THE PERFECT GOVERNMENT (ESPAÑOL)
EL GOBIERNO PERFECTO
Por DANIEL GREENFIELD
(TRADUCIDO POR ANA)
La humanidad ha estado buscando al gobierno perfecto más de lo que ha estado buscando la posibilidad de transmutar al plomo en oro. Pero mientras que la transmutación puede convertir al plomo en oro, ninguna cantidad de energía en el mundo puede hacer un gobierno perfecto. Las estructuras atómicas de todos los metales son una cantidad conocida, pero los seres humanos no lo son. Y nunca pueden serlo.
El Principio de Incertidumbre de Heisenberg (1) se aplica no sólo a los electrones, sino más aún para la enredada interrelación entre el gobierno y los gobernados. Ningún sistema que gobierne sobre los hombres puede funcionar jamás a la perfección. Tampoco tuvo nunca esa intención. Pero eso no ha impedido que las ideologías y filosofías progresistas lo hayan intentado una y otra vez de generación en generación. Su objetivo es crear un gobierno perfecto, que luego puede hacer hombres perfectos.
La mayoría de tales filosofías tratan de utilizar el poder del gobierno para controlar inflexiblemente al hombre y de ese modo elevarlo al imponer su sistema sobre él. La sociedad es su bandeja de cultivo. Los ciudadanos son sus microbios. Aplique una gota aquí o allá para ver qué se desarrolla. Si el experimento norteamericano fue para su autogobierno, la mayoría de sus homólogos modernistas hicieron experimentos para un gobierno integral. Con la imposición absoluta del gobierno científico moderno para hacer mejores a sus ciudadanos.
El problema en la configuración para crear al gobierno perfecto es que exige gente perfecta, entre el gobierno y los gobernados. Se puede convertir al gobierno en una máquina, pero no se puede convertir en máquinas a las personas que lo dirigen o que viven bajo él. La mayoría de los gobiernos, incluso los malos, lo reconocen. Un tirano conoce sus límites, un progresista no. Su objetivo va más allá del poder relativo de un tirano al poder absoluto de un dios. El tirano pretende dominar a los hombres. El progresista quiere recrearlos.
El gobierno perfecto representa una idea en la etapa de su crisálida. Es más que un conjunto de oficinas, más bien es un conjunto de creencias acerca de cómo la gente debe vivir. El gobierno perfecto es un plan para hacer hombres perfectos. Es un plan que nunca tiene éxito, sin embargo, su autoridad moral deriva de ese plan.
La población de la Unión Soviética no vivió bajo el comunismo. Vivió bajo un gobierno comunista cuyo objetivo era alcanzar algún día el verdadero comunismo, momento en el que todo el sistema de autoridad ejercida por el Partido ya no sería necesaria. Los gobernantes siempre aseguraban al pueblo que el Verdadero Comunismo estaba sólo a una generación de distancia. Como un espejismo, el sistema perfecto, ya sea comunista o cualquier otro, está siempre en el horizonte. Y siempre fuera de alcance. Cuando los idealistas mueren o son enviados a los gulags, se retira hasta desaparecer para ser nada más que una justificación para mantener el poder.
El gobierno ideológico existe en beneficio del plan. Cada vez que Obama se levanta y da otro discurso por teleprompter lleno de planes de gastos grandiosos pero sin sentido, está manteniendo viva la esperanza en el plan. El flujo constante de nuevas propuestas es vital para mantener la ilusión del movimiento hacia adelante de un gobierno progresista. El Verdadero Comunismo y la hermandad del hombre es siempre un plan que está a sólo cinco años de distancia.
La estructura básica del gobierno es un conjunto de normas que rigen el comportamiento de quienes están bajo su ámbito. Para los gobiernos, lo previsible también es ideal. Si usted puede convencer a la mayoría de las personas para que se comporten de la misma forma, entonces la tarea de gobernarlos se hace mucho más fácil. Con este cambio de actitud, lo previsible se convierte en legítimo, y lo imprevisible en criminal. Las leyes ya no existen para impedir el daño a los demás sino que, como las vallas para las ovejas, mantiene a todos moviéndose en la misma dirección. Esto marca el cambio desde la representatividad a lo burocrático, del autogobierno al gobierno integral.
El autogobierno se preocupa por la propiedad, el gobierno integral por su plan. Y el plan requiere previsibilidad, que luego confunde con perfectibilidad. El ciudadano ideal se convierte en un borrego, un pequeño engranaje previsible en la vasta máquina del gobierno. Y aunque puede ser deficiente en cada capacidad, su cumplimiento con el plan lo hace parecer como el ciudadano perfecto que el gobierno perfecto está buscando. El gobierno integral le roba a su pueblo la iniciativa con el fin de mantener el plan. Pero puesto que es la gente quien debe aplicar el plan, el gobierno perfecto se convierte en una máquina tonta en la que todo el mundo sigue las órdenes y nadie es consciente de las consecuencias.
La máquina tonta del gobierno no se puede ajustar sin iniciativas, ya sea en la oficina local del DMV (Departamento de Vehículos Motorizados) o en los más altos niveles del poder en Washington DC. Y un gobierno que deliberadamente anula la iniciativa de su gente, no sólo la destruye, sino que también se destruye a sí mismo. La gente aprende a adaptarse entrando en las economías del mercado negro. Pero el gobierno no puede hacer los mismos ajustes. Y finalmente el pueblo, en la autoridad o en las calles, lo derriban. La muerte de la iniciativa estructural siempre pone la pelota en el campo de los rebeldes. Ya sea que los rebeldes sean de adentro o de afuera. Así es como el comunismo cayó.
El gobierno perfecto desea rehacer a los hombres de acuerdo con una idea. Pero la idea es siempre más efímera que el hombre. Las ideas van y vienen, la humanidad perdura. Un millar de estatuas Ozymandias (2) fueron levantadas y derribaron a numerosas y variadas ideologías. Una estatua cae, otra se levanta. Una revolución contra un estado es el preludio de uno nuevo. Ningún sistema de gobierno es inmortal. Pero eso es lo que el gobierno perfecto quiere ser. Su ambición es poner su sello imperecedero sobre el futuro. Para poner a la humanidad en un molde definitivo e inflexible.
El gobierno científico fue una de las más grandes ilusiones de la modernidad. Si el hombre no era más que otro conjunto de fenómenos biológicos, entonces a los progresistas les pareció que había muchas razones para que la ciencia debiera abarcar todo su pensamiento y obra. Desde el conductista al burócrata, la ciencia del hombre parecía inmutable. Un rico campo a la espera de ser explotado por los ejércitos de investigadores en ciencias sociales y profesores de gabinete.
Pero mientras que la ciencia hizo retroceder a la pobreza, lo logró a través de la economía de la productividad, no por medio de la sociología. Todas las medidas sociales que tenían el propósito de ocuparse de la pobreza, desde la eugenesia a la asistencia social, dejaron un feo sello en la nación. Mientras que las feas fábricas con sus negras chimeneas sacaron a una generación del oscuro abismo de la pobreza. Los intentos de perfeccionar al hombre esterilizando a los incapacitados o siendo indulgentes con ellos fallaron, el hombre no tuvo éxito jugueteando con la naturaleza humana, sino aplicando su propio ingenio en el arte de la productividad.
El gobierno perfecto ha fallado en todo momento, sin embargo perduró. Sus planes drenaron la economía pero él absorbió todas las bendiciones que la productividad trajo en cada momento. Y perduró donde no lo hizo la productividad. La productividad ofreció la promesa de un futuro mejor, pero el 'Plan' prometió un futuro perfecto. La productividad exigió responsabilidad, el "Plan" sólo una dúctil conformidad. La productividad era realista. El "Plan" no lo era. Y es lo irreal lo que atrae a la imaginación humana, más que lo real. "Esperanza y Cambio" resuena más que "trabajo duro". Una oportunidad para volver al Jardín del Edén, incluso si es la serpiente la que nos ofrece la llave.
Los gobiernos perfectos son abusivos, pero tienen un atractivo eterno. Su poder sobre la imaginación humana es tan peligroso como su desprecio y crueldad para con sus súbditos imperfectos. Un gobierno que existe para imponer la autoridad de sus gobernantes es bastante malo, pero uno que existe para imponer el cumplimiento ideológico es peor. La disparidad de poder en todas las formas de gobierno engendra corrupción y abusos, así como agranda la brecha de la realidad que impide a los gobernantes estar en contacto, en el terreno, con la situación real. Pero el gobierno ideológico aumenta dramáticamente la brecha de la realidad y la disparidad de poder, y rápidamente se vuelve más corruptamente abusivo de lo que será cualquier gobierno común.
Es más fácil oprimir en el nombre de una idea que en el nombre de un hombre, porque no se reconoce el acompañamiento de la crueldad. Una vez que la idea ha sido definida como el bien absoluto de la humanidad, entonces ningún acto aunque sea cruel y despiadado lo parecerá. Así, una compañía privada de seguros que le niega la cobertura de seguro a un paciente moribundo se percibe como un comportamiento monstruoso, mientras que un sistema de seguro de salud del gobierno que haga lo mismo estará actuando por el bien de todos. Esta es la moral colectivista, la creencia de que la moralidad o inmoralidad de un acto se define por el hecho de que está ubicada en la escala móvil del bien colectivo o en el individuo egoísta. Y la moral colectivista es el principio moral del gobierno progresista. Para comprometer los derechos de los individuos por las necesidades de la mayoría.
La única ley que el gobierno perfecto reconoce es su propio plan. Matará por el plan. Y desconocerá a cualquier institución o poder que sea un obstáculo para el plan. Arruinará economías, matará a millones e ignorará la realidad en la prosecución de su plan. Los peores crímenes parecerán ser virtudes y el más feo de los actos de sus seguidores brillará como el oro. No será consistente con ninguna idea o principio, sino con la perpetuación del plan. Bailará con el diablo una noche, y construirá una escalera al cielo en la siguiente. Su noble ambición hará que su cinismo parezca idealismo. No tendrá lealtades o fidelidades a nada sino al espejismo del plan que brilla sobre las arenas del lejano desierto.
El gobierno perfecto es la plantación. Su idealismo se expresa como la reglamentación. Su plan es darle con el látigo sobre sus espaldas hasta que ellos troten a través de la puerta correcta y fuera del laberinto del progreso, lo que les llevará finalmente al plan. Cuan menos seguras estén las autoridades sobre el plan, más usarán el látigo.
La imperfecta humanidad es la enemiga del perfecto gobierno. Ella es para él la ruina y la inspiración. Obstruye todos sus planes y su gran plan, en el que los hombres tratan de superar el carácter colectivo de la humanidad, cuando ellos invariablemente no han superado siquiera su propia naturaleza. La veneración al líder y el culto de la personalidad asociados con el gobierno perfecto crean la ilusión de que los dirigentes ya se han perfeccionado. Que debemos permitir que sean nuestros guías, porque ya han alcanzado un estado superior del ser. Pero el halo en sus cabezas no es más que un truco de la luz. Son los avatares de una religión secular, que pone su fe en su propio poder para rehacer la humanidad con las riendas del gobierno. Pero los hombres no pueden ser rehechos, aunque de manera imperfecta, ellos se rehacen a sí mismos.
(1) El principio de incertidumbre de Heisenberg, también conocido como la “relación de indeterminación”, afirma la imposibilidad de realizar la medición precisa de la posición y del momento lineal (cantidad de movimientos) de una partícula al mismo tiempo. Esto produce que las partículas, en su movimiento, no tienen una trayectoria definida. Heisenberg presentó su modelo atómico, negándose a describir al átomo como un compuesto de partículas y ondas, ya que pensaba que cualquier intento de describir al átomo de dicha manera fracasaría. El prefería hacer referencia a los niveles de energía o a las órbitas de los electrones, usando términos numéricos, utilizando lo que llamó “mecánica de matriz”.
(2) Ozymandias fue otro de los nombres con los que se llamó a Ramsés el Grande...
FUENTE: SULTAN KNISH-THE PERFECT GOVERNMENT-09/02/11
COMENTARIO:
En esta etapa donde la gente común puede expresarse a través de los medios de muchas formas, sorprende comprobar que hay un desconocimiento de la situación real en cada tema que toma estado público. No es sólo el hombre de la calle, que entendemos puede tener opiniones sin mayor conocimiento del tema que está en los medios, sino también los famosos que por serlo tienen más prensa e influyen sobre la mayoría. También los intelectuales forman opinión, y que por serlo creemos que sus declaraciones tienen más validez. ¿Qué es lo que tienen en común que unos influyen sobre los otros? Lo que surge a la vista es el deseo de que las cosas sean como todos desearíamos que fueran, en lugar de analizarlas como realidades posibles en lugar de ser simples espejismos que se corresponden con nuestros deseos.
Todos ellos se unen en lo que hoy llamamos "los progresistas". Hasta hay una justicia "garantista", que no sabemos a qué se opone. La justicia se basa en la ley escrita e interpretada en su espíritu, no debería ni siquiera existir la expresión "garantista", porque todos los jueces deben garantizar la misma justicia para todos. Este es el caso extremo del "progresismo" que vemos en todos los niveles de la sociedad.
Con frecuencia vemos la facilidad con que la sociedad se pone del lado del "perdedor", como si la culpa de su situación fuera de los otros y no producto de su propia cultura o idiosincrasia. Pero la progresía rápidamente encuentra los argumentos para justificarlo y condenar al supuesto culpable. Esto se ha vuelto tan común que ni siquiera nos damos cuenta que hay países que en la misma situación de esos mismos "perdedores" están arrancando a fuerza de esfuerzo y buena administración. Pero la progresía no lo ve y opta por el camino más fácil, culpar a los poderosos. No hay conciencia de que si existe uno que puede pagar también hay otro que está dispuesto a venderse, y aquí es donde está el verdadero problema.
En lugar de encarar al problema desde adentro se ataca al de afuera y así aparecen "los salvadores de la patria", los que nos venden la idea que tienen la fórmula perfecta para sacar al pueblo de la pobreza. Se quedan décadas en el poder sin que los acompañe el éxito, pero reciben todo el apoyo de la progresía que cree más en sus palabras que en sus logros. Los países son pobres no porque les falte algo "especial" que tienen los más ricos, lo son porque se enfocan más en la charla sobre el enemigo externo que en el enemigo interno.
No vale dar ejemplos porque hay muchos, cada país debe encontrar su propio camino que empieza por la elevación de su mayor riqueza, su gente, la educación, el esfuerzo cotidiano y el amor a su país. No es razonable creer que Japón, Suiza o Israel, han sido bendecidos por la naturaleza. Más bien pensemos que ellos supieron amasar su destino con la harina que tenían y lograron ser exitosos.
Sin embargo, nada atrae más que las promesas de un mundo perfecto, el de las ideas y las utopías que nunca se cumplirán, en lugar de hacer el pan en casa, con nuestra propia receta, sin echarle la culpa a nadie. No creo que las ideologías hayan muerto, existirán siempre, como las religiones, sólo que las religiones son inmutables y las ideologías cambian y se entremezclan según convenga.
Nada mejor para erradicar la pobreza y la desigualdad que elegir a los mejores administradores de lo que cada país tiene, sobre todo si somos capaces de no escuchar el discurso de los mesiánicos.
ANA
Estos dictadorzuelos de izquierda o de derecha creen que sus aviones les sirven para atornillarse en el poder;
ResponderEliminarTe hago una pregunta ¿será que E.E.U.U está promoviendo las protestas en Libia y demás países?
Saludos y te sigo.
Hola Anónimo:
ResponderEliminarPrimero contesto tu pregunta: No, en mi opinión no las está promoviendo EE.UU, pero tampoco supo cómo ayudar a evitarlas. No es democracia lo que debe exportar sino hacer negocios decentes con socios también decentes.
Segundo: Esos pueblos de diferentes países no han actuado coordinadamente, de hecho las protestas fueron una después de otra, el famoso efecto dominó. Si hubiera habido coordinación se podía pensar en una conspiración, pero no se dio así.
Tercero: Los dictadores árabes no supieron manejar la ira de sus pueblos víctimas de la hecatombe económica mundial que los privó más de lo que podían soportar. Siria evitó las protestas porque es un régimen tan duro que la gente no se animó a salir a las calles, también leí que ha manejado mejor la situación económica. Jordania fue más inteligente y atajó las protestas con algunas medidas ANTES de que se produjeran.
Cuarto: Los egipcios se rebelaron no porque no tuvieran libertad, eso lo reclamaron los jóvenes intelectuales, pero ¿qué porcentaje representan? No el suficiente como para que la gente saliera en masa a arriesgar su vida. Salieron porque la debacle económica no les permitió comer, sus gobernantes los apretaron más de lo aceptable.
Quinto: No estamos ante un futuro de democracia y libertad en el mundo árabe, ese fue el grave error de EE.UU, que en lugar de hacer una evaluación REALISTA de la situación, tratando de evitar este desastre instando a los dictadores a cambiar el rumbo suave y pacíficamente, directamente apoyó a la gente, lo que ayudó a que ambas partes tuvieran un enfrentamiento sangriento.
Sexto: Esto no es positivo para el mundo árabe, veremos con el tiempo que sólo han cambiado de dictadores, como bien decís de derecha o de izquierda, laicos o religiosos, pero no habrá democracia. Ningún país árabe goza de ella, el gobierno del pueblo es consecuencia de la implementación de leyes modernas que por ahora no son parte de la cultura árabe. Todavía se comportan como tribus y la sharía que tratan de imponer es incompatible con la democracia.
Séptimo: Nada de esto sorprende demasiado, EE.UU. nunca tuvo una política exterior racional y decente aunque tiene a su favor que siempre pone el cuerpo cuando las cosas se ponen mal; Europa esconde la cabeza como el avestruz, pero ambos han hecho sus negocios sosteniendo a dictadores que mantienen a sus pueblos en la ignorancia y la pobreza. Para los árabes la culpa es de Occidente, no están en capacidad de darse cuenta que son esclavos de sus propios líderes, no de Occidente. Esto se traduce en un odio que Obama, haga lo que haga. no podrá cambiar. Ni con declaraciones, ni haciendo reverencias, ni traicionando a un aliado como Mubarak. Lo único que consiguió es quizá perder a Arabia Saudita como aliada y ayudar a poner a la Hermandad Musulmana en el poder en Egipto, lo que augura guerras en las que Estados Unidos no podrá quedar al margen.
¿Es esto diferente a lo que ha estado haciendo EE.UU. a lo largo de su historia con respecto a su política exterior? Vietnam, Corea, Irak, Afganistán, Gaza, Líbano son ejemplos. EE.UU. puede ganar las guerras porque es más fuerte pero no sabe cómo terminarlas ni cómo estabilizar al país donde ha intervenido. Mucho menos con Obama, quien cree en las buenas intenciones. El mundo árabe odia a Occidente mucho más de lo que odia a sus dirigentes, eso no tiene remedio. Esto no ha sido positivo para nadie, los enfrentamientos y la guerra pueden y deben ser evitados, la vida es sagrada y no somos reemplazables.
Muchos saludos, gracias por el "te sigo".
Apreciada Ana, tiene tanto valor tu respuesta como la propia entrada. Es un verdadero lujo el poderte leer.
ResponderEliminarIojanan, me alegra muchísimo que lo veas así porque es mucho más fácil sólo responder qué opino, pero cuando uno explica tiene sustento lo que se dice, aunque sea un poco largo. ¡Gracias! Un abrazo.
ResponderEliminarPerdoname por la insistencia,
ResponderEliminar1-¿Me podrías dar el enlace, de cómo Siria ha mejorado su situación económica?
2- No entiendo cómo un tipo tan despiadado como Gadafi entrara a ser aliado de los Estados Unidos en el gobierno de Bush. ¿ Crees que la OTAN no vacilará en invadir Libia?
De nuevo saludos y Gracias.
1) Encontrarás la información que buscás sobre Siria y su economía aquí: http://www.elpais.com/especial/revueltas-en-el-mundo-arabe/siria/. Me pareció importante destacar esta diferencia entre Siria y el resto porque creo que la gente común, en MASA, sale a la calle por hambre, no por libertad, estos son una minoría. Quizá por eso lo que se anunció en Siria no se produjo, es posible que las declaraciones de Asad, que mejoró la situación de su pueblo sea verdad, si hubieran estado desesperados habrían salido, como lo están haciendo en Libia aunque los maten. Porque de cualquier manera se mueren.
ResponderEliminarPor otra parte, verás en la foto la fuerte prevención que hubo, además, para más información de por qué no hubo grandes protestas debés remontarte a la masacre de Hama: http://www.enciclopediaespana.com/Masacre_de_Hama.html realizada por el padre del actual presidente. La información es que masacraron a 10.000 personas y algunos dicen que llegaron a ser 20.000. Eso todavía debe estar fresco en la memoria de la gente. Entiendo que este gobierno y su elite es alawita pero el pueblo es suní, ambas variantes del islam. La religión tiene mucho peso en los países árabes y no resuelven sus diferencias con diálogo, no conviven, se enfrentan. la lucha es muy antigua y continúa.
2) Kadafi no tuvo más remedio que hacer buena letra después de haber sido atacado y de habérsele impuesto sanciones durante 15 años. Pero no fue aliado de EE.UU, aunque tuvo una buena relación con Berlusconi en Europa y con Chávez en Latinoamérica. No es raro, un excéntrico se puede entender con sus iguales. Kadafi no se transformó, sólo tuvo que modificar su conducta para sobrevivir.
Los tiempos han cambiado y mucho. EE.UU. e Inglaterra lo atacaron porque lo consideraron un país terrorista y, entre otros atentados, autor del atentado en Alemania. Hoy las cosas son diferentes, es imposible invadir a cada país terrorista (menos con Obama) porque hay unos cuantos, hoy se trata de apaciguarlos. Quizá sostengan a un títere porque el petróleo de Libia es vital para Europa, pero no creo que se atrevan a invadirlo. Supongo que se encontrará alguna forma de parar esto sin que sea necesario enviar soldados, y si lo hacen, sólo será para parar esta matanza, pero nada más. Las invasiones no resultaron en el pasado y no resultarán en el futuro. Libia es un país distinto de organización tribal, lo bueno sería que surgiera un líder que fuera aceptado por todos, ojalá.
Creo que estamos presenciando cambios muy importantes, sintéticamente te diría que hay dos mundos que no pueden interrelacionarse normalmente, nos son sólo distintos, son opuestos, y me parece que cuando esto se llegue a comprender cabalmente las relaciones entre estos dos mundos serán más adecuadas porque serán más realistas, Lo que estamos presenciando es como tratar de juntar el agua y el aceite, vulgarmente dicho. Y se está empezando a entender.
Para que yo te siga, por favor, dejáme un nombre, el que más te guste :))) Saludos.