EL JUEGO AMAÑADO
Por CAROLINE GLICK
(TRADUCCIÓN LIBRE DE ANA)
El martes, el "Guardian" informó que la administración Obama está haciendo ahora a Israel una oferta que no puede rehusar: En un intercambio por una orden del gobierno que congele las construcciones para judíos en Jerusalem, Judea y Samaria, la administración adoptará una "línea mucho más dura para con Irán sobre su presunto programa de armamento nuclear."
Israel debería rechazar este ofrecimiento.
Lo que el informe del "Guardian" muestra es que la administración Obama está buscando culpar a Israel por el fracaso de su política de intentar apaciguar en Irán a los dos actores de estilo semejante, el dictador Ayatollah Ali Khamenei y el Presidente Mahmoud Ahmadinejad.
Llega septiembre, el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, va a tener tiempos difíciles. Obama puso una fecha tope para su estrategia de cortejar diplomáticamente a los mullahs. Esta política implica postergar más sanciones contra Irán y demás, pero renunciando abiertamente a la opción de usar la fuerza militar para destruir las instalaciones nucleares de Irán, mientras espera educadamente a que los mullahs se sienten a tomar té con los funcionarios de Estados Unidos.
Lejos de aceptar la oferta de Obama, los iraníes han escupido en ella. De hecho, ellos han estado muy ocupados tratando brutalmente a su propio pueblo y construyendo bombas y misiles para inclusive responderle directamente. En cambio, ellos han señalado su desprecio por Obama promoviendo a conocidos archi-terroristas a altos cargos. Por ejemplo, Ahmadinejad acaba de designar como Ministro de Defensa a Ahmad Vahidi, el sospechado de ser el cerebro del atentado de 1994 al Centro Judío AMIA, en Buenos Aires, que mató a 85 personas y del atentado de 1996 a las Torres de Khobar en Arabia Saudita, donde 19 soldados, hombres y mujeres, fueron asesinados.
En apoyo a los esfuerzos de apaciguamiento de Obama, la Cámara y el Comité de Relaciones Exteriores del Senado dejaron de lado los proyectos a prueba de veto que sancionarían a compañías que exportan combustible refinado a Irán. Pero el Congreso, ahora en receso de verano, se vuelve a convocar en septiembre y los miembros están esperando ansiosamente una luz verde de la Casa Blanca para presentar los proyectos antes del voto.
Por lo tanto, a menos que algo lo salve, Obama se verá más bien como un tonto el mes que viene. Su política de apaciguamiento les ha dado a los mullahs ocho preciosos meses de trabajo sin retrasos en sus instalaciones nucleares. La instalación de uranio enriquecido en Natanz está ahora operando alrededor de 5.000 centrifugadoras con otras 2.400 más a punto de ser incorporadas. Eso es un incremento de ocho veces más de actividad centrífuga de lo que era hace un año.
Obama ahora se vuelve hacia Israel para evitar la vergüenza. Si puede convencer al Primer Ministro Binyamin Netanyahu que la Casa Blanca sólo se pondrá seria con respecto al programa de armamento nuclear de Irán, si Netanyahu congela la construcción judía en Judea, Samaria y Jerusalem, entonces Obama puede presentar su repentina buena disposición para firmar una legislación de sanciones del Congreso a prueba de veto, no como consecuencia de su propio fracaso, sino como resultado de la presión israelí.
Si Obama tiene éxito en incorporar a Netanyahu, la discusión de las sanciones en los medios americanos se focalizará en el tema del poder israelí por sobre la política de Estados Unidos. El así llamado lobby israelí será atacado cuando los expertos discutan si Obama tenía o no razón al sucumbir a la presión israelí para apoyar las sanciones del Congreso. Nadie recordará que Obama fue obligado a apoyar las sanciones porque no tenía ninguna otra opción, puesto que el mes próximo su política de compromiso se volverá indefendible.
Por otro lado, si Israel se rehúsa a colaborar y no proporciona a Obama una concesión por la cual él se vea "obligado" a pagar con una posición más dura hacia Irán, aún entonces él tendrá que ser más intransigente con Irán. En este caso, sin embargo, este endurecimiento se atribuirá al fracaso de su política de apaciguamiento hacia Irán, en lugar de atribuirlo al éxito de su diplomacia en Medio Oriente en contra de Israel.
El aparente interés de Obama en hacer de Israel el chivo expiatorio por el fracaso de su política de compromiso, es la misma política que él sin duda seguirá si las cosas continúan su curso e Irán obtiene armamento nuclear. En ese punto, Obama seguramente afirmará que fue la obstinación de Israel en las negociaciones con los palestinos, o con los sirios o con los libaneses, la que forzó las manos de los mullahs. O sea, él dirá que la ausencia de "progreso" en el "proceso de paz" debido a cualquier imaginada intransigencia israelí, hizo imposible que los iraníes "moderados" pudieran convencer a los de "línea dura" para que abandonaran su programa de armamento nuclear.
En defensa de Obama debe tenerse en cuenta que por lo menos él se preocupa por la vergüenza del fracaso de su política con Irán. Él sabe que la abrumadora mayoría de los americanos considera que Irán es un enemigo de su país. En una encuesta de votantes de Estados Unidos que se hizo en mayo, alrededor del 80 por ciento de los americanos afirmaron que un Irán nuclearmente armado constituiría una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos y un 57 por ciento dijo que se justificaría que Israel lanzara un ataque preventivo sobre las instalaciones nucleares de Irán.
Las cosas son diferentes del otro lado del Atlántico, Las contrapartes europeas de Obama no enfrentan una situación comparable. Ellos no tienen razones para temer sentirse avergonzados en el caso que Irán emergiera como un poder nuclear, porque consideran a Israel como una amenaza igual o más grande que Irán.
Los políticos europeos -particularmente cuando se relacionan con Medio Oriente- no están informados por intereses racionales en la medida en que se definen por sus actitudes. Los hechos hoy significan poco en Europa. Ellos son aplastados bajo el peso de las fantasías que dominan el discurso político europeo.
La principal fantasía que gobierna la actitud de Europa hacia Medio Oriente es la creencia en el venal militarismo israelí, su mesianismo fundamentalista y su codicia territorial. Esta es la fantasía que protege a los lideres europeos de la necesidad de explicarse por sus seis años de fracasado apaciguamiento hacia Irán, durante el cual Irán ha hecho rápidos progresos hacia completar su programa de armamento nuclear.
Es el predominio de estas actitudes anti-israelíes a través del continente que permite a los líderes europeos quitarle importancia a la amenaza nuclear iraní, que crece como nunca envolviendo al continente que está dentro del alcance de los misiles balísticos de irán.
Una ligera mirada a la cobertura diaria sobre Medio Oriente de los diarios europeos comunes es suficiente para demostrar la profunda obsesión de Europa en su odio a Israel. La ausencia de paz es siempre culpa de Israel. El hecho que los árabes nunca han aceptado el derecho a existir de Israel es blanqueado o justificado. Así también, se le encuentra una justificación al terrorismo árabe mientras que se abalanzan sobre cada acto -grande o pequeño- que de alguna manera reafirme el derecho de Israel a defenderse, y se usa como prueba de la criminalidad y brutalidad de Israel.
Un buen ejemplo es la entrevista que el Ministro de Inteligencia, Dan Meridor, le dio al corresponsal diplomático del "Der Spiegel" de Alemania, Erich Follath, antes de la visita de esta semana de Netanyahu al país. Toda la entrevista consistió en intercambios como el que sigue:
FOLLATH: Usted culpa a la intransigencia palestina (por la ausencia de paz). Los líderes occidentales, por supuesto, están exigiendo que la parte árabe se comprometa en algunos temas. Pero ellos, de la misma forma, también están presionando sobre Israel para que haga concesiones, especialmente relacionadas con su agresiva política de asentamientos en la margen occidental.
MERIDOR: No hay tal política.
FOLLATH: ¿Usted no considera a los nuevos asentamientos en los territorios ocupados como un escollo importante en el proceso de paz?
MERIDOR: Eso es exactamente el por qué no estamos construyendo nuevos asentamientos. No hemos aprobado ninguno.
FOLLATH: Usted está eludiendo el tema. El presidente de Estados Unidos Barack Obama, no insistiría tanto a Israel para que detenga sus políticas de asentamientos si no tuviera una razón para hacerlo.
MERIDOR: Lo que usted describe no es la política oficial del Primer Ministro Netanyahu ni la política oficial del gobierno.
Las preguntas de Follath, y su obstinada determinación de ignorar todo lo que Meridor decía refleja esta propensión general europea para abrazar la fantasía de la criminalidad israelí por sobre su buena voluntad para hacer justamente todo por la paz.
Israel ha basado por años su diplomacia pública con respecto al programa de armamento nuclear de Irán en las evaluaciones de sucesivos gobiernos que, dado el alcance global de Irán y la amenaza que él supone para la seguridad global, los estados deberían estar más deseosos de actuar para prevenir que obtenga armamento nuclear, que lo que ellos están por tomar conocimiento del terrorismo palestino, el que se usa casi exclusivamente en contra de Israel. Lo que los líderes israelíes -incluyendo a Netanyahu- han fallado en reconocer es que la antipatía de los europeos hacia Israel es tan grande que ellos prefieren encontrar una explicación convincente para el programa de armamento nuclear de Irán, porque su primer objetivo está dirigido antes que nada en contra de Israel.
Otro buen ejemplo es un monótono artículo de Follath publicado en "Der Spiegel" en junio. Allí él caracteriza a Netanyahu y a Ahmadinejad como "gemelos" que están unidos por sus "visiones religiosas apocalípticas". Tal como él lo ve, ambos son igualmente responsables por el crecimiento de la probabilidad de una guerra entre Israel e Irán que puede arrastrar a los países de la región y del mundo. En cuanto a él -y a sus leales lectores- concierne, Israel e Irán se merecen uno al otro.
Tales puntos de vista inevitablemente atenúan cualquier propensión que los líderes europeos puedan tener para actuar en contra de Irán. Esto fue demostrado por la Canciller alemana Angela Merkel durante su aparición con Netanyahu en Berlín el jueves. Merkel rechazó la comparación de Israel sobre el objetivo declarado por Irán de destruir a Israel con respecto al Holocausto alemán diciendo: "No hay comparación entre el Holocausto y el programa nuclear iraní."
Si no hay comparación, entonces Alemania, la que ella afirmó está obligada a defender a Israel debido al Holocausto, no tiene la obligación de impedir que Irán se convierta en un poder nuclear.
Pero si Merkel se equivoca, y como resultado de la displicente actitud que ella, sus colegas europeos y la administración Obama han adoptado, Irán obtiene armamento nuclear como lo prometió y lo usa para cometer un nuevo genocidio de judíos, ella no tiene motivos para preocuparse. La ahora rampante actitud anti-israelí en Europa le asegurará que ella no pagará ningún precio, y ni siquiera se sentirá avergonzada por su fracaso en prestar atención a las advertencias.
Otro buen ejemplo es el más reciente libelo de sangre de los medios suecos en contra de Israel, y otros numerosos -el más destacado es el de Muhammad al Dura en "France2" de septiembre del 2000- que lo precedió. Historias como la ficción de "Aftonbladet" sobre el hurto de órganos palestinos y la falsa acusación de "France2" que el IDF (Fuerzas de Defensa de Israel) mata a niños árabes, vende diarios y hace subir los ratings en televisión, porque la animosidad contra Israel es tan grande que la gente está deseosa de comprar periódicos y mirar los programas de televisión que propagan obvias mentiras que alimenta su odio irracional. De hecho, diseminar tales mentiras, paga.
Charles Enderlain de "France2", el padre de la mentira de al Dura acaba de recibir la Legión de Honor por parte del Presidente Nicholas Sarkozy. Así también, la activista antí-Israel Felicia Langer, acaba de recibir la Cruz de Honor Federal de Alemania, y la que se destaca por su odio y resentimiento contra Israel, Mary Robinson, también acaba de ser galardonada con la Medalla de la Libertad de la Presidencia de Estados Unidos.
La lección de todo esto es clara para Israel. Si Netanyahu tiene que negociar con Obama o con los líderes europeos, el juego está amañado en contra de nosotros. Cualquier movimiento que Israel hace hacia estos líderes simplemente facilitará su posterior castigo al Estado de Israel y apoya sus claras intenciones de no hacer nada para impedir que Irán obtenga los medios para destruir a Israel.
Como hemos estado con demasiada frecuencia en nuestra historia, hoy Israel enfrenta en soledad a nuestros enemigos. Podemos vencerlos o podemos ser vencidos. La elección es nuestra.
FUENTE: JWR - 28/08/09 -
COMENTARIO:
Me llamó la atención el primer párrafo cuando dice "una oferta que no puede rehusar", ¿recuerdan la película "El Padrino"?
Este es un artículo que dice bastante sobre las dificultades por las que atraviesa Obama con respecto a Irán y que pretende suavizarlas involucrando a Israel y el acuerdo de paz entre palestinos y el Estado de Israel. Pero no hay relación entre este conflicto que atañe sólo a estas dos partes y un estado como Irán que si lograra obtener armamento nuclear sería una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos y de Europa. Porque Irán no es un problema sólo para Israel.
O sea que, mezclar las dificultades de dos partes en conflicto con los problemas domésticos de Obama por su política para con Irán, que son serías -como lo refleja la encuesta sobre la opinión de los americanos con respecto a Irán- es poner sobre las espaldas de Israel los resultados de su error político.
De todas formas, como una prueba de buena voluntad, Israel ha pospuesto por nueve meses la construcción de viviendas, habrá que ver qué ofrecen los palestinos a cambio para forjar un camino hacia una convivencia entre estos dos pueblos.
Esta situación no depende de Israel, sino de la actitud de quienes son apoyados económicamente por Europa, Estados Unidos y la ONU en sus ilegítimas pretensiones, mientras que la zona sigue siendo un polvorín alimentado por Irán, que no se aviene a ningún tipo de acuerdo.
Creo que el éxito de una política consistente y dura con Irán por parte del mundo entero es la llave para que el realismo sea lo que se imponga en una región donde las fantasías están a la orden del día.
Lamentablemente, todo lo que explica este artículo es más de lo mismo, el mundo no ha cambiado y... duele... pero... es oportuno recordar que el pueblo judío ya no está en la misma situación que en el pasado y se defenderá.
ANA
"El Estado de Israel no se creó para que nos odien menos, sino para que cuando nos odien, no nos importe"
ENTREVISTA EN RADIO JAI
El martes, el "Guardian" informó que la administración Obama está haciendo ahora a Israel una oferta que no puede rehusar: En un intercambio por una orden del gobierno que congele las construcciones para judíos en Jerusalem, Judea y Samaria, la administración adoptará una "línea mucho más dura para con Irán sobre su presunto programa de armamento nuclear."
Israel debería rechazar este ofrecimiento.
Lo que el informe del "Guardian" muestra es que la administración Obama está buscando culpar a Israel por el fracaso de su política de intentar apaciguar en Irán a los dos actores de estilo semejante, el dictador Ayatollah Ali Khamenei y el Presidente Mahmoud Ahmadinejad.
Llega septiembre, el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, va a tener tiempos difíciles. Obama puso una fecha tope para su estrategia de cortejar diplomáticamente a los mullahs. Esta política implica postergar más sanciones contra Irán y demás, pero renunciando abiertamente a la opción de usar la fuerza militar para destruir las instalaciones nucleares de Irán, mientras espera educadamente a que los mullahs se sienten a tomar té con los funcionarios de Estados Unidos.
Lejos de aceptar la oferta de Obama, los iraníes han escupido en ella. De hecho, ellos han estado muy ocupados tratando brutalmente a su propio pueblo y construyendo bombas y misiles para inclusive responderle directamente. En cambio, ellos han señalado su desprecio por Obama promoviendo a conocidos archi-terroristas a altos cargos. Por ejemplo, Ahmadinejad acaba de designar como Ministro de Defensa a Ahmad Vahidi, el sospechado de ser el cerebro del atentado de 1994 al Centro Judío AMIA, en Buenos Aires, que mató a 85 personas y del atentado de 1996 a las Torres de Khobar en Arabia Saudita, donde 19 soldados, hombres y mujeres, fueron asesinados.
En apoyo a los esfuerzos de apaciguamiento de Obama, la Cámara y el Comité de Relaciones Exteriores del Senado dejaron de lado los proyectos a prueba de veto que sancionarían a compañías que exportan combustible refinado a Irán. Pero el Congreso, ahora en receso de verano, se vuelve a convocar en septiembre y los miembros están esperando ansiosamente una luz verde de la Casa Blanca para presentar los proyectos antes del voto.
Por lo tanto, a menos que algo lo salve, Obama se verá más bien como un tonto el mes que viene. Su política de apaciguamiento les ha dado a los mullahs ocho preciosos meses de trabajo sin retrasos en sus instalaciones nucleares. La instalación de uranio enriquecido en Natanz está ahora operando alrededor de 5.000 centrifugadoras con otras 2.400 más a punto de ser incorporadas. Eso es un incremento de ocho veces más de actividad centrífuga de lo que era hace un año.
Obama ahora se vuelve hacia Israel para evitar la vergüenza. Si puede convencer al Primer Ministro Binyamin Netanyahu que la Casa Blanca sólo se pondrá seria con respecto al programa de armamento nuclear de Irán, si Netanyahu congela la construcción judía en Judea, Samaria y Jerusalem, entonces Obama puede presentar su repentina buena disposición para firmar una legislación de sanciones del Congreso a prueba de veto, no como consecuencia de su propio fracaso, sino como resultado de la presión israelí.
Si Obama tiene éxito en incorporar a Netanyahu, la discusión de las sanciones en los medios americanos se focalizará en el tema del poder israelí por sobre la política de Estados Unidos. El así llamado lobby israelí será atacado cuando los expertos discutan si Obama tenía o no razón al sucumbir a la presión israelí para apoyar las sanciones del Congreso. Nadie recordará que Obama fue obligado a apoyar las sanciones porque no tenía ninguna otra opción, puesto que el mes próximo su política de compromiso se volverá indefendible.
Por otro lado, si Israel se rehúsa a colaborar y no proporciona a Obama una concesión por la cual él se vea "obligado" a pagar con una posición más dura hacia Irán, aún entonces él tendrá que ser más intransigente con Irán. En este caso, sin embargo, este endurecimiento se atribuirá al fracaso de su política de apaciguamiento hacia Irán, en lugar de atribuirlo al éxito de su diplomacia en Medio Oriente en contra de Israel.
El aparente interés de Obama en hacer de Israel el chivo expiatorio por el fracaso de su política de compromiso, es la misma política que él sin duda seguirá si las cosas continúan su curso e Irán obtiene armamento nuclear. En ese punto, Obama seguramente afirmará que fue la obstinación de Israel en las negociaciones con los palestinos, o con los sirios o con los libaneses, la que forzó las manos de los mullahs. O sea, él dirá que la ausencia de "progreso" en el "proceso de paz" debido a cualquier imaginada intransigencia israelí, hizo imposible que los iraníes "moderados" pudieran convencer a los de "línea dura" para que abandonaran su programa de armamento nuclear.
En defensa de Obama debe tenerse en cuenta que por lo menos él se preocupa por la vergüenza del fracaso de su política con Irán. Él sabe que la abrumadora mayoría de los americanos considera que Irán es un enemigo de su país. En una encuesta de votantes de Estados Unidos que se hizo en mayo, alrededor del 80 por ciento de los americanos afirmaron que un Irán nuclearmente armado constituiría una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos y un 57 por ciento dijo que se justificaría que Israel lanzara un ataque preventivo sobre las instalaciones nucleares de Irán.
Las cosas son diferentes del otro lado del Atlántico, Las contrapartes europeas de Obama no enfrentan una situación comparable. Ellos no tienen razones para temer sentirse avergonzados en el caso que Irán emergiera como un poder nuclear, porque consideran a Israel como una amenaza igual o más grande que Irán.
Los políticos europeos -particularmente cuando se relacionan con Medio Oriente- no están informados por intereses racionales en la medida en que se definen por sus actitudes. Los hechos hoy significan poco en Europa. Ellos son aplastados bajo el peso de las fantasías que dominan el discurso político europeo.
La principal fantasía que gobierna la actitud de Europa hacia Medio Oriente es la creencia en el venal militarismo israelí, su mesianismo fundamentalista y su codicia territorial. Esta es la fantasía que protege a los lideres europeos de la necesidad de explicarse por sus seis años de fracasado apaciguamiento hacia Irán, durante el cual Irán ha hecho rápidos progresos hacia completar su programa de armamento nuclear.
Es el predominio de estas actitudes anti-israelíes a través del continente que permite a los líderes europeos quitarle importancia a la amenaza nuclear iraní, que crece como nunca envolviendo al continente que está dentro del alcance de los misiles balísticos de irán.
Una ligera mirada a la cobertura diaria sobre Medio Oriente de los diarios europeos comunes es suficiente para demostrar la profunda obsesión de Europa en su odio a Israel. La ausencia de paz es siempre culpa de Israel. El hecho que los árabes nunca han aceptado el derecho a existir de Israel es blanqueado o justificado. Así también, se le encuentra una justificación al terrorismo árabe mientras que se abalanzan sobre cada acto -grande o pequeño- que de alguna manera reafirme el derecho de Israel a defenderse, y se usa como prueba de la criminalidad y brutalidad de Israel.
Un buen ejemplo es la entrevista que el Ministro de Inteligencia, Dan Meridor, le dio al corresponsal diplomático del "Der Spiegel" de Alemania, Erich Follath, antes de la visita de esta semana de Netanyahu al país. Toda la entrevista consistió en intercambios como el que sigue:
FOLLATH: Usted culpa a la intransigencia palestina (por la ausencia de paz). Los líderes occidentales, por supuesto, están exigiendo que la parte árabe se comprometa en algunos temas. Pero ellos, de la misma forma, también están presionando sobre Israel para que haga concesiones, especialmente relacionadas con su agresiva política de asentamientos en la margen occidental.
MERIDOR: No hay tal política.
FOLLATH: ¿Usted no considera a los nuevos asentamientos en los territorios ocupados como un escollo importante en el proceso de paz?
MERIDOR: Eso es exactamente el por qué no estamos construyendo nuevos asentamientos. No hemos aprobado ninguno.
FOLLATH: Usted está eludiendo el tema. El presidente de Estados Unidos Barack Obama, no insistiría tanto a Israel para que detenga sus políticas de asentamientos si no tuviera una razón para hacerlo.
MERIDOR: Lo que usted describe no es la política oficial del Primer Ministro Netanyahu ni la política oficial del gobierno.
Las preguntas de Follath, y su obstinada determinación de ignorar todo lo que Meridor decía refleja esta propensión general europea para abrazar la fantasía de la criminalidad israelí por sobre su buena voluntad para hacer justamente todo por la paz.
Israel ha basado por años su diplomacia pública con respecto al programa de armamento nuclear de Irán en las evaluaciones de sucesivos gobiernos que, dado el alcance global de Irán y la amenaza que él supone para la seguridad global, los estados deberían estar más deseosos de actuar para prevenir que obtenga armamento nuclear, que lo que ellos están por tomar conocimiento del terrorismo palestino, el que se usa casi exclusivamente en contra de Israel. Lo que los líderes israelíes -incluyendo a Netanyahu- han fallado en reconocer es que la antipatía de los europeos hacia Israel es tan grande que ellos prefieren encontrar una explicación convincente para el programa de armamento nuclear de Irán, porque su primer objetivo está dirigido antes que nada en contra de Israel.
Otro buen ejemplo es un monótono artículo de Follath publicado en "Der Spiegel" en junio. Allí él caracteriza a Netanyahu y a Ahmadinejad como "gemelos" que están unidos por sus "visiones religiosas apocalípticas". Tal como él lo ve, ambos son igualmente responsables por el crecimiento de la probabilidad de una guerra entre Israel e Irán que puede arrastrar a los países de la región y del mundo. En cuanto a él -y a sus leales lectores- concierne, Israel e Irán se merecen uno al otro.
Tales puntos de vista inevitablemente atenúan cualquier propensión que los líderes europeos puedan tener para actuar en contra de Irán. Esto fue demostrado por la Canciller alemana Angela Merkel durante su aparición con Netanyahu en Berlín el jueves. Merkel rechazó la comparación de Israel sobre el objetivo declarado por Irán de destruir a Israel con respecto al Holocausto alemán diciendo: "No hay comparación entre el Holocausto y el programa nuclear iraní."
Si no hay comparación, entonces Alemania, la que ella afirmó está obligada a defender a Israel debido al Holocausto, no tiene la obligación de impedir que Irán se convierta en un poder nuclear.
Pero si Merkel se equivoca, y como resultado de la displicente actitud que ella, sus colegas europeos y la administración Obama han adoptado, Irán obtiene armamento nuclear como lo prometió y lo usa para cometer un nuevo genocidio de judíos, ella no tiene motivos para preocuparse. La ahora rampante actitud anti-israelí en Europa le asegurará que ella no pagará ningún precio, y ni siquiera se sentirá avergonzada por su fracaso en prestar atención a las advertencias.
Otro buen ejemplo es el más reciente libelo de sangre de los medios suecos en contra de Israel, y otros numerosos -el más destacado es el de Muhammad al Dura en "France2" de septiembre del 2000- que lo precedió. Historias como la ficción de "Aftonbladet" sobre el hurto de órganos palestinos y la falsa acusación de "France2" que el IDF (Fuerzas de Defensa de Israel) mata a niños árabes, vende diarios y hace subir los ratings en televisión, porque la animosidad contra Israel es tan grande que la gente está deseosa de comprar periódicos y mirar los programas de televisión que propagan obvias mentiras que alimenta su odio irracional. De hecho, diseminar tales mentiras, paga.
Charles Enderlain de "France2", el padre de la mentira de al Dura acaba de recibir la Legión de Honor por parte del Presidente Nicholas Sarkozy. Así también, la activista antí-Israel Felicia Langer, acaba de recibir la Cruz de Honor Federal de Alemania, y la que se destaca por su odio y resentimiento contra Israel, Mary Robinson, también acaba de ser galardonada con la Medalla de la Libertad de la Presidencia de Estados Unidos.
La lección de todo esto es clara para Israel. Si Netanyahu tiene que negociar con Obama o con los líderes europeos, el juego está amañado en contra de nosotros. Cualquier movimiento que Israel hace hacia estos líderes simplemente facilitará su posterior castigo al Estado de Israel y apoya sus claras intenciones de no hacer nada para impedir que Irán obtenga los medios para destruir a Israel.
Como hemos estado con demasiada frecuencia en nuestra historia, hoy Israel enfrenta en soledad a nuestros enemigos. Podemos vencerlos o podemos ser vencidos. La elección es nuestra.
FUENTE: JWR - 28/08/09 -
COMENTARIO:
Me llamó la atención el primer párrafo cuando dice "una oferta que no puede rehusar", ¿recuerdan la película "El Padrino"?
Este es un artículo que dice bastante sobre las dificultades por las que atraviesa Obama con respecto a Irán y que pretende suavizarlas involucrando a Israel y el acuerdo de paz entre palestinos y el Estado de Israel. Pero no hay relación entre este conflicto que atañe sólo a estas dos partes y un estado como Irán que si lograra obtener armamento nuclear sería una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos y de Europa. Porque Irán no es un problema sólo para Israel.
O sea que, mezclar las dificultades de dos partes en conflicto con los problemas domésticos de Obama por su política para con Irán, que son serías -como lo refleja la encuesta sobre la opinión de los americanos con respecto a Irán- es poner sobre las espaldas de Israel los resultados de su error político.
De todas formas, como una prueba de buena voluntad, Israel ha pospuesto por nueve meses la construcción de viviendas, habrá que ver qué ofrecen los palestinos a cambio para forjar un camino hacia una convivencia entre estos dos pueblos.
Esta situación no depende de Israel, sino de la actitud de quienes son apoyados económicamente por Europa, Estados Unidos y la ONU en sus ilegítimas pretensiones, mientras que la zona sigue siendo un polvorín alimentado por Irán, que no se aviene a ningún tipo de acuerdo.
Creo que el éxito de una política consistente y dura con Irán por parte del mundo entero es la llave para que el realismo sea lo que se imponga en una región donde las fantasías están a la orden del día.
Lamentablemente, todo lo que explica este artículo es más de lo mismo, el mundo no ha cambiado y... duele... pero... es oportuno recordar que el pueblo judío ya no está en la misma situación que en el pasado y se defenderá.
ANA
"El Estado de Israel no se creó para que nos odien menos, sino para que cuando nos odien, no nos importe"
ENTREVISTA EN RADIO JAI
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