JERUSALÉN MERECE ALGO MEJOR
JERUSALEM DESERVES BETTER
Por YORAM ETTINGER (*)
(TRADUCCIÓN LIBRE DE ANA)
Para asegurar el futuro de la ciudad es necesario que Netanyahu siga los pasos de Ben-Gurion, Meir, Begin y Shamir.
La disculpa del primer ministro Binyamin Netanyahu al Vice-Presidente de EE.UU, Joseph Biden, por haber autorizado la construcción de viviendas judías en Jerusalén, durante su visita, se aparta claramente del firme legado de todos los primeros ministros desde David Ben-Gurion (1948) a Yitzhak Shamir (1992). Esta actitud es consistente con el estado de ánimo de retirada a causa de Oslo, que ha aquejado a todos los primeros ministros desde 1993.
Esta respuesta, disculpándose y buscando excusas, ignora la importancia de la "Partición de Jerusalén", entre el dramáticamente debilitado presidente Barack Obama y la mayoría del pueblo americano y el Congreso.
Además, provoca más presión por parte de Obama, radicaliza las exigencias árabes, socava el futuro de Jerusalén como la indivisible capital del estado judío y desgasta la posición estratégica de Israel en Washington y en Medio Oriente. Aplacar a Obama ciertamente no va a transformar su posición de conciliación con Irán por una de confrontación y no producirá luz verde para un ataque de las FDI.
En 1949, el gobierno de EE.UU, Europa y las Naciones Unidas ejercieron una brutal presión sobre Ben-Gurión para que aceptara la internacionalización de Jerusalén. Su respuesta fue decisiva, a pesar de la inferioridad de su posición militar, económica, demográfica, tecnológica, diplomática y política, comparándola con la del Israel de hoy. Ben-Gurión proclamó a Jerusalén capital del estado judío, trasladó los organismos del gobierno de Tel Aviv a Jerusalén, amplió la construcción de viviendas todo a lo largo hasta las líneas de cese del fuego, encaminó a una masiva cantidad de inmigrantes hacia Jerusalén y mejoró la infraestructura de transportes hacia la ciudad.
La determinación y el acto de rebeldía de Ben Gurion le aclaró a Estados Unidos que Jerusalén no era negociable. Le otorgó a Jerusalén los terrenos necesarios para la seguridad y desarrollo de la próxima generación. Y envió un mensaje claro de disuasión y tenacidad creíbles a los amigos y enemigos de Israel.
En 1967, el muy poderoso presidente Lyndon Johnson y la comunidad internacional, le advirtieron al primer ministro Levi Eshkol en contra de la reunificación de Jerusalén y en contra de cualquier tipo de construcción más allá de las líneas de cese del fuego anteriores a 1967, para que no se socavara seriamente el prestigio mundial de Israel. Eshkol replicó con firmeza anexando la Ciudad Vieja, los suburbios del este y considerables reservas territoriales, creando el barrio de Ramat Eshkol más allá de las líneas de cese del fuego anteriores a 1967.
De este modo Eshkol reafirmó en Washington la imagen de Israel como un aliado de EE.UU. confiable en tiempos difíciles.
En 1970-1971, la primer ministro Golda Meir desafió al Plan Rogers (Del Secretario de Estado Rogers), que fue presentado por el presidente Richard Nixon en la cúspide de su popularidad. El plan requería la retirada a las líneas anteriores a 1967 y la transferencia de la Cuenca Santa de Jerusalén a los auspicios de las tres religiones principales. Desafiante, Meir sentó las bases para una serie de barrios de Jerusalén (más allá de las líneas de cese del fuego anteriores a 1967): Neveh Ya´acov, Gilo, Ramot Allon y la Colina Francesa. Estos barrios -con más de 100.000 habitantes- proporcionaron a Jerusalén de los terrenos necesarios para más desarrollos. El desafío de Golda causó una tensión de corto plazo entre Jerusalén y Washington, pero a largo plazo generó respeto hacia el estado judío.
Los primeros ministros Menachem Begin y Shamir enviaron un claro mensaje a la Casa Blanca: "¡Jerusalén no es negociable!"
Ese mensaje NO-VACILANTE ha sido coherente con el estado de ánimo americano. Por ejemplo, 25 ciudades de EE.UU, desde Massachusetts a Oregón llevan el nombre de Jerusalén - Salem. Esto refleja el vínculo único que existe desde los peregrinos del siglo 17 y los Padres Fundadores, entre los EE.UU. y la capital judía, el Estado judío y el judaísmo.
El Congreso, la representación más auténtica del pueblo americano, partidario sistemático del estado judío e igual al presidente en cuanto a poder, ha aprobado una serie de proyectos de ley y resoluciones, reafirmando el papel de Jerusalén como la capital indivisible del Estado judío y el sitio adecuado para la Embajada de Estados Unidos. Los Demócratas están preocupados porque el asalto de Obama a Jerusalén podría perseguirlos durante las elecciones de noviembre.
Los constituyentes de EE.UU. y sus representantes en el Capitolio son conscientes que 3.000 años antes que Obama entrara en la Casa Blanca, y 2.770 años antes que EE.UU. obtuviera su independencia, el rey David entró en Jerusalén, el corazón del pueblo judío. Sin embargo, en contraste con la gran mayoría de los estadounidenses y de sus representantes en el Capitolio, Obama quiere la partición de Jerusalén para prohibir la legítima construcción judía, mientras atrae la generalizada construcción árabe ilegal en la ciudad.
La batalla por Jerusalén requiere que el estado judío una sus fuerzas con el público americano y sus representantes en el Capitolio. Este es el momento de resucitar la iniciativa de 1999 de Lieberman-Kyl para trasladar la Embajada de EE.UU. en Jerusalén, que fue co-patrocinada por 84 senadores. Este es el momento de alentar a los amigos de Israel en el Capitolio, y especialmente a los presidentes de la Cámara y a los comités de campaña para el Senado, para revisar proyectos de ley y resoluciones que ponen de relieve la indivisibilidad de Jerusalén como la capital de Israel.
Asegurar el futuro de Jerusalén, incumbe a Netanyahu para que siga los pasos de Ben-Gurion, Eshkol, Meir, Begin y Shamir, mostrar firmeza y, a veces, desafiar a un presidente estadounidense.
Por otro lado, la sumisión a la presión de Obama, la que se considera cada vez más una carga para los legisladores demócratas, pondría en peligro el futuro de la capital judía. También plantearía un problema grave: un gobierno que vacila sobre Jerusalén ¿es capaz de asegurar las Alturas del Golán, Judea y Samaria? ¿Es capaz de adelantarse a la ira nuclear iraní, a despecho de los EE.UU. y del mundo en general si fuera necesario?
(*) Ambassador (ret.) - "Second Thought"
FUENTE: JERUSALEM POST-ETTINGER-16/03/10
COMENTARIO:
Nadie nos prometió que esto sería un jardín de rosas, mucho menos al pueblo judío cuando recuperó su tierra, cada pedacito se lo ha ganado con esfuerzo y sacrificio. Y la lucha será larga, difícil y quizá nunca termine, con amigos que van y vienen. Sólo los israelíes están serenos y firmes ante la incomprensión y la adversidad. Los gobiernos de cada país tienen sus propios planes y no siempre son afines con el Estado de Israel, sin embargo, ellos están tranquilos porque siempre supieron que "nadie les prometió un jardín de rosas".
En realidad es todo lo contrario, rodeados de enemigos a quienes las paz no les interesa, están a veces cansados de ganar guerras que nunca emprenden, de hablar en todos los sitios donde les dejan expresarse, algo que es bastante grave siendo judío. Y no es un chiste, pero ¿puede hacerse algo peor que no permitir ser escuchado como ha ocurrido en la UN con el representante de UN Watch (**) a quien se lo amenazó con sacar del registro sus expresiones si alguna otra vez se atrevía a decir verdades incuestionables?
Casi todo en esta vida se puede negociar, todos lo hacemos todo el tiempo.
Pero no todos nos pasamos la vida recitando al final de nuestras plegarias: "El año que viene en Jerusalén". Eso es lo que ha hecho el pueblo judío durante toda su historia desde que fue echado de allí. Cuando volvieron a Jerusalén se conformaron con lo que les dieron. Una ciudad sagrada para ellos y por la que tanto rezaron, fue declarada internacional porque las tres religiones estaban allí representadas. Pero, siempre hay un pero... la Legión Jordana tomó la ciudad que era de todos y la hizo suya.
Israel la recuperó, los rezos fueron escuchados y no hay forma que puedan ceder lo que sus enemigos perdieron para siempre y sus amigos pretenden que entregue graciosamente como si nada hubiera pasado.
Pero sí pasó, los judíos ya no rezan "el año que viene en Jerusalén" finalmente están allí y están para quedarse.
ANA
(**) UN WATCH-VIDEO-23/03/07
Hillel Neuer habla ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, se oye de fondo el murmullo de todos los países representados, seguramente se sienten "insultados" (¿nos suena?) y la amenaza final del presidente. La repercusión en todos los medios del mundo elogiando sus palabras.
TEXTO DEL DISCURSO EN CASTELLANO
HILLEL NEUER-UN WATCH-23/03/07
Speech before UN Human Rights Council 4th Session
23 March 2007
Hillel Neuer
Director de UN Watch
Señor Presidente,
Hace seis décadas, con las secuelas de los horrores nazis, Eleanor Roosevelt, Réné Cassin y otras figuras eminentes se reunieron aquí, en las orillas del Lago Ginebra, para reafirmar el principio de la dignidad humana. Crearon la Comisión de los Derechos Humanos. Hoy, nos preguntamos: ¿Qué ha sido de su noble sueño?
En esta sesión vemos la respuesta. Enfrentados con convincentes informes de todo el mundo de torturas, persecuciones y violencia contra mujeres, ¿qué ha pronunciado el Consejo, qué ha decidido?
Nada. Su respuesta ha sido el silencio. Su respuesta ha sido la indiferencia. Su respuesta ha sido criminal.
Uno podría decir, en palabras de Harry Truman, que esto se ha convertido en un Consejo de no hacer nada, útil para nada.
Pero eso sería incorrecto. Este consejo ha, después de todo, hecho algo.
Ha promulgado una resolución tras otra condenando a un único estado: Israel. En ocho pronunciamientos -y habrá tres más en esta sesión- a Hamás y Hezbollah se les ha garantizado impunidad. La totalidad del resto del mundo -millones y millones de víctimas, en 191 países- continúan siendo ignoradas.
Así que sí, el Consejo está haciendo algo. Y los dictadores que orquestan esta campaña os dirán que es una cosa muy buena. Que buscan proteger los derechos humanos, los derechos de los palestinos.
También, los racistas asesinos y violadores de mujeres de Darfur nos dicen que se preocupan de los derechos de las mujeres palestinas, los ocupadores del Tibet se preocupan de los ocupados, y los carniceros de musulmanes en Chechenia se preocupan de los musulmanes.
¿Pero les importa realmente a estos auto-proclamados defensores los derechos de los palestinos?
Consideremos los últimos meses. Más de 130 palestinos fueron asesinados por fuerzas palestinos. Esto es tres veces el total combinado que fueron el pretexto para convocar sesiones especiales en julio y noviembre. Aún así los paladines de los derechos de los palestinos -Ahmadinejad, Assad, Khaddafi, John Dugard- no dicen nada. El pequeño de tres años Salam Balousha y sus dos hermanos fueron asesinados en su coche por las tropas del Primer Ministro Haniyeh. ¿Por qué este Consejo ha elegido el silencio?
Porque Israel no podía ser culpada. Porque, en realidad, a los dictadores que llevan este Consejo no podría importarles menos los palestinos, ni derechos humanos algunos.
Buscan demonizar a la democracia israelí, deslegitimar el estado judío, usar de chivo expiatorio al pueblo judío. También buscan algo más: distorsionar y pervertir el mismo lenguaje e idea de los derechos humanos.
Se pregunta: ¿Qué ha sido del sueño de los fundadores? Con terribles mentiras e inversión moral, este Consejo está convirtiendo ese sueño en una pesadilla.
Gracias, señor Presidente.
Presidente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Luis Alfonso de Alba:
Por primera vez en esta sesión no expresaré mi gratitud por esa declaración. Le explico al distinguido representante de la organización que acaba de hablar, el distinguido representante de United Nations Watch, si sería tan amable de escucharme. Lamento no estar en posición de agradecerle por su declaración. Debería mencionar que no toleraré ninguna declaración similar en el Consejo. La forma de la que se ha referido a miembros de este Consejo, y en efecto la forma en la que se ha referido al Consejo en sí, todo esto es inadmisible. En memoria de las personas a las que se ha referido, fundadores de la Comisión de Derechos Humanos, y por el bien de los derechos humanos, le recomiendo que en cualquier futura declaración observe una mínima conducta y lenguaje correctos. De no ser así, cualquier declaración que haga en tonos similares a aquellos empleados hoy serán retirados del acta.
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