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miércoles, 1 de abril de 2015

1441 - IRÁN - EL BAZAR PERSA EN ACCIÓN


MIRE ANTES DE SALTAR

Por THOMAS L. FRIEDMAN

Puedo pensar en muchas buenas razones para proceder con el acuerdo nuclear con Irán, y puedo pensar en prácticamente el mismo número de razones para no hacerlo. Así que, si está confundido, déjeme ver si puedo confundirlo incluso más.

El acuerdo propuesto para levantarle las sanciones a Irán -a cambio de reducciones a sus capacidades para fabricar bombas, de forma que a Teherán le tome cuanto menos un año producir un arma- tiene que ser juzgado en su propio derecho.

Estaré viendo atentamente la calidad del régimen de verificación y la especificidad de qué pasa si Irán hace trampa. Sin embargo, el trato también tiene que ser juzgado en términos de cómo encaja con objetivos estratégicos más amplios de Estados Unidos en la región, porque un trato entre Estados Unidos e Irán sería un terremoto que alcanzaría cada rincón de Oriente Medio. No se está prestando suficiente atención a las implicaciones regionales; particularmente qué ocurre si los estadounidenses reforzamos a Irán en momentos en que grandes partes del mundo árabe sunita están colapsando.


El mejor argumento del equipo de Obama para alcanzar este acuerdo con Irán es que, con el tiempo, podría ser «transformacional». Esto es, el final de las sanciones que podrían abrir a Irán al mundo y dejar que entre suficiente aire fresco -Irán estuvo aislado deliberadamente desde 1979 por sus ayatolás y el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria- para llevar gradualmente a Irán de un estado revolucionario a uno normal, así como menos inclinado a amenazar a Israel. Si se asume que Irán ya tiene el conocimiento y las herramientas para fabricar un arma nuclear, la única forma en que se vuelve menos amenazador es cambiando la naturaleza de su régimen.

El desafío para este argumento, explica Karim Sadyadpour, especialista de Oriente Medio por la Fundación Carnegie, es que si bien el equipo de Obama quiere creer que este trato podría ser «transformacional», el líder supremo de Irán, Alí Jamenei, «lo considera transaccional»; Irán persevera, hace el trato, recupera su fuerza y redobla sus viejos principios revolucionarios. Pero, hay que tomar en consideración, nunca se sabe. Lo que empieza como transaccional puede terminar siendo transformacional en formas que nadie puede prevenir o predecir.

Un segundo argumento es que Irán es un verdadero país y civilización, con elecciones competitivas (aunque restringidas), mujeres educadas y un poderoso ejército. Enmendar la relación entre Estados Unidos e Irán podría facultar a Estados Unidos para manejar y equilibrar mejor al talibán de árabes sunitas en Afganistán, así como contrapeso de los yihadistas sunitas, como los del Estado Islámico (EI) que controlan actualmente partes de Irak y Siria. Estados Unidos dependió enormemente de Arabia Saudita, desde la revolución de Irán en 1979, y si bien la familia gobernante y élites sauditas están alineadas con Estados Unidos, hay un duro núcleo de wahabismo saudita que financió la proliferación de la forma más puritana, antipluralista y contraria a la mujer que alteró el carácter distintivo del islam árabe, así como ha contribuido a fomentar mutaciones como el EI. No hubo iraníes involucrados en los atentados del 11 de septiembre del 2001.

Pero, debemos considerar, fueron agentes iraníes quienes fabricaron los explosivos improvisados más letales en Irak que mataron a muchos efectivos estadounidenses allá. Además, fue Irán el que alentó a sus aliados chiitas en Irak a que rechazaran cualquier presencia extendida de los militares estadounidenses en Irak, y también a exagerar su influencia para despojar del poder a iraquíes sunitas, que es lo que contribuyó a producir la reacción contraria del EI.

«En la lucha en contra del EI, Irán es tanto el incendiario como la brigada de bomberos», agregó Sadyadpour. Para Arabia Saudita, añadió, el ascenso del EI es atribuible a la represión de sunitas en Siria e Irak por parte de Irán y sus clientes chiítas. Para Teherán, el ascenso del EI es atribuible al apoyo financiero e ideológico de Arabia Saudita y sus aliados en el Golfo.

Y ambos están en lo cierto, razón por la cual los intereses de Estados Unidos no están ni con los sauditas ni con los ideólogos iraníes que van ganando, sino más bien con equilibrar a ambos contra cada cual hasta que se agoten en la medida suficiente para dejar de seguir con su ancestral lucha chiíta-sunita y persa-árabe.

Sin embargo, debemos considerar que si este acuerdo nuclear con Irán se lleva a término, y las sanciones son levantadas, mucho más petróleo iraní llegará al mercado global, aplastando precios y beneficiando a consumidores globalmente. Pero, hay que considerar, Irán tendría miles de millones de dólares más para invertirlos en ciberguerra, misiles balísticos de largo alcance y proyectar su poder a través del mundo árabe, donde sus representantes ya dominan cuatro capitales: Beirut, Bagdad, Damasco y Saná.

Pero, dado el desbarajuste en Yemen, Irak y Siria, ¿realmente nos interesa si Irán intenta jugar al policía allá y se embrolla en luchas interminables con milicias sunitas? Durante 10 años, fue Estados Unidos el país que se extendió de más a lo largo de Irak y Afganistán. Ahora será el turno de Irán. Me siento terrible por la gente que tiene que vivir en estos lugares, y ciertamente deberíamos usar el poderío aéreo de Estados Unidos para ayudar a prevenir la proliferación del caos a islas de decencia como Jordania, Líbano y Kurdistán, en Irak. Sin embargo, el manejo del deterioro del sistema del Estado árabe no es un problema que deberíamos hacer propio. Hemos demostrado ampliamente que no sabemos cómo.

Así que, antes de que usted se decida con respecto al trato de Irán, pregunte cómo afecta a Israel, el país más amenazado por Irán. Sin embargo, pregunte también cómo encaja eso en una estrategia estadounidense más amplia, enfocada a sofocar tensiones en Oriente Medio con el menor involucramiento de Estados Unidos que sea necesario y los precios del petróleo más bajos que sea posible.

El manejo del deterioro del sistema del Estado árabe no es un problema que deberíamos hacer propio. Hemos demostrado ampliamente que no sabemos cómo.

Fuente: The New York Times

Traducción: www.israelenlinea.com

FUENTE: ISRAEL EN LÍNEA-MIRE-FRIEDMAN

REFLEXIÓN:


El análisis de Friedman parece acertado, la conclusión también. Estados Unidos no sabe cómo resolver los problemas de Medio Oriente.

Creo que la clave está en cómo pensamos que actuará Irán si Occidente le afloja la presión hasta descubrir que hace trampas, porque está claro que las va a hacer y con mejores posibilidades si tiene más poder económico. 

Pensar que Rohani es un "moderado" y que va a tener alguna influencia en la política del gobierno de los Ayatollas es parte del porqué Estados Unidos no puede resolver los problemas de Medio Oriente, simplemente porque no  entiende ni los problemas ni a Medio Oriente. 

La única forma en que esos gobiernos pueden cambiar sus políticas será por la presión de sus propios pueblos, Occidente puede colaborar debilitando el poder económico y político de sus dictadores. Y todos son dictadores, no hay democracias en Medio Oriente. Todos prosperan porque conservan su poder con la ayuda de un Occidente que quiere hacer buenos negocios a costa del empobrecimiento de sus pueblos, que son sus principales víctimas. Si hicieran negocios con la condición de promover una verdadero proceso democrático y no cambiar a un dictador por otro, habría buenas posibilidades. No es lo que se hizo en Irak, por ejemplo.

Pero no es fácil y no hay que engañarse, por cada dictador que cae el país se convierte en un polvorín. Pasó en Irak, en Libia, en Siria todavía están peleando. Las dictaduras "duras" mantienen el orden. No es agradable decirlo, ni pensarlo, pero la realidad indica que así son las cosas en Medio Oriente. El proceso de democratización de Medio Oriente es largo, tan largo como lo fue en Occidente, que sigue luchando para mantenerlo. Las democracias también engendran "dictablandas" que se aprovechan de las leyes democráticas.

Para Irán, "transaccional" nunca va a ser "transformacional", al contrario, cada paso hacia adelante lo envalentonará más. Es el famoso bazar persa con el que Occidente no sabe manejarse.

Una vez que los Ayatollas tomaron el poder el régimen no cambiará, no hay que hacerse ilusiones, sin embargo, todavía Estados Unidos se las hace. Es parte de sus continuos fracasos en Medio Oriente. Los conflictos que se suceden en la región se dirimen por la fuerza, algo que Occidente no quiere hacer, la estabilidad no se logra tratando de exportar la democracia, ese es un camino al fracaso como ha quedado demostrado. Lamentablemente, sólo fuertes dictaduras aseguran estabilidad en Medio Oriente. Esto no lo entendió Obama que tras su sueño de exportar la democracia occidental provocó el caos que estamos presenciando.


Creer que la eterna lucha entre sunitas y chiítas puede detenerse porque tengan un equilibrio de fuerzas es desconocer la naturaleza de esta cultura, donde necesariamente una parte debe sojuzgar a la otra. No existe el equilibrio de fuerzas, no ha habido paz desde hace más de mil años. Esto tampoco lo entiende Occidente, sigue pensando que la paz entre ellos es posible y también la paz con Occidente. No los escuchan, no quieren oírlos y no porque no lo digan claramente.

Decir que el acuerdo aplastará precios y beneficiará a los consumidores globalmente no es sabio, ni siquiera razonable, si eso puede llevar al riesgo de tener un Irán nuclearmente armado es estar verdaderamente fuera de foco.

Occidente no tiene y no quiere tener conflictos religiosos con nadie, al contrario, las religiones hoy día son respetadas y los fanáticos propios no cuentan. Por el contrario, el fanatismo religioso en el mundo árabe es parte de su cultura dentro de ella y contra las demás. Este es un problema cultural que no ha cesado en más de mil de años, no es inteligente prever que terminará porque se equilibren las fuerzas, los fanáticos violentos son una verdadera amenaza activa para Occidente al día de hoy.

Cuando una cultura es amenazada no hay más remedio que enfrentarla porque hace a la propia identidad, toda otra opción, apaciguamiento, interacción donde se respete a la ajena a costa de la propia es un camino que lleva a futuros enfrentamientos mucho más violentos que los que hoy estamos presenciando.

El Irán chiíta de los ayatolas está detrás de todos los procesos violentos en el mundo árabe, su proyecto hegemónico no tiene límites y no repara en riesgos, el mundo árabe sunita lo sabe, contraataca y exige a sus socios occidentales que lo aompañen. Éstos están discutiendo actualmente con Irán cómo llegar a un acuerdo, pero en este regateo el bazar persa tiene todas las de ganar.

Este es el vardadero peligro que se debe evitar mientras se puedan aplicar políticas no violentas, impedir que los fanáticos se fortalezcan es la respuesta apropiada.

ANA

martes, 23 de septiembre de 2014

1391 - OBAMA ATACA CON APOYO POPULAR



EN NOMBRE DE QUIÉN Y DE QUÉ

Hay tres cosas en la vida que nunca se debe hacer de manera ambivalente: casarse, adquirir una vivienda e ir a la guerra. Por desgracia, estamos a punto de realizar la N° 3. ¿Deberíamos hacerlo?

Por THOMAS L. FRIEDMAN


El presidente Obama tomó claramente esta decisión y pretende liderar la coalición para degradar y destruir al Estado Islámico (EI) en Irak y Siria con profunda ambivalencia.

Sin embargo, nuestra capacidad de resistencia es ambigua, nuestro enemigo es salvaje y sanguinario, nuestros aliados regionales son hipócritas, nuestros aliados europeos son irresponsables y los iraquíes y sirios que están tratando de ayudar son indisciplinados. No hay un francotirador decente en esta tambaleante alianza.

Aparte de eso, se trata de algo parecido a la coalición de los aliados contra los nazis en el Día D en Normandía.

Consideremos la posición de Arabia Saudita. Va a ayudar a entrenar a soldados del Ejército Libre de Siria, pero, al mismo tiempo, es una de las mayores fuentes de voluntarios yihadistas contra Damasco.

Además, de acuerdo con un estudio secreto de Estados Unidos realizado en 2009, firmado por la entonces secretaria de Estado, Hillary Clinton, y divulgado por WikiLeaks, los «donantes privados en Arabia Saudita constituyen la fuente más importante de financiación de los grupos terroristas sunitas en todo el mundo»

Turquía permitió que yihadistas extranjeros entren y salgan de Siria y es un importante mercado para el petróleo que el EI está contrabandeando de Irak a cambio de dólares en efectivo.

Irán aportó los penetradores de formación explosiva que las milicias chiítas iraquíes utilizaron para echar a Estados Unidos fuera de Irak y anima a los líderes chiítas de ese país a despojar a los sunitas de tanto poder y dinero como sea posible, lo que alentó la creación del EI.

El presidente de Siria, Bashar al-Assad, permitió deliberadamente que el EI emerja para poder mostrar al mundo que él no es el único asesino de masas en su país.

Qatar está con nosotros lunes, miércoles y viernes y en contra nuestro martes y jueves. Afortunadamente, los fines de semana descansa.

Mientras tanto, Obama sabe que los miembros de su propio partido y del republicano que le instan a bombardear al EI serán los primeros en abandonar la nave si nos estancamos, fallamos o destruimos accidentalmente un jardín de infantes con decenas de niños muertos.

¿Entonces, por qué el presidente decidió seguir adelante? Se trata de una combinación de intereses geoestratégicos legítimos -si los yihadistas del EI consolidan su poder en el corazón de Irak y Siria, podrían amenazar Kurdistán, Jordania y Líbano y generar suficiente capacidad para dañar a Occidente en forma más directa- y las encuestas. Obama entendió claramente el repentino cambio en la opinión pública después de las ejecuciones de dos periodistas norteamericanos grabadas en sangrientos vídeos por el EI.

Ahora bien; dado este elenco de personajes, ¿hay alguna manera que el plan de Obama pueda terminar bien? Sí; pero sólo si somos muy disciplinados y tenaces acerca de cómo, cuándo y para quién usamos nuestro poder.

Antes de intensificar la campaña de bombardeos sobre el EI, tiene que quedar absolutamente claro en nombre de qué estamos luchando. El EI no surgió por casualidad y de la nada. Se trata del odio de miles de jóvenes de dos guerras civiles en las que los musulmanes sunitas fueron aplastados. Una de ellas es la de Siria, en la que el régimen alawita-chiíta respaldado por Irán mató a aproximadamente 200.000 personas, muchos de ellos musulmanes sunitas, con armas químicas, bombas y cañones. La otra es la iraquí, en la que el Gobierno chiíta del primer ministro Nuri Kamal al-Maliki, respaldado por Irán, despojó sistemáticamente a los sunitas de su poder y de sus recursos.

No habrá estabilidad posible en la región a menos que esas guerras civiles terminen y se establezcan normas decentes para gobernar a la ciudadanía. Y sólo los árabes y los musulmanes pueden hacer que sus guerras sectarias y sus feudos tribales se acaben.

Queremos convencernos a nosotros mismos de que el problema es sólo el «entrenamiento», cuando verdaderamente se trata del régimen que gobierna. Otorgamos miles de millones de dólares a soldados iraquíes que huyeron de las masacres del EI no porque no tenían la formación adecuada, sino porque sabían que sus comandantes eran corruptos que no merecían el mérito y que el Gobierno de Al Maliki era indigno de luchar en su nombre. Nosotros los subestimamos cómo árabes muertos de hambre en todos esos despertares.

Nunca se olviden; se trata de una guerra de dos frentes: el EI es el enemigo externo; el sectarismo y la corrupción en Irak y Siria son los enemigos internos. Podemos y debemos ayudar a derrotar al primero, pero sólo si iraquíes y sirios, sunitas y chiítas, se encargan seriamente de reducir al segundo. Si nuestros bombardeos se intensifican en Irak y Siria, y ello adelanta su reconciliación, nos convertiremos en historia y destino a la vez. Y eso es exactamente lo que el EI está esperando.

El EI será derrotado si nuestros socios árabes-musulmanes moderados pueden unirse y hacer de esto una guerra civil dentro del islam; una guerra civil en la que Estados Unidos sea la fuerza aérea de sunitas y chiítas decentes frente a los de la barbarie.

El EI triunfará si puede hacer que esta guerra sea de Estados Unidos contra el islam sunita; una guerra de la fuerza aérea norteamericana-chiíta-alawita contra los sunitas en Irak y Siria. El EI utilizará cada rincón de su red en Twitter o Facebook para tratar de representarla así y atraer más reclutas de todo el mundo.

Seguimos haciendo de esta historia algo nuestro, de Obama. Pero no se trata de nosotros. Es por ellos y por lo que ellos quieren ser. Se trata de un Oriente Medio plural que carece de pluralismo y que tiene que aprender a convivir.

Es el siglo 21. Es cuestión de tiempo.

Fuente: The New York Times

Traducción: www.israelenlinea.com


FUENTE: RADIO JAI-FRIEDMAN-EN NOMBRE-16/09/14

REFLEXIÓN:

Toda la presidencia de Obama fue orientada a evitar involucrar a las fuerzas estadounidenses en cualquier guerra y terminar las que ya estaban en curso.

Así se retiró de Irak dejándolo en manos de un chiíta que pronto se desembarazó de su vicepresidente sunita y comenzó la lucha interna entre ambas sectas. Los atentados se producían todos los días, eso era pasto seco para que apareciera el Estado Islámico, ningún sunita iba a defender al presidente en ejercicio (chiíta) y las fuerzas se entregaron sin luchar. De allí pasar a Siria, era un paseo.

Obama ejerció la presidencia apostando al caballo ganador, en Egipto lo hizo con Mubarak cuando fue derrocado y le soltó la mano; apoyó a Morsi -un dirigente de los Hermanos Musulmanes- que ganó las elecciones, y luego aceptó -a regañadientes- a Sisi, un general musulmán pero con un gobierno laico.

En Siria, a pesar de la espantosa guerra civil donde Assad cometió toda clase de tropelías, violando los derechos humanos de los civiles, lo dejó hacer, a pesar que estaba siendo apoyado y financiado por Irán. Pero no se involucró, todo el tiempo sólo dijo "todas las opciones están sobre la mesa", pero nunca hizo nada. Creo que todos rogábamos para que el mundo entero se involucrara y detuviera a ese asesino de traje y corbata que ejecutaba a niños inocentes para amedrentar a la gente. No era mejor que el Estado Islámico, pero nadie actuó. Obama sólo esperó a ver quien ganaba para apoyarlo. Así es Obama, no hay que andar con vueltas.

Ahora se ha instalado en los medios la idea que "Bashar al-Assad, permitió deliberadamente que el EI emerja para poder mostrar al mundo que él no es el único asesino de masas en su país." Cualquiera de sus enemigos lo quiere fuera de Siria, con o sin apoyo de Assad, son sunitas y son muchos y Assad es chiíta y son pocos. Sus enemigos se diferencian por la metodología, algunos son más bestias que los otros. Todos detestan al infiel y aborrecen mucho más a los judíos, no hay que hacerse ilusiones.

Con Irán ni hablar, lo mismo: "todas las opciones están sobre la mesa" e Irán se ha burlado de él hasta cansarse, lo ha ofendido de todas las formas posibles, hasta el día de hoy, pero Obama no se involucró. E Irán sigue adelante.

Ni hablar de lo que permitió que pasara en Bengasi ¿para no malquistarse con el pueblo libio no mandó a rescatar a un embajador y sus colaboradores? Por favor...

Con Turquía también apoyó al caballo ganador, a pesar de que Erdogán es un musulmán devoto y pretende olvidar el legado de Kemal Ataturk y transformar a su país en un estado donde la religión tenga un peso que antes no tenía, y por eso progresó más que cualquier país de Medio Oriente. Pero es fuerte políticamente, está en la OTAN y, además, se dice que es muy afín con Obama. No le va a reclamar su apoyo a Hamas y tampoco le reclamará si -quizás- está apoyando al Estado Islámico.

No debe sorprender que Arabia Saudita apoye a ambos bandos: los supuestos "moderados" y el Estado Islámico, ambos son sunitas, ahí aparece otra vez el problema de las sectas. Ese es un conflicto que existe desde hace demasiado tiempo como para que se espere una solución ahora, por arte de magia. Obama no tiene nada que ver, Estados Unidos sólo puede pretender que haya estabilidad para que sus negocios estén protegidos. Y la estabilidad no será producto del entendimiento entre las sectas, sino del mayor poder de una sobre otra, una dominará y la otra tendrá que aceptar ser dominada, esa es la única paz que conocen. Así es en todo el mundo árabe.

Entonces cuando Friedman habla de "nosotros" y "ellos": "Seguimos haciendo de esta historia algo nuestro, de Obama. Pero no se trata de nosotros. Es por ellos y por lo que ellos quieren ser" no sé a qué se refiere.

Es razonable que un editorialista del New York Times no diga abiertamente lo que es imposible evitar de ver: Obama no quería meterse en ninguna guerra, el pueblo americano tampoco, basta de recibir bolsas negras con los cuerpos de sus muchachos, no querían ser los gendarmes del mundo ni mandar a morir a sus soldados para proteger los intereses de los capitales americanos en Medio Oriente que al americano de a pie nunca le toca ni una porción. El que tiene que ver a sus hijos metidos en guerras con países primitivos que cortan cabezas como el que corta una calabaza.

A lo sumo se metió bastante en el conflicto entre palestinos e israelíes, pero presionó no a los -al fin- declarados terroristas de Hamas sino a los israelíes que se cansaron de recibir misiles todo el tiempo. Con los israelíes no iba a ir a ninguna guerra, ¿verdad? Mandó a entrenar a las fuerzas policiales de la Autoridad Palestina -una ayudita para Israel- que si Israel no reacciona habrían ido a parar a Hamas algún día.

El objetivo de Obama cuando asumió hasta ahora se había cumplido: "We can change", es decir, podemos cambiar y ocuparnos de nuestros asuntos en lugar de estar metidos en cuanto conflicto haya por allí.

Pero no pudo ser. La decapitación de americanos -y digo "decapitación" y no alguna muerte de americanos por atentados, que hubo muchos- prendió la mecha para los estadounidenses y, como el Rey de "El Principito" de Saint Exupery, Obama supo qué era lo que su gente quería, que atacara al Estado Islámico. Y lo hace, no sin enfatizar que de ninguna manera pondrá soldados en el terreno. Eso no lo quieren. De paso, seguirá sosteniendo a las casas reales sunitas con las que los americanos tienen buenos negocios y el mundo seguirá como hasta ahora.

Pretender que sunitas coexistan en armonía es sólo un deseo, hace cientos de años que están guerra y sólo tienen paz cuando una secta domina a la otra, no cuando hay paridad de fuerzas, si la hay se van a enfrentar. Así son "ellos" y ese "nosotros" de Friedman no tiene nada que hacer al respecto.

La información que llega es que Qatar está en la Coalición contra el Estado Islámico -al que se dice que financió- y Turquía todavía tiene que tomar una determinación. Y la tiene que tomar, no tiene más remedio.

Suponer que puede ser de otra manera es muy ingenuo. Y por eso es imposible que haya paz entre israelíes y árabes palestinos porque nunca van a aceptar que otro que no sea musulmán esté por arriba de ellos, mucho menos si es un judío. Impensable.

En cuanto a la corrupción: ¿Dónde no hay corrupción? Los árabes no van a ser una excepción, son tan comprables como cualquier pueblo del mundo, y siempre va a haber alguno que está dispuesto a pagar para hacer que su negocio sea más redituable.

Entonces dejemos de imaginar lo que no existe. Obama ataca porque puede hacerlo, es lo que su  gente quiere, no hay compasión ni democracia que se lo imponga como un deber. Si las hubiera habido, habría tenido mucho trabajo en una región donde ellas son un "material faltante".

ANA



martes, 18 de marzo de 2014

1266 - EL ENIGMA DE OBAMA



JOHN WAYNE, KISSINGER O HEIDI, ¿CUÁL ES EL VERDADERO OBAMA?

Por THOMAS FRIEDMAN - The New York Times -

  
inWASHINGTON.- Barack Obama es seguramente el primer presidente que es acusado de actuar, en materia de política exterior, como Heidi, John Wayne y Henry Kissinger, todo en un mismo mes.

Desde que el presidente ruso, Vladimir Putin, manoteó el territorio de Crimea, los conservadores denunciaron a Obama por no entender hasta qué punto este mundo es despiadado y hobbesiano. Para ellos, Obama siempre está mirando el lado positivo de las personas. Del otro lado, los progresistas vienen fustigando a Obama por su supuesta adicción al gatillo fácil de los drones, después de que ordenara el asesinato desde el aire de cientos de individuos previamente identificados. Para ellos, Obama es John Wayne, un justiciero por mano propia contra aquellos que dañaron, o estarían planeando dañar, a Estados Unidos. Y como si esto fuera poco, hay voces críticas de derecha e izquierda que acusan a Obama de una especie de hiperpragmatismo kissingeriano, que se contenta con ver cómo el régimen sirio aplasta a su propio pueblo, porque, por trágico que parezca, los intereses norteamericanos en el lugar son ínfimos.

No debe ser fácil ser Heidi, Wayne y Kissinger al mismo tiempo. ¿Así que quién es realmente Obama? Yo diría que se parece menos a Heidi de lo que sus detractores declaman, más a John Wayne y Henry Kissinger de lo que a él mismo le gustaría admitir, pero todavía indefinido cuando se trata de enfrentar los grandes desafíos de liderazgo en política internacional, que van mucho más allá de Crimea, pero que ya se ciernen en el horizonte.

Si Obama fue un guerrero reticente en Crimea, es porque fue durante mucho tiempo parte de Rusia, es sede de una base naval rusa, y gran parte de su pueblo simpatiza con Rusia. Obama tiene derecho a aplicar las limitadas sanciones de las que disponemos para responder al manotazo de Putin sobre Crimea e intentar prevenir diplomáticamente una guerra más amplia por Ucrania, ya que además de Putin, hay otras fuerzas implicadas. Que nadie subestime hasta qué punto Putin hizo el ridículo este fin de semana en Crimea, y frente a todo el mundo, ni hasta qué punto será un tiro por la culata para Rusia, cuya moneda y mercado de capitales vienen sufriendo el resultado de la aventura crimea de Vladimir.

Casi de la noche a la mañana, Putin convocó a un referéndum sobre el futuro de Crimea, sin dar tiempo a que la oposición haga campaña. El referéndum se realizó bajo la ocupación militar rusa, en violación a la Constitución de Ucrania, y admitía sólo dos opciones: "Vote 1 si quiere pasar a formar parte de Rusia", o "Vote 2 si realmente quiere pasar a formar parte de Rusia". No es precisamente el accionar de un líder fuerte y seguro de sí mismo. Hoy debería tener su propio hashtag en Twitter: #PutinFarsa.

Y si Obama ha sido un pragmático kissingeriano por su reticencia a meterse en la guerra civil siria, o en Ucrania, es porque con Irak y Afganistán aprendió que la existencia de villanos en esos lugares no convierte en buenos a todos sus opositores. Son demasiados los líderes de esos países que resultaron estar más interesados en hacer uso de la libertad para saquear que para liberar. Cuando en Siria o en Ucrania surjan auténticos reformistas, deberíamos apoyarlos, pero, a diferencia del senador John McCain, la mayoría de los norteamericanos ya no quieren pasar por tontos frente a cualquiera que nos diga lo que queremos escuchar (si no miren a Hamid Karzai), y que no tienen ganas de pagar los rescates y las cuentas de gas de países que ni siquiera entienden.

En cuanto al John Wayne Obama, "el drone más rápido del Oeste", todo presidente norteamericano necesita un poco de eso en el mundo de hoy, donde actualmente hay legiones de personas superempoderadas que le desean lo peor a Estados Unidos, que tienen acceso a misiles y que viven en lugares sin gobierno.

Así que no tengo problemas con el Obama John Wayne ni con el Henry Kissinger. Para quienes quieran criticarlo o elogiarlo por su política exterior, la prueba de fuego debería ser: 1) ¿Qué tan bueno es para liderar desde la segunda fila en Ucrania?, y 2) ¿Qué tan bueno es para liderar desde la primera fila ante Rusia, Irán y China?

Probablemente no sea posible salvar a Crimea de Putin en lo inmediato, pero no queremos que dé un paso más allá de Crimea y absorba las partes de ucrania oriental donde viven los rusohablantes. Deberíamos estar listos a ofrecerle armas al gobierno de Ucrania para impedirlo. Pero no perdamos nunca de vista que la clave para que Ucrania no caiga bajo la garra de los rusos dependerá de la capacidad de los ucranianos para encontrar la manera de convivir de una manera inclusiva, tanto para la mayoría que ve su futuro dentro de la Unión Europea, como para la minoría que sigue sintiendo cierta afinidad con Rusia.

Si del drama ucraniano surge una Ucrania unida -que busque convertirse en una democracia no corrupta y unida a Europa-, contra un Putin tratando de reintegrar a Ucrania por la fuerza al imperio ruso, Putin pierde la partida. Pero si los ucranianos están divididos, si allí dominan los partidos ultranacionalistas y los prorrusos son segregados, Putin descalificará al movimiento de liberación ucraniano y utilizará esas divisiones para justificar su propia intervención. 

Entonces nuestra ayuda será inútil. No podemos ayudar a quien no se quiere ayudar. Los ucranianos ya han desperdiciado un cuarto de siglo por no lograr actuar juntos como lo hizo Polonia.

Los tres grandes temas en los que Obama debería liderar desde la primera fila son: promover un cambio de carácter en el gobierno de Rusia, impedir que Irán fabrique una bomba nuclear e impedir una guerra en el Mar de China Meridional entre Tokio y Pekín. De las tres, yo dejaría Irán y China para más adelante.

Traducción de Jaime Arrambide.

FUENTE: LA NACIÓN-FRIEDMAN SOBRE OBAMA-17/03/14

REFLEXIÓN:

Hay muchas más caras del Presidente Obama, porque muchos son los temas IMPORTANTES con los que le ha tocado lidiar y a cada uno lo trató con diferente estilo.

1) Su Administración no actuó como debía cuando permitió el asesinato del embajador en Libia y algunos de sus colaboradores; hasta el día de hoy el congreso le está pidiendo explicaciones. Había fuerzas preparadas, listas para ir en su auxilio, pero la orden de partir nunca les llegó, eso no se olvida.

2) Evidentemente no previó el desastre que se produciría en Siria si no presionaba a todas las fuerzas INTERNACIONALES para detener lo que pasaría con un dictador como Assad. Comparando con lo que hizo la Comunidad Internacional en Kosovo, que detuvo la matanza -iindependientemente de que se equivocara al permitir su independencia- hasta ahora Obama no ha actuado, esa es su mayor carencia, no actuar.


3) ¿Cómo considerar su empecinamiento para lograr un acuerdo de paz entre palestinos e israelíes cuando no hay NADA que indique que sea posible, por ahora?

4) Para Irán el tiempo se acaba, quizá todo lo demás puede esperar, se puede hablar. Con Irán hablar es darle tiempo.

5) Ahora Crimea. ¿Por qué Putin se lanzó a semejante aventura? Quizá por las mismas razones por las que se envalentonó Krushev con los misiles en Cuba. Kennedy, un presidente joven, quizá inexperto en cuestiones internacionales y con poco tiempo en el cargo, fue para Krushev una invitación para avanzar, pero se equivocó. Kennedy enfrentó la situación y tuvieron que llegar a un acuerdo, él no pensó que sería una buena idea disuadir con sanciones el problema de los misiles rusos. Parecería que Putin no se equivoca con Obama...

¿Otras épocas u otros hombres?


ANA

jueves, 4 de abril de 2013

1124 - FRIEDMAN ELOGIA A OBAMA


PRECAUCIÓN CON SIRIA

Por THOMAS L. FRIEDMAN

Hay cada vez más informes en el sentido de que Estados Unidos se está involucrando más profundamente en el apoyo a los rebeldes de Siria que intentan derrocar al presidente Bashar al-Assad.

Hay un firme argumento a favor de que todos hagan más para ponerle fin a la guerra civil de Siria antes de que el Estado sirio colapse totalmente y antes de que su veneno sectario y refugiados desestabilicen más a Líbano, Irak y Jordania.

Sin embargo, espero que antes de que el presidente Barack Obama se involucre más profundamente en Siria, obtenga respuestas satisfactorias a las siguientes preguntas: La insurrección en contra de Assad empezó el 15 de marzo de 2011. Desde ese día, su caída ha sido pronosticada cada mes. ¿Por qué ha sido él capaz de mantenerse por tanto tiempo? La ayuda militar de Rusia e Irán ciertamente sirve, pero también el apoyo del que él aún goza en comunidades clave.

La secta minoritaria de los alawitas a la que pertenece Assad, que ha estado gobernando desde 1970 y constituye 12% de los 22 millones de habitantes de Siria, cree que o ellos gobiernan o mueren a manos de la mayoría de musulmanes sunnitas del país (74%).

Los cristianos sirios, quienes representan el 10%, y algunos musulmanes sunnitas de tendencia seglar, particularmente comerciantes, también han jugado su suerte con Assad debido a que creen que si él no gobierna, lo hace el caos. Ninguno de ellos cree que los rebeldes puedan o vayan a erigir una democracia estable y secular, amén de multisectaria, tras Assad. ¿Por qué pensamos nosotros que ellos están equivocados?

¿Cuáles son los objetivos de Qatar y Arabia Saudita? ¿Debemos creer que estas dos monarquías archirrivales de fundamentalismo wahabí, los dos principales patrocinadores y proveedores de armas a la insurrección siria, realmente están interesados en crear una democracia multisectaria y multipartidista en Siria, la que no tolerarían en sus propios países?

Los rebeldes de Siria se dividen en tres grupos: aquellos demócratas que quieren ser libres para ser ciudadanos en un país donde todos tienen los mismos derechos; los que quieren ser libres para ser más islámicos y aquellos que quieren ser libres para ser más sectarios, todos con el fin de que la mayoría sunita de Siria expulse a la minoría alawita gobernante. ¿Quién puede garantizarles a los alawitas o cristianos sirios que tendrán un sitio en Siria después de Assad, si los rebeldes no pueden llevarse bien entre sí?

La guerra civil de Líbano ardió durante 14 años. Se resolvió finalmente con el acuerdo de paz Taif de 1989, con base en el principio «sin triunfador, no hay derrotados». Permitió que la minoría cristiana de Líbano fuera «sobrerrepresentada» para asegurarle que sus intereses estuvieran protegidos en Líbano en el futuro.

Si bien los cristianos integraban probablemente el 35% de la población, les dieron una división 50-50 con musulmanes libaneses en el Parlamento. No se puede esperar que la mayoría sunnita de Siria, decenas de miles de los cuales han sido masacrados por Assad, busquen un acercamiento con los alawitas de la noche a la mañana.

Sin embargo, ¿podemos esperar que, con el tiempo, los rebeldes garanticen un futuro para los alawitas y cristianos en Siria, que es la única forma en que el Estado puede permanecer intacto? ¿O estamos de acuerdo en que los alawitas se forjen su propia patria en Siria, los sunnitas tomen el resto y los cristianos se muden a Canadá?

La lección de Irak, Egipto, Túnez y Libia es que mientras más pronto se restablezca la seguridad, más personas estarán listas para pensar y actuar como ciudadanos en vez de sectas o tribus.

Tras la caída de Assad, ¿quién mediará entre las comunidades y milicias dentro de Siria para llevar el orden? ¿Realmente creemos que Siria, después de Assad, que al parecer no tiene un Nelson Mandela, será capaz de formar por sí solo un gobierno multisectario para gobernar a todo el país sin una fuerza internacional bien armada con botas en el terreno, con la bendición de la ONU o la Liga Árabe que actúe como árbitro? ¿Y quién en la Galaxia de la Vía Láctea quiere ese puesto?

En resumen: sabemos qué tipo de Siria nos gustaría ver surgiendo, y tenemos una buena idea de los terribles costos de no alcanzar eso y que la guerra continúe. Sin embargo, no veo un consenso dentro de Siria -o siquiera dentro de la oposición- para el tipo de Siria multisectaria y democrática a la que aspiramos.

En este tipo de situación, existen tres opciones básicas: nosotros y alguna coalición global podemos invadir Siria, como hicimos en Irak, sentarnos con las partes y forjar el tipo de Siria que queremos. Sin embargo, eso aún no ha tenido éxito en Irak, a un enorme costo, y no hay el más mínimo apoyo hacia ello en Estados Unidos. Olvídenlo.

Podemos tratar de contener el conflicto endureciendo a Turquía, Jordania, Líbano e Israel, esperar a que los partidos sirios se agoten y después tratar de forjar un acuerdo de cese al fuego, enfocado a compartir el poder.

Podemos también permitir que la guerra siga su curso con la certeza de más asesinatos terribles, la probabilidad de que se extienda a estados vecinos y la posibilidad de que conduzca a la fractura de Siria en miniestados sunnita, alawita y kurdo.

Dudo que con sólo armar a los rebeldes «buenos» se va a producir la Siria que queremos; sin embargo, sí podría arrastrarnos a formas que podríamos no querer. Pero, si alguien puede exponer el argumento en cuanto a que armar a rebeldes seculares-nacionalistas incrementa las probabilidades de obligar a Assad y a Rusia a un arreglo, y derrotar a los rebeldes islamistas después de que Assad caiga, estoy listo para escuchar.

Este es un problema infernal. A veces, lo necesario y deseable es imposible, razón por la cual elogio al presidente por su cautela, hasta ahora.


FUENTE:
ISRAELENLINEA-FRIEDMAN-SIRIA-04/04/13

Fuente:
The New York Times

Traducción:
www.israelenlinea.com

REFLEXIÓN:

La cautela de Obama no sirvió más que para permitir que se desatara una guerra civil que deja a Siria destruida y a su población diezmada y con cuentas por saldar entre los oponentes.

Pero no sirve ya llorar por la leche derramada, porque el pasado no se puede corregir. Cuando las partes en conflicto están apoyadas por las grandes potencias, son éstas quienes debían ponerse de acuerdo antes que se produjera este desastre. Pero no lo hicieron, y eso no es para elogiar la cautela de Obama sino para criticar su inoperancia y desconocimiento sobre la cultura de Medio Oriente. Si es que sus planes no eran otros, como la preferencia de que fueran los sunitas quienes derrotaran a un gobierno alawita aliado con Irán. Sólo que esos rebeldes están infiltrados por Al-Qaeda, que es inmanejable.

En Medio Oriente gana el más fuerte, no quien tiene razón. Y para Occidente quien tiene razón no es el más fuerte sino quien respeta la diversidad y la coexistencia entre diferentes, algo que la realidad nos dice que no existe donde hay un islam sunita proporcionalmente dominante y otras sectas menores o religiones. Nunca las respetarán ni las tratarán como a iguales. Y saber esto obligaba a prevenir, ahora ya no se puede curar, como en Irak.

Nada peor que la ignorancia activa.

Claro que hay INTERESES en juego, Rusia e Irán tienen los suyos y Occidente también. Pero era una cuestión de humanidad y conciencia del propio valor y poder para implementar una política previsora y evitar el enfrentamiento. Entre esos factores determinantes figura por encima de todos ellos las armas letales que Siria acopió y que son un problema grave para la región. Pero debía usarse la diplomacia para acordar entre los grandes lo que impidiera la guerra civil, esa de la que tanto habla Obama y que nunca sirvió para nada.

Ahora es muy tarde y habrá que resignarse a que los rebeldes sunitas se hagan cargo de la Siria que quede en pie, aunque no está claro como será su futuro. Pero como se los dejó actuar por su cuenta, son ellos quienes determinarán el futuro de una Siria que seguirá en guerra hasta que una de las partes sea vencida, lo más probable es que sean los restos que queden del gobierno de Asad, quien se refugiará en algún país amigable, como hicieron tantos otros antes que él. Y que se divida en cantones donde cada grupo se gobierne de la manera que quiera.

Parece mentira, ¿es que la historia no enseña? No la antigua sino la reciente, como la del Sha de Irán, el Irak de Saddam y todas las "primaveras árabes" que están peor que antes.

¿Y las peligrosas armas de Assad, a dónde irán a parar?

ANA

lunes, 6 de junio de 2011

855 - FRIEDMAN Y SU VISIÓN DEL CONFLICTO ÁRABE-ISRAELÍ


LECCIONES DE LA PLAZA THARIR

¿Puede haber algo menos relevante que el primer ministro de Israel acudiendo al Congreso de EE.UU. sólo para recibir aplausos, y que el líder de los palestinos yendo a la ONU a reclamar un Estado, cuando ambos bien podrían ocuparse de realizar mutuos esfuerzos para mantener una reunión?

Por Thomas L. Friedman

Estar de vuelta en El Cairo me recuerda que hay dos pueblos en esta región que no han sido alcanzados por la primavera árabe: los israelíes y los palestinos. Es una lástima, porque cuando se trata de gobiernos osificados, carentes de imaginación, privados de oxígeno, los israelíes y los palestinos están a la altura de los pre-revolucionarios Egipto y Túnez.

Es decir, ¿puede haber algo menos relevante que el primer ministro de Israel acudiendo al Congreso de EE.UU. con el solo fin de ganar aplausos, y que el líder de los palestinos yendo a las Naciones Unidas a reclamar un Estado, cuando ambos bien podrían ocuparse de realizar mutuos esfuerzos para mantener una reunión?

Seguramente, los dos dirigentes podrían aprender algo de la Plaza Tahrir. A los palestinos les diría: Ustedes creen que los israelíes los están desairando porque piensan que los tienen bajo su control. Si recurren a la violencia, los llamarán terroristas. Y si deciden no recurrir a ella, los israelíes se limitarán a encajonar el asunto de la paz y la tranquilidad para dedicarse a construir más asentamientos. El dilema de ustedes es cómo remover a Israel de modo que no les explote en la cara o termine imponiéndoles una rendición completa.

Hay que empezar con la ley de hierro de la paz árabe-israelí: el partido que tenga la mayoría silenciosa israelí de su lado gana. Anwar Sadat logró captar el apoyo de la mayoría cuando fue a Israel y obtuvo todo lo que quiso. Yasser Arafat fue capaz de hacer lo mismo momentáneamente con los acuerdos de paz de Oslo. ¿De qué manera podrían lograr eso los palestinos hoy en día? Les puedo decir cómo no hacerlo. Conseguir que la Asamblea General de la ONU apruebe finalmente la resolución reconociendo un Estado palestino independiente sólo logrará concentrar el apoyo de los israelíes en la figura del primer ministro Binyamín Netanyahu, dándole de ese modo otra excusa para negarse a negociar.

¿Puedo sugerir una alternativa similar a la de la Plaza Tahrir? Anunciar que todos los viernes, de hoy en adelante, será el "Día de la Paz", lo que hará que
miles de palestinos de Cisjordania marchen de manera no violenta a Jerusalén, llevando dos cosas: una rama de olivo en una mano y un cartel en hebreo y árabe en la otra. El cartel debe decir: "Dos estados para dos pueblos. Nosotros, el pueblo palestino,
ofrecemos al pueblo judío una solución de dos Estados basada en las fronteras de 1967 -con ajustes de mutuo acuerdo-, incluida Jerusalén, donde los árabes quedarán a cargo de sus propios barrios y los judíos, de los suyos".


 LA REINA LE PROPONE A OBAMA FIJAR FRONTERAS NUEVAS A PARTIR DE ANTES DE 1776

 Otros países podrían sentirse tentados a imitar esta propuesta y el mundo quedaría patas para arriba. ¿O la propuesta es sólo para Israel?

Si miles de palestinos marcharan pacíficamente por Jerusalén cada viernes con un claro mensaje de paz, sería una fantástica noticia de alcance mundial. Cada canal de televisión del mundo estaría presente. Créanme: eso determinaría fomentar un verdadero debate por la paz dentro de Israel; sobre todo, si los palestinos invitaran a participar de las marchas a delegaciones de jóvenes de todo el mundo árabe, llevando la iniciativa de paz saudita en hebreo y árabe. También se debería invitar a los judíos de Israel y a los árabes a sumarse. Juntos, los manifestantes podrían elaborar sus propias propuestas de paz y subirlas a YouTube como una manera de decirle a sus dirigentes lo que los jóvenes egipcios lograron hacerle saber al presidente Hosni Mubarak: "No vamos a permitirles desperdiciar ni un solo día más de nuestras vidas con sus agotados mantras y maniobras".

Suena algo loco, lo sé. Bibi lee esto y no puede contener su risa: "Los palestinos nunca serán capaces de hacer eso. Nunca podrían lograr que Hamás adoptara la no violencia. Los palestinos no son así".

Eso es exactamente lo que Mubarak pensaba del pueblo egipcio: "Ellos no serían capaces de ser otra cosa de lo que de hecho ya son: Dóciles y dispuestos a dejarse alimentar con cualquier clase de bajas expectativas que yo quiera darles". Y fue entonces que los egipcios lo sorprendieron. ¿Y qué hay de ustedes, palestinos, y sobre todo,
Hamás
? ¿Tienen algo con lo que puedan sorprender? ¿Tiene razón Bibi con respecto a ustedes, o no?

En cuanto a Bibi, la lección de Tahrir es obvia: Señor, usted va camino a convertirse en el Hosni Mubarak del proceso de paz. El momento de tomar grandes decisiones en la vida es cuando se cuenta con la plena capacidad de obrar como se quiere. Durante 30 años, Mubarak tuvo todo ese poder de apalancamiento de su lado para llevar gradualmente a Egipto hacia la democracia, y sin embargo, nunca lo utilizó. Y cuando el pueblo finalmente se levantó, Mubarak quiso hacerlo todo en seis días. Pero ya era demasiado tarde. Nadie le creyó. Así que su mandato terminó en la ruina.

Actualmente, Israel goza de un enorme poder de influencia. Es muy superior a los palestinos militar y económicamente, y tiene a los EE.UU. de su lado. Si Netanyahu realmente propusiera un proyecto de paz de dos Estados creíble y concreto -
y que no se limitara a ser aquellas mismas promesas vagas acerca de "concesiones dolorosas"- podría conseguir que los estadounidenses y los europeos decidieran sobre cualquier asunto pretendido por Israel, ya sea cuestiones de armamento moderno, su afiliación a la OTAN e incluso su afiliación a la Unión Europea. Podría ser un golpe de suerte en materia de seguridad para Israel.
¿Bibi guarda alguna sorpresa o los palestinos están en lo cierto acerca de él: un gran farsante, ocultando un programa nacionalista-religioso bajo el manto de la seguridad?

Probablemente, los líderes israelíes y palestinos ya no son capaces de sorprender a nadie, en cuyo caso, la lógica real y efectiva habrá de prevalecer: Israel absorberá progresivamente a toda Cisjordania de modo tal que, junto con el propio Israel, una minoría judía quedará a cargo del gobierno de una mayoría árabe. Los enemigos de Israel habrán de referirse a tal situación geopolítica como "el Estado apartheid judío".

Estados Unidos, único amigo verdadero de Israel, tendrá que acometer la defensa de un Israel con cuyas políticas no estará de acuerdo y a cuyos líderes no respetará. Y las tensiones de la semana pasada entre EE.UU. e Israel en Washington, resultarán en comparación sólo un pintoresco incidente.

FUENTE: RADIO JAI-THOMAS FRIEDMAN-27/05/11

Fuente: The New York Times - 25/05/11
Traducción:
www.argentina.co.il


COMENTARIO:

Estos son los formadores de opinión en EE.UU. y por eso vale la pena que se lea lo que ellos escriben. Nada mejor que transcribir esta frase:

"Si miles de palestinos marcharan pacíficamente por Jerusalén cada viernes con un claro mensaje de paz, sería una fantástica noticia de alcance mundial."

Si esto hubiera ocurrido alguna vez en el pasado la situación no sería la que estamos viviendo. Si hoy fuera una posibilidad tendríamos inmediatamente un estado palestino junto a Israel, pero eso es un "wishful thinking" del autor. No se puede creer que un analista haya podido escribir esto "en serio". Si se parte de esta idea como profundamente equivocada todos los demás argumentos se derrumban. Esto es así desde la creación de Israel.

Lo que hay que decir y repetir es que el mundo árabe no quiere a Israel allí. Punto.

TERMINEN CON LA INJUSTA OCUPACIÓN JUDÍA DE LA TIERRA ÁRABE-FRONT PAGE MAG

El autor cita la Plaza Tahrir como si ese fuera un tema terminado y creo que nadie puede predecir el futuro de esos jóvenes que salieron a la calle, ni tampoco el futuro de Egipto, si será para que haya paz o si será un factor para más guerra. Por favor, lean este artículo de IPS. Esta es la realidad en Egipto, los países árabes tienen que recorrer un largo camino que ni siquiera han comenzado. Mubarak no podía cambiar porque el resultado habría sido el de Túnez, cuanto más débil sea un gobierno árabe más fácil derrocarlo. Esa es su cultura, para sobrevivir deben ser fuertes.

Los palestinos perdieron su guerra e Israel tiene derecho a proteger su futuro, si hubiera perdido no habría Israel y no se discutiría nada. Si ganó no puede arriesgarse a que futuras generaciones se den vuelta y empiece todo otra vez.

Por supuesto que debe haber tratativas de paz permanentes y serias, pero ¿es posible con un interlocutor que repite incansablemente que NUNCA ACEPTARÁ A ISRAEL, sin precaverse de futuros intentos de arrojar a los judíos al mar? Para los árabes la lucha será eterna, nunca los aceptarán como no aceptan a otras culturas ni religiones dentro de sus territorios. Esto no puede ignorarlo Friedman y tampoco debería ser ignorado por la opinión pública norteamericana.

Cuando habla de la "influencia de Israel", ¿a qué se refiere? Le votan en contra en la ONU, lo atacan permanentemente, ahora lo invaden. No tiene "influencia", tiene poder militar para detener la enorme influencia en contra.

¿Qué "primavera" puede haber en los países árabes cuando no se ve ni a UNA SOLA MUJER en las manifestaciones? No hay ni hubo "primavera", sólo un puñado de jóvenes capaces de entregar su vida por más libertad y que lograron que una mayoría -harta de la dictadura- los acompañara, pero desorganizados y bien lejos de saber a dónde quieren ir.

Repito este texto:

"...si los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que vale, lo que puede y lo que se le debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas, y después de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte mudar de tiranos, sin destruir la tiranía."

Mariano Moreno en su
Prólogo a la traducción de "El contrato social" / 1810

(Patriota de la Independencia Argentina)


Doscientos años después tiene plena vigencia.

ANA

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789 - BECHOR - LAS PROTESTAS ÁRABES Y EL FUTURO

viernes, 13 de agosto de 2010

648 - FRIEDMAN: REPORTAJE ESPELUZNANTE


NO SE PIERDAN ESTE REPORTAJE

Por THOMAS L. FRIEDMAN

Itongadol.- Acabo de ver un nuevo y extraordinario reportaje que, dirigido por Shlomi Eldar, corresponsal en Gaza del Channel 10 israelí, y titulado "Una valiosa vida", narra la historia de Mohammed Abu Mustafa, un bebé palestino de cuatro meses que sufre una inusual carencia inmunitaria. Conmovido por la situación del niño, Eldar les ayuda a él y a su madre a trasladarse desde Gaza al hospital israelí de Tel Hashomer para someter al pequeño a un vital tratamiento de trasplante de médula ósea.

La operación cuesta 55.000 dólares. Eldar hace un llamamiento a través de la televisión israelí y a las pocas horas un judío israelí cuyo hijo murió haciendo el servicio militar dona todo el dinero.

Sin embargo, el reportaje da un giro espectacular cuando Raida, la madre del bebé, menospreciada en Gaza por someter a su hijo a un tratamiento en Israel, espeta que espera que de mayor este se convierta en terrorista suicida para ayudar a recuperar Jerusalén. Raida le dice a Eldar: "Desde el bebé más pequeño, incluso más que Mohammed, hasta la persona más anciana, todos nos sacrificaremos por Jerusalén. Creemos tener derecho a hacerlo. Tú puedes enfadarte, así que enfádate".

Eldar se queda deshecho ante la declaración y detiene la filmación del reportaje. Pero no estamos ante una película de propaganda israelí. El drama del rescate del niño palestino en un hospital de Israel se yuxtapone con las represalias que el Estado hebreo lleva a cabo por el lanzamiento de proyectiles desde Gaza, que matan a familias palestinas enteras.

En plena realización del reportaje, el Ejército convoca a Raz Somech, el especialista que trata a Mohammed como si fuera su propio hijo, para que cumpla con sus obligaciones de reservista en Gaza. La carrera que israelíes y palestinos realizan para salvar una vida se inserta en el proceso de mutuo y rutinario aplastamiento al que ambas comunidades se someten.

"Para mí está claro que la guerra en Gaza estaba justificada, ningún país puede permitir que le disparen con misiles Qassam, pero no vi a mucha gente apenada por la pérdida de vidas que sufrían los palestinos", declaró Eldar al periódico israelí Haaretz. "Como todos estábamos furiosos con Hamás, lo único que quería la opinión pública israelí era lanzar improperios a Gaza...".

"Hasta que no ocurrió el episodio del doctor Abu al Aish, el médico de Gaza con el que hablé en directo en la televisión, cuando él gritaba de dolor y de miedo, inmediatamente después de que un obús impactara contra su casa, matando a sus hijas, no descubrí a la mayoría silenciosa que siente compasión, también por los palestinos. Descubrí que muchos espectadores israelíes sentían lo mismo que yo". De manera que Eldar terminó el reportaje dedicado a mostrar cómo se había salvado la vida de Mohammed en Israel.

La crudeza de su crónica refleja el Oriente Próximo que yo conozco, lleno de una sorprendente compasión, incluso entre enemigos, y de una pasmosa crueldad, incluso entre vecinos. Escribo esto ahora porque en el aire se percibe algo nauseabundo. Es la tendencia, tanto deliberada como involuntaria, de deslegitimar a Israel, de convertirlo en un Estado proscrito, sobre todo después de la guerra de Gaza. Se escucha al director Oliver Stone decir insensateces como que Hitler mató a más rusos que judíos, pero que estos recibieron toda la atención porque dominan los medios y sus grupos de presión controlan Washington. Se escucha al primer ministro británico calificar Gaza de enorme "campo de prisioneros" israelí, mientras su colega turco le dice al presidente israelí: "Cuando se trata de matar, vosotros sabéis muy bien cómo hacerlo". También se ve a cantantes cancelar conciertos en Tel Aviv.

Si uno acabara de llegar de Marte, podría pensar que Israel es el único país que ha matado civiles en una guerra, y que no lo han hecho Hamás ni Hezbolá ni Turquía ni Irán ni Siria ni Estados Unidos.

No estoy aquí para defender el mal comportamiento de Israel. Más bien para lo contrario. Hace tiempo que he señalado que las colonias israelíes en Cisjordania son suicidas para la democracia judía israelí. Los amigos de Israel nunca insistirán lo suficiente en este punto ni con suficiente claridad.

Pero hay dos tipos de crítica. La constructiva comienza por dejar claro que "yo sé en qué mundo vivís". Yo sé que Oriente Próximo es un lugar en el que los suníes masacran a los chiíes en Irak, que Irán mata a sus propios votantes, que supuestamente Siria acabó con la vida del primer ministro del país vecino, que Turquía machaca a los kurdos y que Hamás realiza bombardeos indiscriminados, negándose a reconocer al Estado de Israel.

Todo eso lo sé. Pero el comportamiento de Israel, en ocasiones, solo empeora las cosas, para los palestinos y para los israelíes.

Si a los israelíes les haces ver que comprendes el mundo en el que viven, y después los criticas, ellos te escucharán.

La crítica destructiva bloquea los oídos de los israelíes. Les dice que ningún contexto puede explicar su comportamiento, que la singularidad de sus errores es tal que eclipsa todos los demás. Los críticos destructivos se limitan a decir que Gaza es una cárcel israelí, sin llegar nunca a mencionar que, si después de la retirada unilateral de Israel de la franja, Hamás hubiera decidido convertirla más en Dubai que en Teherán, Israel también se habría comportado de otra manera. La crítica destructiva solo fomenta que los sectores israelíes más destructivos puedan señalar que poco importa lo que haga Israel, así que ¿para qué cambiar?

¿Qué tal si todos respiramos hondo, ponemos una copia de "Una valiosa vida" en nuestro reproductor de DVD y vemos ese reportaje sobre el Oriente Próximo real?

Si después seguimos queriendo ser críticos (y es mi caso), seámoslo de manera constructiva. Muchos más israelíes y palestinos nos escucharán.

Thomas L. Friedman, dos veces ganador del Premio Pulitzer, es columnista del diario The New York Times. Traducción de Jesús Cuéllar Menezo.

FUENTE:
ITON GADOL-FRIEDMAN-REPORTAJE-12/08/10

Elpais.com

COMENTARIO:

Nada más eficiente que ponerse en el lugar del otro para comprenderlo mejor. Me parece que un militante actúa siempre según sus convicciones, equivocadas o no, esa es la historia de todos los pueblos, esto hay que entenderlo.

Pero hay una excepción: cuando nuestra historia personal nos inhibe de actuar por la simple razón de estar agradecidos. Este es el caso. ¿Qué podemos esperar de este chico salvado que será educado para algún día ser un suicida?

¿Qué puede pensar el padre que perdió a su hijo pero que igual actúa como si el enemigo no lo fuera? Seguramente este hombre, de haber sabido la reacción de esta mujer, habría actuado de la misma manera, eso es lo más sorprendente de esta anécdota. ¿Y que se puede pronosticar con una madre así? Desagradecida y ofensiva, educará a su hijo para matar a quien le salvó la vida. Es imposible de asimilar. Cuando vemos el video... se está enseñando a los niños a "masacrar" a los judíos "si no se van", o sea, se les enseña a matar desde chicos.

Se les dice que visitarán Jerusalén como si fuera La Meca, después que los hayan masacrado. ¿Qué tipo de paz se puede alcanzar con una población palestina con esta formación? Los palestinos están educados para seguir escuchando lo que les han enseñado desde chicos, para que escuchen otra cosa hay que educarlos de otra manera, esos conceptos ya están internalizados, difícilmente respondan a otras ideas.

El autor habla de los errores de Israel, me imagino que está refiriéndose a los errores de cada uno de nosotros, de cada individuo, familia, país. Y es bueno recordar cuántos errores puede cometer un estado que está en guerra desde su fundación. Seguramente muchos más de los que cualquier país comete en situaciones normales. Y muchísimos más si el enemigo está delirando cuando cree que el territorio de Israel le pertenece. Nada de lo que haga Israel será satisfactorio para ellos, porque lo que quieren es que los israelíes se vayan de su tierra, todo lo demás será malo. Así lo han decidido sus líderes y mientras eso no cambie aunque Israel intente muchos caminos, ninguno será bueno. Y eso produce mucha bronca...

Entre los muchos errores de Israel, el peor es intentar una paz que, por ahora, es imposible. Mientras la dirigencia palestina pretenda Israel -Jerusalén incluida- echar a los judíos, traer a los desplazados y sus descendientes, por señalar lo más imposible de acordar, no habrá entendimiento. E Israel seguirá cometiendo errores, porque cuando se citan las desgracias de los palestinos hay que, en el mismo momento, describir las tragedias de las familias israelíes, que son muchas.

La guerra es una desgracia para todos, todos sufren y se debe evitar, ¿es posible no cometer errores con un pueblo que está en pie de guerra permanente? Cuando se es soldado hay odio, de los dos lados, más comprensible es de parte de los israelíes que tienen que matar si es necesario, cuando eso no está en su educación. ¿Podemos decir lo mismo de los palestinos?

¿Se recuerda a los presos palestinos en Israel comparándolos con la prisión de Gilad Shalit, secuestrado en territorio israelí y de quien no se tienen noticias? ¿Dónde está su compasión? ¿Cuántas familias israelíes han sido destruidas por los atentados palestinos?

Parece inevitable recordar los errores de Israel cada vez que se comentan las barbaridades de los palestinos como la que se relata aquí, pero eso no la disculpa, por eso el periodista no pudo continuar, tan descorazonador fue.

ANA


Hamas children's TV program again calls for the 'slaughter of Jews'

Por Palestinian Media Watch



¿Que es lo que quiere palestina? - LAS VOCES DE HAMAS