una guerra de sunitas contra alawitas. El destino, que muy pocos vieron hace dos años, según el cual, Siria se dividiría y surgiría una entidad política alawita, constituye en el presente el destino más considerable, en opinión de la mayor parte de los analistas. La caída del régimen de Assad es casi un hecho en el actual momento y es capaz de arrastrar consigo acciones de venganza, que serán dirigidas contra los alawitas en Siria, provocando una tragedia que ocurrió, hasta ahora, como prólogo del genocidio. Quien esté atento a las amenazas crecientes de los factores de la oposición sunita en Siria, escucharán los pasos cercanos de esa desgracia.

Por su parte, la conducción alawita permanece bien despierta al peligro que se acerca a su puerta. Desde hace dos años, los alawitas se disponen a la creación del estado alawita en la región de la costa y la montaña, en donde representan una clara mayoría. En el marco del programa, los alawitas ya llevaron a cabo una pureza étnica en las zonas que limitan con las grandes ciudades, en las que los sunitas gozan de amplia mayoría. Fuentes libanesas involucradas en los sucesos en Siria dan cuenta que los alawitas aspirarán a una secuencia territorial con las zonas que se encuentran bajo control de sus aliados chiitas y cristianos en Líbano. Éstos, por su lado, temen el fortalecimiento de los factores sunitas en el seno de Líbano y toman acciones para impedirlo. Así, por ejemplo, es posible atribuirle a ellos los combates que genera Hezbollah en Siria, en la región que limita con el noreste de Líbano.

Pareciera que la intervención iraní en la guerra en Siria no se reduce solo al apoyo activo al régimen y se orienta a la posibilidad de la creación de un estado alawita. Una entidad política de esas características podría convertirse en un estado protector iraní para todo objetivo e interés. Cabe suponer que el régimen de Assad se propone transferir, como ultima carta, su armamento no-convencional al territorio alawita, que serviría para la prevención de la masacre de las alawitas.

La creación de un estado alawita extremista no es un escenario deseado. Se trata de una entidad con capacidad militar no- convencional. Con presencia de una fuerza ramificada de Irán y una secuencia territorial con Hezbollah en Líbano y con un paraguas estratégico ruso, en forma de presencia militar/marítima en Tartus. Un estado así producirá la inestabilidad continua en la región, con influencia negativa y un riesgo verdadero para Israel, Líbano y otros estados del Medio Oriente, en especial, Turquía.

Muchos factores, incluidos los de seguridad de Estados Unidos, son conscientes de que la solución al problema sirio impone una estrecha cooperación con Rusia. Ambas potencias mantienen debates, por diferentes canales, en búsqueda de un trato que frene el caos en Siria y, principalmente, que impida la pérdida de control sobre las armas químicas y otra estrategia para Siria.

La propuesta para impedir el levantamiento de la entidad política alawita bajo el paraguas iraní.

Para impedir la constitución de una entidad política de ese tipo, que objetará la estabilidad del Medio Oriente todo, se requiere entre Estados Unidos y Rusia, la firma de un acuerdo (grand bargain) entre Estados Unidos y Rusia sobre:

Estados Unidos y la OTAN reconocerán la legitimidad de la presencia militar rusa en el estado alawita, a crearse y en su trascendencia.

Ambas potencias intervendrán en la seguridad del estado alawita y, de éstos, en Siria.

Ambas potencias intervendrán en la integridad territorial de Líbano.

No se permitirá ninguna presencia militar o pro-militar de Irán o Hezbollah en el estado alawita. Todo el armamento y equipamiento no-convencional, químico, biológico y nuclear, será concentrado en el territorio del estado alawita, con inspección internacional y será eliminado bajo supervisión internacional (al igual que la exclusión de armas químicas en Libia, tras la caída del régimen de Gadafy).

Un acuerdo de esas características debilitará a Irán y reducirá, en gran medida, su capacidad de influencia y su intervención en los acontecimientos de Siria y Líbano, en el futuro. Hezbollah también se verá debilitado (tanto como factor político-nacional y como brazo militar). Un acuerdo entre ambas potencias podría mejorar los entendimientos mutuos en el tema nuclear iraní y permitiría la cooperación a fin de impedir el surgimiento de organismos o entidades controladas por factores jihadistas en Siria.

Turquía, por supuesto, teme un escenario de estado alawita. La cantonización de Siria podría llevar a los kurdos a crear una autonomía en Siria, capaz de afectar la estabilidad de Turquía; algo que sería imposible de impedirse.

Por otra parte Turquía tiene un interés claro en que el estado alawita no se convierta en un enemigo con presencia militar iraní en su frontera sur; en particular, a partir de la sensibilidad de la población alawita en Turquía (compuesta por medio millón de personas), y la minoría alawita (que representa el 15% de la población turca). Se oponen a la política del Primer Ministro Erdogan hacia Siria y verán en la matanza de la población alawita en Siria, un ataque a sus hermanos.

Israel tiene interés en impedir la creación un estado alawita, bajo fuerte influencia y presencia iraní. Israel se verá favorecida por la neutralización del poder no convencional del régimen de Assad y hasta podría, incluso, generar relaciones con la nueva y moderada conducción alawita.

Centro Interdisciplinario de Herzliya.

Investigador del Instituto de Política contra el Terrorismo. Centro Interdisciplinario, Hertzliya.


FUENTE:
CIDIPAL-CARMON-SIRIA DESTINO-20/03/13

REFLEXIÓN:

Como se puede leer en este esclarecedor artículo, nada tiene que ver el conflicto palestino-israelí con los enfrentamientos entre sunitas, alawitas, chiítas y kurdos en su lucha en la región, por predominio o liberación. Los cristianos sobreviven como pueden y su seguridad nadie la garantiza pero hay un mundo que puede recibirlos si pudieran escapar, los judíos no pueden decir lo mismo ni tampoco lo desean. Ellos dirigen su país y nadie debería disputarles el poder y su fortaleza para mantenerlo, sin embargo, todo lo que se intenta es debilitarlos hasta que Israel se convierta, él también, en un campo de batalla.

Y para israel territorio significa seguridad y fortaleza. Para los judíos y para todos los que anhelan llegar allí, judíos y también africanos, cristianos de la región y árabes musulmenes, todos ellos perseguidos en el mundo árabe. Y no puede darse el lujo de perder donde se ha asentado por guerras que no comenzó pero que ganó. Cada vez que entregó territorio fue para peor, Gaza es el mejor ejemplo. ¿Este mundo todavía quiere otra Gaza para Israel?

La "Primavera árabe" era imprescindible pero se ha convertido en un invierno, el deseo de liberarse de las dictaduras sólo ha conseguido que se desatara una lucha armada entre los distintos grupos religiosos. E Israel está en el medio y se pretende argumentar que es él quien genera los conflictos.

Pero la lucha por la supremacía de unos grupos sobre otros obliga a hacer alianzas, porque cada uno busca la forma de fortalecerse -aunque sea en alguna etapa de esta lucha eterna- para poder vencer al enemigo.

Ya las estamos viendo, Turquía tiene mucho que perder si no se fortalece; Egipto, un poco más lejos geográficamente, está inmerso en un cuestionamiento interno permanente, la justicia egipcia ha pedido la disolución de los Hermanos Musulmanes, los que también se están enfrentando con una población que no acepta su predominio en el gobierno.

Israel sólo pretende mantenerse independiente de todos estos conflictos, las grandes potencias protegen sus intereses económicos y políticos, los demás se seguirán enfrentando porque cíclicamente, a través de centurias, reviven una lucha que desde que comenzó no tiene fin.

Quizá la solución sea la creación de cantones donde una secta y/o religión mayoritaria se gobierne, eso pasará en Irak, quizá también en Siria y puede que sea la solución para Palestina. O la guerra eterna.

ANA

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