NAPOLEÓN, LIBERTADOR DE LOS JUDÍOS Y PRECURSOR DEL SIONISMO
El 9 de Av (Tisha b’Av) es “el día más triste en la historia judía”, el “día de la calamidad”, que recuerda la destrucción tanto del Primer Templo como del Segundo. Ese día, mientras estaba en “Siria” (¿o fue ya en Italia?), Napoleón pasó por una sinagoga y oyó gritos, llantos y alaridos. Intrigado, entró y preguntó cuál era la causa de tanto dolor. Se le contestó: “Nuestro templo ha sido destruido”. Bonaparte entendió por “templo” una sinagoga. Adujo: “¿Cómo es posible que no supiese nada? ¡Nadie me ha informado que vuestro templo ha sido quemado!”. Se le dijo que ello había sucedido 1700 años atrás. Se detuvo a reflexionar y exclamó: “Un pueblo que recuerda tanto su pasado tiene su futuro asegurado”.
FUENTE; CUBAENCUENTRO
LA NUEVA "NAKBA" PALESTINA: UN CENTRO COMERCIAL QUE CONTRATA PALESTINOS
Fatah, la facción gobernante del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, está furiosa. Y es que un empresario judío israelí acaba de construir un centro comercial en el este de Jerusalén y la mayoría de sus trabajadores y clientes son árabes.
Los mandos de Fatah han llamado al boicot del establecimiento. (…)
REFLEXIÓN:
Estos dos artículos deberían ser leídos, el primero, para conocer mejor los antecedentes del proceso que llevó a los judíos a tener su propio estado; el segundo, para no perder la esperanza que algún día, y poco a poco, alguna paz sea posible entre israelíes y los árabes de la región.
Napoleón no se equivocó cuando hizo ese comentario, ese futuro que él vaticinó hoy es una realidad.
Pero, habrá algún día paz?
No se me habría ocurrido que un empresario judío se animara a arriesgar tanto dinero en un barrio árabe construyendo un centro comercial en el Este de Jerusalén. Todo le es adverso para que sobreviva y para que su inversión haya valido la pena.
Sabemos muy bien que los árabes trabajan y conviven con los judíos en Israel, pero este empresario me parece más audaz y optimista que lo que se puede esperar de alguien que conoce esa zona.
No hay nada más cobarde que el capital , e impedir que el terrorismo actúe es casi una misión imposible. También que los árabes se atrevan a ir a comprar allí sería un acto de valentía poco común dadas las amenazas que reciben los que se atrevan a resistirlas
No obstante, confiar más en su propia oferta que en el miedo de los compradores indica que para algunos judíos nada parece imposible. Aunque les cueste esfuerzo y dinero.
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