martes, 27 de octubre de 2015

1494 - POLÍTICA EXTERIOR DE EEEUU EN LA ERA OBAMA


CRÍTICAS A LA POLÍTICA EXTERIOR DE OBAMA

Por ANDRÉS OPPENHEIMER

MIAMI.- No sé quién ganará las elecciones de Estados Unidos el año próximo, pero me animo a pronosticar lo siguiente: él o ella tendrán una política exterior de línea más dura que la del presidente Obama.

No hay que ser encuestador para darse cuenta de que, justificadamente o no, el electorado estadounidense está cada vez más convencido de que Obama ha ido demasiado lejos en su afán por diferenciarse de la política exterior militarista del ex presidente George W. Bush.

Hay una creciente percepción de que Rusia, China, Irán y otros adversarios de Estados Unidos están ganando terreno a costa de Washington.

Esta visión ya no se limita a los habituales halcones en política exterior del Partido Republicano, que han criticado a Obama desde el primer día. Ahora, incluso muchos de quienes habitualmente apoyan a Obama están mirando su política exterior con creciente angustia.

El propio Obama pareció acusar recibo de esta ansiedad colectiva la semana pasada, cuando anunció que, contrariamente a su postura anterior de retirar todas las tropas estadounidenses de Afganistán, anunció que dejará miles de soldados allí hasta el final de su mandato, en 2017. Pareció una admisión tácita de que su doctrina de moderación y "paciencia estratégica" no siempre está funcionando a favor de Estados Unidos.

Entre otras cuestiones que están generando críticas a la política exterior de Obama se cuentan las siguientes:

Rusia, que el año pasado invadió Crimea y posteriormente anexó su territorio, ahora está incursionando militarmente en Siria para defender al régimen de Bashar al-Assad en la guerra civil de ese país. Aviones de combate rusos han estado bombardeando posiciones rebeldes en las últimas dos semanas, mientras que un número creciente de políticos estadounidenses -entre ellos la ex secretaria de Estado y precandidata demócrata Hillary Clinton- están pidiendo que Estados Unidos imponga una zona de exclusión aérea sobre Siria.

El presidente de Siria, Al-Assad, está más fuerte que hace un año, a pesar de las advertencias anteriores de Obama de que tenía que irse y de que cruzaría una "línea roja" y enfrentaría "enormes consecuencias" si llegara a utilizar armas químicas. Al-Assad cruzó esa línea roja utilizando armas químicas y no ha habido una respuesta militar estadounidense hasta ahora.

Estado Islámico está consolidando su califato terrorista en todo Medio Oriente y los aspirantes presidenciales republicanos aprovechan cualquier oportunidad para recordar que esto ha sucedido durante el mandato de Obama.

China está literalmente construyendo nuevas islas -volcando enormes cantidades de arena sobre el mar y cubriéndola con cemento- en el Mar del Sur de China, en aguas que también son reclamadas por Japón, Vietnam y Filipinas. China dice que estas nuevas islas se usarán en investigaciones biológicas y misiones de búsqueda y rescate, pero sus vecinos temen que se utilizarán para construir bases militares.

Irán, después de firmar en julio su acuerdo nuclear con Estados Unidos y otras cinco potencias mundiales, probó a principios de este mes un nuevo misil balístico de precisión guiada que podría ser su primera arma capaz de golpear directamente a Israel. La prueba desafió una resolución de las Naciones Unidas que prohíbe que Irán desarrolle este tipo de armas.

Cuba no ha hecho ningún cambio significativo para abrir su economía o su sistema político, a pesar de la normalización de relaciones con Estados Unidos y de la reciente decisión de Obama de flexibilizar el embargo comercial norteamericano a la isla. El diario The Washington Post publicó el 8 de octubre un titular que decía: "Los funcionarios estadounidenses están frustrados por la falta de progreso en el comercio con Cuba". Mientras, los críticos dicen que Obama cedió todo a la dictadura cubana a cambio de nada.

Mi opinión: por estos y otros factores, no es una gran sorpresa que Hillary Clinton esté tomando distancia de la política exterior de Obama. Así como la política exterior de Obama podría resumirse en la idea de que quiso enviar el mensaje "Yo no soy George W. Bush", es probable que la del próximo presidente pueda resumirse en su intención de dejar en claro que "Yo no soy Barack Obama".

Twitter: @oppenheimera

FUENTE: LA NACIÓN-OPPENHEIMER-OBAMA CRITICADO-20/10/15

REFLEXIÓN:

Un artículo que describe en pocas palabras lo que está a la vista y que finalmente el pueblo americano está empezando a ver.

Algún día se preguntarán ¿cómo llegamos a esto? Y la respuesta inevitable será que en un mundo donde la presión que se puede ejercer sobre los matones es la amenaza de la fuerza, sin necesidad de emplearla, no fue aplicada por este presidente. La idea que "cambio" era aislacionismo no funcionó, ahora el enemigo entra por la ventana, en Estados Unidos y en el mundo.

No sé hasta qué punto se puede revertir la situación actual, mucho menos con Hillary Clinton como presidente, porque formó parte del gobierno de Obama durante la pérdida de liderazgo mundial de Estados Unidos.

La política exterior de EEUU fue exitosa con Reagan, no con Bush ni con Obama. Actualmente el mundo está dado vuelta porque con Estados Unidos presente los matones no habrían podido avanzar sobre otros como lo han hecho, Rusia, China, Irán y sus socios.

Ahora será más complicado, aunque venga otro gobierno más activo que ocupe ese rol que fue abandonado por esta Administración. Es mucho más difícil hacer retroceder que impedir que avance un enemigo. Quizá las cosas permanezcan como están y quizá también sigan avanzando hasta que Obama sea reemplazado.

Mucho ha cambiado el mundo. Permitir que una turba asesinara al embajador Stevens en Bengazi es todavía una materia pendiente de la que tendrá que dar explicaciones Hillary Clinton, porque ese crimen se permitió cuando ella era Secretaria de Estado; no haber impedido el desastre de Siria, cuatro años de guerra y más de 200.000 muertos es otra. Las consecuencias: la mala gestión en Irak a la caída de Sadam Hussein y la invasión de Europa por refugiados y muchos más que no lo son si Estados Unidos hubiera asumido el liderazgo que le correspondía.

El pueblo americano se lo reprochará algún día y Europa pagará por no haber ejercido activamente el liderazgo que Obama ocupó con palabras huecas. La historia de Occidente lo recordará y no será sólo por su pacifismo inútil y su inoperancia, sino por los costos en vidas y bienes que inevitablemente todos tendrán que pagar.

ANA

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