SIRIA: LA VULNERABILIDAD DE BASHAR ASSAD (MAPAS)
Crecen las protestas en Siria
Por JONATHAN SPYER
Las manifestaciones estallaron el fin de semana pasado en la sureña ciudad siria de Deraa.
Decenas de personas fueron asesinadas cuando las fuerzas de seguridad sirias trataron de acabar con las protestas.
Quienes participaron en los multitudinarios funerales exigieron "Libertad y el fin de la corrupción"', y reclamaron que Estados Unidos, Francia y las organizaciones internacionales de derechos humanos condenen la violencia del régimen sirio contra la población civil.
Las fuerzas de seguridad trataron de dispersar la protesta con gas lacrimógeno. Aviones de la Fuerza Aérea siria sobrevolaban la ciudad mientras los manifestantes quemaban neumáticos. Fuentes de la oposición informaron que balas de ametralladora fueron disparadas contra los manifestantes.
Los sitios web de la oposición han publicado el nombre de los muertos en Deraa: Mahmoud al-Jawabra, Ayash Wissam, Hussam Abd al-Wali y Ayham al-Hariri. Un video amateur que muestra el asesinato de al-Jawabra está circulando en la red.
La ciudad de Deraa ha sido declarada zona militar cerrada. Los informes sugieren una enorme presencia de las fuerzas de seguridad. Un destacado sitio web de la oposición informa de decenas de heridos y de, al menos, otra víctima mortal.
Al mismo tiempo, las autoridades sirias están tratando, con cierta torpeza, de aplacar a los manifestantes. El régimen ha designado a tal efecto una "comisión investigadora".
Las autoridades presentan una versión ridícula de los hechos, según la cual los que murieron el viernes no cayeron a manos de las fuerzas gubernamentales, sino que fueron asesinados por provocadores que se habían disfrazado de agentes de seguridad sirios.
Deraa, una ciudad pobre en la región de Haurán junto a la frontera con Jordania, ha sido testigo de las protestas más importantes. Sin embargo, las manifestaciones han tenido lugar también en Homs, Damasco y sus alrededores, Der el Zor, la ciudad kurda de Qamishli, Banias y Alepo. Las autoridades han sido tomadas totalmente de sorpresa por la reacción popular.
El presidente Bashar Assad, líder de uno de los regímenes más represivos del mundo, había dicho con satisfacción, hace algunas semanas, que Siria no se vería afectada por los disturbios que sacuden al mundo árabe porque las políticas del régimen están en total sintonía con el sentimiento popular.
Esta afirmación ha sido desmentida. Sin embargo, esto no quiere decir que la desaparición del régimen sirio sea inminente. Tampoco significa que los sentimientos de muchos de los manifestantes difieren de las del régimen en ciertos temas importantes, en particular con respecto a Israel y Occidente.
Como ilustran los eventos en Deraa, el régimen sirio está previsiblemente dispuesto a emplear la fuerza extrema contra su propio pueblo incluyendo balas de fuego contra los manifestantes.
Esto no es un signo de fortaleza del régimen, sino más bien, paradójicamente, de su vulnerabilidad.
En Egipto y Túnez, elementos del régimen fueron capaces de entrar en un cierto diálogo con los manifestantes. Figuras impopulares del régimen fueron reemplazadas; mientras que el Ejército pasó a supervisar el proceso de reformas.
En Siria en cambio, el régimen tiene menos espacio para maniobrar. La dictadura de la familia Assad puede contar, con cierto grado de confianza, únicamente con el apoyo de sus correligionarios alawis, alrededor del 12 por ciento de la población. El régimen se mantiene en control no a través de la búsqueda de legitimidad, sino a través de la imposición del miedo.
Siria es un aliado de Irán -no de Estados Unidos- y por lo tanto tiene menos razones para estar preocupada por la posibilidad de que su patrón se disguste por el uso excesivo de la fuerza. Por lo tanto, la perspectiva de que este régimen emplee medidas extremas -si las protestas continúan y se propagan- es muy real.
El régimen de Assad ha buscado, desde hace mucho tiempo, justificarse ante los ojos de su gente al presentarse a sí mismo como el opositor más acérrimo de Israel.
Una narrativa alternativa, sin embargo, se refiere a los Hermanos Musulmanes sirios y a otros opositores sunitas del régimen.
Esta versión se ha evidenciado entre los manifestantes. Según el reporte de una protesta que tuvo lugar cerca de la ciudad de Kuneitra, en las Alturas del Golán, se escucharon a manifestantes refiriéndose al presidente Assad como "un traidor que cuida la frontera de Israel". No sólo eso, un orador anónimo alegó que los Servicios de Seguridad sirios son apoyados por Israel.
Estos sentimientos están en consonancia con la caracterización que hacen los Hermanos Musulmanes del régimen, como "el principal protector de Israel". De acuerdo con este punto de vista, el mantenimiento de la calma de Assad en los Altos del Golán es un signo de sumisión a Israel.
Incluso, algunos opositores sunitas amplían esta perspectiva, al sur del Líbano, donde afirman que el movimiento chiíta Hizbollah también protege a Israel al prevenir que los jihadistas sunnitas ataquen a Israel.
Esta lógica, si se puede denominar como tal, demuestra que es poco probable que Israel sea capaz de mantenerse al margen de "la conversación" si se extiende la protesta en Siria. También indica que es poco probable que una Siria post Assad -en el caso de que el régimen sea obligado a abandonar el escenario- sea más favorable a Israel.
Ya hay notables indicios de que los islamistas sunitas intentan tomar el liderazgo de las protestas en Siria. Las protestas en Banías fueron lideradas por un clérigo sunita, como lo demuestran los vídeos que circularon.
Líderes islamistas exiliados, como el jeque Issam al-Attar, han convocado a escalar las manifestaciones. Así que las protestas parece que van a continuar.
La oposición cree que Assad está aterrorizado. Atrapado por las luces de los reflectores.
El dictador sirio, que demostró durante el último lustro no ser menos cruel y astuto que su padre, tratará de disipar esta sensación en los próximos días.
FUENTE: AURORA-SPYER-SIRIA-ASSAD-26/03/11
COMENTARIO:
No hay mejor alianza entre contrarios que tener un enemigo común, en este caso, Israel. Se ve en este mapa que lo mejor es enseñar a ignorarlo, es inexistente, así desaparece en este mapa y reaparecerá cuando sea necesario usarlo como un enemigo de todos. Nada mejor para cohesionar al pueblo árabe a favor de un gobierno que declararse enemigo de Israel y, si la oposición quiere atacarlo, acusarlo de colaborar con Israel.
Si los regímenes árabes no fueran dictaduras no hubiera sido posible este reguero de revueltas, una detrás de otra, con gente dispuesta a morir para derrocar a quienes los han sojuzgado durante décadas. Ni hablar de lo que ha ocurrido con una minoría importante como los chiíes; reitero este mapa de la Distribución de los Musulmanes porque es útil para comprender que en el caso de Siria, el gobierno no representa a las dos grandes sectas: chiíes y suníes, sino que son alawitas, una secta mucho mas pequeña que con un mínimo porcentaje domina a las otras dos.
¿Cómo pudo ser posible a menos que fuera una dictadura que se impuso por la fuerza durante mucho tiempo? Es oportuno recordar la masacre de Hama en 1982, donde el padre del actual gobernante ordenó al ejército sirio bombardear la ciudad de Hama para aplastar una revuelta de los Hermanos Musulmanes (suníes).
No hay una cifra precisa de muertos, entre 17.000 y 40.000 (es increíble la desinformación para dar esta cifras) y gran parte de la ciudad fue destruida. Esto explica el terror por el que grandes mayorías pudieron ser dominadas. Un régimen que es capaz de hacer eso con sus gobernados no hace fácil que la gente vuelva a rebelarse.
La lucha entre suníes y chiíes sigue siendo un escollo permanente en el mundo árabe para que haya algún tipo de paz. Lo concreto es que todo ejército se nutre de su pueblo, es decir, tarde o temprano también en el ejército habrá muchos que pertenezcan a cualquiera de esas sectas sojuzgadas y nadie sabe cuándo no responderán a este gobierno y tomarán partido por su propia gente. Cuando eso ocurra seguramente la historia volverá a repetirse, el más fuerte dominará al más débil, y la venganza estará a la orden del día.
Por ahora, la democracia y la cultura del acuerdo y de la paz entre árabes y con Israel seguirá siendo una utopía en Medio Oriente, lamentablemente.
ANA
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