martes, 25 de mayo de 2010

581 - OTRA VISIÓN DE LA POLÍTICA ISRAELÍ


UNA PERSPECTIVA DIFERENTE CON RESPECTO A LA ACTUAL CRISIS EN LAS RELACIONES USA-ISRAEL

A DIFFERENT PERSPECTIVE REGARDING THE CURRENT CRISIS IN US-ISRAEL RELATIONS

Por TZVI NOVEMBER
(*)


MAPA DE ISRAEL ENTRE PAÍSES ISLÁMICOS

(TRADUCCIÓN LIBRE DE ANA)

Casi todos los comentaristas que veo y escucho en la radio y TV israelí están de acuerdo en que el apoyo de EE.UU. es crucial para Israel. Sin la ayuda americana en la arena internacional, los árabes, europeos y casi todos los demás intensificarían sus esfuerzos para deslegitimar a Israel, boicotear sus productos, arrestar a sus líderes por "crímenes de guerra" y aprobar resoluciones anti-israelíes en la ONU y otros cuerpos internacionales.

Rara vez los expertos preguntan cómo se ha producido esta situación intolerable. Es demasiado fácil culpar a Barak Hussein Obama y a su administración de orientación izquierdista y apaciguadora de los árabes, por los problemas del Primer Ministro Netanyahu. Sin embargo, sólo pocos años atrás George W. Bush era el presidente y los amos de los medios de comunicación de Israel con frecuencia recordaban a su público que Bush era el presidente más amigable y considerado que Israel podía esperar tener. Pero fue Bush el autor de la "Hoja de Ruta" que hace toda suerte de demandas a Israel casi ignorando la guerra de terror árabe/palestina en curso, orquestada por el Presidente Mahmoud Abbas y sus combatientes de Fatah. El gobierno de Sharon presentó objeciones a catorce puntos de la "Hoja de Ruta" pero estos reclamos fueron rechazados de plano sin discusión alguna. Fieles a su mentalidad de república bananera, los funcionarios del gobierno israelí rápidamente se olvidaron completamente de sus catorce reservas. Después de todo, así se razona, América es el único aliado de Israel y las buenas relaciones son esenciales para su supervivencia.

NO UN PAÍS NORMAL

Si Israel fuera un país normal sus líderes manejarían sus asuntos de una manera normal.
Por ejemplo, un Manifiesto Sionista debería haber sido publicado en árabe largo tiempo atrás explicando al mundo árabe que la Tierra de Israel pertenece al pueblo judío tanto como Arabia pertenece a los árabes musulmanes.
Este documento también se referiría a los "palestinos" quienes ya tienen un enorme país al que ellos pueden reclamar como verdaderamente propio. Es Jordania. Jordania es tan Palestina como Palestina es Jordania. (Hasta hace pocos años atrás los "palestinos" que vivían en la "Ribera Occidental" tenían la ciudadanía jordana hasta que el rey Abdullah II la canceló). No hay ninguna diferencia, en absoluto, entre un "jordano" y un "palestino". De hecho, un 70 % de los jordanos son en realidad palestinos. Efectivamente, la reina de Jordania es originaria de Nazareth. Algunas veces me pregunto si ella aún tiene la ciudadanía israelí y si se le permitiría traer a su esposo a vivir a Israel bajo el "plan de unificación familiar".

Por desgracia, los voceros israelíes se rehúsan recordar a la comunidad internacional que Palestina ya existe. Es un bloqueo mental similar a la sustitución de "territorios" por Judea y Samaria. Los diplomáticos y políticos israelíes asisten todo el tiempo a conferencias internacionales pero ¿puede alguien recordar haber escuchado a un representante israelí hablar sobre los legítimos derechos del pueblo judío? Mientras que a ellos les resulta difícil articular los derechos judíos, los israelíes tienen poca o ninguna dificultad en hablar de las aspiraciones del "pueblo palestino", una nacionalidad inexistente que nunca tuvo un estado propio.

La mayoría de los políticos israelíes, comentaristas y analistas políticos quieren terminar "la ocupación" porque, según ellos, un Israel más pequeño desvinculado de grandes poblaciones árabes de Gaza, Judea y Samaria fortalecería la democracia israelí y el carácter judío. (Interesante, la misma gente que se preocupa sobre el carácter judío de Israel son también los mismos que luchan contra todo esfuerzo para promover la ley, cultura y educación judía dentro de la sociedad israelí).

Lamentablemente, Israel es una partidocracia y no una democracia donde manda la voluntad de la mayoría.

Dado que los israelíes religiosos tienen una alta tasa de reproducción y la inmigración trae a Israel anualmente a algunos pocos miles de judíos adicionales, la situación demográfica de Israel mejora todo el tiempo.


Definitivamente Israel no es un estado apartheid porque los judíos son una clara mayoría. Mientras que la población blanca de Sudáfrica era de alrededor de tres millones entre dieciocho millones, los judíos aquí constituyen una mayoría entre toda la gente que vive entre el Mediterráneo y el río Jordán.

Rara vez escuché a un funcionario israelí recordarle al mundo que Hawaii fue un reino independiente que Estados Unidos ocupó y anexó o que el Tibet fue un país independiente antes que China lo ocupara o que Chechenia ha estado ocupada por Rusia durante generaciones. Del mismo modo, Judea, Samaria y Gaza fueron conquistadas y ocupadas por Jordania y Egipto, respectivamente, entre 1948 y 1967. Hoy estos son territorios liberados; liberados de Jordania y Egipto.

Por décadas, los ministros trotamundos de Israel han fallado en recordarle al mundo que la así llamada "ocupación" y la muerte de decenas de miles de soldados y civiles asesinados después de 1967 son un resultado directo de los tres "NO" de las Ligas Árabes. Si la Liga Árabe hubiera dicho "SÍ" a la paz, "SÍ" al reconocimiento (de Israel) y "SÍ" a las negociaciones en el encuentro de Khartoum de 1967, el conflicto árabe-israelí en todo Medio Oriente se habría resuelto hace 42 años. Uno supone que es deber de cada vocero israelí recordarles este hecho a nuestros amigos y enemigos. Los árabes son los únicos culpables por todo el lío pero ¿ha oído usted alguna vez a un vocero israelí decir las cosas como son? Toda vez que Avigdor Lieberman, el actual ministro de exteriores de Israel, hace una declaración crítica de las maquinaciones árabes, es inmediatamente atacado en los medios de comunicación.


Gran parte de la culpa por el actual atolladero en que se encuentra Israel debe serle atribuido a Shimon Peres y a su compinche Yossi Beilin quienes, cuando ellos conducían el ministerio de exteriores en 1993, iniciaron el proceso a los que ellos engañosamente llamaron "proceso de paz". En violación de la ley israelí ellos llevaron a cabo negociaciones secretas con Yasser Arafat, el architerrorista mundial y sus secuaces. Entonces ellos inventaron el término "territorios en disputa" para Judea, Samaria y Gaza. Por supuesto, los árabes siempre se refieren a estas áreas como territorio árabe o territorio palestino, pero nunca como territorio en disputa.

Mucho peor aún, el ministro de exteriores de Israel nunca (hasta donde yo sé) exigió que la UNRWA, la agencia de la ONU que mantiene a los árabes refugiados, a sus hijos y nietos en campos en Líbano, Siria y Jordania, sea desmantelada. El problema de los refugiados palestinos, como cualquier otro problema de refugiados en el mundo, debe ser entregado a la UNHCR (High Commission for Refugees). Cuanto antes sean reasentados los refugiados árabes entre sus hermanos en los países árabes, será también lo más rápido en que se llegará a un final justo del conflicto árabe-israelí.

Entre 1948 y 1967 el Organismo de las Naciones Unidas para la Vigilancia de la Tregua (UNTSO) (United Nations Truce Supervision Organization) monitoreó el cese del fuego entre las fuerzas jordanas e israelíes en la DIVIDIDA ciudad de Jerusalén. La sede de la UNTSO todavía está en Jerusalén pero no ha tenido ninguna función en los últimos 42 años. Sorprendentemente, nunca escuché a nadie exigir que la UNTSO cierre sus instalaciones en Jerusalén y concentre su atención en las fronteras entre Israel y Siria y Líbano donde todavía tiene un rol para cumplir.

El ministerio de exteriores de Israel también ha fracasado en abogar enérgicamente por la compensación de las víctimas judías por la agresión y abusos a los derechos humanos por parte de los árabes. Cantidades enormes de propiedades personales y de la comunidad judías fueron confiscadas en países árabes. Los judíos que apoyaron el sionismo (un crimen grave en la mayoría de los países árabes) o fracasaron en su intentos de escapar, fueron encarcelados e inclusive ejecutados. Lamentablemente, este no es un tema prioritario en el ministerio de asuntos exteriores israelí, que es hipersensible con relación a las emociones árabes.

Cuando dignatarios extranjeros de alto rango visitan Israel, son llevados al Museo del Holocausto Yad VaShem. Por supuesto, esto es un error terrible porque el tour sirve para reforzar la posición de los árabes que los judíos robaron Palestina como secuela de la masacre de la judería europea durante la SGM llevada a cabo por los nazis y sus colaboradores (que también incluyeron a árabes). Sería más sensato llevar a los presidentes y primeros ministros de visita a ver los Rollos del Mar Muerto de 2000 de antigüedad o el Palacio de Herodes en Herodion o a la cueva de Pachpela en Hebrón, donde los patriarcas judíos fueron enterrados hace más de 3.000 años.

Si el ministerio de exteriores hiciera su trabajo adecuadamente, los visitantes extranjeros también aprenderían que los nombres de la mayoría de las aldeas árabes en Israel derivan del hebreo original. Por ejemplo, el pueblo árabe de Shefaram fue una vez Shofar Ha'Am hasta que los judíos fueron expulsados por los invasores árabes. Batir es Betar. Beituna es Beir El. Anata es Anatot. Un estudio exhaustivo de todos los nombres de lugares en Israel prueba que los árabes están ocupando tierra judía. Pero usted nunca escuchará esto de los presidentes y primeros ministros israelíes.

Otros pueblos sufren en manos de los árabes. La cultura e idioma bereber ha sido diezmada en África del Norte. Los coptos son asesinados en Egipto; los nativos de Darfur son aniquilados por árabes sudaneses y Siria (la República Árabe Siria) ha convertido a los kurdos (el 10 % de la población) en un minoría oprimida.

El Presidente Obama y Hillary Clinton se entusiasman por crear otro estado palestino pero no dicen ni pío acerca del nacionalismo kurdo. Los kurdos son más de veinte millones, ellos tienen su propio idioma, cultura e historia que incluyen religiones propias pre-islámicas. Los diplomáticos americanos e israelíes, sin embargo, mantienen silencio de radio cuando se trata de los kurdos.


El Departamento de Estado de Estados Unidos, con su fuerte contingente arabista, tiene un record sombrío. Estados Unidos ha despilfarrado decenas de miles de millones de dólares durante décadas en Afganistán, Pakistán, Irak, Egipto e Irán (antes de la revolución). El personal norteamericano ha sido volado en pedazos en Yemen, Kenya, Líbano y Arabia Saudita. Los directores de política exterior norteamericana, a pesar de sus muchos doctorados, tienen un deprimente record de desastres para su descrédito. Lo más seguro es que esta serie de fracasos va a continuar en un futuro próximo cuando Irak, Egipto, Líbano y quizás Jordania se unan al anti-norteamericano campo fundamentalista pro-islámico. Y a pesar de la retórica acerca de las sanciones, Irán está en camino de dominar el flujo del petróleo desde el Golfo Pérsico.

Obviamente, la única forma de salir de esta situación es apretar a Israel, cuyo liderazgo hace mucho tiempo abandonó la justicia de su causa sionista, su reclamo a la totalidad de la tierra de Israel (al oeste del Río Jordan) sus "líneas rojas" (por ej. no negociamos con terroristas, fronteras defendibles, Jerusalén indivisa) y resolverse a decir "no" a la presión norteamericana si fuera necesario.

El Presidente Obama dijo recientemente que el status quo de Medio Oriente es inaceptable. Dada la creciente amistad de Turquía con Irán y Siria, la salud rápidamente en declive del presidente Mubarak, la indecisa guerra del ejército pakistaní contra los terroristas en el área de Peshawar (capital del terrorismo mundial) y la retirada proyectada de los militares de Estados Unidos de Irak el año próximo, lo mismo que el programa de armas nucleares de Irán, yo humildemente sugeriría que el Presidente está completamente equivocado.

(*) Zvi November nació en Brooklyn, Nueva York, y ha vivido en Israel desde 1969. Ha trabajado como maestro, consejero de jóvenes, funcionario de libertad condicional y asesor de empleo. Tiene una licenciatura en antropología social y ha escrito sobre las contradicciones inherentes a Israel, "una compleja nación-estado, cuyas cinco o más poblaciones no están de acuerdo en casi todos los temas."

FUENTE:
ME&T-NOVEMBER-DIFFERENT PERSPECTIVE-22/05/10

LA DOBLE MORAL CON RESPECTO A GEORGIA

COMENTARIO:

Una imagen vale por muchísimas palabras y explica mejor las políticas de los estados. Esta es la realidad, países islámicos sobre un mar de petróleo que occidente necesita, rodean a Israel. ¿Puede Israel ser políticamente incorrecto? ¿Puede enfrentar toda la retórica de esos mismos países que, simplemente, no lo quieren allí? Aunque tenga todos los argumentos históricos y la legitimidad dada por sucesivos Organismos Internacionales para la creación de su estado, más el derecho a firmar una paz con los gobiernos de territorios ganados en guerras que nunca emprendió, en las condiciones que aseguren su supervencia, se mantiene en la misma situación del pueblo judío a través de toda su historia, sigue siendo maltratado y obligado a ser mejor que nadie para no ser cuestionado y poder sobrevivir. Y no tiene más remedio que ser políticamente correcto y contraatacar la retórica islámica en lugar de atacar con la propia.

Recordar a los kurdos, los bereberes, Hawaii, Tibet, Chechenia y, más recientemente Georgia, eximiría de más comentarios. Sin embargo, hay que insistir porque NUNCA, NUNCA, sus enemigos se han comprometido a reconocer la existencia del Estado de Israel. Lo que significa que toda esta movida de la creación de dos estados es sin ningún tipo de compromiso, y si lo hubiera, sería con una de las partes (la autoridad palestina de Mahmoud Abbas, que no tiene poder) y no con varias, como Al Fatah, Hamás, y otras varias agrupaciones palestinas y mucho menos con todos sus enemigos, que lo acosan desde siempre con el argumento que ocupa territorio ilegítimamente.

No se han ahorrado acusaciones mentirosas: apartheid, limpieza étnica, violación de derechos humanos, estado agresivo, todos argumentos que en realidad un mundo que no necesitara petróleo y, también, que no temiera al terrorismo islámico, debería dejar de ser hipócrita y atribuirlos a los enemigos de Israel. Así de fácil es pero, como dice Pilar Rahola, "contra Israel se atreven todos", los que saben y los que ignoran la verdad bombardeados por la información de los medios de comunicación que no temen que Israel les vuele sus oficinas, ni los países sus embajadas, pero que temen que se las vuele el terrorismo de esos locos sueltos. Así de fácil es esta historia, tan simple y descarnada.

La estrella amarilla ya no la ponen sobre el pecho de los judíos sino sobre la bandera israelí. No tienen vergüenza.

ANA



2 comentarios:

  1. EXCELENTE ARTÍCULO. EXCELENTE. BENDITO SEA EL PUEBLO DE ISRAEL Y SU DIOS.

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  2. Hola Nico:
    Este artículo lo publiqué hace bastante tiempo y recién ahora se ha vuelto popular. Israel no puede hacer ni decir lo que no sea políticamente correcto, lo que no impide que estas cosas no sean develadas por analistas con muy buenos argumentos. Cambiar la narrativa que se construyó y aceptó es una tarea muy difícil, aunque ahora apareció Lieberman que se atreve, aunque, obviamente, despierta todas las críticas de propios y ajenos. Personalmente no lo considero un "racista" y creo que debe ser escuchado atentamente, pienso que cada vez expresa más y mejor el punto de vista del pueblo israelí sobre su problemática. Él lo dice claramente porque vive en un "asentamiento" en los territorios: "Ellos (los palestinos) me conocen y yo los conozco a ellos, sé cómo piensan." Soy una optimista, creo en la capacidad de cambio de mentalidad del pueblo palestino, sólo necesita líderes que les ayuden a "despegar" junto a Israel y no en su contra. Y se debe empezar por asumir la verdad y no creer en fantasías. Gracias por su mensaje.

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