DEFENSE SECRETARY, LEON PANETTA, MISREADS THE MID-EAST (EN ESPAÑOL)
EL SECRETARIO DE DEFENSA, LEON PANETTA, MALINTERPRETA EL MEDIO ORIENTE
Por YORAM ETTINGER
(TRADUCIDO POR ANA)
El secretario de Defensa, Leon Panetta, ha desempeñado un papel clave en la interpretación errónea de Medio Oriente por parte de la CIA y el Pentágono. La grave falta de comprensión de Panetta sobre Medio Oriente y su simplista visión del mundo se refleja en su discurso del 2 de diciembre de 2011 en el Instituto Brookings en Washington, DC.Panetta fue miembro del Grupo de Estudio de Irak en el 2006, que recomendó que Irán y Siria debían ser cooptados en un esfuerzo para estabilizar a Irak. Él no estaba familiarizado con un básica obviedad de Medio Oriente: Irán y Siria han sido los archi-enemigos históricos de Irak, así como dos de los regímenes terroristas más despiadados y anti-Estados Unidos, en el mundo.
Al reunir su experiencia como ex Presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara, Jefe del Estado Mayor de la Casa Blanca de Clinton y miembro de la junta directiva de la Bolsa de Nueva York, Panetta ha elogiado la "Revolución Tecnológica de la Juventud" en la calle árabe. Él percibe erróneamente la erupción de la lava política islámica, que consume y desestabiliza a regímenes árabes relativamente pro-occidentales, como un "despertar árabe" y una "Marcha de la Democracia".
Panetta apoyó la decisión de 2009 de cortejar a la (entonces) ilegal Hermandad Musulmana, que era anti-Mubarak, anti-Estados Unidos, subversiva y de supremacía islámica. Apoyó la decisión de invitar a sus líderes al discurso de Obama en la Universidad de El Cairo el 4 de junio de 2009, que fue percibida por los egipcios como el abandono de Mubarak por parte de EE.UU, un recordatorio del abandono del presidente Carter al Shah de Irán.
En 2010, perpetuó el legado del Grupo de Estudio sobre Irak de apaciguar a Assad, considerando el retorno del embajador de EE.UU. a Damasco -después de cinco años de ausencia- como un compromiso loable con Bashar Assad, quien era percibido como un líder constructivo potencial por el gobierno de Obama.
El reproche a Israel del 2 de diciembre 2011 por el Secretario Panetta -"vengan a sentarse a la maldita mesa"- fue un síntoma del estado mental del Grupo de Estudio sobre Irak. Este Grupo creyó en la centralidad de la cuestión palestina en la política de Medio Oriente, así como en la posibilidad de moldear las actitudes árabes hacia los EE.UU. Por lo tanto, Panetta y sus colegas suponen que una resolución sobre el problema palestino impulsada por los norteamericanos sería una panacea clave para los conflictos regionales, mejorando los sentimientos árabes hacia EE.UU.
Nada impresionado por las turbulencias en cada país árabe desconectadas del problema palestino, Panetta todavía cree en la centralidad palestina y en el vínculo de la negociación entre Israel-palestinos, por un lado y los acontecimientos sísmicos que amenazan la supervivencia de los regímenes árabes pro-EE.UU, independientemente de la cuestión palestina o de la existencia de Israel.
Sin inmutarse por la media vuelta anti-occidental de la política de Ankara y el esperado cambio de 180 grados en la alineación de El Cairo en los asuntos regionales y globales, Panetta insta a Israel a mejorar sus relaciones con Turquía, Egipto y Jordania, como un paso importante hacia la estabilidad regional. Sostiene que existe un sólido terreno estratégico común a favor de EE.UU. entre Israel y Turquía, que se ha designado a sí misma como líder del mundo musulmán, Egipto, que tiende hacia una dictadura de la Hermandad Musulmana, y Jordania, quien colaboró en la invasión de Saddam Hussein a Kuwait en 1990.
El Secretario Panetta advierte a Israel de su aislamiento en el Medio Oriente, sin darse cuenta del espléndido aislamiento de Israel que lo diferencia, en una región cada vez más anti-estadounidense, de los traicioneros, poco confiables e inestables. Contrariamente a la observación de Panetta, el aislamiento de Israel de la calle árabe ha sido su insignia de honor, destacando sus valores judeo-cristianos compartidos con EE.UU. El aislamiento de Israel en una región impulsada por el odio lo ha convertido en un aliado incondicional único de Estados Unidos, democrático, de valor agregado, proporcionando a EE.UU. tecnologías de vanguardia comerciales y de defensa, una inteligencia valiosa y una alianza inquebrantable.
La visión simplista sobre Medio Oriente del Secretario Panetta erosiona la postura de disuasión de EE.UU. Su reproche a Israel provoca que los árabes radicalicen aún más sus demandas, políticas y el terrorismo, para no ser desbordados por EE.UU. desde el lado de los halcones. Esto no los trae a "la maldita mesa" sino que los aleja de ella.
FUENTE: ETTINGER-DEFENSE SECRETARY-05/12/11
Yoram Ettinger "Israel Hayom" Newsletter, 05 de diciembre, 2011
COMENTARIO:
Cuando leemos los antecedentes de Panetta -bastante indicativos de la formación de su personalidad política e intereses- nos preguntamos cómo Obama elige a sus asesores, si es porque son capaces y conocen el tema para el que fueron asignados o si es porque representan el pensamiento por el que fueron elegidos. Es interesante observar la mirada de Obama a Panetta en la foto, cada cual tendrá una interpretación personal, a mi me da la impresión de concentración en lo que dice y de total respaldo. Este hombre tenía mucha experiencia en distintos cargos, sin embargo, falló en la base, no conocía la idiosincrasia ni las obviedades de los que habitan la región. Así como lo expresa Ettinger en este artículo.
Entonces todas sus teorías se derrumban, porque pretender que se formen alianzas entre quienes han sido enemigos desde siempre conduce al fracaso. ¡Como esperar que Siria e Irán fueran a colaborar para que el retiro de EE.UU. de Irak fuera menos traumático!
No se entienden dentro de sus países -lo estamos viendo todos los días- como para entenderse con el de afuera. Sus presuntas "alianzas" duran lo que un suspiro, las pruebas están a la vista, Hamás se va de Siria cuando prevé que va a caer el régimen de Assad, entonces Irán lo amenaza con negarle asistencia militar. Estados Unidos se retirará de Irak sin que sus vecinos hayan podido colaborar para dejar un estado viable, favorable a EE.UU. -que es lo que pretende Panetta- en paz y con proyección de futuro. En cuanto Estados Unidos se vaya -esto es una forma de decir porque quedan más de 60.000 "asesores", vestidos de civil- se seguirán disputando el poder como siempre ha sido, entre suníes, chiíes, fundamentalistas religiosos y los menos sectarios.
Las armas de destrucción masiva nunca fueron encontradas, se dice que las pasaron a Siria antes que cayera Saddam Hussein, aunque ya las había usado para gasear a los kurdos, todo es posible, pero la excusa para intervenir no dejó nada mejor que lo que había. Al día de hoy se siguen matando constantemente. Ninguno de estos dictadores ha sido democrático, ni respetaron los derechos humanos, pero los que vendrán tampoco lo serán por la simple razón que es pedir lo que estos pueblos y sus gobiernos no están en condiciones de dar. Mientras la mujer, el 50% de su población, siga siendo maltratada, no es posible hablar de democracia ni derechos humanos, por ahí se empieza.
Estados Unidos tampoco van a obtener muchos beneficios económicos, le va a costar muchísimo proteger a la gente que trabaja en las grandes compañías con fuertes inversiones en la región. Es cierto, lo pagarán los irakíes en dinero y hombres bomba que matan a propios y extraños, pero Estados Unidos lo pagará en gastos militares y en soldados, el pueblo estadounidense reclamará cada vez que reciban a sus hijos en bolsas negras.
Pero lo peor de todo este cachivache es exigirle a Israel que obtenga una paz que sus vecinos no quieren, es mezclar manzanas con naranjas, no tiene nada que ver lo que necesitan israelíes y palestinos, una paz en construcción, con las estupideces que comete Estados Unidos en su política exterior. Y no va a arreglar la situación sencillamente porque el diagnóstico es equivocado.
Cuando los que tienen experiencia pero también profundo conocimiento de la región, con la máxima objetividad posible y en constante evolución, en lugar de aplicar recetas previas extremadamente subjetivas, haciéndose cargo cada cual de sus errores, entonces podrán encontrarse las políticas correctas. De lo contrario no podrán evitar el permanente fracaso.
ANA
Cuando leemos los antecedentes de Panetta -bastante indicativos de la formación de su personalidad política e intereses- nos preguntamos cómo Obama elige a sus asesores, si es porque son capaces y conocen el tema para el que fueron asignados o si es porque representan el pensamiento por el que fueron elegidos. Es interesante observar la mirada de Obama a Panetta en la foto, cada cual tendrá una interpretación personal, a mi me da la impresión de concentración en lo que dice y de total respaldo. Este hombre tenía mucha experiencia en distintos cargos, sin embargo, falló en la base, no conocía la idiosincrasia ni las obviedades de los que habitan la región. Así como lo expresa Ettinger en este artículo.
Entonces todas sus teorías se derrumban, porque pretender que se formen alianzas entre quienes han sido enemigos desde siempre conduce al fracaso. ¡Como esperar que Siria e Irán fueran a colaborar para que el retiro de EE.UU. de Irak fuera menos traumático!
No se entienden dentro de sus países -lo estamos viendo todos los días- como para entenderse con el de afuera. Sus presuntas "alianzas" duran lo que un suspiro, las pruebas están a la vista, Hamás se va de Siria cuando prevé que va a caer el régimen de Assad, entonces Irán lo amenaza con negarle asistencia militar. Estados Unidos se retirará de Irak sin que sus vecinos hayan podido colaborar para dejar un estado viable, favorable a EE.UU. -que es lo que pretende Panetta- en paz y con proyección de futuro. En cuanto Estados Unidos se vaya -esto es una forma de decir porque quedan más de 60.000 "asesores", vestidos de civil- se seguirán disputando el poder como siempre ha sido, entre suníes, chiíes, fundamentalistas religiosos y los menos sectarios.
Las armas de destrucción masiva nunca fueron encontradas, se dice que las pasaron a Siria antes que cayera Saddam Hussein, aunque ya las había usado para gasear a los kurdos, todo es posible, pero la excusa para intervenir no dejó nada mejor que lo que había. Al día de hoy se siguen matando constantemente. Ninguno de estos dictadores ha sido democrático, ni respetaron los derechos humanos, pero los que vendrán tampoco lo serán por la simple razón que es pedir lo que estos pueblos y sus gobiernos no están en condiciones de dar. Mientras la mujer, el 50% de su población, siga siendo maltratada, no es posible hablar de democracia ni derechos humanos, por ahí se empieza.
Estados Unidos tampoco van a obtener muchos beneficios económicos, le va a costar muchísimo proteger a la gente que trabaja en las grandes compañías con fuertes inversiones en la región. Es cierto, lo pagarán los irakíes en dinero y hombres bomba que matan a propios y extraños, pero Estados Unidos lo pagará en gastos militares y en soldados, el pueblo estadounidense reclamará cada vez que reciban a sus hijos en bolsas negras.
Pero lo peor de todo este cachivache es exigirle a Israel que obtenga una paz que sus vecinos no quieren, es mezclar manzanas con naranjas, no tiene nada que ver lo que necesitan israelíes y palestinos, una paz en construcción, con las estupideces que comete Estados Unidos en su política exterior. Y no va a arreglar la situación sencillamente porque el diagnóstico es equivocado.
Cuando los que tienen experiencia pero también profundo conocimiento de la región, con la máxima objetividad posible y en constante evolución, en lugar de aplicar recetas previas extremadamente subjetivas, haciéndose cargo cada cual de sus errores, entonces podrán encontrarse las políticas correctas. De lo contrario no podrán evitar el permanente fracaso.
ANA
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