domingo, 4 de diciembre de 2011

955 - GREENFIELD - UN CUENTITO PARA ENTENDER A MEDIO ORIENTE


THE DONKEY IS DEAD (EN ESPAÑOL)

EL BURRO ESTÁ MUERTO

Por DANIEL GREENFIELD



Érase una vez un califa loco que, para su diversión, le exigió a un viejo servidor que le enseñara a hablar a un burro. Si se negaba, sería condenado a muerte. Si fracasaba también sería condenado a muerte. El viejo criado se encogió de hombros y le pidió un año para poder completar la tarea. Cuando otros sirvientes le preguntaron por qué había aceptado, les contestó. "Un año es mucho tiempo. Puede que el califa se muera, que se muera el burro, o que el burro aprenda a hablar".


(TRADUCIDO POR ANA)

Han pasado unos cuantos años y el burro está en las últimas. Obama le ha hecho a media docena de países lo que Carter le hizo a Irán. Los islamistas están en ascenso y el genio del Califato se ha salido de la lámpara. Con el tiempo ellos bien podrían implosionar, pero por el momento son una fuerza política en ascenso en la región. El puñado de países musulmanes que podrían haber sido acusados de tener gobiernos moderados ya se han ido.

La pandilla de "susurradores islamistas" de la prensa, que entre ellos lidera Thomas Friedman, están ocupados buscando posiciones alternativas. En su última columna, explica que las victorias islamistas sólo se produjeron porque los dictadores impidieron el desarrollo de "partidos independientes, laicos y democráticos". Lo que él no entiende es que los dictadores eran la única fuerza que mantenía un mínimo secularismo, no porque fueran librepensadores ateos, sino porque muchos de ellos habían salido de las fuerzas armadas y querían un Estado que funcionara en lugar de una teocracia.

En Turquía, el ejército era el garante del laicismo hasta que los Friedmans europeos decidieron que era mucho mejor respaldar a los islamistas del AKP y su compromiso democrático de convertir a Turquía en un Estado islámico. Ahora los generales están atrapados y un imbécil desdeñoso, que llevó a la bancarrota a su país al canalizar dinero a sus asociados y que creó un auge económico pasajero, está amenazando a Europa.

El Sha de Irán, Ali Ben y Mubarak son sólo algunos de los muy defectuosos gobernantes que, sin embargo, mantuvieron un cierto grado de libertad social en lugar de una democracia, y que pagaron el precio cuando los idiotas que nosotros elegimos decidieron que la región estaría mejor si quedaba en manos de los islamistas.

Laico y democrático es una contradicción en sus términos cuando la mayoría de la población apoya a los islamistas. Los activistas laicos que Friedman y los medios de comunicación occidentales abrazaron son una elite desconectada de la realidad, que están más familiarizados con Twitter que con el común de los egipcios. Ellos tienen más en común con los dictadores a los que les están haciendo una campaña para derrocarlos y en muchos casos tienen vínculos familiares con la clase dominante. Si Occidente hubiera tenido éxito en empujar a El-Baradei a un primer lugar sin elecciones, entonces podrían haber tomado el poder, de otro modo van a quedar bajo la sombra del islamismo.

Pero no hay que temer, Friedman promete que una vez que los liberales independientes laicos tengan algún tiempo para aprender cómo funciona en su totalidad el tema de las elecciones, entonces los islamistas tendrán que "competir con los legítimos partidos laicos".

Leer a Friedman es como discutir con el defensor de una teoría completamente desacreditada que sigue afirmando que con el tiempo ella finalmente estará a la altura de la prueba. Pero, ¿la maravilla de bigotes del "Times" realmente cree que los islamistas esperarán a los laicos para competir con ellos? Friedman y el resto de la banda rechazaron la idea de que Egipto seguiría a Irán, pero ahora puede ser que deseen echarle un segundo vistazo a la historia de Irán. La democracia islamista comienza cuando el viejo régimen cae y termina cuando toma el poder.

En el país de Friedman (TM) si los islamistas amañan las elecciones entonces el pueblo se levantará y los derrocará. Pero, ¿qué tan bien funcionó eso en Irán? La diferencia entre los islamistas y Mubarak es que a los muchachos de alegres barbas no les importa cuántos cadáveres apilan y que las únicas personas a las que responden son aún más extremistas que ellos.

Los medios de comunicación aún siguen operando con la ilusión de que los islamistas mantendrán la democracia una vez que se hayan beneficiado con ella, y eso sólo demuestra su ignorancia básica. La esencia de la agenda islamista es negar a la gente la libertad de vivir de la manera que quieren. Y siendo esto así, ¿por qué le permitiría a cualquier partido que no acata la línea del Corán actuar en el espacio seguro y nuevo que han obtenido cuando eso estaría violando sus principios?

Los analistas financieros han aparecido para informarnos que la Hermandad Musulmana favorece los negocios, lo que es cierto de la misma manera que los líderes iraníes también están a favor, como lo estuvo Mubarak y también Vladimir Putin y los gobernantes de la República Popular China. Lo que significa que les gusta el dinero y manejar a una oligarquía que controla gran parte de la industria del país o que solicitan sobornos a las empresas que no controlan. Para un analista financiero es una buena noticia, pero es posible que desee mirar por arriba lo que el PBI persa podría haber sido hoy si no hubiera sido invadido por parásitos vestidos de negro y sus matones domésticos.

Arabia Saudita y el resto de los estados petroleros tribales son buenos ejemplos de los islamistas a favor de los negocios, pero las ganancias que no se canalizan en palacios, prostitutas y pan y circo para su pueblo, se invierten en terrorismo y en la compra de idiotas útiles occidentales para que hagan lo que ellos desean. Un análisis financiero podría comenzar echando un vistazo a los costos económicos de sus inversiones terroristas en el mundo libre, por no hablar de la jihad demográfica con sus conexas violaciones, asesinatos y costos por servicios sociales.

La mayoría de las nuevas adquisiciones para el Califato no están en la misma situación financiera que Arabia Saudita. Turquía por lo menos tenía su proximidad a Europa, Egipto no tiene mucho que ofrecer. Algunas de sus interacciones financieras más lucrativas eran con Israel y el país se beneficiaba con la ayuda estadounidense. No importa cuán suavemente la Hermandad comienza e inclusive si tenemos que soportar a Obama por otros cuatro años, pero ese dinero les va a dejar de llegar.

Para Israel la muerte del burro es una mezcla de buenas y malas noticias. Malas noticias, porque lo más probable es que haya una guerra en sus manos, pero buenas noticias porque va a caer el interés en tratar de obligar al Estado judío a hacer hablar al burro. Desde Oslo, se esperaba que Israel calmara a la bestia salvaje con la música del apaciguamiento y si el burro seguía negándose a hablar, eso aún era culpa de Israel. Pero es difícil esperar que alguien haga hablar a un burro muerto y la Hermandad, que no reconoce a Israel, no va a estar dispuesta a hablar nada más que de una tregua temporaria.

Un signo de los tiempos es que incluso Friedman se ve obligado a admitir que entiende que "Israel no cederá territorio a un movimiento palestino dividido en este período de incertidumbre." Ésta es una de las raras ocasiones en que alguien en el New York Times ha reconocido que la negociación con la mitad de un aspirante a estado no tiene ningún sentido. Pero Friedman, el mismo de siempre, rápidamente lo echa a perder al sostener que el Primer Ministro de la Autoridad Palestina, Salam Fayyad, es como una piñata llena de maravillosas posibilidades, como la paz, la alegría y la luz del sol.

"Israel tiene un despertar árabe en su propio patio trasero en la persona del primer ministro, Salam Fayyad," Friedman insiste. "Él ha sido el líder árabe más radical de todos." Si ser un líder porque simplemente ha sido designado para un cargo, pero que nunca compitió en una elección, que no ha hecho mucho de nada, excepto reorganizar a la Autoridad bajo la supervisión de los gobiernos occidentales, hace de un hombre un despertar, entonces Tom está colocando la línea más bien baja.

Fayyad no llegó al poder por medio de la aclamación popular y tampoco ganó una elección. La Autoridad Palestina no está llevando a cabo ninguna elección en absoluto, que es el tipo de comportamiento que Friedman denuncia de algunos gobernantes árabes, pero elogia de otros. El Fayyadismo no es algún tipo de movimiento nacional como el Times quiere hacer creer, es el tonto fetichismo de algunos pocos columnistas desesperados que pretenden que la misma quebrada Autoridad Palestina está a punto de abandonar su capullo y volar como una hermosa mariposa azul de Bruselas.

Friedman se queja de que Netanyahu no le da poder a Fayyad para que con su magia haga lo que sepa hacer mejor y que no se les da suficiente responsabilidad a los amorosos servicios de seguridad que matan israelíes en sus ratos de descanso. Pero Tom tiene razón para preocuparse. Hamas tomará Ramallah cuando se decida y si la Hermandad toma El Cairo, entonces la AP perderá a algunos de los amigos que tenía por allí. Y una vez que Hamas controle todo, entonces el burro estará verdaderamente bien muerto. No habrá proceso de paz para lamentar o tratar de resucitar. Como el loro azul noruego, es añorar los fiordos de la Palestina que pudo haber estado en la mente de todos los Friedmans. Ese maravilloso estado democrático, laico e independiente que habría tenido Oslo en la Franja de Gaza.

Hace dos años escribí
un artículo sugiriendo que Netanyahu estaba jugando el juego del califa, esperando que se terminaran las exigencias de la Administración Obama y con la esperanza de que se acabara el tiempo que corría para sus planes de paz. Mientras los Friedmans esperaban que el burro aprendiera a hablar, y muchos judíos estadounidenses esperaban que el califa se viera obligado a abandonar el trono, en cambio, parece que el burro se está muriendo.

El burro muerto tiene implicancias para muchos, no sólo para Israel. La fachada de normalidad mantuvo el mito de un mundo musulmán moderado en marcha. Un mundo en el que Irán y Arabia Saudita fueron la excepción y no la regla. Pero si considerables porciones del mundo musulmán se volvieran abiertas teocracias con el correspondiente tratamiento de las mujeres, el juego bien podría continuar.


FUENTE: SULTAN KNISH-THE DONKEY IS DEAD-30/11/11


COMENTARIO:

Nada mejor para explicar lo que ocurre en Medio Oriente que este cuentito del burro, al que la imagen ayuda para que se entienda mejor.

No deja de sorprender las fantasías que se han tejido durante tanto tiempo y que aún hoy continúan. La idea del sirviente, que no puede negarse porque igual lo matarían, es esperar que alguna de las opciones que hay definan su destino. En ellas está ganar tiempo, que es exactamente lo que Israel hace porque no puede decir que no a quienes no entienden o no quieren entender. Como el califa, han perdido la cordura y contacto con la realidad.

Es muy difícil comprender el razonamiento de los que pretenden que Israel logre hacer hablar al burro. Obviamente, como nunca lo conseguirá, se esmera y ha empleado toda las técnicas posibles para satisfacer al Califa y sus acólitos, cuyos motivos no se pueden descifrar, hasta que se produzcan cambios que le salven la existencia. Lo ha hecho todo, hasta intentar que el burro hable, aunque a esta altura casi podría haberse agotado su imaginación por la imposibilidad de la tarea.

No lo ha hecho mal dadas las circunstancias, pero la realidad es más convincente que las palabras; el burro no hablará y los que defienden teorías y estrategias que sólo se apoyan en una ilusión tendrán que admitir, tarde o temprano, que llenaron páginas y gastaron dinero en una misión imposible: pedirle dialogar con quien no quiere oír.

ANA


¡BIENVENIDO JOSÉ!

2 comentarios:

  1. Lo que me animo a decir, es que si Kafka viviera, podría escribir un libro memorable.

    Un abrazo

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  2. Así es, Mariana, nunca mejor aplicada la frase: "la realidad supera la ficción", Kafka no tendría que aplicarse mucho, sólo describir lo que estamos viendo y padeciendo. Estamos rodeados de hipócritas, cobardes y/o malintencionados. Israel aguanta.

    Un abrazo.

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