EL CRIMEN DE NORMALIZACIÓN
Por DAVID MANDEL
Distintos países, distintas culturas, tienen diferentes conceptos de lo que constituye un crimen penado por la ley.
En los países pertenecientes a la Cultura Occidental, (incluyendo Israel) los homosexuales tienen los mismos derechos que los heterosexuales, e, incluso, celebran su preferencia sexual con desfiles. Pero, en 74 países ser homosexual es una ofensa criminal. En doce de ellos, la homosexualidad se castiga con la pena de muerte: Sudán, Irán, Arabia Saudita, Mauritania, Afganistán, Pakistán, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, y en partes de Nigeria, Somalia, Siria e Iraq.
La apostasía, abandonar la religión o convertirse a otra religión, es un derecho reconocido en la Cultura Occidental, pero en 24 países la apostasía es considerada un crimen, entre ellos Afganistán, Brunei, Irán, Mauritania, Oman, Qatar, Arabia Saudita,Somalia, Sudán, Emiratos Árabes Unidos y Yemen. De 1985 al 2006 hubo cuatro casos de ejecución por apostasía, uno en Sudán en 1985, dos en Irán en 1989 y 1998, y uno en Arabia Saudita en 1992**
La Autoridad Palestina ha declarado que es un crimen penalizado por ley cualquier acto que sea considerado “normalización” con Israel, y si el acto es la venta de casa o terreno a un judío el castigo es la pena de muerte o prisión de por vida con trabajos forzados.
“Normalización” para los palestinos es cualquier participación conjunta de palestinos (o árabes) e israelíes en proyectos, iniciativas, encuentros que no están relacionados con lo que los palestinos llaman, “resistencia contra la ocupación.” Normalización, para los palestinos, es un crimen equivalente a traición.
En el año 2014 un kibutz organizó un partido de fútbol entre un equipo de muchachos israelíes y un equipo de jovenes palestinos. Jibril Rajoub, alto dirigente de la Autoridad palestina y jefe del Consejo Supremo de Deportes calificó el encuentro de “crimen contra la humanidad”.
Ese odio total y obsesivo de los palestinos no contribuye a convencer a los israelíes de la sinceridad de los palestinos en la posibilidad de una futura convivencia pacífica.
Fuentes:
REFLEXIÓN:
Una cultura, que crea leyes que la representan, nos muestra qué nos une y qué nos separa de otras . Y se hace evidente que en esa región Israel es un faro de libertad para aquéllos que obligadamente deben vivir bajo leyes que condenan a muerte a quienes son o piensan distinto, aunque en el resto del mundo son aceptados. Basta pisar suelo israelí para sentirse a salvo
Un pequeño país hace la diferencia porque allí de verdad se respetan los Derechos Humanos. ¿De qué hablan los organismos de DDHH cuando atacan a Israel?
Los árabes que viven en Israel no desean vivir en países donde perderían aquello de lo que han gozado en Israel. Los que están fuera de Israel son guiados hacia una quimera, como es destruir a Israel, pero no todos, algunos desearían precisamente esto, una normalización que los lleve a la convivencia, entre dos pueblos que inevitablemente debe ser pacífica o continuará esta lucha que parece que no tendrá final.
La música y mucho más popular todavía es el deporte, el fútbol sobre todo, que nos permite conocer a pueblos y culturas cuando competimos , El deporte es el mejor medio que nos acerca y queremos comprendernos, si deseamos construir puentes hacia la paz. Y cuando esa posibilidad se rechaza se hace evidente que la paz no es el objetivo deseado
Leer este artículo de mandel produce espanto .y descorazona. Sin embargo, la normalización es un objetivo que se debe perseguir siempre, del otro lado hay quienes quieren, como estos jóvenes que lo han intentado, competir, conocerse, construir otra realidad que la que sus líderes les ofrecen. Creo que la juventud mira hacia el futuro y, algún día prevalecerá , a pesar de todas las puertas que les cierran.
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