miércoles, 30 de julio de 2008

130 - TURQUÍA Y LA DECISIÓN DE LA CORTE


TURQUÍA, UN PAÍS SECULAR EN RIESGO

Abajo hice una traducción de un artículo del Monitor donde se cuestiona la posición de la administración Bush sobre lo que puede dictaminar la corte turca acerca de prohibir al partido político AKP. El legado de Kemal Ataturk es precisamente que Turquía no debe dejar de ser secular para continuar su proceso como país democrático y progresista, lo que en su visión revolucionaria con respecto a la mujer y los avances de la modernidad de corte occidental, estaría en riesgo si dejara de serlo.

Los movimientos religiosos musulmanes son comunes a todos los países del Medio Oriente (excepto Israel) con total presencia en su vida política. Turquía es excepcional, ya que se mantiene como un país donde la religión está desligada de la política aunque la población es mayoritariamente musulmana. En este caso, el AKP es considerado el partido político más pro-occidental, aunque ha cometido algunos "errores" que han alertado a la corte y a sus fuerzas armadas que podrían convertir a Turquía, poco a poco, en un país no secular, y han reaccionado en contra de esa posibilidad planeando prohibirlo.

Me parece que nadie como quienes pertenecen a esa sociedad y conocen profundamente el tema, pueden tener una idea cabal de lo que se puede estar gestando, para saber cómo deben actuar para impedir una involución como la que sufren todos los países no seculares islámicos. No creo que Estados Unidos deba emitir opinión, apoyar o no los cambios que puedan producirse cuando es propósito de occidente ayudar a los movimientos moderados progresistas que sólo pueden modernizarse si la religión no participa en la vida política, y parecería que tanto la administración Bush como la Secretaria Rice han optado por no interferir.

La posición de la UE sería no aceptar a Turquía en su seno si se produjera esa prohibición en contra de un partido pro-occidental, pero es oportuno preguntarse cuánto tiempo seguiría siéndolo cuando su principal figura, Erdogan, declaró:



En los años 90, como alcalde de Estambul, Erdogan fue claro con su objetivo, expresando su oposición al secularismo en términos nada inciertos: "No se puede ser secular y musulmán al mismo tiempo. O se es secular, o se es musulmán. No se será ni musulmán ni secular... no es posible que una persona que dice ‘soy musulmán’ siga adelante y diga ‘también soy secular.’ ¿Y cuál es el motivo? Que Alá, el creador de los musulmanes, tiene poder y control absolutos."


Ver POST Nº 122 - TURQUÍA, AYER Y HOY - ROBERT SPENCER

Es innegable que los países que tienen una vida política separada de la religión, aunque ésta sea mayoritaria en su población, han podido desarrollarse sin impedimentos. De esto se trata cuando creemos que la religión sólo debe tener peso sobre la vida de cada individuo pero nunca sobre la sociedad en su conjunto, que necesita actuar libremente y sin ataduras religiosas. Si un solo ciudadano no pudiera actuar libremente a causa de lo que impone la religión de una mayoría, esa sociedad dejaría de ser democrática.

Me parece que los autores de este artículo no han reparado en que la democracia no es sólo el respeto por las mayorías, sino más precisamente el respeto que se debe tener por las minorías.

Post relacionados:


122 - TURQUÍA, AYER Y HOY - ROBERT SPENCER
123 - EL VELO ISLÁMICO, SÍMBOLO RELIGIOSO - DANIEL PIPES

Artículo del Christian Science Monitor

"MENSAJE PELIGROSO DE TURQUÍA AL MUNDO MUSULMÁN"

Sería un gran error que la corte prohibiera al partido más prooccidental.

By Alex Taurel and Shadi Hamid

(TRADUCCIÓN LIBRE DE ANA)

Washington - La visión del presidente Bush de un Medio Oriente democrático fue en parte una premisa de los grupos islámicos más populares de la región, reconciliándose a sí mismos en la naturaleza de dar y recibir de la democracia.


Ello daría sentido, entonces, a que la administración Bush hiciera lo que pudiera para apoyar a un partido que ha hecho tal transformación en Turquía. Pero no es así.

El Partido "Justicia y Desarrollo de Turquía" (AKP) que se amoldó como el equivalente musulmán de los Demócratas Cristianos de Europa, se ha mantenido aparte, como el partido dominante del país, haciendo una serie de reformas políticas sin precedentes.

Sin embargo, la corte constitucional de Turquía -bastión de la vieja guardia secular de línea dura- está ahora amenazando con cerrar al AKP y prohibir por cinco años en la vida política partidaria a sus figuras principales, incluyendo al Primer Ministro Recep Tayyip Erdogan y al Presidente Adullah Gul. Y la administración Bush, frente a este inminente golpe judicial, ha elegido permanecer indiferente. Las consecuencias pueden significar un retroceso para la democracia en Turquía que afectará a Medio Oriente.

La Corte constitucional dictaminará tan pronto como la próxima semana acusando al AKP de ser un "punto focal de actividades antiseculares".

La Constitución de Turquía establece al secularismo como un principio inalterable y permite a la corte prohibir a los partidos a quienes juzguen como antiseculares. Pero disolver a un partido democráticamente elegido sustentado en tales dudosos temas como intentar levantar una prohibición tan controvertida como usar el pañuelo en las universidades -lo esencial del caso en contra del AKP- no es propio de las democracias maduras para manejar los asuntos que dividen. Los jueces no deberían decidir el destino de los partidos, sino los votantes.

En realidad los votantes se congregaron en el AKP desde su fundación apartando a reformistas dentro del movimiento islámico. El partido fue elegido en el 2002 con el propósito de preservar el secularismo para perseguir vigorosamente los esfuerzos de Turquía de unirse a la Unión Europea. También negaron explícitamente ser etiquetados como islamistas.

La conducción del movimiento AKP realizó un serie de reformas democráticas que hizo que Bruselas comenzara negociaciones con Turquía. Esas reformas, junto con una economía creciente, logró que el 47 % de los turcos votara al AKP en la elección de 2007.

Ciertamente las credenciales democráticas del AKP son apenas perfectas. Ha sido extremadamente prudente en revocar ciertas restricciones a la libertad de expresión, y abruptamente levantó la prohibición del uso del velo sin iniciar antes un diálogo nacional.

Sin embargo y a pesar de sus fallas, el AKP es el partido político más democráticamente inclinado -e irónicamente el más prooccidental- en el escenario turco de hoy. Prohibirlo sería un error.

La prohibición de un partido que tiene el apoyo de la mitad de la población podría desencadenar en violencia, lo que los generales seculares podrían usar como un pretexto para una directa intervención militar. A pesar de todo, las mayores figuras de la UE han criticado el caso de cierre y advirtieron que prohibir al AKP puede dañar gravemente la candidatura de Turquía.

Inclusive es más problemático el mensaje que se enviaría al resto del mundo musulmán, sin importar los islamistas moderados, ya que ellos no serán aceptados como legítimos participantes en el proceso democrático.

En años recientes, una corriente de pensamiento en grupos islamistas a través de la región -incluyendo Egipto, Jordania y Marruecos- ha abrazado muchos de los componentes fundacionales de la vida democrática. Aunque su moderación se ha encontrado con fuerte represión gubernamental o más sutiles diseños para restringir su participación política.

Hay mucho más en riesgo que lo que inicialmente puede parecer. Si el AKP -el más moderado, pro-democrático partido"islamista" en la región, hoy- es disuelto, ello fortalecerá a aquellos islamistas que ven en la violencia y la confrontación una forma segura de influir en el poder político.

Durante el año pasado hemos hablado con un número de líderes islamistas en Egipto y Jordania que han advertido que activistas de rango han perdido la fe en un proceso democrático, y pueden ser pronto atraídos a actitudes más radicales. Una prohibición del AKP sólo haría mucho más difícil para los moderados considerar que vale la pena continuar participando en elecciones.

Aunque la Secretaria de Estado Condolezza Rice valora la agenda democrática del AKP, dijo el mes pasado: " Obviamente, no nos vamos involucrar en... la actual controversia en Turquía sobre el caso de la corte". Momentos después ella opinó, "Algunas veces cuando me preguntan cómo puede lucir la democracia en el Medio Oriente, creo que ella puede ser como en Turquía".

Es difícil decir si ella se está refiriendo a una nueva, democratizada Turquía de los últimos cinco años, o a la reaccionaria Turquía donde los jueces y los generales rechazan flagrantemente el deseo del pueblo.

El presidente Bush tiene una última oportunidad de revigorizar la causa de la democracia de Medio Oriente. Denunciando públicamente el caso de cierre, la administración señalaría que los Estados Unidos no solamente apoya la democracia turca en contra de un peligroso asalto interno, sino que también se encarga de defender a todos los actores que sufren a través de principios democráticos, en una región que desesperadamente necesita más de ellos.


"TURKEY´S DANGEROUS MESSAGE TO THE MUSLIM WORLD"

Christian Science Monitor
from the July 24, 2008 edition
Alex Taurel is a research associate at the Project on Middle East Democracy. Shadi Hamid is the director of research there and a research fellow at the American Center for Oriental Research in Amman, Jordan.

http://www.csmonitor.com/2008/0724/p09s02-coop.html

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