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martes, 11 de agosto de 2009
417 - EL CORAJE DEL ALTE. CANARIS
EX JEFE DE INTELIGENCIA NAZI PROPUESTO COMO JUSTO ENTRE LAS NACIONES
La petición para obtener el preciado lauro de Justo entre las Naciones, fue presentada en forma conjunta por el secretario de Kfar Jabad, rabino Binyamin Lipshshitz y el escritor Yosef Kaminetzky.
por RUBÉN KAPLAN
En una polémica y controvertida iniciativa, Jabad Lubavitch, el movimiento judío ortodoxo que adquirió dolorosa notoriedad mundial por el cruento atentado terrorista islámico que sufrió su sede en Mumbai en noviembre de 2008, solicitó al Yad Vashem, el Museo Judío del Holocausto, que declare Justo entre las Naciones al Almirante Wilhem Franz Canaris, quien fue jefe de Inteligencia de la Kriegsmarine y la Wehrmacht durante el nazismo en Alemania.
La petición para obtener el preciado lauro de Justo entre las Naciones, fue presentada en forma conjunta por el secretario de Kfar Jabad, rabino Binyamin Lipshshitz y el escritor Yosef Kaminetzky, quienes aseveran que Canaris tuvo un rol preponderante en la huída y salvación del rabino Yitzhak Yosef Schneerson, (el sexto rabino de la dinastía Lubavitch) junto a su familia y entorno, del gueto de Varsovia.
Wilhem Franz Canaris, nacido el 1 de enero de 1887 en Aplerbeck (Westfalia) y ahorcado en Flossenbürg, el 9 de abril de 1945, tuvo una vida pletórica de anécdotas y vivencias, entrelazada con los escenarios bélicos de las dos guerras que protagonizó Alemania. Su apellido parece remitir a raíces griegas. Canaris mencionaba con frecuencia como ascendiente suyo al almirante griego Konstantinos Kanaris, héroe de la independencia helénica, aunque se presume que su familia procedía de Italia, a través de los “Canarisi”, que se trasladaron a Alemania en el siglo XVIII.
Concienzudas investigaciones, aseguran que su verdadero nombre era Moses Meyerbeer y era de origen judío.
El aspecto físico de Canaris, no condecía con el ideal ario. Por su baja estatura, lo llamaban “el pequeño almirante”, siendo que él mismo, se comparaba con Churchill, y se autodefinía como el “pequeño Winston Churchill”.
Por sus características, Canaris era la antítesis de quien se suponía debía articular el espionaje militar. En virtud de su carisma, sentido del respeto mutuo, moralidad, carácter melifluo y afabilidad, resulta sorprendente que Alemania le haya asignado uno de los más altos cargos. Muy diplomático, era proclive a las conversaciones. En ellas evidenciaba un gran don de gente y respetuoso trato, de gustos austeros, su oficina simple no parecía acorde a la jerarquía de sus funciones. Era reacio al uso de uniforme de marino, que vestía sólo si el protocolo se lo exigía. Detestaba que los militares se presentaran ante él luciendo sus medallas y condecoraciones, razón por la cual, éstos evitaban llevarlas en sus entrevistas.
Las elucubraciones nazis le causaban repugnancia y cuando se veía involucrado en alguna de ellas, lo hacía intervenir sólo la orden de Hitler, quien le tenía recelo. Walter Schellenberg, general de Brigada de las SS y jefe de información y contraespionaje alemán, consideraba a Canaris un místico.
Canaris fue testigo de las atrocidades cometidas por los Einsatzgruppen de las SS con apoyo de Wehrmatch en territorio polaco y quedó conmocionado por la extrema crueldad contra los judíos. A tal punto fue su impresión que pretendió hacer algo al respecto e intervino ante el general Keitel informándole lo visto; para su sorpresa, éste respondió que el mismo Führer había ordenado esto en persona. A partir de ese momento, Canaris, asqueado con la política antisemita, empezó a efectuar acciones subversivas de socavamiento del régimen.
Ya en notoria disidencia con el régimen nazi, Canaris fue enviado a España personalmente por Hitler para convencer a Francisco Franco que se les aliara en la guerra. Canaris logra captar la atención de Franco y, no obstante las órdenes que tenía, le sugiere que se mantenga al margen de la guerra, éste toma en cuenta las indicaciones de Canaris y, luego de sopesar la situación, finalmente desecha unirse a Hitler cuando éste le visita. Así, pues,el Generalísimo encubrió el verdadero papel de Canaris durante esa gestión y se mostró más tarde muy agradecido con él, llegando a enviarle un retrato autografiado.
Canaris trataba en lo posible desanimar a Hitler cuando solicitaba informes respecto de futuras operaciones, abrumándolo con información desalentadora respecto del enemigo y exagerando la situación en particular.
En una reunión de revisión de escenarios, Canaris dejó traslucir en un comentario que la victoria de Alemania era un hecho ficticio. Hitler se violentó con él y agarrándolo de las solapas, fuera de sí, le gritó “si acaso el propio Jefe de Inteligencia de la Wehrmatch insinuaba que perdería la guerra.” Al retirarse de esa reunión, Canaris, ya tenía en mente realizar acciones en contra del régimen de Hitler y nunca se consideró traidor por ello. Se consideraba tan patriota como Claus von Stauffenberg, el coronel del Estado Mayor de la Werhmatch y Jefe del Ejército de Reserva de Berlín que planificó el frustrado atentado contra Hitler, el cual históricamente se conoce como “complot del 20 de julio de 1944”.
Tras descubrirse el mismo, Claus von Stauffenberg fue sentenciado y fusilado por alta traición por parte de uno de los propios involucrados.
Inmediatamente después del atentado fallido contra Hitler, Canaris fue detenido por Walter Schellenberg y puesto bajo arresto en su propia casa. Himmler instó a Hitler a ejecutarlo, y fue enviado a la prisión de Flossenbürg, donde antes de colocarle un cepo de hierro en su cuello y asfixiarlo lentamente hasta morir, los guardias de las SS lo sometieron a la humillación de desnudarlo y hacerle fregar los pisos de la penitenciaría con su cepillo de dientes.
El pedido de Jabad Lubavitch para que Yad Vashem le conceda a Wilhem Franz Canaris la honrosa distinción de gentil Justo entre las Naciones está sustentada en una nueva información aportada por el historiador Danny Orbach, autor del libro en hebreo titulado “Walkyria-Resistencia Alemana a Hitler”. Orbach, quien en el 2002, formuló un pedido al Museo del Holocausto con esa pretensión, dijo que en aquella ocasión su solicitud fue rechazada por considerar Yad Vashem que Canaris no arriesgó su vida para salvar judíos y que ayudó a la campaña de guerra y no se opuso a ella.
Orbach, que había presentado con éxito en la misma fecha, un pedido análogo por Hans von Dohnanyi, un asistente de Canaris, también ejecutado por los nazis, que fue nombrado justo gentil en el 2003, dijo que “por el bien de la justicia histórica yo creo que Canaris debe ser reconocido como justo gentil", "Yo tengo pruebas que él arriesgó su vida para salvar judíos y que también activamente intentó dañar la campaña de guerra nazi convenciendo al dictador español Franco de no unirse a los nazis."
Sin embargo, el Dr. Efraín Zuroff, director del Centro Simón Wiesenthal en Israel, consideró la solicitud de Jabad como problemática. “Es un tono de cierto particularismo” “no es justo juzgar a Canaris por una buena acción, cuando él mismo se encontraba en la parte superior de la jerarquía del Tercer Reich”.
Estimulando la controversia, el escritor Yosef Kaminetzky y el rabino de Jabad, Binyamin Lipshshitz, expresaron que "lo que hace aún más digno de alabanza a Canaris es el hecho que él provenía del liderazgo nazi." Él salvó al rebe, a su familia y muchos judíos más, ¿por qué no debe ser reconocido como justo gentil?
FUENTE: EL RELOJ - 11/08/09 -
COMENTARIO:
En el blog de mi amigo Iojanan, "Es la hora", planteé precisamente este tema como una "situación límite" y cómo reaccionaríamos ante ella.
No sé cómo habrá sido toda la carrera naval de Canaris, si era posible que un oficial de carrera, desde que comenzó el régimen nazi podía prever hacia donde se encauzaba la política de Hitler. Y me parece que hay una diferencia substancial entre un militar que se entrena en lo suyo y un político, cuya función es precisamente evaluar el curso de la política de un gobierno.
Lo que sé es que un individuo, cualquiera, se "encuentra" en una situación única, personal e indelegable, y así, como individuo, debe tomar la decisión sobre donde será más útil según sus propias convicciones. Y me parece que ese pudo haber sido el caso de Canaris. Quizá pensó que desde su posición era mucho más útil para combatir o tratar de minimizar el daño de su gobierno que simplemente renunciar u obedecer ciegamente y ser uno más en un régimen cruel.
Y creo que eligió lo más útil y también lo más riesgoso. Ante lo inevitable, pues todos se allanaron a las locuras de Hitler, él trató de la manera a su alcance de combatirlo, DESDE ADENTRO, una posición peligrosa y también única. Creo que no tiene sentido decir que si todos lo hubieran enfrentado la historia habría sido distinta, porque "todos" o la inmensa mayoría, lo acompañaron; basta ver las multitudes en fervoroso apoyo. Entonces él estuvo entre los pocos que aprovecharon la posición en que se encontraban para combatirlo. Y no era un militar más, tenía prestigio personal y profesional.
Pensar que su mérito sólo fue salvar a alguien de Jabad me parece que es hacerle poca justicia, hay que ser muy valiente para permanecer rodeado de enemigos e intentar eliminar a Hitler. Hay que ser muy valiente y tener las ideas muy claras, seguramente muchas otras cosas que probablemente hizo permanecerán ocultas por ahora. La investigación histórica quizá descubra mucho más con el tiempo, porque cuando un hombre arriesga su vida y la de su familia porque cree que si allí lo puso la circunstancia no debe desentenderse cobardemente de su destino, dice mucho más que los documentos que puedan encontrarse en el futuro.
¿Alguien podría pensar que sólo salvó esas vidas judías? ¿Que una sola vez fue Justo entre las Naciones? Su vida y sobre todo su muerte indican que fue un hombre valiente y justo, es difícil creer que esa fue la única oportunidad que tuvo y aprovechó para hacer la diferencia.
Cada cual en lo suyo, en su circunstancia, debe elegir si comportarse como un héroe o un cobarde. Su final nos dice que optó por asumir con coraje la función donde lo puso la vida.
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