LOS NIÑOS SIN INFANCIA DE HAMAS |
¿CÓMO LOS CONTRIBUYENTES SALVARON A HAMAS?
Por KHALED ABU TOAMEH
Reconstruir o reparar la infraestructura en la Franja de Gaza es lo mejor que podría ocurrirle a Hamas. Hamas sabe que, cada dólar invertido en la Franja de Gaza, servirá a los intereses del movimiento islamista. Los fondos prometidos absuelven a Hamas de toda responsabilidad por la catástrofe que sobrevino a los palestinos durante la confrontación con Israel.
Ahora Hamas utilizará sus propios recursos para contrabandear armamento adicional y prepararse para la próxima guerra con Israel. Ahora Hamas podrá volver a cavar nuevos túneles y obtener nuevas armas, en lugar de ayudar a los palestinos cuyos hogares fueron destruidos como resultado de sus acciones.
El mayor error que los estados contribuyentes cometieron fue fallar en su exigencia de desarme de Hamas como precondición para canalizar la ayuda hacia la Franja de Gaza. Las esperanzas de que los resultados catastróficos de la confrontación incrementarían la presión sobre Hamas, o quizás, dispararían una revuelta en su contra, se desvanecieron. Sería ingenuo pensar que Hamas no se beneficiaría con los billones de dólares comprometidos para ayudar en la reconstrucción de la Franja de Gaza, durante una conferencia de contribuyentes en el Cairo.
Los palestinos esperaban unos 4 billones de dólares, pero los estados contribuyentes se implicaron con 5.4 billones de dólares, cuya mitad será “dedicada” a la reconstrucción de la Franja de Gaza, de acuerdo al Ministro de Relaciones Exteriores noruego Borge Brende.
Aún no resulta claro cómo será utilizada la segunda mitad.
Qatar, antiguo simpatizante y contribuyente de Hamas, prometió 1 billón de dólares, mientras que el Secretario de Estado, John Kerry, anunció de inmediato la ayuda norteamericana de 212 millones de dólares. La Unión Europea, por su parte, se comprometió con 568 millones de dólares. Los estados contribuyentes manifestaron que canalizarían la ayuda sólo a través de la Autoridad Palestina (AP). Pero eso no significa que Hamas, que continúa manteniendo el control estricto sobre la Franja de Gaza, no logre beneficiarse con la ayuda financiera.
De hecho, cualquier fondo destinado a la Franja de Gaza fortalecerá a Hamas, incluso si el dinero proviene a través de la Autoridad Palestina. Hamas aceptó dejar a un lado sus diferencias con el Presidente de la AP, Mahmoud Abbas, y su facción Fatah, a fin de allanar el camino para que la comunidad internacional asigne billones de dólares para la reconstrucción de la Franja de Gaza.
Hamas, incluso, recibió al Primer Ministro de la AP, Rami Hamdallah, cuando visitó la Franja de Gaza la semana pasada. En las últimas semanas, Hamas acusó a Hamdallah y a su gobierno de fracasar en la ayuda a los palestinos en la Franja de Gaza, tras la Operación “Margen Protector” de Israel. Hamas también acusó al gobierno de Hamdallah y de Mahmoud Abbas por ordenar medidas severas de seguridad sobre los simpatizantes de Hamas en la Margen Occidental.
La visita de Hamdallah a la Franja de Gaza ocurrió justo antes de la conferencia de contribuyentes de el Cairo; esa es la razón por la cual Hamas estaba dispuesto a recibirlo a él y sus ministros en la Franja de Gaza. Hamas no quería que los estados contribuyentes retuvieran los fondos bajo el pretexto que los palestinos estaban peleando entre ellos, sin estar capacitados para actuar en conjunto. Hamas sabía que ésta era la única manera de persuadir a los estados contribuyentes para que aprobaran los billones de dólares en ayuda para la Franja de Gaza.
Esa muestra de “unidad” entre la AP y Hamas tuvo la intención de demostrar a los contribuyentes que no debían preocuparse porque su dinero terminara en las manos equivocadas. Después de todo, Hamas sabe que cada dólar invertido en la Franja de Gaza servirá a los intereses del movimiento islamista.
Por supuesto, éstas son excelentes noticias para Hamas. En primer lugar, los fondos prometidos absuelven a Hamas de cualquier responsabilidad por la catástrofe que sobrevino a los palestinos durante la confrontación con Israel. Ahora, los palestinos en la Franja de Gaza, ya no seguirán pidiendo a Hamas que los compense por la pérdida de sus hogares y miembros de sus familias.
Cualquier palestino que pida a Hamas ayuda financiera será remitido, de ahora en adelante, a la AP o a los estados contribuyentes. Las esperanzas de que los resultados catastróficos de la confrontación incrementarían la presión sobre Hamas, o quizás dispararían una revuelta en su contra, se desvanecieron ahora que la AP y los estados contribuyentes se convirtieron en la dirección para la distribución de ayuda financiera.
En segundo lugar, la conversación sobre la reconstrucción y reparación de la infraestructura en la Franja de Gaza, es lo mejor que podría ocurrirle a Hamas. Los fondos prometidos por los estados contribuyentes ayudarán a reconstruir varias instalaciones controladas por Hamas en la Franja de Gaza, como ministerios, bases de seguridad, universidades, mezquitas y organizaciones benéficas.
La infraestructura en la Franja de Gaza está prácticamente controlada en su totalidad, directa e indirectamente, por Hamas. Toda inversión en la infraestructura de la Franja de Gaza servirá, en última instancia, a los intereses de Hamas, incluso si esa obra está siendo llevada a cabo por la Autoridad Palestina.
En tercer lugar, le resultará imposible a la Autoridad Palestina distribuir dinero sólo a quienes son leales a Abbas en la Franja de Gaza, habiendo prometido cuidar a todos los palestinos en la Franja de Gaza, sin importar sus afiliaciones políticas.
En cuarto lugar, la ayuda financiera no fue condicionada a que Hamas deponga sus armas o, incluso, que ceda el control sobre la Franja de Gaza a la Autoridad Palestina. Desde ahora, la AP trabajará por la reconstrucción de la Franja de Gaza mientras que Hamas utilizará sus propios recursos para contrabandear armamento adicional y prepararse para la próxima guerra con Israel.
Eso parece ser una división acordada de responsabilidades entre Hamas y la AP.
En quinto lugar, no hay garantía que los billones de dólares tengan un efecto moderado sobre los palestinos en la Franja de Gaza, o que le den la espalda a Hamas. Incluso, algunos palestinos están preocupados porque la comunidad internacional intente sobornar a la AP para que detenga sus planes de buscar un reconocimiento unilateral por parte de Naciones Unidas para un estado palestino.
Otros creen que los fondos prometidos tienen la intención de detener a la AP para que no firme el Estatuto de Roma, como primer paso para unirse a la Corte Penal Internacional, a fin de presentar cargos de “crímenes de guerra” contra Israel. De todas maneras, los palestinos están dispuestos a aceptar los billones de dólares. Pero esto no significa que se van a abstener de votar a favor de Hamas en una futura elección. Tampoco significa que realizarán cualquier tipo de concesión o moderarán sus exigencias, primero y principal el “derecho de retorno” para los palestinos refugiados, a Israel.
Las decisiones tomadas en la Conferencia de contribuyentes de el Cairo constituyen una gran victoria para Hamas. Ahora Hamas podrá volver a cavar nuevos túneles y obtener nuevas armas, en lugar de ayudar a los palestinos cuyas vidas y hogares fueron destruidos como resultado de sus acciones. El mayor error que cometieron los estados contribuyentes fue fallar en la exigencia del desarme de Hamas como precondición para canalizar la ayuda hacia la Franja de Gaza.
Los contribuyentes no sólo salvaron a Hamas, sino que lo incentivaron, permitiéndoles que permanezcan por muchos años más.
Fuente: www.gatestoneinstitute.org - 14/10/14
FUENTE: CIDIPAL-TOAMEH-CONTRIBUYENTES-15/10/14
REFLEXIÓN:
Cuando no se exigió el desarme de Hamas como condición para aportar fondos para la reconstrucción de la Franja de Gaza -que habría asegurado una paz futura estable- se logró lo contrario, tarde o temprano habrá guerra.
Eso se llama apaciguar al agresor.
El autor detalla las razones políticas para que Hamas, conservando sus armas, siga siendo el movimiento nacido para destruir a Israel, así lo dice su carta constitutiva.
No es que no se sepa que las diferencias entre la Autoridad Palestina y Hamas subsisten, Abbas no pisa Gaza, manda a su primer ministro. Ni él les tiene confianza, aunque por necesidad debe asociarse para poder recibir los fondos.
Sin embargo, mientas que se supone que la Autoridad Palestina realmente los aplicará a la reconstrucción, no se dice qué hará Hamas con la parte que le toca.
Hamas dice que lucha para combatir al "invasor" israelí; entonces es oportuno transcribir el artículo en español que se lee al final, revelador para quienes se pregunten por qué no hay arreglo mientras Hamas esté armado.
Las acciones unilaterales no sirven, no sirvieron cuando Israel se retiró de Gaza sin recibir nada a cambio; no servirán cuando se reconstruya Gaza sin desarmar a Hamas.
Da para pensar que cuando se elimine el accionar del ISIS en Irak y Siria -lo que tarde o temprano ocurrirá- se reconstruya lo que la Coalición haya destruido SIN DESARMAR AL ISIS. La similitud sirve para lo que está haciendo ahora la Comunidad Internacional con Hamas.
Ban Ki-moon dijo que será la última vez que se aplicarán dineros para la reconstrucción de Gaza, está bien, el dinero sirve para muchas cosas, menos para devolverles la vida a quienes la perdieron por la locura de un lado y la estupidez del otro.
ANA
TRADUCIDO POR ANA
EL ÉXODO DE GAZA
La evacuación forzosa en agosto de 2005
Por TOM GROSS
Los judíos han vivido por temporadas en Gaza desde hace milenios, mucho antes de que se fundaran el Islam o el cristianismo y durante muchos siglos antes de que naciera el concepto de nación palestina. En el pasado, otros han expulsado a los judíos de esta franja de tierra que bordea la costa oriental del Mediterráneo. Pero en agosto de 2005, en un período de tan sólo siete días, 21 comunidades judías fueron sacadas a la fuerza por su propio gobierno, ya que Israel se convirtió en el primer país en la historia moderna en renunciar a las tierras adquiridas en una guerra defensiva contra un enemigo que aún no había hecho las paces con ella.
Fue la mayor operación no combativa del ejército de Israel, con la participación de 45.000 soldados y policías. La mayor parte del mundo dio la bienvenida a la retirada unilateral. Los israelíes estaban divididos en partes iguales: en la víspera de la retirada, una encuesta de la Universidad de Tel Aviv mostró que un 48 por ciento de los israelíes apoyaba el plan con la esperanza de que mejoraría la vida de los palestinos y que terminaría, o al menos habría una fuerte disminución de los actos de violencia y derramamiento diario de propaganda genocida en la sociedad palestina dirigida hacia los judíos.
Prácticamente ni un solo residente judío de Gaza se fue voluntariamente. Muchos tuvieron que ser sacados por soldados y policías. En algunos casos se utilizaron cañones de agua y porras, pero no hubo violencia grave. Después de que los residentes se hubieran ido, el ejército israelí -a instancias de la Autoridad Palestina- destruyó los asentamientos, dejando sólo las sinagogas, que se esperaba que los palestinos respetaran. El 12 de septiembre de 2005, el último soldado israelí se retiró de Gaza, y sólo tardaron 15 minutos para que la primera sinagoga abandonada fuera quemada.
FUENTE: TOMGROSSMEDIA-ÉXODO DE GAZA-2005
GAZA: ANTES QUE ISRAEL SE RETIRARA - TOM GROSS |
GAZA: DESPUÉS QUE ISRAEL SE RETIRÓ - TOM GROSS |
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