1363 - GAZATÍES: CARNE DE CAÑÓN DE HAMAS

APOYEN A ISRAEL SI LES IMPORTA EL SUFRIMIENTO DE LOS GAZATÍES

Por COLIN RUBENSTEIN*

Las imágenes nocturnas en TV del sufrimiento en Gaza son conmovedoras. Lo que pueda realmente hacerse para frenar el sufrimiento allí y en Israel y evitar que vuelva a ocurrir es un desafío vital.

Los gazatíes necesitan mucho más que simplemente un fin al actual combate. Ellos necesitan líderes que pongan a sus intereses primero, más que tratarlos como carne de cañón para sus objetivos políticos extremistas. Ellos necesitan un gobierno que sinceramente busque un genuino resultado de dos Estados que finalmente traiga paz a Israel, Gaza y la Margen Occidental- algo que Hamas, comprometido con la desaparición de Israel, ha prometido que siempre se opondrá.

Esta realidad está bien ilustrada por el foco clave de la última incursión israelí a Gaza, las revelaciones de la inesperadamente masiva red de túneles terroristas secretos. Hamas planeaba usar dichos túneles para infiltrar a cientos de terroristas dentro de Israel para asesinar y secuestrar a civiles.

Se han detectado más de 30 túneles, cada uno con muchas ramificaciones. Éstos supuestamente cuestan el 40 % del presupuesto gubernamental total de Gaza durante cuatro años y están construidos en parte con materiales que Israel permitió ingresar a Gaza para necesidades humanitarias.

Aproximadamente 800.000 toneladas de concreto fueron usados, suficiente para construir el mayor edificio a nivel mundial al menos siete veces. Piensen cuántos refugios de bomba, jardines de infantes y clínicas podrían haberse construido en su lugar.

Las entradas a túneles han sido halladas en hogares, mezquitas e incluso en clínicas médicas. Sin embargo los túneles son únicamente para los combatientes de Hamas. Hamas no provee a los civiles en Gaza ningún refugio para los ataques israelíes.

Israel ha implementado una serie de ceses de fuego humanitarios diseñados para proveer las necesidades humanitarias a los residentes de Gaza. Hasta ahora Hamas los ha rechazado o violado todos, y los gazatíes pagan el precio.

La génesis del actual conflicto

El conflicto actual comenzó cuando Israel fue forzado a responder a las tres semanas de intensos disparos de cohetes desde Gaza, con Hamas habiendo ignorado desdeñosamente varios llamados israelíes a la calma mutua. Los cohetes, en consecuencia, paralizaron a Israel y cerraron su aeropuerto.

Fiel a su estilo y en contravención de la ley internacional, Hamas ubica mucho de su material bélico y activos, y dirige la mayoría de sus ataques desde zonas civiles densamente pobladas.

Las FDI -también fieles a su estilo- han tomado toda precaución razonable para evitar el daño a civiles, a través de panfletos, mensajes de texto, llamadas telefónicas e incluso “alertando” sobre los techos de los edificios con una orden en voz alta a los residentes.

Hamas ha respondido instruyendo a los gazatíes a ignorar las advertencias de las FDI y permanecer en zonas de combate.

El Ex presidente estadounidense Bill Clinton destacó de manera justa que Hamas tiene “una estrategia diseñada para forzar a Israel a matar… civiles (palestinos) de manera que el resto del mundo lo condene”.

Las despreciables tácticas de escudos humanos de Hamas -y los avanzados sistemas de defensa de Israel- crearon tasas de bajas desequilibradas. Sin embargo, las críticas a Israel han desplegado la vieja historia que la respuesta de Israel en alguna manera viola el principio de “proporcionalidad” o cantidad de “castigo colectivo”. Dichos reclamos son completas distorsiones de dichos conceptos de la ley internacional y en la práctica declaran que el combate contra los grupos terroristas disparado desde el medio de centros urbanos civiles es ilegal.

Dichas críticas casi nunca sugieren algún método mejor para luchar en una guerra urbana asimétrica, más que lo que Israel está haciendo, ellos sólo exigen que Israel halle alguno. La auto-defensa “proporcional”, por lo tanto, no significa efectivamente ninguna auto-defensa.

Recientemente, Israel ha atraído mucha crítica por las tres mortales explosiones en escuelas de ONU que estaban siendo usadas como refugios por civiles de Gaza. El primero fue aparentemente causado por un cohete de la Jihad islámica que falló respecto de su objetivo destinado a Israel, y fue uno de los casi 300 cohetes disparados por grupos terroristas que han caído en Gaza. Otro parece haber tenido un resultado trágico para los fuerzas israelíes bajo fuego, respondiendo a la fuente de ese disparo -los morteros de Hamas cínicamente se colocan próximos a la escuela-. El tercero realmente no involucró un impacto sobre una escuela -Israel atacó a un motociclista que llevaba a tres militantes en una calle cercana a una escuela- la escuela misma no resultó dañada.

Hamas ha exigido términos de cese de fuego que incluyen un fin al bloqueo de Gaza, tanto de Israel como de Egipto, el pago de salarios a los trabajadores de Hamas, la liberación de prisioneros y otras concesiones.

El bloqueo, citado por Hamas como justificación por sus indiscriminados ataques a civiles israelíes, en realidad sólo se mantiene para material con usos militares, y permite ilimitadamente alimentos, medicamentos y bienes de consumo. Más aun, fue sólo impuesto en respuesta a los ataques con cohetes a Israel desde Gaza en primer lugar.

Entregarle una victoria a Hamas sería suicida para Israel. Y no sólo para Israel. Otros grupos extremistas observarán el ejemplo de Hamas. Imaginen si se establece el principio que toda respuesta a un grupo terrorista que dispara cohetes o lanza otros ataques desde zonas civiles es ilegítima por la inevitable pérdida de civiles. Los grupos terroristas podrían buscar ampliamente imitar a Hamas en el uso de escudos humanos, a costos enormes de la vida de las personas.

Todo aquel que genuinamente se preocupa acerca de la miseria que las reiteradas guerras alrededor de Gaza están infligiendo a sus residentes civiles deben -para su beneficio- unirse detrás de los esfuerzos de Israel de degradar los activos militares de Hamas, especialmente sus cohetes y túneles terroristas, y asegurar un cese de fuego que provea el desarme en Gaza.

El PM Benjamin Netanyahu destacó durante el fin de semana una idea para un programa internacional de rehabilitación y desarrollo de Gaza, unida a la desmilitarización del territorio. Debería lograrse el consenso a través del mundo árabe que el extremismo violento e imprudente de Hamas es el problema clave de los gazatíes.

Si un cese de fuego sólo mantiene el status quo habrá otra guerra, probablemente incluso peor, en el futuro, en la que civiles, particularmente gazatíes, una vez más inevitablemente experimenten un gran sufrimiento.

*El Dr. Colin Rubenstein es Director Ejecutivo del Australia/Israel & Jewish Affairs Council.

Fuente: The Financial Review - 06/08/14

FUENTE: CIDIPAL-RUBENSTEIN-APOYEN-15/08/14

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Importante entrevista donde se explica que los islamistas libran sus guerras de la forma en que lo hacía Mahoma. Esclarece lo que estamos presenciando hoy.

REFLEXIÓN:

Estos tres artículos se complementan, me parece que Israel actúa como un Estado moderno, con la necesidad de preservar la vida no sólo de sus ciudadanos sino tratando de hacerlo con la población que sacrifica Hamas: su propia gente.

Las diferencias explican por qué Israel quiere la desmilitarización de Gaza y el cierre y demolición de los túneles como temas imprescindibles para considerar que sea una tregua útil. Si no lo consigue, serán los israelíes y los gazatíes quienes seguirán sufriendo hasta que Hamas se reponga de este desastre y empiece a atacar. Lo dicen, no ocultan sus intenciones. Los islamistas tienen una agenda que no se detiene con el tiempo, la lucha para echar a Israel es eterna, así es como ellos entienden que lo manda el Corán.

Israel no puede aceptar que su gente deba vivir en un estado de permanente angustia hasta que cualquier grupo desde Gaza decida en el futuro disparar misiles. Hamas negará ser el autor porque hay muchos y, aunque Israel represalie, no se resolverá el problema para que se alcance una calma estable en la región.

No es la forma en que se hacían las guerras en el pasado, el ataque a la población era la forma natural de la lucha para debilitar al enemigo; para no profundizar sobre lo que hicieron los norteamericanos en Afganistán e Irak, lo que está haciendo el IS actualmente en Siria e Irak y lo que se están haciendo en Siria sin que nadie los detenga. Millones de muertos y desplazados, pero parece que esos niños martirizados no se ven ni se tienen en cuenta, sólo se mira lo que hace Israel para detener a estos fanáticos. Contra Israel se hacen manifestaciones, a él se le hacen juicios por "crímenes de guerra", es repugnante comprobar la parcialidad con que se lo trata...

Por eso el final es abierto, porque no hay justicia al evaluar los hechos, porque se apaña a los fanáticos y se cuestiona a quien se defiende de sus ataques, pero claramente uno será para una calma estable y otro sólo será una tregua hasta que todo recomience en el futuro.

ANA