lunes, 19 de julio de 2010

628 - GREENFIELD - LA INMIGRACIÓN INACEPTABLE


THE WAY OF THE CUCKOO (ESPAÑOL)

EL MÉTODO DEL CUCO (CUCLILLO)

Por DANIEL GREENFIELD


THE SULTAN KNISH BLOG

(TRADUCCIÓN LIBRE DE ANA)


El cuco común tiene una estrategia reproductiva muy simple. Pone sus huevos en los nidos de otros pájaros, los que luego expulsan a los pichones de su propia especie. En su lugar, el pájaro cría al joven cuco como si fuera propio. El nombre para este tipo de comportamiento es parasitismo de crianza. Un nombre con el que deberíamos estar muy familiarizados pues nuestra sociedad ha sido víctima de él.

Tomen el caso de Arizona. O de tantos otros estados de Norteamérica que están yendo a la quiebra al tratar de cubrir la asistencia sanitaria y los servicios de extranjeros ilegales y de otros miembros que son la base del partido demócrata. Entonces piense en la pequeña ave que además trata de alimentar a los jóvenes en masa de otra especie que ya han asesinado a sus propios hijos. O considere a Europa, donde los huevos del cuco del mundo musulmán son incubados con todos los beneficios de un sistema socialista pagados por la misma generación más directamente victimizada por ellos.

Este es el Método del Cuco. Es el método del mundo musulmán, cuya estratificación social y fuerte corrupción lleva a las sociedades a un escaso margen de progreso, aún cuando su población sigue en auge gracias a la medicina occidental y a la religión islámica. El mundo musulmán exporta esa población a occidente donde los contribuyentes financian su reproducción y crían a sus jóvenes. Sólo para obtener que esos mismos jóvenes los asesinen. Y al igual que las víctimas del cuco, en lugar de aprender nuestra lección, sólo seguimos repitiendo el proceso una y otra vez.

Ya sea México, cuya economía se basa en el dinero enviado a casa por los extranjeros ilegales que trabajan en empleos en Estados Unidos; o Europa, donde los cucos musulmanes van a la cama escuchando la música discordante de los predicadores islamistas; o Israel, donde los descendientes de trabajadores inmigrantes de Egipto y Siria, atraídos por la prosperidad repentina post-PGM bajo los británicos, son pagados por el gobierno israelí para tener más hijos aún cuando cantan "Muerte a Israel", el problema del cuco se puede ver en cualquier parte del mundo civilizado.

El cuco tiene éxito porque su traición se aprovecha de los instintos nutritivos de otras aves. Del mismo modo los cucos humanos tienen éxito mediante la explotación de nuestros propios sentimientos altruistas y enriquecedores. Y esto nos impide romper el ciclo. El canto de sirena de la inmigración sigue siendo un profundo atractivo para los socialistas cuyos modelos económicos sólo pueden equilibrarse por un superávit de nuevos trabajadores para reemplazar a una base imponible envejecida, los que han llegado a considerar los derechos del socialismo como un derecho fundamental. Y por supuesto, derrocar el orden social ha sido siempre un bono político para la izquierda, que cultiva a los extranjeros como un arma contra los autóctonos. Pero nada de esto podría tener éxito sin la aceptación del público. Sin los millones de personas dispuestas a ser convencidas que criar los huevos del cuco es su más alto deber moral.

Para ello, como los pájaros cuyos nidos son víctimas de los huevos del cuco, ellos deben actuar sobre los instintos humanos naturales. Y la herramienta liberal para esto siempre ha sido la promoción de un altruismo sin fronteras no recíproco, que usted debe conocer por su nombre comercial más popular de "Piensa Globalmente, Actúa Localmente". Promover el altruismo dentro de una sociedad, por supuesto, es muy diferente a promover el altruismo sin límites. Dentro de una sociedad, el altruismo sirve como un pegamento social que crea un vínculo entre la gente. El altruismo desalienta la excesiva monopolización de la riqueza por los ricos y alienta a la gente a verse como hermanos y hermanas. Sin embargo, cuando una nación lo aplica a nivel mundial, en particular hacia un mundo que no está dispuesto a comportarse recíprocamente, ello destruirá a esa nación. Lo que se obtiene es el Método del Cuco, que toma pero no da nada en cambio.

El liberalismo promueve el altruismo porque es una herramienta útil contra la clase alta, y porque es hostil a la monopolización del dinero, pero no del poder. Esto permite a la izquierda, al alentar la redistribución de la riqueza, monopolizar el poder. Pero el dinero es simplemente poder para emplear la energía. No es el dinero el que está en la raíz de todo mal, sino el poder. Específicamente el poder sobre los demás. Sin embargo, mientras que la izquierda defiende la redistribución de la riqueza, lo hace mediante la aplicación de la centralización del poder. El resultado natural de esto es revertir los logros sociales y políticos conseguidos a través de la elevación de una clase media mercantil, mientras crea un nuevo feudalismo basado en el control económico, en el lugar de la religión y el derecho divino de los reyes. Y qué mejor aporte para un nuevo feudalismo que importar a la población de países cuya gente tienen vidas tan limitadas y atrasadas como las de cualquier despotismo feudal.

Esto nos lleva a la perversión de la inmigración. El famoso poema de Emma Lazarus inscrito en el pedestal de la Estatua de la Libertad se utiliza comúnmente para la veneración de la inmigración. Pero esto se hace sin prestarle mucha atención a las palabras reales.


"Una poderosa mujer con una antorcha cuya llama
Es el relámpago aprisionado, y su nombre
Madre de los Desterrados."

"¡Guardaos las tierras antiguas, vuestra pompa legendaria!" grita ella.
Con mudos labios. "Dadme a vuestros cansados, vuestros pobres,
Vuestras masas hacinadas que anhelan respirar en libertad

La frase clave aquí es "que anhelan respirar en libertad." La inmigración sólo funciona cuando la gente que inmigra lo hace para obtener por ese medio la libertad. No cuando quieren seguir viviendo como lo hacían antes. Entonces simplemente son un ejército demográfico conquistador, pues en vez de participar en un sistema abierto, tratarán de cerrarlo para incorporar su propia cultura y expectativas.

Ese es otra vez el problema del cuco. La inmigración enriqueció a Norteamérica solamente cuando los que venían querían una sociedad en la que podrían tener más oportunidades y progreso que los que podían disfrutar en su anterior sociedad. Cuando la gente que llega sólo quiere un gobierno que cubre todas sus necesidades e impide a cualquiera criticar sus creencias, entonces no está anhelando respirar en libertad. Cuando, además, quieren derribar la sociedad que existe y reemplazarla con su propio idioma, religión y valores, entonces están actuando como los huevos del cuco. Y el resultado final de la incubación de los huevos del cuco es la muerte de la especie original.

La inmigración es el proceso mediante el cual se colocan los huevos en el nido de otro país. Si los pichones de los huevos nuevos pueden coexistir y cooperar con los anteriores, entonces la nación se perpetuará. Por otro lado, si tratan de matar a los pichones de las especies existentes y luego dominar el nido, entonces la inmigración se convierte en parasitismo de crianza. Lo que si no se controla destruirá a la especie original.

Esa es la crisis a la que gran parte del mundo civilizado se enfrenta hoy cuando su población está siendo sustituida por cucos, sobre cuyos huevos sus propios sistemas sociales se han sentado, calentándolos e incubándolos. Una falsa sensación de altruismo sirve como un instinto inapropiado que condena a estos países, inclusive cuando los cínicos políticos de izquierda explotan a los huevos del cuco para tener una base electoral a corto plazo y como solución a los déficits del socialismo, cuando en el largo plazo aún quedan los
ríos de sangre de Enoch Powell.

Los pájaros que desean sobrevivir ahuyentan a los cucos antes de que puedan poner sus huevos en sus nidos. Y si no, lanzan a esos huevos antes de su eclosión. Si ellos fallan en hacer esto, entonces sus especies tendrán que dar paso a los cucos.

FUENTE:
SULTAN KNISH-THE WAY OF THE CUCKOO-11/07/10


COMENTARIO:

Una imagen apropiada para esclarecer un problema que está aquejando al mundo y que nos hace reflexionar. Porque creo que la diversidad enriquece y pocas actitudes son más despreciables que la discriminación con el diferente. Las sociedades han avanzado sobre este tema y debemos ser categóricos, la inmigración es bienvenida cuando el individuo se adapta a la sociedad que lo recibe, no cuando impone su cultura y nos obliga a respetar sus leyes. Este es el punto que traza una línea clara entre lo que es beneficioso o pernicioso. Y no es tan difícil darse cuenta cuándo una cultura excede lo aceptable.

Si es tan rígida en sus países de origen que no respetan otras culturas es porque así de cerrada será cuando se instala en otros países.

Si se las acepta como son, sin exigir su adaptación a la cultura que las acoge subsistirán los problemas que hay en sus propios países. Una joven que se adapta a la sociedad occidental y no usa el burka, el velo, confraterniza con jóvenes no musulmanes y vive como sus pares, puede ser asesinada por sus propios padres, eso son los crímenes de honor, incomprensibles para una sociedad civilizada. De la misma forma, si un empleado no puede manipular cerdo o alcohol y no es apto para determinado trabajo que se lo exige, el empleador puede ser enjuiciado por discriminación si no lo contrata, cuando en realidad se trata de que no sirve para ese trabajo. En los países nórdicos las jóvenes no musulmanas son violadas por musulmanes porque las consideran prostitutas, simplemente porque no visten como sus mujeres.

Entonces la asimilación al país que los acoge es imprescindible para que no haya conflicto de culturas. Para eso es necesario tener en claro qué es discriminación y qué se debe hacer para que haya una sola ley que ampara y obliga a todos los miembros de una sociedad. Ante la ley todos somos iguales, es imposible que se pretenda ser aceptado cuando las consecuencias de esas diferencias implican un ataque a la convivencia y al respeto de la ley vigente en un país.

Cuando se equivoca el camino -como lo hizo occidente- se vuelve atrás y se empieza otro, para eso están las leyes, para ir corrigiendo un rumbo equivocado.

ANA

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