sábado, 29 de noviembre de 2008

207 - OBAMA Y SU POLÍTICA INTERNACIONAL


HABRÁ FRICCIÓN

Por RONI BART

(Traducción libre de ANA)

Ya que Israel aún no ha comenzado su campaña para las elecciones, el gobierno puede tomar ventaja en los próximos cinco meses para influir sobre la nueva administración estadounidense, cuando todavía está formulando su política básica. De hecho, ocurrirá lo opuesto cuando un nuevo gobierno israelí asuma dentro de cinco meses, cuando las expectativas de la administración de Obama ya se habrán cristalizado. El primer encuentro entre el presidente y el primer ministro será casi con certeza cálido y cordial, pero ya existen algunas fricciones. Examinemos dos de ellas, los asuntos iraníes y palestinos.

La inclinación del presidente elegido y de los demócratas en general es participar con oponentes internacionales en un diálogo que toca intensamente la cuestión de Irán. Barak Obama ha llamado para conversaciones directas con Irán, lo que no está condicionado a una suspensión del enriquecimiento de uranio. En esto él se ha desviado no sólo de la política de la administración Bush sino también de las europeas. Aunque Obama considera a Irán como una amenaza regional y global, cuya posesión de armas nucleares es "inaceptable", él cree que los Estados Unidos debe demostrar que ha hecho todos los esfuerzos diplomáticos posibles antes de recurrir a la fuerza.


En entrevistas, Obama no ha deseado manifestar la posibilidad de que la diplomacia y las sanciones fallarán. Al mismo tiempo, ha criticado no sólo a los republicanos por su retórica belicosa y agresiva, sino también a la senadora Hillary Clinton, su candidata para secretaria de estado. Estos son indicios adicionales de una mayor aproximación democrática-europea-"occidental", una que más bien debilite la amenaza militar latente, y que con ella mejore la eficiencia de la diplomacia.

La potencial fricción con Israel sobre este asunto pudo ser oída varios días después de la elección en los Estados Unidos, cuando el primer ministro y la primera candidata a primer ministro de Israel, Tzipi Livni, hicieron notar que en Medio Oriente la buena voluntad para tener conversaciones directas e incondicionales después de haber fallado en lograr sus objetivos por otros medios, sería interpretado como debilidad. Contestando a una pregunta explícita sobre si Israel apoyaba la política de Obama, Livni contestó que no.

Sin embargo, Obama decide continuar, un largo tiempo seguramente pasará antes que Irán suspenda o detenga su programa nuclear, o antes que la administración de Obama reconozca que estos procesos han agotado su utilidad. Irán ya ha demostrado su gran pericia en demorar las negociaciones y explotar ese tiempo extra para continuar su progreso tecnológico. Y será muy difícil para el gobierno israelí esperar indefinidamente.

Cuando aparece el conflicto israelí-palestino, Obama se posiciona en el corazón del tradicional consenso americano pro-israelí. Él apoya una solución de dos estados. Se compromete a ayudar a Israel a lograr la paz, pero no le impondrá un asentamiento. Él se opone al "derecho de retorno" de los refugiados palestinos, y excluye a Hamás como negociador hasta que se avenga a las bien conocidas condiciones de la comunidad internacional. No obstante, los registros completos de Obama pintan un cuadro menos rosado desde el punto de vista de Israel y da razón a su preocupación.

Primero, entre el veterano equipo de consejeros (en contraste con Dennis Ross y otros, que llegaron más tarde a la campaña presidencial) hay gente que se focaliza en derechos humanos, desarrollo global y cooperación internacional. Esta posición generalmente considera la política de Israel (combinada con un excesivo poder del lobby pro-israelí) como el principal problema en Medio Oriente en general, más que al radicalismo del Islam o de Irán.

Segundo, las declaraciones públicas de Obama reflejan una posición significativamente más "justa" que es característica del mapa político americano, en general. Él fue el único candidato de los dos partidos que no manifestó apoyo por la cerca de separación, que él eligió describir como "otro ejemplo de la negligencia de esta administración en la búsqueda de la paz". Obama también usó esta frase "ciclo de violencia", en lugar de aceptar las declaraciones de los que apoyan a Israel, "violencia palestina y respuesta israelí".

Tercero, después del fracaso de la cumbre de Camp David, criticó a la Administración de Clinton por su incondicional y unilateral apoyo a Israel. Obama actualmente considera a los parámetros de Clinton de diciembre del 2000, que excedieron las posiciones de Camp David, como un punto de partida para un acuerdo permanente.

Finalmente, en cuanto concierne al proceso diplomático, Obama dijo que su administración le pediría a Israel compartir la responsabilidad por cambiar el status quo que ayudaría "a los israelíes a identificar y fortalecer a aquellos socios que verdaderamente están comprometidos con la paz". Esta es una expresión diplomática para la idea de ejercer presión.

En realidad, cuando Obama habla de medidas concretas, él sólo le pide a Israel, como aliviar la presión sobre la vida diaria palestina y congelar los asentamientos en construcción. El no menciona ninguna demanda paralela a los palestinos, tal como su necesidad de luchar contra el terrorismo o emprender reformas democráticas gubernamentales. Todo esto sugiere que como parte de su visión general de las prioridades americanas, Obama estará mas atento a los derechos palestinos que a las necesidades de seguridad de Israel. Probablemente él considerará más urgente el proceso diplomático, con menos paciencia y para arrastrar a Israel a cumplir sus obligaciones en el proceso diplomático. Esto crea una potencial fricción con un gobierno de Benjamin Netanyahu, pero también con uno de Livni.

Además, se puede esperar que la administración de Obama apoyará con entusiasmo las negociaciones Israel-Siria si el próximo gobierno israelí deseara continuarlas. En realidad, aquí se asienta la aproximación diplomática básica del presidente electo. Él mismo desea tener un diálogo con Siria, sobre todo con respecto a Irak e Irán. Ha declarado también explícitamente que si Israel decide que su interés nacional se sustenta en sus conversaciones con Siria, América tiene el deber de darle una mano.

En la esfera bilateral, puede esperarse una continuación de muy buenas relaciones. A pesar de la crisis económica, Obama ha dicho que no cortará la ayuda exterior en general, pero frenará su aumento. Sin embargo, no puede excluirse que el Congreso insista en reducir la ayuda exterior (y corte la ayuda a Israel en el proceso).


El Dr. Roni Bart es investigador asociado en el Instituto para Estudios de Seguridad Nacional (INSS), en Tel Aviv.


FUENTE: HAARETZ - 28/11/08
http://www.haaretz.com/hasen/spages/1041753.html


COMENTARIO:

Creo que la situación internacional cambia día a día, quizá los últimos acontecimientos en la India modifiquen las actitudes del candidato. Me parece que cuantos más sitios sean atacados por los terroristas más pueden cambiar las políticas de todo el mundo, empezando por el delicado equilibrio entre países como Pakistán e India, ambos potencias nucleares. Lo que consigue el terrorismo es provocar que todos se encolumnen más rápido y firmemente contra este peligro, porque ya no hace distinciones.

Si atacara a uno sólo o a dos o a tres, el resto no sentiría la necesidad de involucrarse, pero el terrorismo cada día se hace más enemigos, ya no se puede interpretar que es algo que les está pasando a los "otros", porque hoy los "otros" son "todos". ¿Comprenderá ahora Obama que el diálogo no es el camino? ¿Se dará cuenta que con él sólo les está dando tiempo a los que sostienen el terrorismo en el mundo para alcanzar su objetivo de ser una potencia nuclear? Puede que él no estuviera convencido hasta ahora, pero Israel lo sabe bien y el resto de los países árabes también saben que Irán no puede tener armas nucleares. Ahí está Siria haciendo malabares, porque no se decide de qué lado le conviene ubicarse, todavía está a tiempo para definirse pero los plazos se están acortando, mucho más ahora cuando han comenzado a actuar los piratas que lograrán que todos se unan para defender sus intereses económicos. Mientras, Israel, el más acosado, sigue alerta y esperando...

ANA

2 comentarios:

  1. Tú lo has dicho: con Irán el diálogo no es el camino. Se tendría que bombardear todas sus bases militares desde el aire, sin caer en el error de una invasión como se hizo en Irak. Saludos

    ResponderEliminar
  2. Quizá ese sea el único camino al final de esta historia, todavía no lo sabemos, pero invasión: jamás.

    Hay todavía acciones que no se han tomado y me parece que la más importante es la unión de todos los que están sufriendo las consecuencias del terrorismo, esa posible solución todavía no se probó. El diálogo ha demostrado ser infructuoso, Irán continúa con su carrera. Se puede suponer que, aislado, el régimen podría cambiar su actual posición de limitar la inspección de sus sitios de enriquecimiento de uranio para comprobar que será sólo para fines pacíficos. Pero esa actitud de TODO EL MUNDO todavía no se logró. Mientras Irán siga teniendo los medios, es decir, recibiendo dinero por transacciones comerciales -que de hecho las tiene con todo el mundo- para continuar con sus emprendimientos sin que se sepa qué objetivos reales tiene, el mundo entero está en riesgo. En una región de alta conflictividad como son los países con alta población islámica -que hoy se manifiesta agresiva en todas partes donde se asienta- la proliferación de armas nucleares es una locura, esto es lo que debe impedirse. En este momento se plantea el conflicto entre India y Pakistán, ambos tienen bombas nucleares, ¿las usarán?

    El dilema es cómo impedir que esta carrera para obtener armamento nuclear continúe y la violencia siempre debe ser el último recurso. Lo irracional es que no se haga todo lo posible para evitarlo y no se hace. Si un país no puede alimentar a su gente porque no tiene los medios suficientes porque los aplica a emprendimientos tan costosos como armarse nuclearmente, el proceso de descomposición de un régimen comienza desde adentro, porque la gente se rebela.

    Un país que amenaza explícitamente a otro y que provee de armas a todos los grupos terroristas ¿puede ser recibido, escuchado y respetado como "normal" por la ONU y todos los demás países que sufren las consecuencias de su actividad? ¿No es esto inadmisible? Por ahí se debe comenzar, aislarlo es el camino que todavía no se emprendió y mientras los tiempos se acortan, menos esperanzas hay que esto se pueda solucionar sin violencia.

    Una vergüenza, un baldón más en la historia política moderna, es como si se quisiera de verdad no evitar el uso de las armas. ¿Quienes ganan cuando hay guerra? ¿Me explico? Lo indudable es que la pobre gente pierde.

    Es absurdo, egoísta y criticable que no se agote ese camino y ni siquiera se lo intenta. Lamentablemente la ceguera de los que tienen la obligación de evitar destrucción y muerte es lo que puede llevar al mundo a actuar con violencia cuando todavía hay otros medios que pueden ser efectivos.

    ResponderEliminar

Deja tu comentario