jueves, 4 de febrero de 2010

526 - GREENFIELD - LA LECCIÓN QUE APRENDIÓ ISRAEL


ISRAEL, EL HOLOCAUSTO Y LA LECCIÓN DE SUPERVIVENCIA

"ISRAEL, THE HOLOCAUST AND THE SURVIVAL LESSON"

Por DANIEL GREENFIELD

The Sultan Knish Blog


(TRADUCCIÓN LIBRE DE ANA)

El Día de la Conmemoración de los Caídos en el Holocausto de la semana pasada, la jornada de esa práctica dudosa en la cual asignamos un día a acontecimientos importantes y a gente, madres, abuelas, presidentes, veteranos, SGM, y a los que olvidamos el resto del tiempo, ha llegado y se ha ido. Pero el mismo Holocausto hace mucho que fue cooptado para promover una filosofía humanista de tolerancia universal y, al hacerlo, fue universalizado y convertido en nada más que otra razón que todos necesitamos aprender a fin de llevarnos bien y entendernos.

Algunos han expresado su asombro porque ciudades y países europeos, donde la violencia y persecución musulmanas están intimidando y expulsando a judíos a una velocidad que no se ha visto desde los años 1930, todavía pasan por la farsa de celebrar ceremonias oficiales, haciendo gestos sobre lo horrible que fue todo eso y transmitiendo la seguridad de que nunca volverá a ocurrir. Pero el secuestro humanista del Holocausto es sólo otra de las armas usadas para promover la tolerancia hacia los musulmanes y la intolerancia hacia los judíos.

La universalización del Holocausto fue también la desjudaización del Holocausto, convirtiendo a la cantidad en descenso de sobrevivientes en un apoyo para la gran aula internacional de la tolerancia, como si fueran piedras tiradas a sus cabezas por los beneficiarios musulmanes de esa escuela de tolerancia. Todo el tiempo los secuestradores humanistas del Holocausto insisten a gritos en usar el asesinato de seis millones de judíos como un ejemplo para su plan de estudios multicultural, pero con ira denuncian a cualquier judío que de verdad trata de conectar el odio hacia los judíos de entonces con el odio hacia los judíos de hoy. Los mismos humanistas que cínicamente explotan el Holocausto en su versión distorsionada de la historia, son esos en los que siempre se puede confiar se levantarán de un salto y denunciarán a los judíos por... explotar el Holocausto.

Pero en realidad el Holocausto tiene una lección muy importante para enseñar tanto a judíos como a no judíos. No la lección de tolerancia universal, sino la lección de la necesidad de individuos y comunidades de ser capaces de defenderse a sí mismos.

Hay esencialmente dos respuestas al Holocausto. La primera es la humanista, la que trató el asesinato de seis millones como un "momento de enseñanza" en el cual el mundo podía ser conducido al despertar de una gran moralidad que aseguraría que nada como eso podría pasar otra vez. Ridículas cantidades de judíos y no judíos en occidente lo aceptaron como un hecho, tal como lo habían dado por sentado en los años 1930, que ningún acontecimiento así podría tener lugar en un país civilizado. Aquella fe en la evolución moral humana fue producto de La Ilustración y con todas sus pretensiones de tener una moral más alta, se basaba en la noción arrogante de que la gente se hacía cada vez más moral en la medida que más se educaba.
Aquella correlación era el producto de una fe inapropiada en la cultura como moralidad. Los nazis de manera concluyente demostraron que la sofisticación tecnológica y cultural no es indivisible de la moralidad, que después de todo uno puede ser un monstruo culto.

No ha habido ninguna gran moralidad que se despierta en 1948. El antisemitismo se hizo ligeramente menos de moda por un rato, pero está haciendo una fuerte reaparición. El mundo ha visto ocurrir genocidios y no ha hecho nada mientras sucedían. La enorme serie de organizaciones humanitarias creadas después de la SGM tienen un saldo de haber hecho tanto daño como cosas buenas. Las Naciones Unidas han demostrado que no sólo son tan inútiles como la Sociedad de las Naciones para servir, ya sea como medio de intervención activa, o inclusive como una voz de la conciencia, sino que en realidad pueden convertirse en una marioneta de los mismos asesinos con muy poco esfuerzo. Las sociedades multiculturales de occidente no han impedido el fanatismo, en realidad en muchos casos lo han promovido. El gran experimento humanista está muerto, aunque es imposible librarse de su hedor.

Sin embargo, los judíos de occidente se han envuelto con dolor en la respuesta humanista, porque es tan optimista sobre la naturaleza humana y por eso tan reconfortante. Creer que la unión de la gente terminará con todo el mal en un destello de entendimiento universal es el impulso seudo-religioso inherente en muchos movimientos políticos. La idea que el Holocausto fue un error que el mundo pasó por alto, pero que puede ser transformado en un impulso positivo con unas cuantas lecturas del Diario de Ana Frank es puerilmente ingenuo aunque dolorosamente humano. Pero cuando se enfrentan con el mal humano se les debe pedir más a los adultos que a muchachas de trece años. Porque Ana Frank no fue asesinada por gente que mató porque no habían leído el diario de Ana Frank cuando eran niños. Ella fue asesinada por gente que en muchos casos habría sido completamente capaz de leer su diario, identificarse con él y de cualquier manera, matarla. La incapacidad de comprender esto es el por qué tantos judíos siguen adhiriéndose a la promesa humanista de un mundo mejor, con poco entendimiento que el mundo es simplemente el ambiente en el cual se expresa la naturaleza humana. Que el ambiente puede ser mejorado, pero que la naturaleza humana seguirá siendo la misma.

Y entonces llegamos a la segunda respuesta al Holocausto, la respuesta práctica. Ésta no se preocupa de todo el tonto filosofar humanista. En cambio, desnuda al Holocausto hasta su mínima expresión como un acontecimiento en el cual gran cantidad de judíos fueron matados por o en su mayor parte con la cooperación de las autoridades, y su solución es sacar a los judíos de la jurisdicción de esas autoridades... y dentro de su propia jurisdicción nacional.

Para los humanistas, la razón del Holocausto fue la intolerancia. Para los que tienen una mente práctica la razón del Holocausto fue que los judíos eran vulnerables y por lo tanto objetivos, blancos. Ambos hablaban de la misma cosa, pero su énfasis era muy diferente. La receta de los humanistas era para los judíos con rastros del Síndrome de Estocolmo, la posición práctica de la otra parte es que era un tema de simple auto-defensa.

El Estado Israel no surgió del Holocausto sino de un anhelo nacional por la tierra que tenía 2000 años. Pero el Holocausto ayudó a definir la necesidad de aquella tierra, aún para aquellos que no podían sentir aquel deseo.
Esto proporcionó una respuesta factible al problema práctico de la supervivencia judía, y fue algo que los humanistas nunca pudieron perdonarles.

El conflicto entre la solución humanista y la solución práctica con el Holocausto es donde subyace mucha de la aversión y aún el odio rotundo de la izquierda por Israel.
Porque la creación del Estado de Israel tras la desgracia del Holocausto siempre pareció a los humanistas como un rechazo deliberado de su filosofía, un repliegue hacia el nacionalismo, que para ellos fue la causa misma del Holocausto. Mientras fue la URSS quien innovó con la idea que los judíos eran los nuevos nazis, sus compañeros de ruta de la izquierda rápidamente tomaron la idea porque esto era una consecuencia lógica de su filosofía que se es parte de la solidaridad colectiva de la humanidad o se es uno de los asesinos. Parte de la solución o parte del problema. En sus mentes la creación de Israel fue millones de judíos que no optaron por ser la solución y en cambio eligieron ser el problema.

Y ahora para la izquierda Israel es el gran problema del mundo. Porque demostró una falta de confianza en la solución humanista de enseñar la tolerancia universal y promover una gran moralidad que se despierta en la humanidad. Como Einstein con ligereza dijo a la comisión, que Israel era innecesario porque algo como el Holocausto nunca podía pasar otra vez. Y esa clase particular de arrogancia humanista sólo puede relacionarse con el odio creciente hacia los judíos, insistiendo que su proyecto multicultural está funcionando perfectamente... y que son los mismos judíos los que están en falta.

Aún hoy los críticos señalan que los judíos están en peligro en Israel, lo que demuestra lo que ellos argumentan, que la solución práctica tampoco es ninguna solución. Y eso es verdad. Pero no se tiene en cuenta la solución práctica real, que no es simplemente construir un país,
sino construir un país independiente. Y mientras Israel fue relativamente independiente durante las primeras décadas, se ha hecho gradualmente más dependiente; política, económica, psicológica y culturalmente dependiente. Y esa dependencia es lo que ahora está aplastando la vida de la nación.

Los judíos de Europa en los años 1930 dependían de las autoridades para protegerlos. Eso los hizo dependientes. Serlo sólo los hizo más vulnerables. Esto alimentó el mismo círculo vicioso que ha destruido comunidad judía tras comunidad judía en Europa. Porque los judíos sólo podían estar a salvo dependiendo de promesas escritas u orales del gobernante, de que sus derechos serían respetados si ellos se asentaban en la Ciudad X o en la Ciudad Y. Luego había una disminución del presupuesto, allí se les aplicarían impuestos y multas, y finalmente se producían disturbios y confiscación de propiedades. Los sobrevivientes tratarían de resistir o escaparían y en cualquier caso el ciclo comenzaría otra vez. Las comunidades judías eran dependientes de los gobernantes, y eso a su vez los hacía objetivos-blancos, lo que sólo los convertía en más dependientes de la buena voluntad de las autoridades.

El grado de dependencia que se tenga con respecto a la protección de las autoridades limita la capacidad que uno tiene de dictar las condiciones de esa protección. En el ejemplo contemporáneo americano, se puede tener menos gobierno y una vigilancia armada en la ciudad... o puede haber prohibición de armas y un policía en cada cuadra con el derecho de entrar en su casa si a él le place.
Cuanto más se depende de las autoridades para estar protegido, menos poder se tiene para expresar cómo se debe serlo, y mientras más se esté protegido por ellas más se estará dominado.

Israel comenzó a controlar su propia seguridad pero, a través de su creciente alianza con Estados Unidos, más control ha perdido sobre su seguridad. En 1981 Saddam Hussein empezó a desarrollar tecnología nuclear e Israel no pidió permiso a Estados Unidos antes de bombardear su reactor Osirak, en una misión encubierta. En 1992, ni siquiera se le permitió a Israel bombardear los sitios de los misiles Scud que golpeaban a sus ciudades. En cambio, el país fue forzado a confiar en las tropas estadounidenses que con misiles Patriot importados le daban seguridad. Hoy, menos de 30 años después, se supone que Israel necesita el permiso americano antes de lanzar un ataque sobre los reactores de Irán.

En los años 1950, Israel respondió a los ataques terroristas desde Gaza enviando tropas de manera encubierta a través de la frontera con Egipto, aniquilando a las aldeas que eran la fuente de los ataques. Hoy cuando Israel le pega un solo tiro a un terrorista, los gobiernos estadounidenses y europeos inmediatamente convocan al embajador israelí para exigirle una explicación y emiten declaraciones oficiales condenando la matanza. En 1967, para enfrentar una invasión egipcia, Israel aprovechó el elemento sorpresa y golpeó primero. En seis días las fuerzas de Egipto y Jordania fueron totalmente derrotadas, Jerusalén, Gaza, Judea, Sinaí y el Shomron (Samaria) fueron liberados. En 1973, teniendo que afrontar otra invasión, el gobierno israelí cedió ante la presión de Kissinger y esperó a que comenzara el ataque. La guerra que resultó casi destruyó Israel.

Israel se ha vuelto dependiente. La alianza con EE.UU, que era lógica y mutuamente útil para cuando EE.UU. necesitara intervenir en Medio Oriente para contrapesar la influencia soviética, pero que se ha vuelto disfuncional desde que sus dirigentes han comenzado a actuar como procónsules, exigiendo un banquete infinito de concesiones de parte de Israel para apaciguar a los terroristas islámicos. Mientras tanto, los gobiernos israelíes han tenido que aceptar un papel inferior, tomando en serio las promesas que EE.UU. garantizará su seguridad.

En los años 1930, los checos creyeron que las potencias occidentales garantizarían su seguridad. Lo mismo hicieron los polacos. Ambas naciones pasaron más de 50 años como naciones conquistadas y como protectorados de otras potencias. Los judíos de Europa esperaron que las autoridades protegerían sus derechos aún en caso de una invasión. Lo que siguió fue el Holocausto.

La única lección significativa del Holocausto es que si uno espera que otros protejan su vida o sus derechos, está dando el poder de quitarles sus derechos o su vida, cuándo y cómo a ellos les plazca. Israel tontamente se ha puesto a sí mismo en la conocida posición de los judíos de Europa, buscando de las autoridades que lo protejan y tratando de ganar su favor, quejándose del abuso, pero sólo se desliza más hacia la dependencia. Si Israel no rompe ese ciclo, será destruido. La única forma en que puede sobrevivir es si comprende que su gente y sus soldados son los únicos seres humanos que pueden protegerlo, y que
sólo los que dictan las condiciones de su propia protección son verdaderamente libres.-

FUENTE:
ISRAEL, THE HOLOCAUST AND SURVIVAL-03/02/10

COMENTARIO:

Si uno estuviera obligado a resumir en una sola frase lo que explica este magnífico artículo sería algo así como:

Nadie defendió al pueblo judío en toda su historia sino a partir de la existencia del estado de Israel, cuando los judíos pueden defenderse a sí mismos.

Y esto cambia su futuro. Por eso creemos que nunca estuvieron mejor que ahora, no porque no estén amenazados, quizá hoy lo están más que nunca, sino porque jamás estuvieron en mejores condiciones de disuadir a sus enemigos. No es fácil, también necesitan del apoyo de la gente común y de los estados que no están sujetos a una ideología que interpreta equivocadamente la historia y cómo será el futuro de la humanidad.

Un pueblo pequeño con sus tradiciones y creencias que fue injustamente perseguido durante 2000 años, finalmente ha logrado que no sea la cantidad de su gente lo que lo haga vulnerable, ahora tiene la tecnología que hace que esa característica no sea importante. Tampoco lo es el tamaño de su territorio, porque ahora, por pequeño que sea, su pueblo es independiente y fuerte y sabe qué tiene que hacer para preservarse, aunque necesite apoyo para no pagar un precio demasiado alto para poder sobrevivir.

Por lo menos, así debería ser.-

ANA


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