lunes, 29 de julio de 2013

1152 - MANDEL SOBRE LOS ACUERDOS ISRAELÍES-PALESTINOS


LO QUE YA HA ACONTECIDO VOLVERÁ A ACONTECER

Por DAVID MANDEL

"Lo que ya ha acontecido volverá a acontecer" es una cita del versículo 9, capítulo 1 del libro de Eclesiastés, cuyo autor, según la tradición, es el sabio rey Salomón. Y es también la expresión de los sentimientos de la gran mayoría de analistas políticos en Israel respecto a las próximas negociaciones de israelíes y palestinos en Washington.

En el mes de julio del año 2,000 Ehud Barak, el Primer Ministro de Israel, Bill Clinton, el Presidente de los Estados Unidos, y Yasser Arafat, se reunieron en Camp David. Ehud Barak hizo un ofrecimiento donde incluía prácticamente todas las exigencias de Arafat. Arafat no aceptó y regresó a Gaza. Posteriormente explicó que no podía aceptar ningún arreglo con Israel ya que eso resultaría en su asesinato.

En el mes de setiembre del año 2008 Ehud Olmert, Primer Ministro de Israel, le hizo una oferta aún más generosa a Mahmoud Abbas, el sucesor de Arafat. Abbas no aceptó y regresó a Ramallah.

Si el rey Salomón está en lo cierto y en algún momento Bibi Netanyahu le hace a Abbas una oferta que cumple con todas las exigencias palestinas, la respuesta de Abbas será la misma: no aceptará y regresará a Ramallah, por temor a que los palestinos, (no sólo la gente de Hamás sino también su propio partido Fatah), lo llamen traidor e intenten asesinarlo.

Respecto a la liberación de terroristas asesinos, esto, que ha sucedido anteriormente, parece que volverá a suceder. Los palestinos en el pasado para acceder a conversar con Israel exigieron y consiguieron la liberación de numerosos terroristas culpables de asesinatos. También en esta ocasión el gobierno israelí está dispuesto a pagar el mismo precio para lograr que los palestinos se dignen negociar, pero el resultado será el mismo.

(En vez de que los israelíes estén rogando a los palestinos para que acepten negociar una solución al problema, según la lógica deberían ser los palestinos los que soliciten negociar con los israelíes. ¿Pero, quién dice que la lógica prima en el Medio Oriente?).

Lo absurdo es que el pago a los palestinos (liberación de asesinos confesos) no es para lograr que se sienten a negociar con Israel acerca de una solución pacífica al conflicto, sino sólo para que se sienten para negociar cuales serán las pautas de una futura negociación de paz.

La realidad es que los palestinos no tienen interés en negociar sinceramente con Israel sino únicamente presentar nuevas demandas y obtener concesiones sin dar nada a cambio, y luego culpar a Israel por la falta de progreso.

Mi padre solía decir, "Si me engañas una vez es tu culpa, pero si me engañas dos o más veces es mi culpa".


FUENTE: Mi Enfoque #472, 26 de julio, 2013, por David Mandel, enfoque@netvision.net.il

REFLEXIÓN:

Se atribuye a Einstein la frase: “La locura es seguir haciendo lo mismo y esperar resultados diferentes” (o algo similar).

Si de algo no se puede señalar a los gobiernos israelíes es de estar locos o ser estúpidos. Entonces uno se pregunta por qué repite la misma historia tantas veces sabiendo que obtendrá el mismo resultado.

Leí que según las encuestas en Israel, hay bastante aprobación en la población israelí para aceptar "liberar a prisioneros con sangre en las manos", para intentar comenzar nuevamente las negociaciones. Evidentemente, ese pueblo está tratando de obtener algún tipo de paz. El resto no lo desea, es más pesimista y cree que ninguna "ofrenda" servirá para iniciar las conversaciones.

Lo que debería sorprendernos es por qué se presiona tanto a Israel para no llegar a nada, porque la frase de Einstein es contundente. Nada ha cambiado para creer que esta vez será diferente, el liderazgo palestino es el mismo, son los que rechazaron todas las ofertas pasadas. Sin embargo, Israel se ve obligado a intentarlo una vez más, como si hubiera alguna posibilidad de acuerdo cuando el escenario es el mismo.

¿Cómo se explica?

Evidentemente, cada presidente norteamericano cree tener la fórmula mágica para poder pasar a la historia por haber logrado un acuerdo entre las partes. Ser presidente del país más poderoso del planeta no garantiza que no sea el protagonista de la frase del genial físico.

No hay nada que indique que esta vez conseguirá el resultado que se busca y este presidente se retirará con las manos vacías y sus ilusiones rotas. Mientras, otros locos de diferente tipo, estarán libres pergeñando nuevas maldades y burlándose de su candidez e ignorancia o de su desmedida ambición y Abbas se habrá ganado otro aplauso, como Arafat, su jefe, en el pasado.

¿Y la gente? ¿Toda la gente de la región? Mal, como siempre...

ANA

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