miércoles, 2 de febrero de 2011

777 - EL INCIERTO FUTURO DE EGIPTO


APRENDIENDO A PROMOVER EL CAOS


VERSION EN INGLÉS: POST Nº 781


OBAMA-SUSTENTATOR

La imagen del Post anterior Nº 776 nos exime de dar mayores explicaciones, Mubarak gobernó Egipto al estilo árabe, como un dictador, dura y cruelmente, lo que le permitió estar muchos años en el poder, como todos los otros que vemos en la foto: a ello le sumamos el típico nepotismo y acumulación de riquezas a costa de la pobreza de su gente. Cuando llegaba el final de su mandato intentó dejar el cargo a su hijo, a quien no había preparado para ejercerlo, no era militar en un país donde los militares tienen un peso político propio por encima de cualquier otro grupo.

Detallar quién fue Mubarak y cuáles fueron sus "prácticas" antidemocráticas no tiene mayor sentido, son las mismas que las de todos sus pares en el mundo árabe. Se deben terminar y de hecho, ya todos los dictadores están tratando de evitar el mismo destino, cada uno a su manera. Jordania cambió todo su gabinete, una forma de decir "yo no fui", simplemente está reemplazando los fusibles, otros buscarán otros medios que iremos conociendo a medida que se produzcan.

Lo que me parece importante es tratar de diferenciar a Mubarak del resto, empezando por recordar cómo accedió al poder. Su antecesor como presidente de Egipto, Sadat, fue asesinado por miembros de un grupo fundamentalista -los Hermanos Musulmanes- a consecuencia de haber hecho un acuerdo de paz con Israel; esto debe haber sido importante para Mubarak, si no quería tener el mismo destino debía controlarlos y lo hizo durante todo su mandato. Mantuvo el acuerdo con Israel lo que fue fundamental para que la región tuviera una calma relativa y fue el mejor aliado árabe de EE.UU. No es poco, si aceptamos que no podía ser un gobierno occidental sino tal como son todas las dictaduras árabes. Egipto, el país más fuerte militarmente en la región estaba posicionado como pro-occidental, a favor de la paz en la región.

Me parece fundamental que pensemos por qué el disparador se produjo ahora y primero fue Túnez.

La debacle económica se está produciendo en todo el mundo, también en el mundo árabe, todos los gobiernos están haciendo lo posible para superarla sólo que las dictaduras aprietan con más dureza a los más pobres e indefensos. Y los pueblos reaccionan donde los gobiernos son más débiles, más permisivos y más "liberales". En el caso de Túnez el gobierno no era de los más duros, sin tener la capacidad para controlar la situación rápidamente, el dictador Ben Alí abandonó el poder y se refugió en Arabia Saudita.

El segundo fue Egipto, es oportuno pensar por qué. ¿Por qué no Siria? ¿Por qué no cualquiera de los regímenes árabes con el mismo problema? Me parece que Egipto, a pesar de compartir todas las características dictatoriales de los gobiernos árabes, tenía cierta libertad de comunicación por Internet, como es FaceBook, que permitió que las quejas y aspiraciones de jóvenes intelectuales pudieran expresarse y transmitir su descontento.

Nos hace deducir que eso no pasa en ningún otro país árabe, por ahora, que no tenían esa posibilidad de comunicarse y exigir el cambio de gobierno por otro más democrático y respetuoso de la voluntad popular. Lo que pasó en Túnez y ahora en Egipto ya no se puede tapar, no se necesita una computadora ni Internet para saber qué está pasando en el mundo árabe, basta leer un titular para darse cuenta que la cuenta regresiva de estas autocracias está corriendo.

Pero reitero, empezó en Egipto, lo que significa que era el país con más acceso a la información, a la posibilidad de cohesionar a todos los descontentos. Era un gobierno duro pero evidentemente no demasiado.

En este panorama aparece el inefable Obama que en lugar de acompañar un cambio inevitable, tratando de minimizar el caos y la lucha entre facciones, directamente se ubica del lado de los "opositores" y trata de desembarazarse rápidamente de su aliado más importante en el mundo árabe, exigiéndole que se vaya ya y que asuma el poder quien gane en elecciones libres y democráticas al estilo occidental: ¿Qué...?

¿Elecciones libres y democráticas donde estén representados todos los grupos? ¿Y quiénes son TODOS los opositores? Es difícil entender esta actitud de apoyar a la "oposición" como si sólo porque se oponen a Mubarak son automáticamente democráticos y respetuosos de los resultados.

Ahora aparece otro que se autoproclama "candidato" pidiendo la inmediata renuncia de Mubarak, como el ex jefe de la OIEA, Al Baradei, subiéndose al carro de los que son apoyados por Obama, es decir los "opositores". Ya aparecerán más, son muy rápidos los ambiciosos.

Lamentablemente los jóvenes idealistas que comenzaron esto no tienen la menor posibilidad de controlar la situación, no son grupos organizados con una plataforma política, sólo quieren libertad y que Mubarak se vaya. Sólo se percibe un grupo que está organizado desde hace mucho, mucho tiempo y que saben qué quieren, los "Hermanos Musulmanes", lo que augura los mismos sucesos que ocurrieron en Gaza con Hamás, que es parte de ellos. Nada bueno en el horizonte.

A Obama los argentinos lo llamaríamos "pato criollo". Su anhelo de ser aprobado y apreciado por el pueblo árabe le hace cometer desatinos, el caos está reinando en Egipto y comienza la lucha entre facciones. Los "opositores" no son todos sabios y democráticos sólo por querer echar a un dictador. Este mundo no es así, hay muchos matices, hay adversarios y también enemigos dentro de los que están reunidos en la Plaza. Esto no es el final de una dictadura, quizá sea el comienzo de otra. La democracia no se aprende por decreto, se debe educar al pueblo y llevará generaciones como fue el camino que recorrió occidente, con idas y venidas y, aunque imperfecta, es mejor que cualquier otra forma de gobierno.

Por último, con Mubarak, reitero, un dictador con todos los defectos de sus pares, apareció un rasgo que lo distingue. Por su cultura árabe él no se ve como lo que realmente es para occidente, no está dispuesto a renunciar, quiere transferir el mando en elecciones en el momento que está proyectado y no está dispuesto a huir como todos los otros. Y le va la vida en ello, pero me parece que tiene algo de lo que carecen muchos, creo que tiene dignidad.

No sabemos qué precio se pagará por ello, porque este desorden no augura nada bueno. Si Obama hubiera apoyado una salida ordenada quizá las perspectivas serían otras. Pero es demasiado pedir a un adicto al aplauso de las multitudes.

Aunque eso cueste muchas vidas.

ANA


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