miércoles, 1 de octubre de 2008

160 - UN ANÁLISIS LIBERAL DE LA CRISIS ACTUAL


LOS REPUBLICANOS A LA IZQUIERDA Y LOS DEMÓCRATAS A LA DERECHA

La crisis fue provocada por intervenciones gubernamentales y rescates anteriores.

Por Ivan Eland


En el mundo del revés de Washington, a fin de combatir lo que se ha dado en llamar "la crisis financiera más crítica desde la Gran Depresión", los republicanos se han vuelto socialistas y los demócratas están defendiendo el corporativismo del dictador de derechas italiano Benito Mussolini.

En un hecho sin precedentes en la historia de los EE.UU., la administración Bush ha nacionalizado empresas -de seguros y de garantías hipotecarias- que nada tienen que ver con la guerra que el país está librando. Durante la Primera Guerra Mundial, el presidente Woodrow Wilson hizo que el gobierno confiscara y manejase los ferrocarriles en virtud de que eran considerados vitales para la producción de material bélico para las tropas. Fueron regresados a manos privadas en 1920, dos años después de finalizada la guerra. El Congreso también le otorgó a Wilson la autoridad para confiscar y operar otras plantas industriales durante la guerra, pero le quitó estas facultades cuando el conflicto concluyó.

Durante la Segunda Guerra Mundial, FDR declaró un estado de emergencia y confiscó fábricas que se encontraban amenazadas por huelgas. El Congreso ratificó estas incautaciones al sancionar la Ley de los Conflictos Laborales de Guerra, que permitía al presidente apropiarse por la fuerza de las plantas industriales y utilizarlas para producir material bélico. La Corporación Financiera para la Reconstrucción de la era de la depresión fue ampliada, en un despliegue de socialismo de guerra, de modo tal que el gobierno pudiese proporcionar elementos considerados claves para el esfuerzo bélico, por ejemplo, la distribución de petróleo y la producción de caucho.

En 1945 y 1946, bajo su explícita autoridad de tiempos de guerra como comandante en jefe, Harry Truman confiscó los ferrocarriles y las minas de carbón e hizo que el gobierno las manejase. En 1952, después de que su autoridad de tiempos de guerra había expirado, Truman intentó mediante una orden ejecutiva, bajo lo que denominaba su "poder inherente" como comandante en jefe (al cual George W. Bush ha incluso recurrido más ampliamente), incautar y operar las acerías durante una huelga. Sostuvo que lo estaba haciendo para evitar una parálisis de la economía nacional y utilizó la justificación de que los soldados en la Guerra de Corea precisaban armas y municiones. La Corte Suprema, sin embargo, derogó la orden ejecutiva de Truman, afirmando que carecía de fundamento en la Constitución o estatuto alguno. De ese modo, la Corte Suprema esencialmente falló que el presidente era el comandante en jefe de las fuerzas armadas, pero no de la nación.

Pese a no encontrarnos constitucionalmente en guerra -dado que la declaración de guerra exigida no fue obtenida- Bush podría sostener que las empresas que nacionalizó eran críticas para el esfuerzo bélico. Por supuesto, todos se reirían ante la idea de que las hipotecas inmobiliarias tuviesen algo que ver con la guerras en Irak y Afganistán. Incluso si lo tuviesen, Wilson y FDR tenían, o las consiguieron más tarde, autoridad parlamentaria para sus acciones de tiempos de guerra. Bush de manera unilateral e inconstitucional socializó estas empresas sin ninguna buena razón.

Además de socializar a la compañía de seguros AIG y a las de garantías hipotecarias Freddie Mac y Fannie Mae, Bush ha rescatado al banco de inversión Bear Stearns, mientras que de forma inconsistente dejó que el banco de inversión Lehman Brothers se hundiera. Esto rememora el favoritismo de Teddy Roosevelt de una empresa por sobre otra en la lucha contra los monopolios.

Finalmente, Bush propuso originalmente otorgarle al Secretario del Tesoro facultades sin precedentes, con poco contralor, para utilizar unos colosales 700 mil millones de dólares de los contribuyentes a fin de adquirir la deuda mala de las instituciones financieras. Cuando se le preguntó como llegó la administración a la cifra de $700 mil millones, un funcionario anónimo de la administración admitió que no tenían ningún análisis detrás de ese número, sino que tan solo deseaban que fuese grande como una señal al mercado (presumiblemente que la caballería federal iba en camino con un cheque de bienestar masivo para Wall Street). Esto recuerda la ausencia de análisis de FDR y Lyndon Jonson antes de arrogarle dinero a la Gran Depresión y a la pobreza durante los años 60, respectivamente, solo para mostrar que estaban "haciendo algo" respecto de los problemas.

A pesar de que al presidente le agrada Bush compararse con Ronald Reagan, su presidencia se compara más cercanamente con la de los anteriores jefes del ejecutivo demócratas durante épocas de guerra. Tal como lo señalamos arriba, su socialismo podría ser incluso peor que el de Woodrow Wilson y FDR debido a que no tiene nada que ver con las guerras que está librando. Además, ha incrementado el gasto interno más que cualquier presidente desde Lyndon Johnson durante la era de Vietnam. Pero, ¿qué podíamos esperar de un Partido Republicano que -al margen de toda su grandiosa retórica de un "gobierno pequeño"- fue originalmente creado como un partido del gobierno grande y, en toda sus historia, ha defendido un gobierno más reducido solamente durante las administraciones de Warren Harding y Calvin Coolidge?

Mientras tanto, al criticar el plan de rescate de Bush e insistir en que los contribuyentes tengan la propiedad de las compañías fallidas a efectos de obtener una ganancia si es que éstas se recuperan, los demócratas, pretendiendo ser de "izquierdas", han adoptado el corporativismo del dictador italiano Benito Mussolini. Dicha "cooperación" y entrecruzamiento público/privado fue originalmente adoptado por la administración de Woodrow Wilson durante la Primera Guerra Mundial y fue la base para la Ley de Recuperación de la Industria Nacional -la pieza central original del New Deal de FDR- la cual fue declarada inconstitucional por la Corte Suprema.

Ni el socialismo republicano ni el corporativismo demócrata son la respuesta a la actual "crisis" financiera. El mantra convencional de los candidatos presidenciales demócrata y republicano es que este problema fue causado por una industria financiera que se encontraba regulada de manera insuficiente. En verdad, la crisis fue provocada por intervenciones gubernamentales y rescates anteriores, por ejemplo, el feriado bancario y la creación de la Corporación Federal de Seguros de Depósitos durante el New Deal de FDR y el masivo rescate del padre de Bush de los bancos de ahorro y prestamos hacia finales de los años 80 y comienzos de los 90. Si el sector financiero es visto como demasiado importante como para tener dificultades o si instituciones financieras en particular son consideradas "demasiado grandes como para caer", se dedicarán a practicas temerarias que terminarán en una "crisis", llevando así a exigencias en favor de aún más acción gubernamental para enmendar los problemas que causó la intervención gubernamental anterior.

Esta espiral descendente debe ser rota. A las instituciones financieras debe permitírsele quebrar, y al mercado debe permitírsele regresar al equilibrio. Dichos fracasos bien podrían inducir una recesión, pero tal como lo descubrió Herbert Hoover, arrogar más crédito a un mercado con exceso de crédito solamente empeora la inevitable caída económica. Esperemos que los malos efectos de este masivo rescate financiero no lleguen a tanto.


FUENTE: DIARIO EXTERIOR - 01/10/08
http://www.eldiarioexterior.com/noticia.asp?idarticulo=22722
Fuente: The Independent Institute



COMENTARIO:

Me pregunto qué es el liberalismo puro, si existe o si alguna vez existió. Porque si permitir que esta crisis ocurriera, sin ningún control por parte de los representantes del pueblo, es decir, el gobierno elegido para administrar el estado, es liberalismo puro, ya estamos viendo los resultados. Me parece, desde mi desconocimiento sobre las leyes que rigen la economía, que no controlar a quienes tienen tanto poder como para arrastrar a la gente que ignora qué están haciendo con su dinero, inevitablemente va a producir este desastre.

Entiendo que un sistema democrático va desarrollando muchas armas para proteger los intereses del pueblo, como las leyes antimonopólicas, para citar una aunque hay muchas. Para eso se vota a quienes deben vigilar qué se está pergeñando a costa de los incautos. ¿O es que la gente común debe saber de economía?

Los que tienen el poder del dinero para vender su propaganda pueden presentar planes cuyos resultados son desconocidos, pero que si fracasan serán pagados por el estado, o sea, la gente, ¿no deben ser monitoreados por nuestros representantes?

Es como dejar a un jabalí suelto en un jardín de infantes. Y no lo entiendo.

¿No hay castigos? ¿Se quedarán con el dinero del trabajador que confió en ellos y en sus representantes? ¿No hay responsables y/o culpables?

Decir, como al principio de esta nota que "La crisis fue provocada por intervenciones gubernamentales y rescates anteriores." y al final: "Esperemos que los malos efectos de este masivo rescate financiero no lleguen a tanto.", y pensar que las fuerzas del mercado lo arreglarán todo me suena demasiado riesgoso, sobre todo cuando dice: "esperemos"...

ANA



LA ULTIMA RISA (VIDEO) (THE LAST LAUGH)

http://www.dailymotion.com/relevance/search/the%2Blast%2Blaugh/video/x684wa_the-last-laugh-george-parr-subprime_fun

FUENTE: http://www.dailymotion.com/ar

De este mismo autor, un artículo que recomiendo y que puede tener relación con la crisis actual. Muy interesante, a la luz del paso del tiempo.

Diez razones para no atacar Irak
Por Ivan Eland
FUENTE: CATO INSTITUTE - 08/10/2002

3 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo contigo Ana. El liberalismo salvaje y sin control, el que dice que "todo lo arreglara el mercado", lo unico que hace es destruir pueblos, economias y paises, ademas de provocar pobreza y miseria, beneficiando solo a una elite reducida. El capitalismo no debe ser una jungla donde sobrevive el mas fuerte ni el gobierno debe ser un mero instrumento policial que el mercado utiliza para defender sus intereses egoistas. El gobierno justamente tiene la OBLIGACION de intervenir en la economia, colocar limitaciones al mercado y ocuparse del bienestar social de todos por ser un instrumento en manos del pueblo para beneficiar al pueblo. Por eso el liberalismo economico es una de las practicas que repudio, porque ademas ya mostro su fracaso en America Latina, como demostro su fracaso el Fascismo y el Comunismo a nivel mundial (aunque estos dos ultimos sistemas, que constituyen el otro extremo, es decir el intervencionismo fundamentalista, a diferencia del liberalismo, se caracterizaron por ser ademas enemigos de la democracia liberal que por supuesto defiendo). Es posible un capitalismo popular, humanitario, justo y beneficioso para la mayoria del pueblo? yo creo que si, pero siempre y cuando sea el Estado, es decir, los representantes del pueblo, los que lo controlen y NO el mercado. Siempre y cuando sea una economia proteccionista y de bienestar social como caracteriza a los paises desarrollados y de primer mundo. Porque hay veces en que la libertad oprime y la ley libera.

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  2. Andrés:

    No pudiste decirlo mejor, y estoy totalmente de acuerdo, me encantó leer lo que yo pienso. Ivan Eland es un analista al que leo regularmente, es inteligente y me gusta porque es diferente, sus enfoques son originales y dice lo que nadie se atreve, puede estar contra la corriente y aporta un pensamiento personal. En este caso él analiza el problema con la ideología de un liberal puro, que me parece es bastante anárquica. ¿Si no es aceptable la anarquía política cómo puede haber anarquía en economía? Claro que alguien debe controlar lo que se hace si eso es peligroso y potencialmente dañino, para eso elegimos a quien mejor nos representa y sabe lo necesario para protegernos y trabajar por nosotros. Precisamente esto es la democracia, elegir a los mejores y no ser víctimas de las locuras de los iluminados. Esto que está pasando YA FUE, ocurrió y no puede ser cambiado, ahora hay que enfrentarlo de la mejor forma posible, pero si no se hace algo lógico, inteligente, que proteja a la ciudadanía, puede haber una hecatombe económica. Para eso está el estado y no lo contrario, que desaparezca cuando más se lo necesita. Creo que se necesita un piloto de tormentas, ¿lo tenemos?

    Un abrazo.

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  3. Andres,

    Estoy 100% de acuerdo.

    Solo tengo una pregunta: Que modelo economico resulto en America Latina?

    Saludos

    Haim

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