viernes, 25 de noviembre de 2011

952 - CIDIPAL - NETANYAHU HABLA EN EL PARLAMENTO - 24/11/11


PALABRAS DEL PRIMER MINISTRO NETANYAHU EN EL PARLAMENTO ISRAELÍ

Por ADMINISTRADOR

Hasta el día de hoy actuamos responsablemente y también, en el futuro, deberemos hacerlo. Esa responsabilidad no se vincula sólo a la economía y la sociedad, la educación y las infraestructuras.


Esa responsabilidad está dirigida, en primera instancia, a la seguridad. Esa es la responsabilidad primera de cualquier gobierno; preocuparse por la seguridad de los ciudadanos del Estado de Israel. Quiero decir que los interrogantes sobre la seguridad se relacionan, en primer lugar, a los interrogantes sobre la realidad y la lectura sobre esa realidad.

Medio Oriente no es un lugar para tímidos. En febrero del corriente año me puse de pie, en este mismo escenario, mientras millones de ciudadanos egipcios se volcaban a las calles de Cairo. Me explicaron entonces, analistas y también no pocos compañeros de la oposición, que estábamos ante una nueva era de liberalismo y progreso que inundaría el viejo orden. Me dijeron que dije que esperábamos que esas cosas se materializaran pero, con toda esperanza, la mayor probabilidad era que una ola islamista inundase los países árabes; una ola anti-occidental; una ola anti-liberal, anti-israelí y finalmente también, anti-democrática.

Me dijeron que intentaba atemorizar al público y no veo que estuviéramos del lado incorrecto de la historia, que no comprendía en qué dirección iban las cosas.

Es cierto que avanzan pero no en la dirección del progreso sino en retroceso.

Elegí adecuar nuestra política a la realidad y no a las ilusiones del corazón.

Pregunto ahora, ¿quién no comprendió aquí la realidad?

¿Quién no entendió aquí la historia?

Recuerdo que muchos de ustedes me llamaron (y cómo lo hicieron) a aprovechar la oportunidad de hacer concesiones precipitadas, correr hacia el acuerdo, pensando que, justamente, era el momento.

- “Es la oportunidad”. “Es el momento”, me dijeron. “No pierdan la coyuntura“.

Pero no baso la política de Israel en ilusiones. Hay aquí una enorme confusión. Cada terreno que entregamos no sabemos quién lo ocupará, y no mañana sino hoy al mediodía.

Vemos cómo la realidad se mueve, en todos lados. Quien no lo ve, simplemente está hundiendo su cabeza en la arena. Entonces, no molestó a la gente acercarse y proponer: den, concedan. Dije, “queremos llegar a un acuerdo con los palestinos porque no queremos un estado bi-nacional”. Nos mantenemos sosteniendo las bases de estabilidad y seguridad. Siempre quisimos eso y ahora más que nunca.

No estoy dispuesto a abstraerme de la realidad.

No estoy dispuesto a abstraerme de los riesgos, ni de la historia.

No estoy dispuesto a separarme del presente o renunciar a nuestras necesidades de seguridad, que aumentaron (y no se redujeron) como consecuencia de la crisis.

No es momento de renunciar a ello. No es el momento de correr, precipitadamente. Es momento de ser muy cuidadosos, manteniendo los contactos con los palestinos. Hoy ya queda claro que el cuidadoso estilo que tomé fue el correcto, el más inteligente y el más responsable.

Israel se enfrenta en la región a un período de inestabilidad y falta de certezas. Seguramente no es el momento de prestar atención a quién dice o quién ya dijo, también entonces, que vayamos tras las ilusiones del corazón. Hubo aquí quien garantizó, durante el operativo de Desconexión, que los habitantes del sur tendrían paz y tranquilidad y lo que obtuvimos fue terrorismo y misiles. Exactamente tal como mis compañeros y yo lo advertimos en ese período, difícil y sensible; nuestra política es clara. Queremos llegar a un acuerdo de paz con los palestinos que soporte la prueba del tiempo y que no se desplome, de inmediato, tras la firma; que no recibamos, como en Gaza, una representación iraní, hace dos años. Existe, además de Hamas, una Jihad Islámica palestina.

Siempre debemos intentar afligir nuestra realidad para imponernos a la responsabilidad de no abstraernos de la realidad.

La realidad no es sencilla. Irán desarrolla armas nucleares. Para quien haya tenido dudas (si alguien las tuvo), el informe de la AIEA lo confirmó. Es importante imponer sanciones graves a ese régimen, más graves aún que las de los últimos días.

Israel continuará trabajando a favor de la estabilidad y el fortalecimiento de la paz con Egipto, se trata del interés estratégico de ambos países.

Israel continuará trabajando a favor de la estabilidad y el fortalecimiento de la paz con Jordania. Tenemos un interés claro que nuestra vecina en la región, la monarquía hashemita, continúe siendo fuerte e independiente.

Israel también buscará vías para promover la paz con los palestinos y declaraciones frontales y abiertas.

Hubo quien dijo que nosotros decimos que no hay con quien hablar. No es cierto. Lo dijo aquí el diputado Ahmed Tibi pero, a mi pesar, quien dice que no hay con quien hablar es Abu Mazen, dado que dice, tal como lo dijera alegremente Ahmed Tibi, “estoy dispuesto a hablar sólo si se aceptan, por anticipado, mis condiciones"; condiciones que ningún Primer Ministro, hasta hoy, estuvo de acuerdo en aceptar.

No es ese el camino para promover la paz; no anticipar el resultado sino ingresar a la negociación, tal como lo proponemos desde hace dos años y medio. La negociación es la vía. No hay otro camino.

Les aclaramos a los palestinos que no nos sentaremos cruzados de brazos si continúan con sus proyectos de eludir las conversaciones de paz mediante pasos unilaterales. Espero que hagan y espero que podamos encontrar la vía para su reanudación.

Creo que se trata de nuestro interés y el de ellos.

Creo que esa negociación debe conducir a un acuerdo estable; un acuerdo con bases de seguridad; un acuerdo que nos brinde defensa, a nosotros, Israel. No estoy seguro que sea sólo para nosotros, quizás también para la Autoridad Palestina, frente a las vueltas del tiempo y a las grandes amenazas que se nos imponen cuando la tierra tiembla en toda la región.

Fuente: Departamento de Información


FUENTE: CIDIPAL-PALABRAS DE NETANYAHU-24/11/11

COMENTARIO:

Muchos podíamos hacernos ilusiones, y también allí, en Israel, donde las ilusiones a veces pesan más que incorporar al conocimiento la realidad de los países que lo rodean. La voluntad de creer que es posible un giro a la democracia de sociedades donde la enorme mayoría lucha por liberarse de dictaduras pero que, por cultura y religión, están expuestas a caer en otra quizá más dura, es algo incomprensible, a menos que los que opinan estén enceguecidos por una ideología.

Allí es donde se necesitan a quienes mantienen la cabeza fría para que actúen según un conocimiento profundo del entorno. El tiempo le dio la razón a Netanyahu pero, mientras, tuvo que seguir apaciguando a los que lo impulsaban a cometer errores difíciles de corregir en el futuro.

Me parece que este es un tiempo de espera, de gran trabajo diplomático hasta ver cómo siguen todas estas rebeliones, porque ni siquiera los involucrados directamente saben con certeza hacia donde van y quién tomará el poder.

Las cosas son como son, no como quisiéramos que fueran y los errores del pasado no pueden volver a repetirse como si no hubieran dejado ninguna enseñanza. Se aprende más del error que del acierto, porque cuando somos exitosos no nos detenemos demasiado a pensar qué hicimos de bueno, el error nos obliga al análisis e Israel debió hacerlo, porque cuando se equivocó lo pagó con vidas.

Evaluar, comprender y aprender es obligatorio en los líderes para lograr ser acompañados en la política más conveniente. Parecería que Netanyahu aprendió y aguantó las críticas y recomendaciones equivocadas.

ANA


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