Nuevos testimonios recogidos por la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) confirman que fueron los traficantes de personas los que hundieron a propósito la embarcación en la que viajaban más de 500 inmigrantes que intentaban llegar desesperadamente a territorio europeo.
Según cuatro nuevos testimonios que se unen a otros dos recogidos anteriormente, los traficantes -todos de nacionalidad egipcia y palestina, según corroboraron todos los testigos- y que viajaban en una embarcación distinta, quisieron obligar a los inmigrantes a cambiar de la embarcación en la que viajaban a otra más precaria.
Cuando los inmigrantes rehusaron, los responsables del tráfico ilícito de personas amenazaron a los pasajeros con que los devolverían a Egipto si no abordaban el barco más pequeño, pero, según relataron los sobrevivientes a la OIM, los inmigrantes insistieron y dijeron que preferían regresar en vez de abordar el buque más pequeño.
Los diez traficantes comenzaron a tirar palos contra los inmigrantes y a intentar obligarles a saltar al mar.
Ante la negativa de la mayoría de ellos, los traficantes embistieron con su embarcación contra la de los inmigrantes, la perforaron y esperaron hasta que se hundió.
"Después de embestir nuestro barco esperaron hasta estar seguros de que se había hundido completamente antes de abandonar el lugar; se estaban riendo", narró uno de los sobrevivientes a la OIM.
"Cuando el barco recibió el primer golpe, uno de los pasajeros se suicidó; se ahorcó por la desesperación", agregó el testigo.
Los cuatro sobrevivientes, entre ellos mujeres, incluían a dos palestinos, un egipcio y un sirio.
Los dos sobrevivientes palestinos que la OIM pudo entrevistar durante el fin de semana en Creta explicaron que "el viaje comenzó" cuando se acercaron esperanzados a una supuesta "agencia de viajes" en Gaza que hizo los arreglos para su viaje a Italia.
El coste del viaje para cada inmigrante era de 2.000 dólares, pagados por adelantado.
Los sobrevivientes revelaron que habían recibido subsidios para reconstruir sus viviendas y que utilizaron esos fondos para pagarles a los traficantes.
Los inmigrantes fueron asesorados por una "agencia de viajes" para que se dirigieran a un sitio específico en Egipto a fin de continuar su viaje por barco.
De acuerdo con sus declaraciones, llegaron por separado a la cita en Egipto, donde cuatro autobuses los esperaban para llevarlos al puerto de Damietta, cerca de Alejandría.
Según cálculos de los sobrevivientes, había hasta 100 personas en cada autobús.
En el puerto abordaron un barco de unos 15 a 18 metros de eslora, que ya tenía inmigrantes a bordo.
"Cuando llegamos al puerto para embarcar parecía que el barco ya estaba medio lleno", aseguró el testigo.
El capitán contó a los inmigrantes congregados y, sin incluir a menores de 10 años, contabilizó a entre 400 y 450 personas.
A partir de este testimonio, la OIM considera que a bordo podrían haber estado unos 100 niños que se perdieron en el mar.
Según el testimonio de los testigos, viajaron en el mar durante cuatro días y tuvieron que cambiarse tres veces a buques más pequeños.
Los sobrevivientes declararon que las personas que estaban en la cubierta inferior se quedaron atrapadas y se ahogaron de inmediato. Además, presenciaron cómo las personas que fueron lanzadas al mar se aferraban unas a otras para tratar de permanecer con vida.
"Los demás nos agarramos de los brazos y formamos un círculo para no perder a nadie", relató un sobreviviente a la OIM en Creta.
Varios lograron mantenerse a flote hasta durante tres días.
Pero el tercer día el clima cambió; vientos fuertes y olas barrieron el área y las personas comenzaron a desaparecer bajo el agua, concluye la OIM. EFE
FUENTE: EFE/AURORA-INMIGRANTES-18/09/14
REFLEXIÓN:
Una cifra no nos dice casi nada, pero cuando decimos 500 veces una PERSONA, la información se vuelve más real, y espanta.
El tráfico de personas es un negocio internacional, muchos viven de eso, pero no creo que las autoridades puedan ignorarlo como para decidirse a actuar e impedirlo. Por lo que relatan los sobrevivientes y que recoge la agencia EFE -Aurora sólo la divulga, no es una noticia tendenciosa- nos dice que la maldad no tiene techo, siempre habrá algo más espeluznante que las barbaridades anteriores que hemos conocido. No es la primera vez que estas embarcaciones naufragan. Pero nunca se supo que las hundieran a propósito para hacer al negocio más redituable cuando intentaron pasar a la gente a una embarcación más pequeña.
Emplear el dinero recibido para emprender un viaje extremadamente peligroso nos dice que esas personas sentían que no tenían futuro en Gaza -las que venían de allí- el resto no sabemos si eran egipcios o de dónde provenían. Pero nos permite pensar que todas debían ser de países árabes y ansiaban tener un futuro mejor en la civilizada Europa.
No fue fácil escapar a los planes de estos despiadados individuos, para ellos sus "clientes" eran menos que personas y reírse de sus desesperados esfuerzos para sobrevivir hace imposible catalogarlos como seres humanos, más bien nos recuerdan a las hienas.
La pregunta que es razonable hacernos es: si los náufragos escapaban de sus países porque creyeron que no tenían en su futuro más que desesperación y guerra perpetua ¿por qué intentan los que llegan a destino imponer esa cultura bárbara -de la que huyeron- en Europa, en lugar de integrarse para no volver a ella en el futuro?
Nunca es fácil la vida de la primera generación de inmigrantes, todos se dedican a trabajar para que sus hijos tengan oportunidades que ellos no tuvieron. ¿Cómo se entiende que sus hijos quieran recrear las costumbres y cultura de las que sus padres huyeron? No encuentro una respuesta razonable.
ANA
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario