viernes, 12 de marzo de 2010

546 - CALDERÓN - GUERRA INTERNA EN LÍBANO


PREPARATIVOS DE GUERRA EN EL LÍBANO, ISRAEL Y UN NECESARIO ESTADO DE ALERTA EN ARGENTINA

Por HORACIO CALDERÓN
(*)


Tanto nuestro sitio web como el autor de este adelanto urgente, anticiparon en julio de 2006 y diciembre de 2008 la alta probabilidad de una guerra entre Israel y el movimiento Hizballah por un lado y entre este país y HAMAS por el otro. Horacio Calderón, analista internacional y experto en contraterrorismo, contó en exclusiva en Radio Jai la posibilidad muy cercana de un conflicto bélico entre Hezbollah que según él “ha realizado movimientos dentro de El Líbano” e Israel. La reunión en Damasco de Assad, Ahmadinejad y Nasrallah “fue clave para que los servicios de inteligencia que actúan en esa zona consideren que es próximo el estallido de un conflicto”. “Hay que recomendar con carácter de urgente a las autoridades nacionales que se tomen las medidas de seguridad complementarias a las que ya existen”, advirtió.

Posteriormente, se realizó un seguimiento de las principales tendencias originadas en los hechos portadores de futuro, generados por los estallidos y las posteriores acciones militares desarrolladas por los principales actores protagonistas en ambas guerras.

A partir del cese de hostilidades, tanto en el Líbano como en la Franja de Gaza y el retiro del país de los cedros como de esos territorios palestinos de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), comenzó una larga etapa post-bélica caracterizada por negociaciones secretas entre otros por actores regionales tradicionalmente enfrentados, tal el caso de Siria e Israel.

Asimismo, una guerra encubierta entre Irán e Israel, en la que el primer actor estatal mencionado ha promovido el rearme de su principal válido, el citado Hizballah libanés, como también el del movimiento HAMAS, que no es sino el brazo palestino de la Hermandad Musulmana de Egipto, forjada en las doctrinas más extremista del Islam sunnita.

El objetivo de las operaciones de rearme de tamaña magnitud de enemigos mortales de Israel en la región del Levante, impulsadas por Irán, es blandir una “espada de Damocles” o peligro inminente de ataques en varios frentes simultáneos, encabezados -sin descartar otros- por parte de los dos movimientos terroristas mencionados.

Los plazos de tales ofensivas -que ningún analista serio podría anticipar-, van a ser muy probablemente determinados siguiendo las nebulosas reglas del complejo sistema de toma de decisiones del régimen clerical chiíta iraní, en acuerdo con sus válidos o aliados. Esas operaciones podrían ser desatadas tanto preventivamente, como en respuesta a un probable ataque militar de Israel y/o los EE.UU. contra instalaciones nucleares, militares y otro tipo de blancos en Irán.

Israel, cuyas autoridades están repartiendo actualmente entre su población máscaras antigas, ha desarrollado por su parte una serie de acciones encubiertas dirigidas a degradar las capacidades de Irán para fabricar y desplegar armas nucleares, como también con el objeto de restringir la magnitud de rearme de los principales actores citados que amenazan su seguridad nacional. Entre los principales golpes de los servicios secretos israelíes se cuentan el asesinato selectivo de los casi irremplazables comandantes del Hizballah y HAMAS, Imad Moughniyeh (Damasco, febrero de 2008) y de Mahmoud al-Mabhouh (Dubai, enero de 2010), respectivamente. Si bien ninguno de estos casos ha sido totalmente aclarado, su ejecución hubiera sido imposible sin la cooperación de servicios secretos de países aliados, pero también de otros que oficialmente no lo son tanto. Esta misma presunción se extiende a las misteriosas muertes de científicos nucleares y a la deserción de personajes que fueron claves dentro del régimen iraní, como es el caso del general Alí Reza Ashgari, desaparecido en Turquía (atribuido más a la CIA que al Mossad).

Como la realidad demuestra tarde o temprano que los intereses geopolíticos suelen en definitiva imponerse a los ideologismos de la más variada gama, los tambores de guerra que en estas horas parecen estar ensayando nuevamente sus repiques, podrían demostrar en breve, por ejemplo, que el histórico eje entre Irán, Siria, el Hizballah y HAMAS tiene mas grietas que soldaduras. También, que el Hizballah está de hecho dividido entre el sector proiraní encabezado en este momento por el jeque Hassan Nasrallah y su segundo Naim Qassem, y una importante facción liderada por el jeque Subhi Al-Tufayli, que ha sido armada y tiene a su máximo jefe bajo la más rigurosa protección de Siria.

Siria se encuentra bajo amenaza directa de desestabilización de su régimen por parte de Irán y de sus aliados, altamente preocupados por las negociaciones públicas y también por canales secretos del clan Al-Assad con Israel. Tal vez por ello, como por los constantes mensajes de solidaridad entre los regímenes de Damasco y Teherán, no se advierta por el momento muy claramente que la dinastía alauita siria encabezada por el presidente Bashar Al-Assad, se encuentra más inclinada a negociar sus principales intereses geopolíticos con los EE.UU. e Israel, que a perderlo todo si participa de manera activa con Irán en una nueva guerra en el Levante, que involucre o no de manera directa a este último actor estatal, especialmente si sus instalaciones nucleares fueran finalmente atacadas.

Noticias del día de la fecha, permiten confirmar informaciones que ya habían trascendido hace tiempo, sobre una serie de despliegues militares dentro del Líbano, como también en Siria, pero por ahora hasta su frontera cercana al valle de la Bekaa.

Siria mantiene tradicionalmente fuerzas blindadas en diversos puntos clave cercanos a la localidad fronteriza libanesa de Qusaya, aunque siempre del lado sirio, como también sumado miles de milicianos altamente entrenados del movimiento laicista prosirio “Frente Popular para la Liberación de Palestina - Comando General” (FPLP-CG), con la misión de bloquear cualquier ataque terrestre dirigido contra Damasco utilizando la carretera que une a esta ciudad con Beirut. Si bien las instrucciones del gobierno sirio al FPLP-CG incluyen enlazar con las fuerzas del Hizballah en la región del estratégico valle de la Bekaa y cooperar con ellas en condición de “iguales”, nada permite descartar que el sector del jeque rebelde Subhi Tufayli, termine siendo el aliado que permita al régimen del Presidente Assad terminar con esa “espada de Damocles” que blanden en torno a su cuello y a la entera dinastía familiar que encabeza, los más conspicuos aliados de Teherán representados por un desganado Nasrallah y un sí firme cuadro como es el jeque Naim Qassem.

El Hizballah, por su parte, está desplegando y redesplegando efectivos, incluyendo las alturas que circundan el valle de la Bekaa, blanco de las fuerzas especiales israelíes -sobre todo paracaidistas-, que deben señalar los principales silos y rampas de lanzamiento de misiles con capacidad de atacar objetivos estratégicos como Tel Aviv y Haifa. Estos movimientos suceden a otros anteriores ya mencionados por este autor en reiteradas oportunidades que, cabe recalcar nuevamente, parecían dirigidos a prevenir una intervención siria desde la frontera norte y tal vez noreste con el Líbano, más que a un ataque de Israel, ya que caso contrario carecerían de sentido. El Hizballah recibe desde hace días nuevos misiles iraníes procedentes de Irán, vía Siria, cuyo despliegue y futuro uso estaría supervisado por expertos de los “Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica” (CGRI) del primer país, como sucedió en 2006. A la pregunta lógica de por qué Siria participa de tales operaciones de rearme del Hizballah, facilitando la entrega de material bélico altamente sensible mientras negocia con Israel, podría responderse que su servicio de inteligencia estaría de esa manera debidamente informado de cantidades, tipos y puntos de lanzamiento. Ello permitiría facilitar su neutralización por parte de Israel o hacerlo Siria y/o sus aliados de manera directa, si el desarrollo de los acontecimientos así lo aconsejara. Después de todo, el régimen de Damasco pudo haber retirado todas sus tropas uniformadas como consecuencia de los hechos que años atrás derivaron del asesinato del ex premier libanés Rafiq Hariri, pero sus “activos” de inteligencia permanecieron intactos en un país como el Líbano, al que considera parte irrenunciable de una “Gran Siria”.

Pocas dudas deberían caber a esta altura del presente análisis, que el verdadero precio que demanda Siria para la ruptura con el eje Irán-Hizballah-HAMAS no es sólo una futura devolución de las Alturas del Golan ocupadas por Israel desde 1967, sino un protectorado permanente del Líbano, aunque esto último sea más de facto que de iure. El control del Líbano es un objetivo sin dudas más acariciado, por razones más prácticas que sentimentales, dado su enorme significado geopolítico para Siria. No comprender esto es desconocer la historia y la dinámica de los acontecimientos actuales en esta región del Cercano Oriente.

Resta una breve referencia a la situación con HAMAS, movimiento que carece del tremendo poder ofensivo del Hizballah. Los dirigentes de HAMAS, además, no las tienen todas consigo en cuanto a la lealtad histórica hacia ellos por parte del régimen sirio. Es que el asesinato del principal comandante militar del Hizballah, Imad Moughniyed, quien según su misma viuda (evacuada urgentemente a Teherán antes del entierro de su marido) fue asesinado con la complicidad del gobierno sirio, más allá de cual haya sido la mano ejecutora. El reciente asesinato de Mahmoud al-Mabhouh, alto dirigente de HAMAS, que contó muy probablemente con la complicidad de miembros de este movimiento, es un factor que ha sumido en el desconcierto a sus más altos cuadros.

Cierto es que el día y hora del estallido de una nueva guerra entre Israel y el Hizballah no tiene la precisión de un cronómetro suizo, salvo para los decisores de las partes en pugna. No obstante, cierto es que la cuenta regresiva ha entrado en una fase que parece no tener ya retorno, al igual que el grado de expansión regional de la nueva guerra que se avecina.

En lo que a la Argentina concierne, resta recomendar con carácter de urgente a las autoridades nacionales, que tomen las medidas de seguridad complementarias a las ya existentes, en grado equivalente al estado de alerta naranja en los EE.UU., a partir del estallido de nuevas hostilidades en los teatros de Israel y el Líbano.

Asimismo, si se produjera un ataque militar contra Irán, en forma conjunta o separadamente, ya sea antes, durante o posteriormente a los sucesos bélicos que se estiman como de alta probabilidad de ocurrencia en los teatros arriba mencionados, el consejo de este especialista es declarar el estado de alerta rojo, por estimar que la Argentina podría constituir un blanco primario de organizaciones terroristas subordinadas o aliadas del régimen chiíta iraní, incluyendo algunas enroladas en el extremismo sunnita.

Cualquier organización terrorista, religiosa o secular, que posea bases territoriales en la región, sea en la Triple Frontera entre la Argentina, Brasil y Paraguay, sea en países que proporcionan graciosamente a sus células “santuarios” donde esconderse, organizarse y entrenarse, documentación, facilidades para recaudación de fondos y todo tipo de apoyo logístico, cuenta con todas las ventajas para cometer nuevos atentados en nuestro país. Entre ellas fronteras porosas, un aeroespacio sin control, fácil acceso a explosivos, activadores sofisticados de detonación como el hallado casualmente en La Pampa y escasos sistemas de contravigilancia de blancos potenciales.

También, redes internas de apoyo logístico intactas -salvo por el paso del tiempo-, como las que facilitaron los ataques que tuvieron lugar en la ciudad de Buenos Aires contra la embajada de Israel y la sede de la AMIA.

Un cuadro de situación desolador, sin duda alguna, que debería modificarse urgentemente, a menos que las actuales autoridades y el arco político opositor, caracterizados por su ignorancia culposa en materia de seguridad interior, contraterrorismo y conflictos internacionales de alta sensibilidad que puedan impactar en nuestro país y la región, decidan aceptar las responsabilidades legales y morales que deberían enfrentar en caso de una nueva tragedia en la Argentina.

(*)
HORACIO CALDERÓN-HOME

Analista internacional, experto en asuntos del Medio Oriente y África del Norte y especialista en contraterrorismo.

ESCUCHEN ENTREVISTA DE SHAÚL HOCHBERGER EN RADIO JAI

FUENTE:
RADIO JAI-CALDERÓN-PREPARATIVOS-12/03/10

COMENTARIO:

Completísimo análisis de H. Calderón que vale la pena leer, los laberintos de las relaciones que no alcanzamos a comprender entre EE.UU. y Siria, a donde ha enviado un embajador sin que sepamos qué cambió para ese acercamiento. Quizá este artículo lo explique si es que somos capaces de prestar mucha atención. Los problemas internos de Líbano, las ambiciones de Siria en Líbano y en Israel. La visita del hijo del asesinado Hariri al presunto responsable, que nunca nos explicamos. Es difícil interpretar este verdadero rompecabezas que deja de serlo cuando nos lo explican. Israel y Argentina alertas.


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