CLÉRIGO SAUDÍ CRITICA DURAMENTE A IRÁN
"No quiero apuñalarlos por la espalda con su comportamiento irracional", declaró Mohsen al-Awaji en Al-Dalil TV .
"No quiero apuñalarlos por la espalda con su comportamiento irracional", declaró Mohsen al-Awaji en Al-Dalil TV .
Lo siguiente son extractos de una entrevista con el clérigo saudí Mohsen Al-Awaji, que fue presentada en Al-Dalil TV el 8 de abril, 2011:
Mohsen Al-Awaji:.. "Los árabes chiítas... Odio tener que utilizar términos como ´chiítas´ y ´sunitas´, pero es Irán que me obliga a hacerlo. Me reuní con iraníes en varias conferencias. A veces, he intentado adoptar una postura moderada -que no viene sin un precio- y contiene algunas de sus provocaciones, pero ellos siguen una y otra vez. Era como si estuvieran tratando de vengarse de nosotros. Incluso los moderados entre ellos [el jefe de la Unión de Académicos Musulmanes] Jeque Al-Qaradhawi, uno de los gigantes de la nación islámica, fue a Qom a cumplir con sus líderes, pero al final se dio cuenta de que se trataba de una venganza y triunfo.
"Los iraníes saben muy bien que en los tiempos pre-islámicos, los árabes los derrotaron en la Batalla de Dhi Qar. Ellos saben muy bien que después del advenimiento del Islam, los árabes derrotaron a los persas en Al-Qadisiya y en otros lugares. Saben que cuando se rebelaron contra el Califa otomano Selim I, distrayéndolo de las conquistas islámicas, éste les enseñó una lección en la famosa batalla de Chaldiran. Ellos lo saben muy bien.
[...]
"Me gustaría advertirle a los hermanos en Irán que nuestras posturas moderadas y nuestro intento de evitar el extremismo, así como también la oposición que mostramos a muchas de las acciones de nuestros gobiernos, no debe interpretarse como la voluntad de ir en contra de nuestros principios. Absolutamente que no.
[...]
"Si Irán le presenta al mundo su identidad persa Safavid, éste no debe criticar a los árabes por haberse adherido a su identidad árabe. Yo vivo en un hogar árabe, en un país árabe y es natural para mí defender mi hogar antes de defender el hogar de mi vecino.
[...]
"Apoyé a Irán cuando sufrió de injusticia en el sur de Líbano. Digo ´Irán´ porque no hay por qué andar revolviendo el avispero... Cuando Irán sufrió de injusticia en el sur de Líbano, yo lo apoyé. Cuando Occidente amenazó con bombardear el proyecto nuclear de Irán, que -de acuerdo a éste- es para fines pacíficos, lo apoyé yendo en contra de Occidente. Le volví la espalda a la política de mi propio gobierno. Adopté esta postura debido a que el interés general prevalece sobre los intereses personales. No quiero que Irán nos apuñale por la espalda con tal comportamiento irracional". [...]
Mohsen Al-Awaji:.. "Los árabes chiítas... Odio tener que utilizar términos como ´chiítas´ y ´sunitas´, pero es Irán que me obliga a hacerlo. Me reuní con iraníes en varias conferencias. A veces, he intentado adoptar una postura moderada -que no viene sin un precio- y contiene algunas de sus provocaciones, pero ellos siguen una y otra vez. Era como si estuvieran tratando de vengarse de nosotros. Incluso los moderados entre ellos [el jefe de la Unión de Académicos Musulmanes] Jeque Al-Qaradhawi, uno de los gigantes de la nación islámica, fue a Qom a cumplir con sus líderes, pero al final se dio cuenta de que se trataba de una venganza y triunfo.
"Los iraníes saben muy bien que en los tiempos pre-islámicos, los árabes los derrotaron en la Batalla de Dhi Qar. Ellos saben muy bien que después del advenimiento del Islam, los árabes derrotaron a los persas en Al-Qadisiya y en otros lugares. Saben que cuando se rebelaron contra el Califa otomano Selim I, distrayéndolo de las conquistas islámicas, éste les enseñó una lección en la famosa batalla de Chaldiran. Ellos lo saben muy bien.
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"Me gustaría advertirle a los hermanos en Irán que nuestras posturas moderadas y nuestro intento de evitar el extremismo, así como también la oposición que mostramos a muchas de las acciones de nuestros gobiernos, no debe interpretarse como la voluntad de ir en contra de nuestros principios. Absolutamente que no.
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"Si Irán le presenta al mundo su identidad persa Safavid, éste no debe criticar a los árabes por haberse adherido a su identidad árabe. Yo vivo en un hogar árabe, en un país árabe y es natural para mí defender mi hogar antes de defender el hogar de mi vecino.
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"Apoyé a Irán cuando sufrió de injusticia en el sur de Líbano. Digo ´Irán´ porque no hay por qué andar revolviendo el avispero... Cuando Irán sufrió de injusticia en el sur de Líbano, yo lo apoyé. Cuando Occidente amenazó con bombardear el proyecto nuclear de Irán, que -de acuerdo a éste- es para fines pacíficos, lo apoyé yendo en contra de Occidente. Le volví la espalda a la política de mi propio gobierno. Adopté esta postura debido a que el interés general prevalece sobre los intereses personales. No quiero que Irán nos apuñale por la espalda con tal comportamiento irracional". [...]
COMENTARIO:
Cando este clérigo nombra la Batalla de al-Qādisiyyah se está refiriendo a un enfrentamiento ocurrido aproximadamente entre los años 634 y el 640 d. C, donde los árabes vencieron a los persas. Lo cita como algo que incide y toma en cuenta sobre su posición actual, aunque sea para valorar su apoyo al Irán de nuestros días pasando por alto su antiguo enfrentamiento. Algo que ocurrió hace alrededor de 1400 años y que recuerda tan vívidamente, como algo que todavía tiene peso en sus relaciones actuales.
Cuando leemos sobre el Imperio sasánida, podemos entender el comportamiento de Ahmadinejad cuando pretende revivir el antiquísimo esplendor del pueblo persa, que ya habíamos presenciado durante la época del Sha.
El periodo sasánida, que comprende todo el periodo final de la antigüedad clásica e incluso la sobrevive unos siglos, se considera uno de los periodos históricos más importantes e influyentes de la historia de Irán. En muchos aspectos, el periodo sasánida alcanzó los mayores logros de la cultura persa, y constituyó el último gran imperio iranio antes de la conquista islámica de Persia y la adopción del islam como religión en todo el territorio. Persia tuvo una importante influencia sobre la civilización romana. Esta influencia cultural se extendió mucho más allá de los territorios fronterizos de ambos imperios, llegando hasta la Europa occidental, África, China e India, y jugó un papel fundamental en la formación del arte medieval europeo y asiático. Esta influencia llegó también hasta el incipiente mundo islámico. La cultura aristocrática y exclusiva de la dinastía sasánida transformó la conquista islámica de Irán en un ‘renacimiento’ persa. Gran parte de lo que posteriormente sería conocido como ‘cultura islámica’ (arquitectura, escritura y otras habilidades) fueron adoptadas por el amplio mundo islámico a partir de los persas sasánidas."
Así llegamos a la Conquista musulmana de Persia:
"La Conquista islámica de Persia (637-651) desembocó en el fin del Imperio Sasánida y la decadencia de la religión zoroástrica en Persia (Irán). Con el paso de los siglos, la inmensa mayoría de los pueblos iranios, incluyendo a los persas y kurdos, pasó del zoroastrismo al Islam, sobre todo (aunque no exclusivamente) a su rama chiíta. Sin embargo, las experiencias de la civilización persa precedente no se perdieron, sino que fueron en gran parte absorbidas por la nueva entidad islámica."
El rencor de una cultura persa sometida por la fuerza por los árabes aún persiste en nuestros días, si no la pueden superar entre ellos, ¿es posible que alguna vez puedan aceptar a judíos en lo que fue alguna vez un territorio bajo su dominio?
Sin embargo, la cultura judía sobre ese territorio se remonta a muchísimos años atrás, alrededor de 3500; los judíos lograron recuperarlo ya que reinaron sobre él mucho antes y la diferencia es que ahora pueden defenderlo. Un proceso histórico que Occidente no entiende cuando pretende acuerdos de paz que la historia demuestra nunca fueron posibles más que por el sometimiento del vencido.
"El territorio del Imperio persa sasánida comprendía los actuales países de Irán, Irak, Armenia, Afganistán y partes del este de Turquía y Siria, además de parte de Pakistán, el Cáucaso, Asia Central y Arabia. Además, durante el gobierno de Cosroes II (590-628), se anexionaron al imperio los territorios de los actuales Egipto, Israel, Jordania, Líbano y los Territorios Palestinos, llegando a ejercer un "protectorado" sobre territorios actualmente correspondientes a Omán y Yemen.
Así llegamos a la Conquista musulmana de Persia:
"La Conquista islámica de Persia (637-651) desembocó en el fin del Imperio Sasánida y la decadencia de la religión zoroástrica en Persia (Irán). Con el paso de los siglos, la inmensa mayoría de los pueblos iranios, incluyendo a los persas y kurdos, pasó del zoroastrismo al Islam, sobre todo (aunque no exclusivamente) a su rama chiíta. Sin embargo, las experiencias de la civilización persa precedente no se perdieron, sino que fueron en gran parte absorbidas por la nueva entidad islámica."
El rencor de una cultura persa sometida por la fuerza por los árabes aún persiste en nuestros días, si no la pueden superar entre ellos, ¿es posible que alguna vez puedan aceptar a judíos en lo que fue alguna vez un territorio bajo su dominio?
Sin embargo, la cultura judía sobre ese territorio se remonta a muchísimos años atrás, alrededor de 3500; los judíos lograron recuperarlo ya que reinaron sobre él mucho antes y la diferencia es que ahora pueden defenderlo. Un proceso histórico que Occidente no entiende cuando pretende acuerdos de paz que la historia demuestra nunca fueron posibles más que por el sometimiento del vencido.
ANA
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