lunes, 7 de abril de 2014

1285 - CHINA: BANQUERO DEL MUNDO


La neutralidad de China en el tema ucranio/crimeo tiene como trasfondo reforzar su alianza con Rusia- ALFONSO PUNCEL-04/04/14

CHINA, ¿NEUTRALIDAD O NEGOCIO?

Por ALFONSO PUNCEL

China continua su política comercial expansionista comprando tierras, materias primas estratégicas.

La posición que está manteniendo China respecto al conflicto entre Rusia y EE.UU/UE en Ucrania es de neutralidad. No se ha posicionado todavía y no hay declaraciones oficiales sobre lo que pretende hacer ni decir. En realidad sabe que ese no es su problema salvo que la cosa vaya a mayores pero, mientras tanto, no es su problema sino una ventaja. China acaba de comprar el 5% del territorio de Ucrania siguiendo con su política de deslocalización de su agricultura para garantizar su seguridad alimentaria. Esa superficie es en realidad el 9% del suelo agrícola y para que nos hagamos una idea es similar a la superficie de Galicia, pero sólo de tierras agrícolas.

Desde ese punto de vista, podríamos pensar que el futuro de Ucrania ya es un problema para China, pero en realidad su presencia en ese país, como en América latina y África, coloca a China en una posición hegemónica que, solo en caso de que se pretenda quitarle esos derechos, devendría en una intervención activa de algún tipo. Mientras tanto, tanto Ucrania como el resto de países receptores de las inversiones, dejan que China siga jugando un papel de banquero del mundo sin darse cuenta de la dependencia que eso está provocando para el futuro inmediato.

La política de comprar materias primas, suelo, agua e incluso aire con la exportación de sus industrias más contaminantes, está teniendo respuesta en la sociedad civil, organizaciones campesinas y organismos internacionales. En 2012 la F.A.O. aprobó unas directrices voluntarias sobre la gobernanza responsable de la tenencia de la tierra, la pesca y los bosques, en el marco de la F.A.O. pero su repercusión ha sido mínima y la política de acaparamiento sigue su curso.

El giro hacia Asia-Pacífico de los EE.UU. pretende ser un freno a la expansión de China en el mundo pero mientras USA y la UE lo intentan, China continua su política comercial expansionista comprando tierras, materias primas estratégicas a cambio, en muchos casos de manufacturas de baja calidad, tecnología obsoleta e infraestructuras que sirven a los intereses estratégicos propios pero no del país receptor. En el mundo en el que vivimos, esta política no es ilegítima pues China no hace más que lo que otros han hecho durante siglos y siguen haciendo hoy.

Recientemente China se abstuvo en el Consejo de Seguridad de la ONU aun cuando el veto de Rusia hacia ineficaz un voto a favor de la resolución de dicho Consejo presentada por EE.UU. Su posición equidistante se completa con declaraciones de integridad territorial de Ucrania y de que se trata de un asunto interno, pero sobre todo porque no quiere crear diferencias en cuanto a sus peticiones de integridad por lo que respecta a Taiwan, Tíbet y otras regiones propias que reclaman autonomía o independencia de China. Su apuesta, en todo caso, está en otros movimientos y debe buscar la alianza con Rusia para frenar la hegemonía de UU.EE. y más allá, de completar su deseo de que no exista un mundo bipolar sino multipolar en el que ellos puedan jugar un papel más activo en la resolución de conflictos. La alianza Ruso-China no es menos peligrosa para el futuro del planeta que la alianza USA-UE pero esa es otra cuestión.

Si realmente queremos saber a qué está jugando China sólo hay que ver su actuación en las negociaciones de su integración en la Organización Mundial del Comercio que se cerraron en 2001 y que, a pesar de ello, han seguido reclamando excepciones en diferentes materias. La última de ellas ha supuesto una condena, y no es la primera, por frenar la exportación de las llamadas tierras raras (el conjunto de 17 metales y minerales estratégicos para el desarrollo de tecnologías que son “raros” no por ser escasos sino por estar dispersos y no en vetas como otros).

Así pues la neutralidad de China en el tema ucranio/crimeo en realidad tiene como trasfondo reforzar su alianza con Rusia, evitar eso sí, un conflicto generalizado en la zona pero asegurando su posición económica de control de todo tipo de materias primas. Mientras Rusia no entre en América Latina, deje Asia a su control y le permita seguir negociando con todo tipo de gobiernos en África -es decir mientras Rusia se quede dentro de sus fronteras y piense sólo en el Ártico o en su zona de influencia- no habrá problemas. Los pequeños problemas fronterizos en el este de Rusia se solventan con mucha facilidad dado que China es la principal exportadora de gas a Rusia. En todo caso China parafraseando a Bertrand du Guesclin en la lucha entre Enrique II de Trastamara contra su hermano el rey Pedro I de Castilla “ni quito ni doy razón pero ayudo a mi socio”.

FUENTE: NUEVA TRIBUNA-PUNCEL-CHINA-10/04/14

REFLEXIÓN:

El mundo bipolar que conocimos ya se está convirtiendo en tripolar o multipolar, según el desarrollo militar y económico de las potencias emergentes. Lo más probable es que las alianzas que se pueden esperar fuera de Occidente serán coyunturales y no se puede saber cuánto durarán.

Lo que está detrás de ellas es la fuerza militar que las sostenga. A paridad de fuerzas las alianzas se mantendrán, de lo contrario el más fuerte intentará forzar situaciones y probablemente se construirán nuevas alianzas defensivas.

En el fondo las alianzas estables son entre similares histórica y culturalmente, esas son las verdaderas asociaciones, intentar otras y dejar de lado a los países afines es un delirio. Sin embargo, es lo que hemos estado viendo y que han fracasado. Cuando la cultura, la religión y la historia une a los pueblos cada país aporta lo suyo aunque estén en diferentes estadios de su desarrollo.

Cuando se intenta otra cosa nadie está conforme y lo que se ve es la lucha entre culturas diferentes aunque se intente unir lo que realmente nos separa. La integración entre los pueblos es posible en la medida que haya respeto por las leyes y culturas del país que acoge al extranjero y no se intente imponer las propias cuando ha sido recibido.

Esto no es nuevo, históricamente los invasores cuando lograban dominar a pueblos más débiles imponían su cultura, eso debería enseñar a estar alertas y no permitir que finalmente se produzca el choque. Las culturas diferentes ciertamente enriquecen, amplía nuestro conocimiento y aprendemos a comprender y respetar a otros pueblos. Pero aprovechar las prácticas democráticas como una debilidad para intentar imponerse, cualquiera sea la forma que se emplee, sólo producirá rechazo.

ANA

ARTÍCULO RECOMENDADO:

Putin, un líder como debe ser

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario