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sábado, 1 de noviembre de 2008
179 - MEDIO ORIENTE NUCLEAR
LA NUCLEARIZACIÓN DE IRÁN
Por NATALIO STEINER (*)
Recientemente han ido apareciendo informes que tratan del impacto que tendría la nuclearización de Irán en Oriente Medio y Europa, así como las opciones estratégicas para contener semejante amenaza. Uno de ellos es en Israel el libro editado por el Profesor Efraim Khan denominado "Israel ha nuclearizado Irán" un libro que salió publicado en inglés y que no está aún en el mercado editorial argentino. En uno de los artículos de los trabajos, ya que este libro contiene varios, Efraim Azculay, uno de los clásicos analistas sobre temas de energía nuclear, es el autor del primero de estos textos que alberga el volumen. Azculay se centra en el estado del programa nuclear iraní, las opciones de que disponen sus máximos responsables, y los plazos en que se prevé se desarrollarán las fases pendientes. Se trata de un texto esclarecedor y confirma los plazos que barajan los servicios de inteligencia más creíbles, alrededor del 2010 Irán puede estar en condiciones de cargar un misil con una cabeza nuclear. En otro artículo, Emily Landau, directora del programa de control de armamentos y seguridad regional en Israel, es la que firma justamente el segundo de los trabajos. En éste estudia cómo se han comportado en todo este asunto la Agencia Internacional para la Energía Atómica (AIEA) y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Aunque Landau tuvo que finalizar su texto hace ya algún tiempo para que el volumen pudiera ver la luz en el mes de agosto. Lo ocurrido en estos últimos meses viene a corroborar claramente su análisis. En su opinión, los mecanismos arbitrados por el tratado y la práctica desarrollados desde entonces, han puesto en evidencia que el régimen de no proliferación carece de las capacidades necesarias para detener a una nación como Irán. Peor aún ha sido el espectáculo dado por la diplomacia europea, que ha tratado de frenar a un régimen radical renunciando previamente al uso de la fuerza, atándose así al marco estrictamente diplomático sin disuasión alguna. Como no podía ser de otro modo, Ahmadinejad se ha limitado a utilizar a los negociadores europeos para ganar tiempo y dejando una vez más en ridículo a la diplomacia. Irán ha mostrado al mundo la debilidad del régimen de no proliferación y, al cruzar el umbral del uso militar de la energía nuclear, dará un paso a una nueva ola de proliferación entre los estados vecinos lo que va a agravar aún más la situación. Y ahí Lebrón, profesor jubilado de Ciencias Políticas y autor de un libro clásico sobre la estrategia nuclear israelí, realiza un análisis en este libro, también, de los dilemas nucleares iraníes y de los márgenes de acción de su estrategia que tiene como objetivo disuadir a Estados Unidos e Israel y asumir el liderazgo del Islam. Sólo disponiendo del arma nuclear puede Irán continuar apoyando a organizaciones como Hezbollah y Hamás, fomentar el terrorismo y rivalizar con Arabia Saudita sin correr demasiados riesgos. Sin embargo, el hacerse con ella le supone entrar en un proceso que va mucho más allá del deseo de escudarse para seguir interviniendo en otros países, las crisis pueden derivar en un conflicto nuclear. En ese contexto, un Irán nuclear estaría muy expuesto a un segundo golpe tanto israelí como norteamericano de consecuencias catastróficas para los persas. El arma nuclear en cierta medida es una garantía pero también es un riesgo, los ayatollas no pueden esperar que los saudíes, los turcos, los egipcios se queden de brazos cruzados ante un desequilibrio tan manifiesto del poder militar. Si al garantizar la seguridad de sus intervenciones Teherán provoca que alguno de estos países citados accedan también al club nuclear la inversión habrá resultado desastrosa, las garantías se diluirán y el riesgo de un conflicto nuclear en Oriente Medio no hará sino crecer. Pero quizá el capítulo más interesante de este libro sea el escrito por Uzi Rubin que fue en gran parte el ingeniero responsable del escudo antimisiles israelí y del que hablábamos la pasada semana. Él parte de una síntesis de lo que ha sido la doctrina israelí sobre escudos antimisilísticos y de la percepción que tienen en Jerusalén sobre la doctrina Iraní y concluye analizando escenarios con recomendaciones básicas para la clase política. En opinión de Rubin, Irán ha demostrado una lógica en su carrera nuclear que contrasta con los discursos apocalípticos de Ahmadinejad, lo que le lleva a un relativo optimismo sobre la posibilidad de establecer un principio de diálogo estratégico con Irán. La eficacia del escudo israelí desequilibra el balance, Israel, según él, tiene una mayor capacidad ofensiva pero sobre todo puede parar un ataque sobre su suelo y responder en forma contundente. Si Irán ataca tiene garantizada la autodestrucción, el escudo no es perfecto y es posible que un misil lo sortee, situación que se haría más probable en caso de un ataque con un alto número de proyectiles. A juicio de Rubin, el elemento más importante de una futura disuasión tiene que ser el claro convencimiento iraní de que un sólo ataque contra Israel supondrá su desaparición y que no hay opción para la victoria iraní, ni siquiera para la supervivencia. Sólo la clara asunción de esta idea puede garantizar la estabilidad regional. Tan interesante es lo que se dice como lo que está implícito. Israel parece tener claro que Estados Unidos ha renunciado al uso de la fuerza y probablemente un triunfo de Obama así lo confirme. La crisis económica y la necesidad de estabilizar tanto a Irak como a Afganistán priman sobre la seguridad de Israel, los israelíes lo tienen tan claro como que sus intereses recomiendan no enfrentarse con Washington, su único aliado fiable. Salvo cambios políticos en Irán que lleven a una renuncia unilateral del arma nuclear el régimen islamista dispondrá muy pronto de ella. Un hecho así supone un cambio radical en la región de consecuencias tan inciertas como graves. Creo que Israel tiene que volver a lo que fue básicamente desde el año 1948 prácticamente hasta la guerra de Yom Kipur, donde si bien esencialmente tuvo en diversos momentos apoyos políticos y militares especialmente de alguna de las grandes potencias, siempre prácticamente hasta ese entonces el esfuerzo militar, bélico, estratégico quedó en manos del propio estado judío. El empezar a poner su seguridad en manos de otros, a partir en especial desde que comenzara el proceso de paz con los palestinos en Oslo en 1993, cuando se comete el gravísimo error de poner en manos de los palestinos armas para que los palestinos defiendan a los israelíes de los ataques terroristas, a partir de allí comienza a verse justamente en el mundo árabe, o a crecer esta idea, de que contra Israel se puede, porque precisamente en lugar de depositar su seguridad y su tranquilidad en sus propias manos, comienza a depender de la inestabilidad de los regímenes políticos regionales.
(*) Lic. NATALIO STEINER (Prof. Historia Judía): co-director y fundador del PERIÓDICO "COMUNIDADES", docente, periodista, conferencista, ensayista, columnista y colaborador de diversas publicaciones. Más de 1.100 conferencias dictadas. Co-autor del libro: "Para que el Mundo No Olvide" (2007).
FUENTE: RADIO JAI - 30/10/08
ENTREVISTA DE SHAUL HOCHBERGER
COMENTARIO:
Aunque la publicación de este libro debe haber llevado su tiempo, las conclusiones a las que llega parecen ser ciertas hoy cuando dice: "No hay opción para la victoria iraní, ni siquiera para la supervivencia."
En estos días en los medios se habla de un cierto decaimiento físico de Ahmadinejad, adjudicándoselo a exceso de trabajo y tensión, o algo así. Quizá ocurra que pronto "por razones de salud" sea reemplazado y con él sus "discursos apocalípticos", si es que verdaderamente Irán tiene una lógica en su carrera nuclear. Ya el tiempo del diálogo se está acabando.
Los acuerdos sobre la no proliferación de armas nucleares evidentemente han fracasado hasta ahora, lo que no consigue la diplomacia puede lograrse si Irán se convence de que el fracaso será inevitable si continúa su carrera nuclear con fines bélicos. Todo sería fácil de solucionar si permitiera la verificación total de sus instalaciones por los organismos internacionales.
Hay que decirlo una vez más, los países de Medio Oriente, árabes, nunca se alteraron por el posible armamento nuclear israelí. Seguramente nunca lo vieron como una amenaza, sin embargo, la probabilidad de que Irán lo obtenga ha conmocionado a la región. Una prueba más que no consideran a Israel un estado agresor, lo que no piensan en el caso de Irán, que no es árabe y que, aunque musulmán, es persa. Quizá esta sea la razón que los hace sentir diferentes y por la que no están dispuestos a aceptar su liderazgo.
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Sencillamente, el arsenal de Israel es para su defensa, y todo el mundo lo sabe. El arsenal iraní es para amedrentar, acobardar y chantajear a Israel...algo que no se debe consentir. Además, ese país no es una democracia...¿qué pasa si un día al Ayatolá de turno se le cruzan los cables y decide borrar a Israel del mapa...aunque eso le cueste la vida a todo su puebblo?
ResponderEliminarPrecisamente porque nadie quiere correr ese riesgo es que los países árabes pueden intentar entrar en la carrera nuclear, a menos que se desarme a Irán. Esperemos que prime la cordura, aunque ese es un faltante en la zona, lamentablemente. Lo que está claro es que Irán, un país que amenaza constantemente a Israel, no puede tener armamento nuclear, y no creo que se le permita.
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