viernes, 11 de julio de 2014

1322 - SUISSA, SOBRE LA REALIDAD DE MEDIO ORIENTE


Un lanzador de la Cúpula de Hierro dispara un cohete interceptor en el sur de Israel, 08/07/14 - Foto por REUTERS/BAZ RATNER

LA HONESTIDAD DE LA GUERRA

THE HONESTY OF WAR (EN ESPAÑOL)

Por DAVID SUISSA


Hay algo de la guerra que puede hacer que personas inteligentes parezcan tontas. Estoy pensando ahora mismo en todas aquellas personas inteligentes de Tel Aviv que analizaron las sutilezas de la paz en la Conferencia de Paz de "Haaretz", sólo unas pocas horas antes de que los terroristas de Hamas, que odian a los judíos, comenzaran a disparar cohetes sobre todo Israel.

Me pegunto si inclusive habrán considerado realizar en la conferencia una sesión llamada "¿Qué sucede cuando la gente quiere matarte. sin importar lo que hagas?". Esa sesión podría haber incluido, por ejemplo, un panel de expertos que discutieran la Carta de Hamas. que llama a "la creación definitiva de un estado islámico en Palestina en lugar de Israel y los Territorios Palestinos, y la destrucción o disolución de Israel".

Pero no hubo dicho panel en la conferencia. En su lugar, tuvieron contribuciones exclusivas de personas importantes como el presidente Barack Obama, quien expresó el trillado mantra del hombre sofisticado: "La paz es el único y verdadero camino hacia la seguridad".

Bueno, tal vez no, señor presidente. Para los millones de residentes israelíes estar seguros ahora es tener quince preciosos segundos hasta llegar a sus refugios antibombas; más bien es al revés: "La seguridad es el único camino verdadero hacia la paz".

Medio Oriente es uno de esos lugares en los que no siempre se puede confiar en el pensamiento de la sofisticada, inteligente gente, es un lugar donde la brutalidad de la vida crea su propia dinámica, su propia lógica, sus propias reglas.

Israel ha luchado entre estos dos impulsos desde su creación: El campo del sofisticado "la paz traerá seguridad" frente al campo más primitivo, "la seguridad traerá la paz". Ambos tienen buenas intenciones.

La cosmopolita multitud en la conferencia de paz de Haaretz está sin duda en el primer campo. Ellos no pueden permitirse el lujo de salirse de él. Eso es lo que son. Moverse hacia el campo "primitivo" socavaría su esencia; los emparentaría con el conductor del autobús de Dimona, quien apenas tiene educación secundaria.

Tenemos una tendencia a subestimar la importancia de la auto-identificación -cómo a la gente le gusta pensar de sí misma- al evaluar la cosmovisión de alguien. No deberíamos. La autodefinición es algo terco. Si pienso de mí mismo que soy un caballero educado, a toda costa tengo que ser un buscador de la paz.

Cosas feas como una Carta que llama a la destrucción de todo un pueblo es sólo lo que se interpone en el camino de lo que quiero y necesito que el mundo sea.

Es por eso que no hubo sesiones sobre la Carta de Hamas en la conferencia de paz de Haaretz. Habría echado a perder la fiesta. Habría envenenado la atmósfera. Habría introducido algo crudo, algo primitivo a un público educado que se enorgullece por trascender los instintos básicos de la naturaleza humana.

Para ser honesto con usted, a menudo trato de ser parte de ese campo. Uno se siente mejor. Después de todo ¿qué clase de vida sería esa si yo tuviera que sucumbir a mi naturaleza primitiva? ¿Cómo eso podría ser considerado progreso? ¿Cómo esa vida sería digna de ser vivida?

Pero a diferencia de mis compatriotas israelíes, mi casa en Los Ángeles no necesita un refugio antiaéreo.

Supongo que es en esos refugios antiaéreos, no en los salones intelectuales, donde se obtiene un destello de la realidad de Oriente Medio. Usted puede decidir en una conferencia de paz evitar hablar de la Carta de Hamas, pero con el tiempo la Carta de Hamas lo encontrará a usted. Si no es a través de un panel de expertos, entonces es a través de un buen antiguo cohete con su nombre escrito en él.

Tomó menos de 24 horas para que esos cohetes de Hamas obtuvieran una audencia con los asistentes a la conferencia de paz de Haaretz.

Ahora, está perfectamente bien para el iluminado conjunto mantener sus posiciones. Hay algo en mi que prefiere que hagan, algo dentro de mi dice: "necesitamos que sigas presionando con tu visión del mundo". En cualquier caso, ellos lo harán, no pueden bajarse suavemente. Abandonar su auto-identificación como gente sofisticada no es una opción.

Por lo tanto, estén preparados para los análisis inteligentes sobre la "debilidad" de Hamas, la "reacción exagerada" de Israel, la necesidad de promover fuerzas "moderadas" y, por supuesto, el perenne meta mensaje: la necesidad "ahora más que nunca" de seguir luchando por la paz porque, como el mismo Presidente Obama dijo, es "el único camino verdadero hacia la seguridad".

Hay algo conmovedor, de verdad, de cómo la naturaleza brutal de Medio Oriente ha evitado que Israel llegue plenamente al elevado status de estado sofisticado.

Lamentablemente, ninguna realización de la "nación de emprendimientos" o de la cultura israelí de vanguardia puede ocultar la horrible realidad del vecindario de Israel. Es una realidad más grande que los sueños, que la vida, que el éxito.

Es una verdad que dice, simplemente: No te queremos aquí. Eres un hueso en nuestra garganta. Cuanto más exitoso seas, más te despreciamos.

¡OH, cómo deseamos que estuviera bajo nuestro control poder cambiar esos sentimientos!

¡Cómo deseamos que desmantelar nuestros asentamientos desmantelara la Carta de Hamas!

Cuando caen las bombas -que están cayendo ahora mismo sobre todo Israel- no se buscan respuestas en los salones de TEL Aviv, sino en los autobuses de compras de Dimona.

Y en Medio Oriente, esa respuesta es siempre la misma: Israel no puede permitirse jamás el lujo de perder una guerra.

FUENTE - JEWISH JOURNAL-SUISSA-WAR-08/07/14

TRADUCIDO POR ANA

REFLEXIÓN:

Pretender acuerdos, un entendimiento con individuos que conforman movimientos políticos o pertenecen a sectas religiosas que tienen las armas del siglo XXI pero que viven y creen que todos debemos volver a una sociedad del siglo VI es, cuanto menos, un absurdo.

Es obvio que no podemos entendernos. Son mentalidades opuestas.

El terrorismo es un fenómeno de esta época, si no pueden convencer -lo que es muy difícil- entonces atacan, pero con armas sofisticadas. El mundo les teme porque de por sí terrorismo es igual a violencia indiscriminada. Mueren los enemigos, los tibios, los propios y los ajenos. Y después se matan entre sí por el poder.

Para el mundo es un problema más lejano, para Israel significa pactar con un enemigo eterno que utilizará cualquier tregua para rearmarse y atacarlo otra vez. Y está en el patio de su casa.

Se suelen decir palabras muy bonitas, como señala el autor del artículo. Se citan y recuerdan a grandes hombres que lucharon por la libertad de su pueblo con la palabra paz en sus arengas.

Gandhi dijo: "No hay camino para la paz, la paz es el camino", pero estaba dirigiendo a su gente contra un colonialista en fuga con mentalidad del siglo XX. Sus expectativas tenían sentido. Con este enemigo, un hombre con su sabiduría habría sabido que su propuesta no tendría éxito. Esta gente estaría encantada de hacer una carnicería con su gente, como se hacía en el siglo VI.

Jesucristo ofreció la otra mejilla, pero estos desquiciados no vacilan en cortar la cabeza de quienes se le opongan, no se detienen a reiterar la bofetada. Si apareciera ahora también él actuaría de otra forma.

No está demás puntualizar todos los esfuerzos de Israel para conformar a sus enemigos y ganarse la paz, entregó Gaza y sostiene a Abas, porque no hay nada mejor. ¿Y qué consiguió? Misiles. Treguas. Ataques. Misiles. Guerra. Treguas. Otra vez misiles.

¿Hasta cuándo debe soportar a estos maníacos? La comunidad Internacional comprende la situación de Israel - a veces- pero sabe del sufrimiento del pueblo de Gaza y siempre está lista para detener las guerras, pero ¿que ofrece a cambio? No se inmiscuye antes pero se mete después, siempre le tira un salvavidas al terrorismo hasta la próxima.

Pregunto, ¿cuánto aguantaría Estados Unidos -la Unión Europea, cualquier potencia- si tuviera a estos enemigos en el Bronx, si porque los tenía en Afganistán y Pakistán se largaron a exterminarlos? Armas. barcos, aviones, gente y no pudieron vencerlos. Porque claro, no pueden liquidarlos a todos y no pueden utilizar sus métodos. No se puede comer al caníbal para corregirlo...

Hoy día todo tiene un límite, pero los terroristas no los tienen porque no viven en este siglo, ¡ellos actúan según lo enseñado por un hombre del siglo VI!

Pero tratándose de Israel, que aguante... Realmente, hay que ser caradura.

ANA

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