martes, 16 de marzo de 2010

548 - LA ELECCIÓN POLÍTICA DE LULA


LULA ES CRITICADO POR LIEBERMAN POR SU VISITA A LA TUMBA DE ARAFAT

AVIGDOR LIEBERMAN-POLÍTICAMENTE SINCERO

DIME CON QUIEN ANDAS...

La visita del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, a Israel ha sido criticada por el ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, ante la negativa del mandatario brasileño a visitar la tumba del fundador del sionismo, Theodor Hertzl, según fuentes internas.

Lieberman no acudió ayer a la sesión especial parlamentaria en la que Lula pronunció un discurso, en protesta por lo que considera un grave incumplimiento del protocolo.

El portavoz de Lieberman, Tzahi Moshe, confirmó que el ministro no acudió a escuchar al líder brasileño en la Knéset, aunque declinó comentar sobre si el jefe de la diplomacia israelí está haciendo un boicot a la visita, la primera de un jefe de estado de Brasil a Oriente Medio en 125 años.

La negativa de Lula a visitar la tumba de Hertzl es cuestionada por un sector de la sociedad israelí si se tiene en cuenta que sí visitará el miércoles en Ramala la tumba del histórico dirigente palestino Yaser Arafat, en la que depositará una ofrenda floral.

Mientras Lula mantenía un encuentro privado con el jefe de Estado israelí, Shimon Peres, el jefe de protocolo del Ministerio de Exteriores, Yitzhak Eldan, preguntó una vez más a su homólogo brasileño, George Prata, si el presidente había cambiado de opinión respecto al asunto, a lo que Prata respondió con un firme "no", según se informó.

Preguntado por un periodista por qué Lula visitará la tumba de Arafat y no la de Hertzl, Prata contestó: "Tendrán que preguntarle al presidente".


COMENTARIO:

Hay gestos que lo dicen casi todo, este es uno de ellos.

Que Lula se haya negado a realizar un acto protocolar como depositar flores en la tumba del gestor de un estado exitoso como Israel es, de por sí, significativo pero, depositar flores en la tumba del gestor de un estado palestino fallido, dice mucho más. No tiene ningún sentido más que manifestar una posición política que puede convenir a los intereses particulares de su país, pero nunca puede interpretarse como el acto de un individuo justo, de un INDIVIDUO que valora lo que logrado el esfuerzo de un pueblo y el estrepitoso fracaso de otro. No tiene ningún sentido y creo que la actitud de Lula ha sorprendido a cualquiera que observe esta actitud desapasionadamente.

Los intereses particulares de Brasil, un país con un presidente que ha despertado la admiración del mundo entero por su pragmatismo, su capacidad de continuar las exitosas políticas de su antecesor en la presidencia, su posición siempre moderada en el escenario internacional, deberían haberse deteriorado ante los ojos de la opinión pública por este simple gesto, que lo ha dicho casi todo.

Es evidente que se ha equivocado, no hay dudas que es un error homenajear a un hombre que ha llevado al pueblo palestino a una derrota tras otra, en lugar de rendir su homenaje a otro que llevó a su pueblo al trabajo y el progreso y ha resuelto el destino de todos los judíos del mundo, estén donde estén.

Y no le rendirá frutos su elección porque ha elegido el lado equivocado, ha elegido homenajear la violencia y la destrucción creyendo que así beneficia a un pueblo que sufre precisamente porque ese líder los llevó a la desesperación, la pobreza y la rabia.

Brasil es un país apreciado también por el pueblo israelí, con esto que hizo Lula se ha abierto una herida que toda la izquierda de estos tiempos se empeña en ahondar, no lo olvidarán los israelíes, y no deberían dejar de juzgarlo todos los que querrían ver al pueblo palestino trabajando codo a codo con el pueblo israelí, pacíficamente. Su gesto no ha hecho, ni más ni menos, que legitimar la violencia, la locura y la falta de realismo de una dirigencia palestina fracasada.

Parece mentira, el mundo entero reclama por el supuesto "insulto" de Israel a Estados Unidos cuando informa la construcción de viviendas en su país, pero nadie tiene en cuenta este "insulto" real de un mandatario extranjero de visita a Israel.

Lieberman sigue actuando como desearíamos que lo hicieron todos los políticos. Es directo, frontal, sincero, diciendo y haciendo lo que se debe en lugar de confundirnos, algo muy inusual en un Ministro de Exteriores. Sus actitudes son saludables, todos los políticos lo atacan pero nosotros, la gente común, le estamos agradecidos por revelarnos algunas verdades en medio de tantas mentiras de los políticamente correctos.-

ANA

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