EL PRESIDENTE OBAMA HACE EL SEGUIMIENTO DE SU VICTORIA EN MEDIO ORIENTE, UNA SÁTIRA.
"PRESIDENT OBAMA FOLLOWS UP ON HIS MIDDLE EAST VICTORY, A SATIRE"
Por BARRY RUBIN *
(TRADUCCIÓN LIBRE DE ANA)
"Esa es una noticia maravillosa", se rió a carcajadas el Jefe del Ejecutivo. "Y como usted sabe, yo nunca pierdo un momento. ¡Rápido! Ponga a mi amigo Mahmoud Abbas al teléfono."
Con la mágica velocidad del equipo de comunicaciones de la Casa Blanca, en unos momentos el líder de la Autoridad Palestina estaba en línea. Rápidamente Obama le explicó lo que había ocurrido, agregando, "y ahora podemos pasar rápidamente hacia una paz completa."
"No tan rápido", respondió Abbas. "Puesto que usted ha logrado que los israelíes hayan cedido sobre esa cuestión -y usted ha hecho un gran trabajo, Sr. Presidente- seguramente usted logrará que ellos acuerden volver a las fronteras de 1967, que acepten a todos los refugiados palestinos que quieren ir a vivir a Israel, y que renuncien a todas las exigencias que ellos tienen para que hagamos cualquier cosa. Oh, y ellos tienen que aceptar que si nosotros firmamos un acuerdo de paz, eso no significa que se termina el conflicto, así podremos lanzar otra ronda para obtenerlo todo."
"¡Pero usted dijo que eso era todo lo que necesitaba para hacer un tratado de paz!".
"Oh, si, Sr. Presidente, es todo lo que necesito. Pero entonces están todos esos líderes de Fatah que tienen el poder real y tienen su corazón puesto en un estado palestino desde el Río Jordán hasta el Mediterráneo. Después están esos líderes de Hamás, ¡y usted sabe que irracionales pueden ser! ¡Porque si yo aceptara algo menos ellos querrían mi cabeza! Oh, si, esto me recuerda, a menos que Hamás acuerde, tenga en cuenta que cualquier cosa que yo acepte no se aplica a la Franja de Gaza y a Hamás. Ellos simplemente seguirán combatiendo. Espero que a usted no le importe."
Después de discutir un poco más, Abbas dijo, "Disculpe, Sr. Presidente, pero tengo que irme ahora porque mi show favorito, ´¿Quiere usted casarse con un terrorista suicida?´, ya está por empezar en la televisión palestina."
El presidente colgó, echando humo. Pero luego se sintió mejor cuando se dio cuenta que no eran los israelíes quienes podían haberlo insultado. No obstante, necesitaba algo que lo animara, entonces telefoneó a Mahmoud Ahmadinejad, presidente de Irán.
Obama le explicó lo que había pasado, y agregó, "Entonces, ahora que los israelíes no están construyendo en Jerusalén, ¿reconsiderará usted su programa de armas nucleares?"
"Oh si, Sr. Presidente," dijo Ahmadinejad con voz suave, "por supuesto que lo vamos a reconsiderar". Entonces gritó a todo pulmón -si usted conoce a los comediantes Gilbert Gottfried o Sam Kinison puede imaginarlos haciéndolo-. "¡Vamos a duplicar nuestra velocidad, tonto! ¡Puesto que vemos que usted es tan débil y la entidad sionista está por derrumbarse!" Ahmadinejad colgó.
Una vez más, Obama se sintió un poco molesto. Pero como era un enemigo no podía estar enojado mucho tiempo. En cambio, marcó el número del Presidente de Siria, Bashar al-Asad, y le preguntó si estas noticias harían que Siria dejara de pagar, armar y entrenar a los terroristas que matan americanos en Irak. Asad sonó como Ahmadinejad sólo que un poco más cortés.
"JA", pensó Obama, "mis concesiones realmente lo han moderado y lo han apartado de Teherán." Pero el presidente todavía estaba un poco bajoneado. "Ya sé", decidió, "Llamaré a mi buen amigo el Rey Abdallah. Eso me va a alegrar."
"Esta es una noticia maravillosa, Sr. Presidente", dijo el rey respetuosamente. "Por supuesto que necesitaremos un poco más. Si le pregunto a la Liga Árabe que apoye las conversaciones los sirios tratarán de vetarlas, pero usted ha hecho un muy buen trabajo. Por favor, siéntase seguro que los musulmanes y el pueblo árabe verdaderamente lo aman y lo aprecian".
Cuando Obama terminó esa llamada se sintió con mucho mejor ánimo. "Lo logré", pensó, "Soy un gran estadista".
Pero tan pronto como el rey colgó llamó a su ministro de finanzas. "Rápido", gritó el rey, excitado y con pánico en la voz. "¡Venda tantos dólares como pueda y compre los bonos de guerra de Irán!".
* Barry Rubin is director of the Global Research in International Affairs (GLORIA) Center and editor of the Middle East Review of International Affairs (MERIA) Journal. His latest books are The Israel-Arab Reader (seventh edition), with Walter Laqueur (Viking-Penguin); the paperback edition of The Truth About Syria (Palgrave-Macmillan); A Chronological History of Terrorism, with Judy Colp Rubin, (Sharpe); and The Long War for Freedom: The Arab Struggle for Democracy in the Middle East (Wiley).
FUENTE: GLORIA CENTER-OBAMA-A SATIRE-01/04/10
COMENTARIO:
Nada como el humor para decir las verdades más increíbles, ésta es una realidad exagerada pero que sirve muy bien para entender la personalidad y objetivos de Obama y de todos los dirigentes árabes. Y si no lo podemos entender, miremos y leamos qué se dice en este video.
MEMRI TV PROJECT
EMBAJADOR DE LA OLP EN LÍBANO, ABBAS ZAKI
ANB TV (LÍBANO) - 07/05/09
"Lo que se necesita es un asentamiento, no una tregua (HUDNA). Después de 45 años de lucha, nosotros tenemos el derecho de llegar a una conclusión en este conflicto, en lugar de extender la tregua que permite a Israel expandirse día a día.
Mi consejo es: no deberíamos darle a Israel una tregua, porque cada vez que se le da a Israel una tregua, Israel consolida su posición y se arraiga más profundamente.
¿Qué tregua? Si ellos no se retiran de las tierras de 1967, ¿qué tregua? Israel se convertirá en un hecho sobre el terreno, y nosotros terminaremos como pequeños enclaves y con el tiempo seríamos expulsados. Por lo tanto, ya es hora que encontremos una solución final y global.
Los árabes hablan de una solución global y presentan iniciativas, y el mundo habla de una solución, pero nosotros decimos: Sigamos con la tregua. No, mi amigo. Yo personalmente me uní a Fatah, de algún modo tardíamente, en 1962. Cuenten cuántos años son. ¿Deberíamos seguir extendiendo las treguas? Imposible. Nosotros queremos una solución ahora.
Ellos hablan de una solución de dos estados, y cuando eso se logre... Inclusive Ahmadinejad, el líder en toda la región de los que rechazan, dijo que él apoya una solución de dos estados. Nadie engaña a nadie. Con la solución de dos estados, en mi opinión, Israel se derrumbará, porque si ellos son sacados de Jerusalén ¿en qué se convertirá toda esa charla sobre la Tierra Prometida y el Pueblo Elegido? ¿En qué se convertirán todos esos sacrificios que ellos hicieron, sólo para decirles que deben irse?
Ellos consideran que Jerusalén tiene un status espiritual. Los judíos consideran que Judea y Samaria son su sueño histórico. Si los judíos dejan esos lugares la idea sionista comenzará a colapsar. Esto será un retroceso por decisión propia."
COMENTARIO:
¿Qué significan estas declaraciones? Que él no cree que sea posible la solución de dos estados que se propone, por lo menos no lo será para los israelíes, porque sería el principio del fin del estado judío. Él lo ve de esa forma como algo indiscutible, por eso no quiere una tregua sino una solución final y global según sus pretensiones, por eso dice: "Nadie engaña a nadie". Según su evaluación, Israel no puede de verdad desear una solución de dos estados porque sería su final.
Si fuera así, entonces no hay posibilidad de llegar a un acuerdo, porque cualquier solución, ya sea dos estados o una solución final y global, como la pretende él, sería contraria a la supervivencia de Israel. Imposible aceptar el regreso de los refugiados, inaceptable la división de Jerusalén (él mismo dice por qué), inevitable rechazar que Judea y Samaria (Cisjordania) sea una nueva Gaza.
O sea, que los oníricos planes de Obama de obtener una solución dentro de los próximos dos años, como él lo pretende, son eso, sólo sueños de un aspirante a prócer, infantil, ignorante, carente del respeto que merecen los que están luchando desde antes que él naciera, que siguen intentando una convivencia pacífica muy difícil de lograr cuando el partenaire no quiere un arreglo sino que lo quiere todo. Pero por la que hay que seguir luchando.
Una solución que sólo vendrá con los años cuando el enemigo acepte que Israel no se entregará nunca, y mucho menos mansamente. Cuando hay un desentendimiento con un amigo, se puede llegar a un acuerdo, cuando se tiene un enemigo, la única solución es vencerlo. El paso intermedio es lograr que el pueblo palestino deje de ser un enemigo, llevará tiempo, pero esa es una aspiración que puede lograrse si no hay interferencias de los que no conocen los desacuerdos profundos de dos culturas, dos religiones, dos pueblos, que inevitablemente deberán encontrar la forma de una convivencia respetuosa porque, por difícil que sea, deberán compartir el futuro.