viernes, 25 de mayo de 2012

1049 - IRÁN ACTUAL


CAMPEON DEL MUNDO DE AJEDREZ: GUÍA DE NEGOCIACIONES CON IRÁN

Martes 24/05/12

Por RON BEN YISHAI

Los titulares confunden a todo aquel que sigue con determinación tras los acontecimientos del programa nuclear (militar) de Irán. El tema, de todos modos, es confuso y técnico y, los iraníes, intentan confundir y complicar, aun más, la información vinculada a ello, Así, por medio de mentiras e informes de media verdad a la Organización Internacional de Energía Atómica (AEIA) de la ONU, consiguen crear una pantalla de humo virtual bajo la cual avanzan, con éxito y constancia, en el proyecto. Así fue, casi, durante una década. Pero, mientras tanto, algo cayó. A principios de año decidieron, finalmente, Estados Unidos y los países de Europa imponer sanciones económicas paralizantes sobre el sistema bancario y el comercio de petróleo de Irán. La medida nació, en particular, gracias a la presión política eficiente que puso en funcionamiento Israel sobre el gobierno occidental, por medio de la creación de una amenaza real de ataque a las plantas nucleares.

Algunas de las sanciones ya rigen y su registro sobre la economía iraní es visible. Pero las que afectarán los ingresos de Irán por la exportación de petróleo serán más graves y entrarán en vigencia solo entre fines de junio y el 1° de julio.

El daño existente y el temor a su agravamiento –hasta la amenaza por la supervivencia del régimen de los ayatolas- llevaron a Teherán a la mesa de negociación. El objetivo de los iraníes es aliviar las condenas existentes y, en especial, evitar –en el verano- el ahogo cercano sin dañar, de manera significativa, al programa nuclear militar, y sin ralentar el avance hacia la línea final. En este contexto, la línea final es una situación en la cual el líder supremo, Alí Khamenei, pueda tomar la decisión de producir armas nucleares. Y eso ocurrirá en dos o tres meses. O, en lugar que Khamenei y sus asesores decidan que Irán no producirá armas sino que permanecerá como “estado umbral” nuclear (o sea con capacidad de componer la bomba en un plazo de tiempo muy corto) situación que otorga a Irán el status de potencia nuclear.

Los iraníes quieren ir “con” pero sentir “sin”.

Del otro lado de la mesa de negociación, se sientan los representantes del frente conducido por Estados Unidos que, por comodidad, definiremos como “Occidente”, a pesar que también Rusia y China se encuentran allí. Se trata de cinco miembros fijos del Consejo de Seguridad de la ONU (Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña, Francia y China) con el agregado de Alemania. En el frente de Occidente es miembro AIEA que mantiene contactos con los iraníes por un circuito paralelo pero con el mismo objetivo: desmantelamiento del componente militar del programa nuclear.

Occidente cuenta en las conversaciones con una lista de objetivos. El primero y más importante es el “acuerdo” sobre el enriquecimiento de uranio. La exigencia mínima es que la concreción del “Acuerdo” impida a Irán producir una cantidad de material explosivo requerido para la fabricación de ojivas nucleares.

Recordaremos que el tema de las armas nucleares, en una cantidad como la que golpeó a Hiroshima, se compone de 20-30 kilos de uranio enriquecido a un nivel en el que contenga 93% de isotopos 235. A ese umbral se llega por etapas: primero, enriquecen uranio natural a un nivel del 3,5%, luego a un nivel del 20% y 60% hasta que obtienen lo que se denomina “material explosivo”. Para obtener material explosivo para una bomba se necesitan 1600 kilos de uranio enriquecido al 3,5% (los iraníes cuentan ya con seis toneladas). Ese es el nivel crítico y más allá de eso el enriquecimiento es relativamente fácil. De un nivel de enriquecimiento del 20% es posible enriquecer, en corto tiempo, a un nivel de material explosivo.

Todo eso es importante saberlo para entender lo que se conseguirá –si en general se logrará algo significativo- en las conversaciones entre los seis e Irán, que es el circuito importante entre dos de diálogo paralelos. El otro es la negociación que lleva adelante, ahora, el jefe de la AIEA; Yokia Amano, más allá del enriquecimiento de uranio. Según sus argumentos, basados en material de información creíble y fotografías satelitales, los científicos iraníes hicieron, hacen, experimentos destinados a desarrollar y diseñar la bomba. Según información confiable, a manos de la Agencia, los experimentos se desarrollan en la planta militar, junto a la ciudad de Parchin y, parece, que no sólo allí sino en otros sitios no descubiertos o que la información no fue revelada en los medios. Amano exige para sus hombres que inspeccionan el programa nuclear iraní, revisar Parchin y otros sitios más para dos objetivos: en primer lugar, para aclarar si Irán hizo experimentos en desarrollo de armas nucleares y, segundo, para verificar que no continúa (ni continuará) con esos experimentos.

Se sabe y se documentó con fotos satelitales que los iraníes concretaron, hace una semana, una “limpieza” en la planta de Parchin. Por eso, Amano exige a los iraníes revisar el sitio de la basura y las cañerías a donde fueron arrojados los materiales. En principio, los iraníes se negaron a permitir la inspección pero, la semana pasada, indicaron a Amano que fuera a Teherán porque tenían de qué hablar. La prueba del éxito (o fracaso) del circuito de conversaciones del jefe de la AEIA estará determinado por la libertad de acceso (a las zonas, lugares y en los tiempos que elijan los inspectores) y la medida de penetración que se les permitan, por ejemplo, el ingreso a los edificios según sus elección, tiempo para tomar medidas, colocación de cámaras, censores radioactivos y más.

La negociación que lleva adelante Amano tiene un aspecto, también, político. Si logran sus inspectores acceder a Parchin y a los sitios de la basura y determinan que realizaron experimentos en la capa explosiva de las armas nucleares, quedará demostrado que Irán mintió durante todo el camino al argumentar que, su programa nuclear, está destinado solo a fines civiles. Ese argumento permitirá a los países de Occidente, en el circuito principal de conversaciones (cuya segunda ronda, tras los encuentros de Estambul, se realizará en Bagdad) revelar mayor rigidez y despejar las exigencias de Irán a un gesto de buena voluntad, es decir al levantamiento de parte de las sanciones. Por lo menos, por ahora, en Washington están dispuestos a dar a Irán alivios no muy significativos si acepta algunas concesiones en el área del enriquecimiento de uranio.

Las conversaciones de Amano tienen otro aspecto importante, desde el punto de vista occidental: todo acuerdo con los iraníes obliga a una estricta inspección. El temor es que Irán, como Corea del Norte, llegue a convenios que le brinden facilidades en las sanciones y, entonces, retorne a su meta tanto en el tema del desarrollo de armas como del enriquecimiento de uranio. Eso dejará a Occidente en la situación en la que será difícil (hasta imposible) recrear el frente de sanciones con potencia y firmeza. Es por ello que se requiere una inspección constante que dé cuenta y alerte, de modo inmediato, sobre cualquier violación de acuerdos.

Ahora parece que Occidente se propone presentar, en las conversaciones de Bagdad, un “Acuerdo Transitorio” dispuesto y diseñado por las expertas manos de Estados Unidos según los siguientes principios:

IRÁN

-Interrumpirá el enriquecimiento de uranio a un nivel del 20%.

-Detendrá la actividad de enriquecimiento en la planta de Fordo (la AEIA inspeccionará que eso ocurra).

-Sacará al exterior parte de las seis toneladas de uranio enriquecido a un bajo nivel que ya tiene en su poder.

LAS POTENCIAS

-Producirán del uranio barras de combustible nuclear, que serán restituidas a Irán, gota a gota, para su uso con fines civiles.

-Anularán parte de las sanciones en vigencia, pero no las principales.

Las limitaciones permanecerán en su lugar y serán levantadas solo si Irán está dispuesto a llegar a un acuerdo estable integral. Si recordamos la Primera Guerra de Líbano, el gobierno en Washington iba por “poco uranio” en el contexto iraní. “Gran uranio” será, desde su punto de vista, después que Obama sea re-elegido para la presidencia.

Mientras tanto, existen señales de que, en Irán, existe una discusión interna con respecto a la propuesta entre los seguidores de Khamenei, que apoyan el acuerdo y los de Ahmadinejad. Pero crecen las señales que Irán aceptará cualquier acuerdo. Khamenei y sus hombres presentarán, como victoria, ante la opinión pública interna el hecho que Occidente se rinda y permita a Irán continuar enriqueciendo uranio en su territorio. En Occidente mostraran ese acuerdo como logro dado que ralenta, en forma considerable, el ritmo de galope iraní hacia su poder nuclear militar. “Y eso es,con exactitud, lo que quisieron conseguir con el ataque a las plantas nucleares de Irán”, dirán Obama y sus hombres como los demás líderes de Occidente, a Netanyahu y Barack. Pero es casi seguro que, el acuerdo que tranquilice la opinión de Obama y los líderes de Occidente, no serenará la opinión de Netanyahu ni de Barack, que juega en el último tiempo el rol del buen investigador y exhibe mucho menos disposición a aceptar concesiones.

En Israel no aceptarán un acuerdo transitorio porque Irán obtendrá facilidades en las sanciones mientras cuenta con poder de legitimación internacional a enriquecer uranio. Tampoco es claro si, los iraníes, se verán exigidos a interrumpir la creación del nuevo sistema de centrifugas en Fordo. Y surgen más preguntas; más aún, un acuerdo entre Occidente y la AIEA e Irán, tirará por la borda un ataque posible contra Irán de parte de Israel y Estados Unidos, no solo hasta después de las elecciones en ese país, sino en general.

No es conveniente, incluso es errado tácticamente, por parte de dirigentes políticos israelíes, por ejemplo Netanyahu, llegar ahora públicamente a la conclusión que las conversaciones fracasaron. Eso creará una apertura al argumento que Israel está, solo, interesado en una acción militar y no está dispuesto a brindar posibilidades a la negociación con respaldo de las sanciones. Es preferible esperar algunos días, hasta el final de las rondas de ésta semana, y solo entonces dejar oír una señal de decepción; situación que, sin sorpresas, se justificará desde el punto de vista internacional.

Escrito por Administrador

FUENTE:
CIDIPAL-BEN YISHAI-IRÁN AJEDREZ-24/05/12

REFLEXIÓN:

Así es, éstas son movidas de ajedrez controladas con un reloj que ahora corre más rápidamente hasta que no haya más tiempo y la partida deba terminar. Hay un jugador que no aparece pero que está alerta para que el resultado no le sea adverso. Mientras estos oponentes juegan, es bueno conocer sus apreciaciones sobre esta partida. Vale la pena leer la transcripción del siguiente artículo de CIDIPAL:


DECLARACIONES DEL PRIMER MINISTRO DE ISRAEL SOBRE IRÁN


Escrito por ADMINISTRADOR (CIDIPAL)

Martes, 24/05/12

(Comunicado de la Oficina del Primer Ministro)

A continuación un extracto de las declaraciones del Primer Ministro Benjamín Netanyahu en el evento de la Comisión de Servicio Civil:

“En las últimas semanas, escuché aquellos que tienen dudas acerca de las intenciones de Irán. Dijeron que, cuando líderes de Irán declaran que borrarán a Israel del mapa, en farsi, en verdad, quieren decir otra cosa.

Será interesante escuchar lo que piensan sobre las declaraciones del Jefe del Staff iraní: ´Irán está comprometido en la destrucción completa de Israel´.

Esto es claro y simple.

Los objetivos de Irán son claros: “Quieren aniquilar a Israel y está desarrollando armas nucleares para cumplir este objetivo”.

Irán amenaza a Israel, a la paz y al mundo entero. Contra esta maliciosa intención, los países líderes del mundo deben mostrar determinación, no debilidad. No necesitan hacer concesiones a Irán. Necesitan establecer demandas claras e inequívocas: Irán debe detener todo enriquecimiento de material nuclear; debe quitar de su territorio todo material nuclear enriquecido y debe desmantelar su instalación nuclear subterránea en Qom. Sólo entonces será posible asegurar que Irán no tenga una bomba nuclear.

Esa es la posición de Israel: no cambió ni cambiará”.


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