martes, 9 de septiembre de 2008

150 - LA NEGACIÓN DEL HOLOCAUSTO


DOS PUEBLOS, DOS HISTORIAS DISTINTAS

Se ha puesto de moda negar el holocausto, como si fuera posible que haciendo declaraciones se pudieran destruir todas las pruebas que están a la vista para cualquiera que quiera saber la verdad. Cuando avanzaron las tropas victoriosas -al terminar la Segunda Guerra Mundial- se obtuvo material fotográfico y registros que hablan por sí mismos sobre lo que el nazismo había hecho con todos los que consideraba sus enemigos, entre ellos estaba el pueblo judío europeo.

La guerra es una aberración en sí misma, una derrota de la capacidad de los pueblos para resolver los conflictos con inteligencia, es la mejor forma de sacar a la luz lo peor que tiene el hombre y que está controlado hasta que se vuelve natural matar y morir. Es imperativo evitar este desenlace; a fines de la SGM hubo campos de concentración de los vencedores aunque, como bien sabemos, la historia la escriben los que ganan y no se reconoce hasta qué punto el individuo se embrutece cuando su condición de ser humano es puesta a prueba.

Entonces uno se pregunta por qué subsiste la guerra entre judíos y árabes en Medio Oriente, nada se aprendió si quienes tienen la obligación de educar al pueblo árabe palestino para que sea propia la idea que la mejor forma de obtener su estado es acordar con Israel en lugar de atacarlo. No se lo guía hacia la paz sino hacia la guerra, como si la historia pudiera ser escrita de nuevo; los israelíes saben que lo que ocurrió en el pasado volvería a repetirse si se debilitara su capacidad de defenderse, eso es lo que sucedió cuando los árabes creyeron que podían vencerlos y es lo que ocurriría hoy si se les diera la oportunidad.

Dialogar entre oponentes es siempre positivo, aunque cuando se leen las declaraciones de los árabes se entiende que mientras no modifiquen sus exigencias no puede haber ningún tipo de acuerdo, entre ellas, la vuelta de los refugiados y sus descendientes a territorio israelí y la partición de Jerusalem. El estado israelí no puede permitir que el pueblo árabe lo "invada" pacíficamente por medio de un acuerdo y el pueblo israelí nunca aceptará la participación de su ciudad sagrada.

Este no es un diálogo entre iguales, uno propone una paz posible y el otro ofrece guerra si no se aceptan exigencias que no se pueden satisfacer. Mientras que se desarrolla este diálogo de sordos un pueblo sigue escribiendo su historia de esfuerzo y progreso, se sacrifica trabajando para mantener una alta capacidad militar defensiva y construye; el otro se ha detenido en el tiempo, sobrevive con la limosna de occidente y la ayuda militar de los países árabes. ¿Para qué? No para defenderse, nadie lo ataca, sino para seguir acosando a un Israel que no está dispuesto a entregarse a la locura que sus enemigos viven como algo cotidiano. Siguen luchando entre ellos por el poder, siguen utilizando las armas que reciben también para luchas intestinas y no han sido capaces de construir nada por sí mismos, a pesar de todo el dinero recibido. La miseria en que viven es incomprensible.

Pensemos seriamente: ¿Podría Israel aceptar semejante cultura de violencia dentro de su territorio? Imposible.

Lamentablemente no hay solución a la vista, sus líderes mienten a su pueblo cuando creen que la guerra les permitirá recuperar la oportunidad perdida hace 60 años e infantilmente pretenden hacer del holocausto una ficción que la humanidad toda reconoce como el más espantoso crimen que registra su historia. Nada cierto les fue enseñado, nada estudiaron, nada aprendieron, así les va.

6 comentarios:

  1. Cuando los asesinos niegan el Holocausto, están reconociendo implícitamente que es un acto infame, porque lo niegan, no se sienten orgullosos. Esa es la mejor constancia de que estos canallas miserables son culpables ante los ojos del mundo y lo que es peor aún, ante sus conciencias. Se niega lo que se sabe malo y estos saben que reconocerlo sería reconocer su perversidad y eso no quiere serlo nadie, ni estos mismos "valerosos" asesinos. De cualquier forma este acto en concreto y otros que podrían sumarse, caso de Jemeres Rojos etc...merecen el castigo universal. Para eso debiera estar la inútil ONU, para dictar leyes en las que se impida que el tiempo y los intereses canallescos intenten borrar esa memoria del todo imborrable.
    Saludos Ana

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  2. Todo lo que decís es cierto y tu visión del por qué se lo niega es acertada ¿quién podría decir estoy orgulloso de lo que hicieron, que querríamos repetir y pretender recibir apoyo universal? Mejor es negar que existió aunque declaran que lo harían si pudieran. No tiene lógica, por eso mismo yo lo veo como una estupidez fenomenal, negar lo evidente. Lo que demuestra que la maldad está siempre asociada con la idiotez, una más....

    Saludos,Iojanan.

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  3. El recuerdo del Holocausto permanecera como un evento sombrio, el mas cruel y dificil de percibir en la historia, y siendo asi, tambien el mas documentado. Los testimonios de las victimas, las confesiones de los asesinos y de sus complices en el crimen, asi como los estudios de los historiadores, nos permiten saber sus contornos principales. Los minuciosos preparativos que fueron hechos en el mas alto nivel gerarquico del Tercer Reich para la solucion final del pueblo judio, la colaboracion activa por parte de ministros del gobierno, la funcion fatal cummplida por la conspiracion nazi, el ejercito, la ciencia, la economia, la industria y la medicina de la Alemania Nazi no dejan lugar a dudas. No existe evento en la historia tan documentado como el Holocausto. El genocida no consiguio destruir los vestigios de sus crimenes. Y asi el Nazismo fue vencido en una sola area: el area del recuerdo. Solamente tenemos que leer libros de historia, leer los documentos, estudiar las descripciones de testimonios y hojear las enciclopedias en las cuales se encuentran en forma concentrada las ciudades, aldeas, ghettos, carceles, fechas importantes, libros de texto y estadisticas, matanzas y revueltas, nombres de personas y luchas de los movimientos clandestinos y anotaciones eventuales, heroes y santos que formaron parte de aquel suceso.

    Pero no hay peor ciego que el que no quiere ver. Y dar la espalda a este capitulo de la historia significa el deseo de olvidar. Y todo aquel que olvida se convierte en complice del Nazismo. Olvidar a las victimas es semejante a matarlas nuevamente. Por supuesto queda claro que nunca podremos entender la crueldad carente de humanidad del verdugo o la inocencia de sus victimas, pues a diferencia de lo que ocurrio en otras tragedias, no existe una razon logica para la tragedia del Holocausto y todos los intentos de encontrar explicaciones logicas fracasaron. No obstante, la cuestion aqui no es comprender los hechos, sino conocerlos. La aceptacion de nuestra incapacidad para comprender los hechos es una modestia y la resistencia a conocer los acontecimientos es prueba de arrogancia e indiferencia. Jamas lograremos entender como se permitio el exterminio de seis millones de seres humanos. Pero a pesar de eso, sabemos como se llevo a cabo el exterminio. Y asi debemos ejercitar la memoria.

    Por otro lado, creo que 60 años buscando la paz ha sido suficiente... la bola esta del lado palestino, como siempre.

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  4. Andrés:

    Tanta locura e inhumanidad lo hace increíble, de eso se aprovechan quienes directamente lo niegan porque parece imposible. ¿Todos se volvieron locos como para hacer algo así? Y se plantea la situación: ¿qué hacer cuando el destino pone a un individuo en un lugar donde es parte de esa maquinaria para matar seres humanos? Creo que esa es la cuestión que cada uno se plantearía si se viera en esa situación límite. Y como toda situación límite la respuesta es individual: ¿colaborar para salvar a quien se pueda o negarse y no salvar a ninguno? Hubo un Schindler y hubo un Gerstein entre muchos otros. Creo que pocos se han encontrado en una posición donde es tan difícil encontrar la respuesta correcta, cualquiera es mala y repugna.

    Recomiendo ver la película AMEN, de Costa Gravas, donde Gerstein debe enfrentar este dilema, es un personaje real que tuvo que tomar su decisión.

    Saludos.

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  5. Los que niegan el Holocausto, lo hacen malintencionamente, porque de esta manera, busca legitimizar su actitud de no aceptación de un Estado y su destrucción. Análisis muy simplista, Holocausto-Israel.

    Si bien la formación de Israel, se aceleró tras la II Guerra Mundial, y lo ocurrido, las bases ya estaban creadas:

    - Ilustración, liberalismo, cambio de sociedad estamental a de clases y el concepto de estado nación.

    - Fuerte y virulento antisemitismo a finales del S.XIX. Y estos componentes fueron los que pusieron en marcha su formación, y que ante el fuerte antisemitismo, muchos se preocuparan por el futuro del pueblo judío.

    El pueblo judío, necesitaba volver a su tierra, y vivir en su Estado, por lo que ya antes del Holocausto, se asentaron muchos judíos, en su territorio, de dónde partió la Diáspora.

    Existen pruebas documentales del Holocausto, como ya se han citado pero ¿que argumentos racionales tienen los que lo niegan?. Ninguno, porque mienten, y la mentira con un fin tan detestable que es la destrucción de un Estado, no puede ser razonada. Pero miente y difama que algo queda....

    Se debe invetigar por qué ocurrió, comprender, porque sino se hace es posible que se pueda repetir. Pero estudios bien dirigidos.

    En cuanto a las pruebas como son las imágenes creo que deben mostrarse, pero no de una manera abusiva, porque los que allí murieron, fueron despojados de su dignidad, y un abuso vuelve despojarles de ésta.

    Israel, quiere la paz, y ha cedido mucho para conseguirla, y se defiende contínuamente. Sólo quiere tener una nación. Pero también quiere la creación de un Estado palestino, pero ahora mismo no tiene con quien dialogar para ello. Hay muchos factores para que no se cree un Estado palestino, y una de ellas es que su incultura, su barbarie, no les permite ver que son la excusa que los demás países que no quieren a Israel como Estado.Educarlos, sí pero ¿cómo?.

    En cuanto a los refugiados palestinos, es un tema muy complejo, como el retorno, muchos de ellos se fueron, creyendo que serían acogidos por sus hermanos musulmanes. Perdieron la oportunidad, y no se puede volver atrás no aceptaron y perdieron.

    Israel no puede acoger a una masa que es barbarie en su Estado. Ello supondría su destrucción. Que aprendan a respetar y a dialogar el problema fronterizo, dejen la violencia y construyan su Estado, con sus señas de identidad y con responsabilidad. Y no hay otra y sino lo hacen volverán a perder otra oportunidad.

    Jerusalen, no le interesó nunca a los palestinos, hasta después de la Guerra de Seis Días, bajo dominio Jordano. Es la capital del Estado y no creo que deba ser negociable.

    Honremos a las víctimas, e incluso sin conocerlas las queremos, porque de esta manera nosotros le daremos existencia, y no estarán nuevamente abandonadas. Su existencia a través de la memoria, hará vencer al antisemitismo y al nazismo.

    Ocurrió y ahora "silencio".

    Un abrazo. Lola.

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  6. Lola:

    Gracias por tu mensaje con el que concuerdo. La negación es un absurdo pero obliga a protestar, porque si no se hiciera siempre habría algún incauto que creería que no fue cierto. Con esa actitud lo que consiguen es que cada día se ofrezcan más pruebas y el tema no se olvide, porque precisamente lo que no se debe es olvidar tanto a quienes lo padecieron como a quienes lo ejecutaron.

    Un abrazo.

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