miércoles, 29 de febrero de 2012

1005 - PALESTINOS: ABBAS PIERDE LA MEMORIA


LA RIVALIDAD ENTRE DOS MOVIMIENTOS PALESTINOS

Creo que éste es un excelente
artículo de Julián Schvindlerman, que explica lo que está ocurriendo ahora en la región y que debería ser leído con atención para entender qué NO sucederá en el futuro próximo: difícilmente habrá algún acuerdo de paz entre Israel y los palestinos. Esta gente pierde la memoria con facilidad, no debe ser así con los familiares de los que fueron arrojados desde las azoteas, atados y con los ojos vendados, ni de los que fueron rematados después de ser ametrallados, como se vio en los videos después del Golpe de Estado de Hamás en Gaza.

Ni siquiera disimulan sobre qué es lo que les interesa para decidirse por un acuerdo entre ellos. Hamás rechaza a Fayyad, el actual Primer Ministro de la AP, exitoso y honesto, no quiere que interfiera en sus planes. Ellos exigieron el puesto de vice primer ministro, y Abbas cubriría el puesto de Primer Ministro y la presidencia, pero tendrán varias carteras,
FINANZAS, entre ellas. ¿Queda claro por qué Hamas quiere un acuerdo con Abbas?

¿Y por qué Abbas llega a un acuerdo con los asesinos de su gente, con la misma gente que lo derrocó? ¿Qué lo explica? ¿Cómo es que todavía no se atreve a pisar Gaza?

Todo indica que no tiene otra salida para mantenerse en el poder, está a caballo del tigre, no puede quedarse ni bajarse de él. Ambas facciones se necesitan mutuamente, porque Abbas no puede dar un paso atrás en sus exigencias, eso es lo que les enseñó a los palestinos, lo que está en la
Carta Nacional de la OLP, no puede estampar su firma cediendo algo a Israel. Para ellos es todo o nada. Si lo hiciera su suerte estaría echada, en Cisjordania o en cualquier otra parte del mundo. Y Hamás lo necesita a Abbas para recibir algo, Occidente todavía tiene algunas esperanzas con él.

Todo indica que la inevitable caída de Assad ha logrado que el resto necesitara unirse para fortalecerse. Cuando eso suceda, los grupos que hasta hoy estaban desperdigados, respondiendo a distintas estrategias, quedarán debilitados. Por un lado los que estaban con la Siria de Assad, que servía de nexo para recibir armamento de Irán; entre ellos Hamás y Hezbollah, los que elegían el camino de la beligerancia contra Israel. Por otro lado, la AP, que al no poder vencer las defensas que Israel construyó contra el terrorismo desde Cisjordania, tuvo que optar por la diplomacia, una política que también le aportaba fondos internacionales.

La Siria de Assad caerá, más pronto que tarde y, aunque sobreviviera, no contaría con el apoyo ni el respeto de Occidente, hay un antes y un después de esta masacre, y ya no sería el mismo, Occidente ya no tiene ninguna esperanza en el
clan Assad. Irán es todavía una incógnita, pero parece que a Hezbollah, sostenido por Irán, también se lo está enfrentando en Líbano. Todo muy significativo con respecto al futuro de Irán, su debilitamiento político en la región es evidente.

Si por una parte Abbas no consiguió que Israel aceptara sus términos y por la otra Hamás deja de recibir armamento de Irán a través de Siria, no tenían mejor opción que unirse, compartir el poder de alguna forma para poder acceder a los fondos que Occidente graciosamente entrega a Abbas, aunque sean rivales y se detesten. Esto podría ser una explicación de este acuerdo entre gente que poco tiempo atrás se mató sin piedad.

Además, todos son suníes, de gran importancia para suavizar las rencillas por el poder. Y está Egipto, que tendrá el mismo dilema si, como parece, los Hermanos Musulmanes tomaran el poder. ¿Se unirá al grupo? No le será fácil distanciarse de Estados Unidos para aliarse con Hamás, sus problemas económicos son graves y necesita fondos. ¿Y cómo será Siria a la caída de Assad? También será liderada por los Hermanos Musulmanes, que están detrás de toda la rebelión. Y Al Qaeda anda por ahí colaborando, aunque no se haga visible. ¿Cómo será la relación entre la Siria post-Assad y Occidente?

Aunque haya tantas incógnitas, al fin de cuentas todos son musulmanes suníes y para todos ellos echar a los judíos de lo que consideran "su" territorio está por encima de cualquier disidencia. Ese es el nexo entre todos ellos, aunque para vencer a Israel unirse no alcanza.

Además hay que recibir fondos y armas, con Hamas es probable que les falten ambos, todo lo que tienen es odio y eso tampoco alcanza. El odio no da frutos, se consume en sí mismo, confunde las ideas y no permite actuar con inteligencia.

ANA



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