sábado, 27 de septiembre de 2014

1395 - LAS TRES CARENCIAS DEL DESARROLLO HUMANO ÁRABE



POR QUÉ LA CAMPAÑA MILITAR CONTRA ISIS FRACASARÁ

Why the military campaign against ISIS will fail (EN ESPAÑOL)

Por JEAN-PIERRE LEHMANN (*)


Por mucho que Washington y sus aliados puedan desear lo contrario, la campaña militar contra ISIS fracasará, posiblemente con consecuencias desastrosas.

Sorprendentemente, este resultado no depende de la cuestión que actualmente se está debatiendo tan acaloradamente, si habrá o no "botas sobre el terreno" (y de quién).

Para entender por qué, hay que tener en cuenta la dinámica y los legados de la historia. En el análisis final, la existencia de ISIS (el Estado Islámico de Irak y el Levante) se puede atribuir en buena parte al hecho de que, en contraste con el cristianismo de Europa occidental, no hubo reforma en el mundo del Islam.

Esto explica una paradoja fundamental: Mientras que el Islam, en sus primeras etapas, no sólo se asocia con, sino que también fue el impulsor de grandes avances intelectuales (en campos que van desde las matemáticas a la filosofía, la poesía y la astronomía) Occidente, sin embargo, terminó tomando su lugar como los creadores y dueños de las revoluciones industriales y científicas que definieron la era moderna.

El punto clave es el siguiente: el mundo árabe se quedó muy atrás como consecuencia de una grave falla en una reforma interna.

Muchos árabes citan al imperialismo occidental como la razón principal de su fracaso para unirse al mundo moderno. Sin embargo, si miramos a través de una lente más ancha al imperialismo occidental y al caos que creó, veríamos que las conquistas de las potencias occidentales no se limitaron al Medio Oriente, sino que se extendieron a lo largo de la mayor parte de Asia.

Podría decirse que en ninguna otra parte las conquistas de las potencias occidentales fueron tan destructivas como en China.

China como modelo a seguir

A pesar de los paralelismos en los destinos de estas regiones, en el siglo 21 estamos presenciando el resurgimiento de Asia oriental y meridional. Los chinos lamentan amargamente su siglo de humillación, pero la cura que han encontrado yace en la construcción de la empresa, el crecimiento económico, la educación, la innovación y la inversión en capital humano, es decir, al abrazar el capitalismo y la modernidad científica.

Como el erudito chino Zheng Bijian ha escrito: "la opción estratégica más importante que hicieron los chinos (a finales de 1970) fue abrazar la globalización económica en vez de desprenderse de ella."

Mientras tanto, Asia occidental sigue siendo un desorden caótico y retrógrado. El mundo árabe se encuentra todavía en la modalidad de rechazar la globalización en lugar de abrazarla.

Esto no sólo se aplica a los conflictos cismáticos, terrorismo, lucha entre grupos étnicos, refugiados, atraso económico, regímenes políticos, sino también a la sociedad y la ciencia en general.

El trascendental Informe sobre Desarrollo Humano Árabe del PNUD 2002 (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) identificó tres "carencias" fundamentales: falta de libertad, falta de conocimiento y falta de poder de la mujer. Mientras permanezcan estas tres carencias las perspectivas serán sombrías.

Si se tiene en cuenta la inmensa contribución del mundo árabe a la ciencia y la civilización en los siglos pasados y, ciertamente, es un hecho que no hace mucho ciudades como Bagdad, Damasco, Beirut, El Cairo y Alejandría estaban en auge como centros mundiales de comercio y creatividad -sobre todo en las artes- entonces se puede llegar sólo a una conclusión.

El panorama del mundo árabe de hoy es realmente deprimente y desalentador. En comparación con la mayoría de otras partes del mundo, está en regresión como oposción al progreso.

Sólo puede ser remediado por los propios árabes sobre la base de una profunda reforma y de hecho en el renacimiento de la sociedad árabe. En palabras de Zheng Bijian, será por lo menos a través de la modernización árabe y un "abrazo de la globalización", en virtud de un enfoque propio y no por la fuerza militar externa.

Hasta que estas reformas y no menos, estas reformas renacentistas ocurran en el mundo árabe, todas las intervenciones occidentales fracasarán, y de hecho con toda probabilidad la situación empeorará. La batalla propuesta hasta "las puertas del infierno" contra ISIS sufrirá la misma suerte.

¿Cuáles son las alternativas a la intervención?

Debe quedar claro que "quedarse fuera" no es sinónimo de "no hacer nada". Los países occidentales deben defenderse, naturalmente, y tratar de evitar que los jóvenes equivocados se unan a las filas de los yihadistas islamistas. También tenemos que proporcionar la ayuda humanitaria que podamos, especialmente a los refugiados.

Por otra parte, si bien no podemos forzar al mundo árabe a abrazar la globalización -lo que sería altamente contraproducente- podemos ser más atrayentes.

La Revolución Cultural china -un ataque de locura de un culto que mató y mutiló a millones- terminó hace menos de cuatro décadas. Hubiera sido imposible de imaginar, digamos, en 1974, dos años antes de la muerte de Mao, que dentro de los 40 años, un empresario chino en Tecnología Informática iba a hacer la mayor oferta pública inicial en la historia de la Bolsa de Valores de Nueva York.

Si el mundo árabe pudiera reformar y abrazar la globalización, las glorias de su civilización, el respeto y el orgullo seguramente volverán.

Este artículo fue publicado originalmente en The globalista

(*) Jean-Pierre Lehmann es profesor emérito de Economía Política Internacional en el IMD, fundador del Grupo Evian y profesor visitante en la Universidad de Hong Kong y la Universidad de NIIT de la India.


FUENTE: TIMES OF ISRAEL-LEHMANN-MILITARY-26/09/14

TRADUCIDO POR ANA

REFLEXIÓN:

Es importante que nos den a conocer cuáles son las carencias del desarrollo humano árabe, según el Informe de la ONU, pero no deja de ser inexplicable que una cultura que aportó tanto en el pasado esté hoy relegada y sólo aporte petróleo de parte de sus países y terrorismo de parte de sus fundamentalistas. Pero señalarlas no cambiará por ahora la influencia de una cultura donde la religión y las costumbres ancestrales tienen un peso enorme.

No es privativo del islam, otras religiones pueden tener algunas de sus características, pero no ejercen dominio sobre las mayorías y por ende no han podido detener el progreso. No es así con el islam. Vemos personas que se educan en occidente y respetan sus códigos pero cuando vuelven a sus países actúan como si nunca los hubieran dejado, son parte de su tribu o secta y se comportan según sus tradiciones. Una tribu o secta siempre estará tratando de dominar a la otra. Y también avanzará sobre el mundo para imponer su fe, por las buenas o por las malas.

Esto pone al mundo a la defensiva y finalmente está obligado a actuar para protegerse, cuando exportan terrorismo se vuelve un peligro internacional. Porque la globalización ya llegó también al mundo islámico pero de la peor forma. Tienen armas modernas y las usan para avanzar sobre pueblos que no pueden defenderse y educan para convertir a sus seguidores en suicidas, la forma de la guerra moderna a la que es muy difícil combatir y mucho más difícil prevenir. Eso no existía en China y por eso no es un modelo a seguir, por lo menos para los árabes.

¿Cómo atraer a quienes se les ha enseñado que lo mejor que les puede pasar es morir matando al infiel, siguiendo los ejemplos de Mahoma? Esto se enseña en las mezquitas y si sus religiosos se oponen a ese adoctrinamiento son asesinados. No tienen quienes los defiendan de esa educación para la muerte.

Y tienen éxito, aunque haya muchos más fieles que rechacen esa visión del islam basta que algunos los sigan para que se conviertan en bombas humanas muy difíciles de detectar. La movilidad que hay hoy donde podemos trasladarnos de país en país es otro de los efectos que nos han convertido en una "aldea global". Por otra parte, también los países árabes compran universidades y conciencias de modo de convertir a desalentados pero antes juiciosos ciudadanos en futuros yihadistas. Ellos si que atraen mucho más que el autodestructivo Occidente.

Para esos pocos adoctrinados no hay forma que Occidente pueda "atraerlos", como sugiere el autor, debe partir de sus propios maestros educarlos en su religión y llevarlos por el buen camino que toda religión tiene, pero si lo hacen, los matan. El grado de crueldad amedrenta a los que quieren vivir su religión en paz y lo peor es que han cometido el peor de los crímenes: han fomentado el rechazo hacia una religión, el miedo hacia cualquiera que la practique, la islamofobia.

Todas las religiones tienen su parte negativa, el islam no es el único, pero no es posible que este "revival" del islamismo agresivo y letal pueda sostenerse sin combatirlo y ya vemos lo que está ocurriendo si se lo deja crecer, avanza sobre pueblos que son masacrados si no se los ayuda.

No se trata sólo de no tener una actitud pasiva, se trata de ser activos porque hay gente que está muriendo de a miles porque no se advirtió el peligro a tiempo. Y no bastan las palabras para detener a quienes no pueden razonar, esta guerra la han impuesto los bárbaros y el mundo no está defendiendo sólo su propia cultura, está también defendiendo las vidas de sus propios fieles que no comparten su misma visión del islam.

La globalización no es una elección ni la impone Occidente, ya está en todas partes, los medios de información llegan a todos lados, se trata de tomar lo mejor que lo que la globalización nos da, conocimiento en la interacción, discusión, lo que aporte al progreso.

En todos los países dictatoriales se trata de impedir que la información llegue a sus pueblos pero es inútil, de cualquier forma los alcanza. Las primaveras árabes fueron un toque de alerta, muchos árabes querían libertad y desembarazarse de sus tiranos, sólo consiguieron guerras intestinas y más dictaduras que terminaron con sus reclamos. No funcionó.

El terrorismo islámico es así, cuando EEUU actuó decapitaron a un americano, cuando lo hizo Inglaterra decapitaron a un británico, ahora que Francia se involucró, decapitaron a un turista francés. Y hay muchos más rehenes en sus manos, todavía. Una británica en Irán que presenció en un estadio un espectáculo deportivo está encarcelada desde hace tres meses. No es posible detallar todas las aberraciones que cometen. El islam debe transformarse, está globalizado en lo económico pero no en el conocimiento ni en la situación de la mujer. Cuando veamos que las mujeres son libres y que reciben un trato igualitario sabremos que su transformación ha comenzado. Pero eso no será rápido, mientras, habrá que enfrentarlo.

La guerra es una opción que nadie quiere, pero la guerra tardía porque era inevitable es mucho más perniciosa porque se lleva muchas más vidas que podían ser salvadas.

Permanecer como testigos inoperantes no es un buen consejo, suponer que se puede atraer a quienes su mejor receta es matar indiscriminadamente, sembrar el terror para acallar a quienes no comparten sus ideas no cambiará esta realidad. Los crímenes deben combatirse, los criminales deben ser castigados y, si es posible, reeducados. Pero nunca apaciguados. Esa película ya la vimos.

ANA


ARTÍCULO DE CLARÍN - 27/09/14:

Afirman que 3.000 europeos integran el grupo terrorista

... "En la gran mezquita de París, los musulmanes franceses se autoconvocaron para decir “alto a la barbarie”. Denunciaron las prácticas del ISIS como “terrorismo” y rindieron homenaje al francés decapitado. “El Islam es una religión de paz. Esta unidad es la expresión fuerte y viva de nuestra voluntad de unidad nacional y nuestra voluntad inquebrantable de vivir juntos”, dijo el rector de la mezquita de París, Dalil Boubajkeur, a los miles de autoconvocados en la plaza frente al Jardín de Plantas en París. Horrorizados era la palabra común. ”Esto no es Islam. El que hizo esto nunca leyó el Corán”, decían. Eran los testimonios de todos unidos.

“Toda la comunidad musulmana en Francia se levanta contra los que han cometido estas acciones que pervierten el valor del Islam y sus valores”, sostenía la convocatoria. También estaban allí cristianos del Oriente y judíos y católicos, más la alcaldesa de París, Anna Hidalgo. “Nosotros no cederemos al miedo y por eso estamos acá todos juntos”, anuncio la alcaldesa socialista. “La comunidad nacional no se dejará dividir”, dijo su contrincante de la alianza conservadora UMP, Nathalie Kosciusko Morizet.

Pero fue el imán de Drancy, Hassen Chakghoumi, el más radical a la hora de las condenas: “Nosotros, los musulmanes de Francia, somos todos Hervé Gourdel. El está vivo entre nosotros. No se puede sostener a los enfermos mentales que ensucian nuestra religión, no tienen el derecho de masacrar en nombre del Islam”.

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