domingo, 16 de septiembre de 2012

1081 - RELIGIÓN Y CULTURA



ENTRE CULPABLES E INOCENTES

Por MOSHÉ ROZÉN

Provocación cinematográfica y desbordes.

La exagerada reacción en el mundo islamista ante "Inocencia de los Musulmanes", un film burdo y de muy poca monta que insulta en forma desmedida a Mahoma, merece una reflexión que arroje luz en torno a la espesura del Islam. El autor rechaza la absurda generalización que atribuye a árabes y mahometanos la adscripción al odio y el terror, al tiempo que advierte que las protestas multitudinarias también pueden derivar en un nivel de conflictividad descomunal.

La ira del islam fundamentalista -supuestamente originada por la panfletaria película "Inocencia de los Musulmanes"- registró inusitados desbordes en los países árabes. En Libia, la protesta culminó en un violento asalto al consulado norteamericano y el asesinato del embajador y otros funcionarios.

En Egipto, los partidarios del islam sunita-salafista ocuparon la plaza cairota Tajrir, mientras que los "Cascos Azules" de la ONU, en el límite entre el país del Nilo y la Franja de Gaza, dominada por Hamas, fueron agredidos por ser "exponentes de la cultura occidental, productora del film contra Mahoma".

En Jerusalén y Tel Aviv también se anotaron manifestaciones de grupos árabes musulmanes, pero no alcanzaron los virulentos ribetes de la hostilidad antiestadounidense de los países vecinos.

Tal como lo hicimos en oportunidades anteriores, al recibir los reportes de agencias de prensa que difunden ataques y atentados por parte de sectores islámicos integristas, es importante en esta circunstancia, que podamos diferenciar y no generalizar. En el mundo hay más de mil quinientos millones de creyentes musulmanes. Es absurdo señalar al conjunto de la grey islámica como adscripta al odio, la furia y el terror.

Dentro del mayoritario sector sunita hay siete u ocho corrientes que se disputan la máxima fidelidad al legado de Mahoma.

El bloque menor, shiíta, también está fragmentado en múltiples subgrupos, cuando parte de los mismos tienen su sostén básico en países que no pertenecen étnicamente al mundo árabe, como lo es la República Islámica de Irán.

Las variantes fundamentalistas y beligerantes tienen notoria presencia en todas las ramas del credo musulmán, pero eso no les otorga representatividad como pretenden Hezbolá, Talibán y Hamás, o como sostienen los detractores radicales del islam que desean pintar a todos los árabes y a todos los musulmanes como una única "tribu", expansionista y agresiva.

La masiva protesta contra la grotesca provocación cinematográfica se extiende en estos días a costas alejadas de la órbita mediterránea. La sombría atmósfera del medioevo parece cubrir el planeta, pero esta vez -a diferencia de las películas- no se desenfundan lanzas o espadas: la chispa puede envolver a Medio Oriente y al resto del mundo en un apocalíptico torbellino de fuego y destrucción.


FUENTE:
NUEVA SIÓN-ROZÉN-CULPABLES-16/09/12

REFLEXIÓN:

Cuaquier generalización es injusta, esto no debe discutirse. Las primeras víctimas del islam integrista son los mismos musulmanes que no apoyan esa expresión del islam pero que, siéndolo, son castigados con la muerte si quisieran cambiar de religión.

Podemos comparar al islam con el cristianismo en la etapa de la Inquisición, la diferencia es que esa versión del cristianismo fue superada y en el islam esta forma de imponer una religión se ha intensificado.

No es posible que por temor al islam se tenga consideraciones que otras religiones no exigen. Ellas aceptan críticas, burlas e irrespetuosidades sin poner bombas ni matar gente. Permitir esos excesos en la reacción por parte de los musulmanes no ayuda a superar su belicosidad contra el resto de las religiones y, mucho menos, protege a los pacíficos musulmanes que viven la religión como cualquier otra pero no comparten la ideología de muerte al infiel, apóstata o ateo.

El islam es la más nueva de las religiones abrahámicas -de origen árabe- sin embargo, se ha extendido por todo el mundo de manera llamativa. Y si nos preguntamos por qué, es por su forma de adoctrinamiento, sea por la palabra o por la fuerza. Lo pueden decir claramente los coptos de Egipto, son doce millones que sufren acoso por parte de una población musulmana numéricamente mayor, pero que llegaron a la región después de los cristianos. Lo que les hacen a los coptos es inenarrable. Este es el más claro ejemplo de cómo hacen adeptos. No hay judíos en muchos países árabes y si los hay son ciudadanos de cuarta. Esto no se puede minimizar, es una cultura retrógrada e intolerante, todos no lo son, por supuesto, pero es lo que impera en los países musulmanes.

Un caso ejemplificador es Indonesia, un país
no árabe cuya población es más del 87% de religión islámica, el país de mayor población musulmana en el mundo. Como bien dice Rozen, en esta etapa de la historia, si un régimen fanático pudiera apretar el botón nuclear sería una catástrofe para la humanidad. Es deber apoyar al creyente religioso y también lo es combatir al integrista. Sin dudar y sin concesiones que le permitan seguir avanzando sobre los suyos y el resto de -según ellos- los infieles.

Flaco favor se le hace a quienes quieren vivir esa religión en paz si no se les ofrece resistencia a los fanáticos. Lo peor que puede pasar es que se generalice la islamofobia, tan en boga en estos días. Sin embargo, hay algo que debe alertarnos, en su cultura la mujer es maltratada, ese es un indicio que no se trata sólo de religión, sino de costumbres y de una cultura primitiva. Para que esa enorme población avance hacia el respeto de los derechos humanos debe modificar algo tan sustancial como el trato igualitario de sus ciudadanos.

Si eso no ocurre, significa que la brecha entre musulmanes y una sociedad más civilizada sigue siendo un escollo para la convivencia. Los derechos humanos son para todos, también para las musulmanas.

ANA


ACTUALIZACIÓN - 17/09/12 - RASMUSSEN REPORTS


72% Put Freedom of Speech Ahead of Not Offending Other Cultures


EL 72% DE LOS VOTANTES NORTEAMERICANOS PONEN LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN POR DELANTE DE NO OFENDER A OTRAS CULTURAS.

Esta reveladora encuesta demuestra el espíritu de una nación, aún cuando eso implique que sus organismos, embajadas, consulados y simples ciudadanos norteamericanos, dentro y fuera del país, pueden ser objeto de represalias, como se está viendo en estos días. Después de haber sufrido un ataque como el de las torres y tantos otros en todas partes del mundo, para ellos la libertad de expresión está por encima de cualquier amenaza o terrorismo. El mundo debería imitarlos y expresar lo que desee sin miedo a los que se ofenden por alguna estupidez.

Cuando el terrorismo amenaza a cualquiera que lo haya enfrentado no se refugia en Europa ni en ninguna otra parte más que en Estados Unidos. Su gobierno debería corresponder a sus ciudadanos con la misma valentía que ellos demuestran al responder a esta encuesta.

ANA

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