SOLDADO TURCO REESCATANDO A BEBÉ SIRIO EN UN CAMPO DE REFUGIADOS |
UNA ESTRATEGIA PARA EL CAOS
Por EGON FRIEDLER
En un artículo publicado el 29 de setiembre de este año en el «Daily Star» de Beirut, el periodista norteamericano David Ignatius reseña un libro de Abu Bakr Naji titulado provocativamente «El manejo del salvajismo» y constituye una descripción muy clara de la estrategia utilizada por el Estado Islámico (EI) en su campaña militar para extender su «califato» en Oriente Medio.
El libro no es nuevo. Fue publicado en 2004 y traducido al inglés el mismo año por William McCants, un profesor de la Academia Militar West Point de Estados Unidos. (Los interesados en profundizar en el tema pueden encontrar el texto íntegro de la traducción inglesa en Internet).
Su título completo es «El manejo del salvajismo: la etapa más crítica por la cual deberá pasar la comunidad islámica». Se cree que el nombre del autor es un seudónimo y según el Instituto Al Arabiyah su verdadero nombre es Muhammad Khalil al-Hakaymah. Otros comentaristas creen que ha sido redactado por un comité.
Según Ignatius, el texto yihadista propone que los combatientes islamistas arrastren a Estados Unidos a una guerra de desgaste que no está dispuesto a soportar. El autor considera que la pérdida de prestigio de Estados Unidos como superpotencia «ha terminado con el aura de invencibilidad que su poder solía proyectar». A su juicio, Estados Unidos es un tigre de papel que se agotará en una larga guerra en países musulmanes y seguramente deberá afrontar serios problemas sociales domésticos.
Abu Bakr Naji argumenta que la forma de socavar el poderío norteamericano es la violencia cruda, cuando más aterradora mejor. En el desorden de los anteriormente estables países árabes, los yihadistas podrían prevalecer por medio del «manejo del salvajismo».
Naji expresa su desprecio por la blandura, exalta las tácticas brutales y se justifica recordando que los dos califas que siguieron al profeta Mahoma «quemaron a la gente con fuego, aún cuando era odioso, porque comprendían el efecto de la dura violencia en épocas de necesidad».
Naji confiesa inspirarse en Ibn Taymiyah, el influyente erudito islamista del siglo XIV que murió en la prisión en Damasco en 1328, y que también fue fuente de inspiración para otros teóricos del islamismo radical como el egipcio Sayyid Qutb (*).
No es casual entonces que el politólogo y ex profesor de historia de Oriente Medio en la Universidad de Harvard, William R.Polk haya equiparado a Sayyid Qutb con Abu Bakú Naji. Su ensayo sobre este tema publicado por el «Middle East Policy Council» se titula «El fundamentalismo de Sayyid Qutb y el yihadismo de Abu Bakr Naji».
A diferencia de Ignatius, Polk hace una descripción detallada de la «estrategia del caos» de EI. La primera etapa de la guerra es la humillación del enemigo mediante su agotamiento en una guerra en pequeña escala. Las operaciones en esta fase no serían de gran envergadura pero tienen que ser dramáticas e impactantes.
La segunda etapa consiste en la difusión del salvajismo con el objetivo de «separar las regiones elegidas para ser atacadas del control de los regímenes apóstatas». En esta fase se pasaría de la guerra de guerrillas limitada al terrorismo en gran escala.
La tercera etapa es la «administración del salvajismo». En ella se establecería una «sociedad combatiente» con objetivos de autodefensa. Asimismo, se formaría una agencia de Inteligencia para conocer los planes del enemigo y combatir a la subversión interna.
Además, habría que crear una programa político-social para «unificar los corazones del pueblo». Esto implica la creación de un enclave bajo control del movimiento desde el cual será posible crear los fundamentos de un Estado rudimentario. Desde esta base sería posible «expandirse, rechazar a los enemigos, apoderarse de su dinero y colocarlos siempre a la ofensiva».
Naji extrae lecciones de la campaña rusa en Afganistán y llega a la conclusión que no se trata de lograr una victoria militar aplastante sino de agotar sicológicamente al enemigo. Al respecto escribe: «La táctica correcta es diversificar y ampliar los golpes humillantes al enemigo cruzado-sionista en todos los lugares del mundo islámico, y aún fuera de él, si es posible. Por ejemplo, si un lugar turístico favorito de los cruzados en Indonesia es golpeado, todos los lugares turísticos en todos los países del mundo tendrán que ser resguardados con guardia adicional. Si un banco usurero perteneciente a los cruzados en Turquía es golpeado, ello tendrá consecuencias económicas negativas para todos sus bancos en el mundo».
Si Naji es duro con los «cruzados» occidentales, no es más complaciente con los hermanos árabes: «Si el régimen apóstata de Egipto emprende acciones contra un grupo de combatientes yihadistas, otro grupo en Argelia o Marruecos puede realizar un ataque contra la embajada de Egipto o secuestrar a diplomáticos egipcios hasta que los combatientes sean liberados. La política de violencia debe seguir aún si sus demandas no son aceptadas. En ese caso los rehenes deben ser liquidados de manera aterrorizante para sembrar miedo en los corazones del enemigo y sus partidarios».
En su conclusión, Polk señala que la doctrina militar de Naji puede ser descrita como una versión musulmana de la de Mao Zedong y Ho Chin Mi: el uso del terrorismo cuando es la única forma de acción posible y luego, en una etapa más avanzada del conflicto, operar desde «zonas liberadas».
Para Naji, la lucha «no tiene un carácter económico, político o social, sino que es una lucha por Alá y contra los infieles».
Polk comenta que el mundo no conoció nada parecido desde las grandes guerras religiosas de 400 años atrás. Pero cabe agregar que si bien la causa puede resultar antigua al igual que el ardiente fanatismo que inspira a sus partidarios, su capacidad para matar es trágicamente muy moderna.
(*) Sayyid Qutb, es uno de los pensadores más influyentes en el mundo islámico, nació en Musha (o Qaha), en la provincia de Asyuf, al sur de Egipto. Era el mayor de cinco hermanos, tres de los cuales, Muhammad, Amina y Hamida, siguieron los pasos de Qutb. Qutb es considerado uno de los principales teóricos del islamismo moderno. Tras vivir un tiempo en Estados Unidos para estudiar el sistema educativo de aquel país regresó a Egipto con la convicción de que la sociedad occidental estaba enferma de individualismo, y los países musulmanes correrían el mismo riesgo si se veían influenciados por occidente. Fundamentaba su visión política e ideológica en la necesidad de "limpieza" de la sociedad musulmana de cualquier influencia occidental. Además de eso, afirmaba que los regímenes musulmanes contemporáneos eran apóstatas, al aplicar las leyes seculares y laicas en lugar de la sharia, instituida por Alah. ... El 30 de agosto de 1965, Nasser acusó oficialmente a los Hermanos Musulmanes, previamente ilegalizados en 1954, de haberse reconstituido. Su líder, Sayyib Qutb, fue detenido juzgado y ejecutado por traición el 29 de agosto de 1966.
FUENTE: ISRAEL EN LÍNEA-FRIEDLER-CAOS-02/10/14
REFLEXIÓN:
Interesante artículo que explica lo que puede ser el origen de la táctica actual del Estado Islámico (ISIS). Cada caso es particular y no puede generalizarse, sirve para casos como Afganistán, Libia, Irak o Vietnam. Una potencia sola no puede imponerse y no soportará una larga lucha. Se desgastará por mucha fuerza que tenga.
La falla de estas tácticas basadas en experiencias de otras épocas y con métodos de dominación primitivos es que hoy día no son aceptables. Ni por Occidente ni por sus propias sociedades, someterán un tiempo pero finalmente todos saldrán a combatir a los invasores. Y creo que es lo que está pasando.
No se ven los desastres que los bombardeos provocan, no hay ni una foto de chicos o civiles muertos por las bombas de la Coalición que está apoyando a los kurdos de Siria para que el EI no avance. Puede que no haya muchos corresponsales de guerra en las zonas de combates, ya vemos lo que pasa con los rehenes que toman aunque sean trabajadores humanitarios. Pero da la impresión que hay consenso para que sean derrotados de cualquier manera, aún a costa de vidas civiles.
Pero lo que menos se desea es enviar tropas sobre el terreno, aunque parece que va a ser inevitable. Si todos aportan soldados su derrota va a ser a corto plazo, de lo contrario, todos pierden.
Ahora es el Estado Islámico quien está solo y ni siquiera es una potencia, esa es la diferencia. Si hubo quien lo apoyara y financiara al principio, ahora se convirtió en un Frankestein que está fuera de control. Le van a cortar el flujo de dinero y armas, no va a poder resistir. Es él quien se va a desgastar.
Se verá cómo reaccionan los estados ante este salvajismo intolerable.
ANA
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