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miércoles, 3 de febrero de 2010
525 - RUBIN - SOBRE NUEVA CARTA DE FATAH
PRIMICIA: LA NUEVA CARTA DE FATAH MUESTRA POR QUÉ LA PAZ NO OCURRIRÁ
"SCOOP: FATAH´S NEW CHARTER SHOWS WHY PEACE WON´T HAPPEN"
Por BARRY RUBIN
(TRADUCCIÓN LIBRE DE ANA)
Muchas gente parece creer que el conflicto palestino-israelí o árabe-israelí o el "proceso de paz" es el asunto mundial más importante. ¿Entonces, quién va a determinar si se puede resolver o no? No, no el Presidente Barak Obama; no, no el Primer Ministro de Israel; no, no el "presidente" Mahmoud Abbas o el Primer Ministro Salam Fayyad de la Autoridad Palestina (AP).
Esa opción está en las manos de Fatah, que controla la AP y gobierna Cisjordania. Sólo si y cuando Fatah decida que quiere una solución de dos estados y un verdadero final del conflicto basado en el compromiso, eso será posible. Entonces, el hecho que Fatah haya publicado una nueva carta parece ser un tema de gran importancia.
Pero, hasta ahora nadie notó que tal carta surgió del Congreso General de Fatah de agosto de 2009. El documento fue traducido por el gobierno estadounidense y recién fue filtrado a través de "Secrecy News" (Noticias en Secreto). Usted está ahora leyendo el primer análisis de esa carta.
Comentarios de "Secrecy News": "El documento no es particularmente conciliador ni en el tono ni en el contenido. Es un llamado a la revolución, a la confrontación con el enemigo y a la liberación de Palestina, 'libre y árabe'." Entonces el boletín de noticias continúa:
"Pero quizás lo más significativo es lo que no está en el documento. La carta original de Fatah (o constitución), a partir de los años 1960, abrazó ´la lucha mundial contra el Sionismo,´ negó los vínculos judíos históricos o religiosos con la tierra, y llamó a `la erradicación de la existencia sionista cultural, militar, política y económica.´ 'Nada de ese lenguaje es transferido a la nueva carta, que logra no mencionar en absoluto a Israel, sionismo o judíos´."
Ahora, aquí hay una lección importante para usted. Cuando un grupo radical es retratado como moderado basándose en alguna posición que él supuestamente ha tomado o en alguna declaración que ha hecho, tiene que haber una trampa en alguna parte. Aquí hay un claro indicio en este caso, una sola frase en la nueva carta:
"Esta carta interna ha sido adoptada dentro del marco de adhesión a las provisiones de la Carta Básica."
En otras palabras, cada detalle de la carta original todavía se mantiene; nada es revocado, ningún error ha sido admitido, ningún cambio de dirección explícito ha sido aceptado.
Desde luego, Fatah ha cambiado mucho a partir de los años 1960. Está menos concentrado en la violencia (aunque esto no significa que ha renunciado forzosamente al terrorismo), menos explícitamente militante en sus demandas, más dispuesto a negociar de una manera cooperativa con Israel. Ni una moderación genuina ni la intransigencia restante deberían ser exageradas. Sobre asuntos prácticos cotidianos, Israel puede trabajar con Fatah y tiene que asegurarse que Hamás no lo derroque. En el presente los líderes de Fatah entienden bien que un regreso a la violencia en gran escala está en contra de sus intereses. ¿Pero que haga un acuerdo total de paz? Eso no va a ocurrir.
Y aún ofreciéndosele la oportunidad de convertirse en un partido político parlamentario, un movimiento claramente dedicado a la politiquería pacífica y a una solución diplomática, a pesar de las subvenciones financieras masivas occidentales y a las frecuentes expresiones de apoyo para un estado palestino del Presidente Barack Obama, Fatah ha elegido permanecer como una organización revolucionaria. En realidad, no hay ninguna palabra más usada en esta carta que "revolucionario".
"Entrenémonos en ser pacientes y en afrontar terribles experiencias, soportar calamidades, sacrificar nuestras almas, sangre, tiempo y esfuerzo," dice la carta. "Todas estas son las armas de los revolucionarios. Deben saber que la determinación, la paciencia, el secreto, la confidencialidad, la adhesión a los principios y objetivos de la revolución, nos impide tropezar y acorta el camino a la liberación."
"Adelante con la revolución. ¡Larga vida a Palestina, libre y árabe!"
Aunque, al mismo tiempo, Fatah permanece no ideológico. Se ve a sí mismo como un amplio movimiento nacionalista, tal como cuando Yasir Arafat lo fundó hace más de cincuenta años. En realidad, a pesar del desafío de Hamás, la palabra "musulmán" o "islámico" no se menciona en ninguna parte de la carta.
Sin embargo, en su estructura, Fatah es todavía una organización revolucionaria. La afiliación es secreta; la toma de decisiones está supuestamente basada en el concepto Marxista de "centralismo democrático"; se recomienda la frase maoísta "crítica y auto-autocrítica"; y la estructura de la organización está basada en células.
Aunque Fatah suena como algún tipo de Partido Comunista o como un movimiento clandestino revolucionario fuerte, la realidad es bastante diferente. Arafat estableció una cultura institucional que siempre fue de alguna forma, anárquica. Los cuadros son indisciplinados y la estructura de mando es cualquier cosa menos organizada. Cuando Hamás dio el golpe en la Franja de Gaza, Fatah simplemente se derrumbó y ni siquiera presentó alguna forma de lucha verdadera. Los jefes locales prevalecen; los cuadros actúan con bastante independencia, abunda la indisciplina y la corrupción.
Entonces es como una broma leer en el Artículo 95 que a los miembros se les impone, "Emprender sus tareas con entusiasmo y no ahorrar ningún esfuerzo en alcanzar los principios y objetivos del movimiento; emplear tenaces esfuerzos para mejorar la interacción con las masas y ganar su respeto y confianza."
Lo que es curioso, sin embargo, es que hay una discusión detallada de las transgresiones a las normas de Fatah y de los castigos correspondientes. Claramente, si los miembros hacen algo que a los líderes no les gusta deberán afrontar penas severas. Así, es significativo que ningún miembro de Fatah jamás fue castigado por cometer actos de terrorismo contra civiles israelíes o por hacer las declaraciones más extremistas. De hecho, ni siquiera está todavía claro si Fatah tiene la determinación o la capacidad de castigar a sus miembros por colaborar con Hamás contra sus propios líderes.
Pero el aspecto más fascinante de todo es la definición de la estructura del movimiento. El poder abrumador está en las manos de un Comité Central de 23 miembros, incluyendo el control de las fuerzas militares de Fatah. Como lo he mostrado antes, el Comité Central elegido en el mismo Congreso que formuló esta nueva carta es bastante radical. Hay pocos miembros listos para una verdadera paz con Israel. Cuando llega el momento de tener que tomar una decisión importante, Abbas y Fayyad son meras figuras decorativas.
Debajo del Comité Central hay un Comité Revolucionario de 80 miembros y, en el nivel siguiente, hay un Consejo General de 350 miembros. El Comité Central elige una porción bastante grande de ambos grupos. En realidad también selecciona a los miembros de Fatah del Consejo Nacional Palestino (la legislatura de la OLP); al Comité Ejecutivo de la OLP que gobierna a la OLP; al Consejo Legislativo Palestino (la legislatura de la AP); y a la misma AP.
Lo que esto significa es que Abbas y Fayyad no controlan la AP, ellos tampoco pueden hacer la paz o ni siquiera conducir negociaciones de compromiso serias. El Comité Central tiene realmente el control y es abrumadoramente de línea dura -al menos 16- aproximadamente tres cuartos de los 23, son así. Ellos todavía esperan apoderarse de Israel y así rechazan convenir el reasentamiento de refugiados palestinos en un Estado Palestino. Del mismo modo, ellos no están listos para declarar que una solución de dos estados es el final del conflicto.
La mayor parte de los intransigentes son partidarios de Abbas. Pero la razón principal por la que ellos lo apoyan es su convicción de que Abbas es débil tanto en carácter como en base política. Ellos lo quieren a él como líder porque saben que él no amenaza a su poder. Como el famoso intercambio entre el Senador Lloyd Bentsen y el Vicepresidente Dan Quayle, ellos pueden decir: "Yo conocí a Yasir Arafat. Yo trabajé con Yasir Arafat. Y, Presidente Abbas, usted no es ningún Yasir Arafat."
Él no va a hacer, él no puede hacer, nada que a ellos no les guste. Y una de las cosas que Abbas ha hecho para apaciguarlos ha sido designar como su sucesor a Muhammad Ghaneim, quizás el miembro más duro entre todos los miembros del comité.
Estos 23 miembros del comité tienen el control del destino de los palestinos (excepto por lo que Hamás tenga que decir sobre este asunto) y del proceso de paz. Debido a su radicalismo, no habrá ninguna paz o Estado Palestino por muchos años. Para averiguar más sobre quiénes son ellos y por qué esto es así, vaya aquí y aquí y especialmente aquí.
¿Por qué no hay más gente que estudie los detalles de la política palestina? Por la misma razón que ellos no quieren mirar de cerca cómo se hacen las salchichas. Es demasiado desagradable. Después de hacerlo, uno no podría jamás seguir creyendo ingenuamente que la paz está al alcance.
P.D: Después de este artículo sobre la nueva Carta de Fatah, me enviaron una historia de la JTA (Jewish Telegraphic Agency) acerca de cómo la nueva carta es muy moderada ya que "deja caer" las llamadas a la destrucción de Israel, etc. Como indiqué, la carta dice que la vieja carta está todavía vigente y nada en la nueva carta lo contradice. Entonces de hecho nada ha cambiado. Es asombroso qué fácil es para diferentes árabes radicales y grupos Islamistas engañar a periodistas occidentales. Siempre ayuda leer un documento antes de describirlo como un gran avance hacia la moderación.
Barry Rubin is director of the Global Research in International Affairs (GLORIA) Center and editor of the Middle East Review of International Affairs (MERIA) Journal. His latest books are The Israel-Arab Reader (seventh edition), The Long War for Freedom: The Arab Struggle for Democracy in the Middle East (Wiley), and The Truth About Syria (Palgrave-Macmillan).
To read and subscribe to MERIA, GLORIA articles, or to order books. To see or subscribe to his blog, Rubin Reports.
FUENTE: RUBIN-SCOOP: FATAH´S NEW CHARTER-30/01/10
COMENTARIO:
Nada nuevo bajo el sol, el liderazgo palestino persigue un sueño imposible, apoderarse de Israel. No les resulta difícil seguir ilusionándose aunque sepan que no ganarán, el mundo entero los ayuda proporcionándole los medios para continuar esta lucha estéril. Sólo cuando tengan que ocuparse de su gente, de producir y enseñarles la verdad sobre los errores cometidos, las guerras emprendidas, todas perdidas, habrá paz.
Pero eso no ocurrirá con esta dirigencia palestina, ellos no sufren, no tienen por qué cambiar.
El deseo de Israel y del mundo entero por lograr la paz en la región no ha hecho más que posponerla, ayudarlos económicamente les permite continuar esta lucha absurda. Como consecuencia del error político que se sigue cometiendo el pueblo palestino odia al "invasor" en lugar de pedirle cuentas a sus líderes. Los palestinos sufren, porque Israel no tiene más remedio que controlarlos para evitar los actos terroristas que han estado padeciendo, ¿quién es responsable de que haya esta relación entre estos dos pueblos?
Si no hubiera terrorismo no existiría la imperiosa necesidad de controlarlos. Si sus líderes no les enseñaran que han sido invadidos y en su lugar les explicaran que ellos atacaron y perdieron todas las guerras, no habría candidatos para el terrorismo. Si el mundo entero fuera imparcial y comprendiera la necesidad de Israel de defenderse y prevenir los ataques terroristas, no pretenderían una paz imposible ahora, entre un pueblo que se defiende como puede del terrorismo y un pueblo que se siente controlado por otro más fuerte.
Todo está condicionado a un realismo que brilla por su ausencia. Nadie hace lo debido, empezando por occidente que desde hace años los provee de medios que no se sabe a dónde van a parar; para los palestinos, la culpa es de Israel, no se preguntan dónde está todo ese dinero.
Y finalmente están los medios, los que saben que mienten y los que quieren creer que hay cambios porque tanto desean que los haya. Sin embargo, nada supera la contundencia de la realidad que se impone por sobre los sueños, las mentiras y las ilusiones de unos y otros.
Ni Israel será derrotado, ni los israelíes tendrán paz por ahora. Parece tonto, pero si una política no ha funcionado durante tantos años ¿a nadie se le ocurre que hay que cambiarla?
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