domingo, 14 de marzo de 2010

547 - LA VIOLENCIA EN EL MUNDO ÁRABE


EN MEDIO ORIENTE SE APUESTA AL CABALLO FUERTE

Por DANIEL PIPES


In Mideast, Bet on a Strong Horse

La violencia y la crueldad de los árabes a menudo desconcierta a los occidentales.

El líder de Hezbolá no es el único que proclama "amamos la muerte", también lo hace, por ejemplo, el varón de 24 años de edad que el mes pasado gritaba "Amamos la muerte más que vosotros la vida" mientras estrellaba su automóvil en el Puente Bronx-Whitestone de Nueva York. Mientras los dos padres (1) del crimen de honor de St. Louis asestaban a su hija adolescente trece puñaladas con un cuchillo de carnicero, el padre palestino gritaba: "¡Muere!¡Muere rápidamente! ¡Muere rápido!... ¡Tranquila pequeña! ¡Muere hija mía, muere!", y la comunidad árabe local los apoyó contra los cargos de asesinato.

VÍCTIMA: TINA SAID

Un príncipe de Abú Dhabi (2) recientemente torturó a un comerciante de grano a quien acusaba de fraude; a pesar de un vídeo de la atrocidad que apareció en televisión internacionalmente, el príncipe fue absuelto al tiempo que sus acusadores fueron condenados.

A una escala mayor, se cuentan
15.000 ataques terroristas perpetrados desde el 11 de Septiembre. Los gobiernos de todos los países de habla árabe se valen más de la brutalidad que del Estado de Derecho. La campaña por eliminar a Israel persiste al tiempo que se consolidan nuevas insurrecciones; la última de las cuales se ha agravado en el Yemen.

Existen varios intentos excelentes de explicar la patología de la política árabe; mis favoritos incluyen los estudios realizados por
David Pryce-Jones y Philip Salzman. Ahora se suma "El caballo fuerte: poder, política y el choque árabe de civilizaciones" (Doubleday, $ 26), un análisis entretenido pero riguroso e importante realizado por Lee Smith, corresponsal en Medio Oriente del Weekly Standard.

Smith toma como postulado las declaraciones de
Osama bin Laden en 2001, "Cuando la gente ve un caballo fuerte y un caballo débil, por naturaleza preferirá el caballo fuerte". Lo que Smith llama el principio del caballo fuerte se compone de dos elementos banales: hacerse con el poder, y luego conservarlo. Este principio predomina porque la vida pública árabe no tiene "ningún mecanismo de transición pacífica de la autoridad o el reparto del poder, y por tanto entiende el desencuentro político como una lucha a muerte entre los caballos fuertes". La violencia, observa Smith, es "capital en la política, la sociedad y la cultura del Oriente Medio de lengua árabe". También, más sutilmente, implica no perder de vista el caballo fuerte siguiente, triangulando y subiendo las apuestas.

Smith argumenta que el principio del caballo más fuerte, y no el imperialismo occidental o el sionismo, "es lo que ha determinado el carácter fundamental del Oriente Medio árabe parlante". La religión islámica encaja en el modelo arcaico de asertividad del más fuerte y al mismo tiempo luego la promulga. Mahoma, el profeta del Islam, era un hombre fuerte, y en la misma medida una figura religiosa. Los musulmanes sunitas han gobernado durante siglos "por la violencia, la represión y la coacción".
La célebre teoría de Ibn Jaldun acerca de la historia equivale a un ciclo de violencia en la que los caballos fuertes reemplazan a los débiles. La humillación cotidiana de los dhimmi recuerda a los no musulmanes quién manda.

El prisma de Smith ofrece un ángulo nuevo de la historia moderna de Oriente Medio. Presenta el nacionalismo panárabe como un esfuerzo por transformar los potros de los estados nacionales en un solo súper-caballo y el islamismo como un esfuerzo por volver a hacer poderosos a los musulmanes. Israel hace las veces de "caballo fuerte a distancia" tanto de Estados Unidos como del bloque egipcio-saudí en la rivalidad
estilo guerra fría de este último con el bloque de Irán. En un entorno de caballos fuertes, las milicias guardan más atractivo que las elecciones. A falta de un caballo fuerte, los árabes liberales hacen escasos progresos. Que Estados Unidos sea el estado no árabe y no musulmán más poderoso hace el antiamericanismo inevitable y endémico de un golpe.

Lo que nos lleva a las políticas de los actores no árabes: a menos que sean contundentes y muestren cierta voluntad de permanencia, señala Smith, pierden. Ser amable -digamos, retirarse unilateralmente del sur del Líbano y de Gaza- conduce al fracaso inevitable. La administración de George W. Bush, con razón, puso en marcha un proyecto de democratización aumentando las esperanzas, pero luego traicionó a los liberales árabes incumpliendo lo pactado. En Irak, el gobierno ignoró el consejo de instaurar a un
hombre fuerte de mentalidad democrática.

En términos más generales, cuando el gobierno estadounidense retrocede, los demás (por ejemplo, los dirigentes iraníes) tienen oportunidad de "hacer sentir su jerarquía en la región".
Walid Jumblatt, líder libanés, sugirió medio en serio que Washington "envíe coches bomba a Damasco" para trasladar su mensaje y manifestar su comprensión de las formas árabes.

El principio casi universal y simple de Smith proporciona una herramienta para comprender el culto de los árabes a la muerte, los crímenes de honor, los ataques terroristas, el despotismo, la guerra, y mucho más. Él reconoce que el principio del caballo fuerte puede parecer a los occidentales inefablemente crudo, pero insiste correctamente en que al tratarse de la fría realidad, los extranjeros deben reconocerla, tenerla en cuenta, y responder.


FUENTE:
PIPES-M/O-CABALLO FUERTE-19/02/10/LIBERTAD DIGITAL

(1) ARTÍCULO RECOMENDADO:

LIBERTAD DIGITAL-CHESLER-MADRES ASESINAS-04/08/08

VÍCTIMAS: SARA Y AMINA

(2) ISSA BIN ZAYED AL NAHYAN

"Abu-Dabi, el emirato más grande y más poderoso de los EAU, ha sido gobernado y dominado por la familia Nahyan desde hace mucho. Después de la muerte en el 2004 del Sheikh Zayed bin Sultan Al Nahyan, quien había gobernado el emirato desde su independencia en 1971, sus largamente controlados 22 hijos y nietos se deleitaron en su recién descubierta libertad de acción. Uno de ellos en particular, Issa bin Zayed Al Nahyan, un hermano menor del actual gobernante de Abu-Dhabi y presidente de la federación de siete miembros de los Emiratos Árabes Unidos, Khalifa bin Zayed Al Nahyan (n. 1948), se volvió loco. ´Es como que perdió el control, se salió del camino en su vida y comenzó a hacerse violento,´ comenta Bassam Nabulsi, 50, de Houston, Texas, un nativo de Líbano y antiguo socio de Issa."

EL SIGUIENTE VIDEO NO DEBE SER VISTO POR PERSONAS IMPRESIONABLES (ESCENAS DE TORTURAS)

Dura 45 minutos pero solo se ven unos pocos, no es posible mostrar tanta barbaridad. Se trata de un problema de negocios y así lo explica el comerciante a un periodista americano. Se trata de uno de los 22 Sheiks reales, hermano del actual Príncipe de la Corona de Dubai. Un video pasado de contrabando fuera de los Emiratos Árabes Unidos muestra a un miembro de la familia real del país, el Sheik Issa bin Zayed al Nahyan, torturando a un hombre con azotes, picana eléctrica para ganado y tablones de madera con uñas que sobresalen. No está en el video, pero el Jeque vierte fluido para encendedor sobre los testículos del hombre y le prende fuego. Esto lo hacen las fuerzas policiales cumpliendo las órdenes que se les imparten.


FUENTE: YOU TUBE-UAE SECRET TORTURE TAPES-19/12/09

FUENTE:
aussieaussieaussie3

Este Zayed es el mismo que nombra Daniel Greenfield en el post:

532 - GREENFIELD - ASESINATO EN DUBAI

COMENTARIO:

La democracia todavía no es aplicable a países árabes aunque haya elecciones.

En el caso de Irán el Ayatollah decidió quien podía presentarse y quien no, aunque finalmente en esa elección hubo fraude, lo que despertó la ira de la población. En otros países sus líderes son casas reales al estilo árabe, que reinan y gobiernan (Arabia Saudita, Jordania). En otros casos no son monarquías, como en Siria, pero los hijos heredan el poder. En Egipto se designa el nuevo presidente, como ocurrió con Mubarak, quien muy probablemente deje el poder en manos de su hijo. En Líbano directamente se asesina (Hariri) y ni hablar en Gaza, la cruenta lucha entre Al Fatah y Hamás.

Medio Oriente no practica la democracia al estilo occidental, es un hecho. Los asesinatos en la lucha por el poder, la violencia entre los distintos grupos entremezclado con las sectas religiosas hace imposible pensar que por ahora sea probable un diálogo entre culturas completamente diferentes. La inserción de estas culturas en occidente es un paso atrás en la evolución de una sociedad que aspira a que no sea la violencia quien se imponga para acceder al poder, ni la represión cuando ya se lo detenta.

Por supuesto que la democracia occidental tiene fallas, pero no hay nada mejor que ella. Es el individuo quien elige y es el candidato quien tiene que conquistar con sus propuestas el voto popular y no imponerse por la fuerza.

Cuando leí el artículo sobre "Madres asesinas" un comentario dice que en nuestras sociedades también se cometen crímenes y barbaridades pero la diferencia es que en ellas se juzga y castiga al criminal y no se lo protege, lo contrario de lo que se hace bajo la sharía donde se lo ampara y se castiga a la víctima. Este concepto es fundamental y es lo que nos separa. Aceptar esto como relativismo cultural es lo que provoca que esos crímenes se sigan cometiendo.

De la misma forma que un occidental no puede soportar una cultura ajena a su formación, tampoco debe permitir la intromisión de otra en la propia. El que pretenda convencernos que puede haber un diálogo sólo se está engañando, pero depende de nosotros que podamos pensar individual y libremente como para darnos cuenta que es inaceptable.

ANA


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