jueves, 11 de diciembre de 2008

218 - UN LUGAR ESPECIAL EN EL INFIERNO



LA JIHAD COMO NAZI, DESDE EL 9/11 A MUMBAI

Por
Bradley Burston

(Traducción libre de ANA)

Preguntado sobre lo que había de diferente acerca de las víctimas del incidente otro doctor dijo: "Fue muy extraño, he visto tantos cadáveres en mi vida, y sin embargo fue traumático. El cuerpo de una víctima por la explosión de una bomba puede estar desgarrado y ser muy inquietante a la vista, pero las víctimas de este ataque tenían signos de la clase de violencia de la guerra urbana que todavía no puedo poner mis pensamientos en palabras".

Cuando se le preguntó específicamente si estaba hablando de marcas de tortura dijo: "Aparentemente la mayoría de los muertos fueron torturados. Lo que me impactó es que había signos claramente reveladores de cómo los rehenes fueron ejecutados a sangre fría", dijo un doctor.

El otro médico, quien también había conducido el post-mortem de las víctimas, dijo: "De todos los cuerpos, las víctimas israelíes mostraban las máximas marcas de tortura. Estaba claro que ellas fueron asesinadas el mismo día 26. Era obvio que habían sido amarradas y torturadas antes de ser matadas. Fue tan malo que no quiero volver sobre los detalles otra vez, inclusive en mi cabeza."
Krishnakumar P. and Vicky Nanjappa, reportando desde Mumbai, citado por Andrew Sullivan y Jeffrey Goldberg en The Atlantic Online

Toda mi vida me molestó cuando mis compañeros judíos acusaban rutinariamente y sin arrepentimiento a los antisionistas de ser antisemitas y mezclaban sentimientos anti-israelíes con los nazis.

Yo sentía que esto último erosionaba la memoria y la magnitud del Holocausto, y que el anterior era una forma más elegante de decirle a la gente con quien uno tocaba el tema de que se callara la boca.

Sólo esta semana realmente me di cuenta de mi error.

Resulta que cuando los judíos sospechaban que los jihadistas odiaban a los judíos de la misma forma en que los odiaban los nazis, estaban en lo cierto.

Después de todo este tiempo me siento avergonzado por tener que admitir que cuando los monstruos entraron en la Casa de Jabad en Mumbai, de verdad lo entendí.

Monstruos, no solamente por lo que ellos hicieron allí -si creemos en los reportes- sino por el hecho que ellos pudieron hacer lo que hicieron después de haber logrado conocer a la joven pareja que fundó el centro, después de pedirles refugio en la Casa de Jabad, después de decirles que ellos eran estudiantes malayos ansiosos por aprender sobre judaísmo.

Monstruos, por haber logrado favorecerse con esta dulce gente para aprender mejor cómo ejecutarlas. Monstruos, por haber fichado a una joven pareja que había dedicado su vida a ayudar a otros a tener una vida mejor, a pesar de haber tenido un bebé que falleció por una enfermedad genética y un segundo niño enfermo y bajo tratamiento muy lejos en Israel.

Los monstruos en la Casa de Jabad no eran nazis porque fueran musulmanes. Porque específicamente emularon tan fielmente a los nazis fue que, de hecho, traicionaron al islam.

El odio a los judíos de los jihadistas es tal que -como en el caso de los nazis- el asesinato de judíos -dondequiera que se encuentren- es una obligación que se iguala con cualquier otro enemigo, blanco, motivo, misión, objetivo o credo que ellos puedan estar persiguiendo en ese momento.

Su odio a los judíos es tal -como en el caso de los nazis- que cualquier tragedia que recaiga sobre los judíos ha sido causada por los mismos judíos sobre sí mismos.

Su odio al judío es tal que inclusive si un judío rechaza el concepto del Estado de Israel y se opone sinceramente al sionismo, si está vestido como un judío creyente, -como en el caso de la víctima Aryeh Leibish Teitelboim- será condenado, torturado y asesinado.

Ya no es más una cuestión de geografía o de experiencia personal. El 11 de septiembre los jihadistas nos dijeron que el ataque se produjo, en parte, en respuesta a las atrocidades de los judíos. Pero inmediatamente dijeron al mundo musulmán que los judíos también estaban detrás de los ataques.

"Los judíos son virus semejantes al HIV que todo el mundo sufre", dijo el Sheij Ibrahim Mudeiris en un sermón que propaló la televisión de la Autoridad Palestina poco antes de que Israel se retirara de Gaza en 2005. "Ustedes encontrarán que los judíos están detrás de toda rivalidad civil en este mundo".

"Fueron los judíos los que provocaron que el nazismo le hiciera la guerra al mundo entero cuando los judíos, usando al movimiento sionista, lograron que otros países le hicieran una guerra económica a Alemania y que boicotearan la producción alemana. Los judíos están detrás del sufrimiento de las naciones."

"Ellos están cometiendo cosas peores que las que les infligieron los nazis. Sí, quizás algunos fueron asesinados y algunos quemados, pero ellos exageran estos hechos a fin de obtener el apoyo de los medios para poder ganarse la simpatía del mundo. Los peores crímenes en la historia fueron cometidos contra los judíos, aunque esos crímenes no son peores que los que los judíos están haciendo en Palestina."

"Nosotros hemos gobernado al mundo antes, y por Alá, llegará el día en que gobernaremos al mundo entero otra vez. Llegará el día en que gobernaremos a América. Llegará el día en que gobernaremos a Gran Bretaña y al mundo entero, excepto para los judíos. Los judíos no disfrutarán una vida tranquila bajo nuestro gobierno, porque son traicioneros por naturaleza, como lo han sido a través de toda la historia. Llegará el día en que todo será liberado de los judíos, inclusive las piedras y los árboles que fueron dañados por ellos. Escuchen al profeta Mahoma quien les habla acerca del mal fin que les espera a los judíos. Las piedras y los árboles querrán que los musulmanes terminen con todos los judíos."

Mientras esperamos, horas y días, por una palabra sobre el destino de Gabi y Rivki Holtzberg, volvieron a mi memoria un puñado de sobrevivientes de la ahora extinguida comunidad cerca de Bialystok, Polonia, donde nació el tío de mi padre, Herschel Cinowitz.

En 1941, cuando era un hombre joven, escapó de los nazis haciéndose camino para refugiarse en Bombay, luego Mumbai.

Esta es la primera cosa que aprendí: no necesitas ser alemán para ser un nazi. Las SS gobernaron en Yedwabne, el pequeño pueblo de Herschel Cinowitz, pero los locales estaban muy encantados por hacer el trabajo de ellos.

"En la mitad del mercado había una estatua de Lenin", recordó un sobreviviente. "Los goim obligaron al viejo rabino a acarrear la estatua y a recitar, "Nosotros los judíos somos responsables por la guerra y queremos que la guerra continúe". "Luego ordenaron un entierro para la estatua en el cementerio judío."

Cuarenta de los judíos de Yedwabne fueron obligados a cavar tumbas, luego fueron enterrados vivos. Los restantes, un total de 1.440, fueron llevados a un granero grande donde fueron quemados vivos.

Se me ocurre que no es una coincidencia que los oficiales de la SS lucieran cráneos de plata en sus cascos y cráneos en sus solapas como señal de su amor por la muerte.

La jihad muestra su amor en otras formas. Se deleita citando a Khalid ibn al-Walid, el general musulmán del siglo séptimo que advirtió al emperador de Persia que si no se sometía a la autoridad musulmana, "será conquistado en contra de su voluntad por hombres que aman la muerte tanto como usted ama la vida". Se deleita descalificando a los judíos por su amor a la vida, lo que equiparan a cobardía.

Un judío -si la memoria es veraz- que no era sionista ni observante una vez citó un verso de un escritura religiosa hindú que nos sirve para comprender el trabajo de la jihad:

"Ahora me he convertido en MUERTE, la destructora de los mundos."

Los musulmanes de todo el mundo han reconocido que la jihad es una amenaza terrible contra el islam. El mundo ha visto que la jihad, odiando a los judíos, los cristianos, los hindúes, los musulmanes de otra denominación, se han vuelto -como los nazis- en enemigos de todos los pueblos de cualquier parte.

La jihad muestra su amor por la muerte en su brutalidad, sus sádicas ejecuciones, el derecho que se adjudican para cometer premeditadamente asesinatos masivos, culpando a las víctimas por estos crímenes.

Una lección del Holocausto es que uno no puede permitirse ignorar las señales y las intenciones.

El tío de mi padre las vio a tiempo. En aquel tiempo, Mumbai fue su salvación.

Yo recién lo estoy viendo ahora.


FUENTE: HAARETZ - 03/12/08
http://www.haaretz.com/hasen/spages/1042960.html


COMENTARIO:

Me parece que es bastante natural negar la maldad de los otros cuando uno es incapaz de sentirla, simplemente porque no se la comprende, la tendencia es atemperarla aun cuando pueda ser muy evidente. Así es como se oculta ante nuestros ojos el racismo si hablamos de "razas" o etnias, o la judeofobia, o el desprecio por una cultura, una clase social o el género. Cualquier excusa podemos encontrar porque somos incapaces de admitir en nuestra mente que hay maldad porque sí, de puro malvados que podemos ser los hombres. Y podemos vivir mucho tiempo minimizando actitudes, opiniones o acciones aberrantes, ese rompecabezas inconcluso nos impide ver el cuadro completo que justifica nuestra incredulidad, pero cuando finalmente todas las piezas están en su sitio admitimos lo que es tan ajeno a nuestro raciocinio y nuestros sentimientos. Es difícil entender la crueldad cuando es la compasión lo que debe distinguir a los hombres.

Y creo que el ataque de Mumbai con sus especiales características de traición disfrazada de amistad, la auténtica caridad que abrió la puerta de su casa a la maldad vestida de jóvenes aparentemente ansiosos por conocer otra cultura, completó el cuadro. Porque todo "cierra" ahora, justificar el odio al judío con argumentos que fueron muletillas del nazismo ha hermanado a esta gente que emplean sus mismas acciones hacia otros seres humanos y con la misma perversión. Callar ante ellos, intentar justificar a quienes no lo condenan abiertamente, mucho más si la responsabilidad recae sobre los líderes de una religión es mucho peor, porque el poder de las religiones es mucho más fuerte que el de cualquier idea política. Lo que se planta en el corazón de un niño desde que empieza a razonar y comprender, los mensajes se internalizan y es mucho más difícil superarlos.

Basta ver la inocencia en los ojos de criaturitas de tres años repetir barbaridades en contra del pueblo judío para entender cómo es posible que existan estos seres para quienes su crueldad no sólo es justificable sino que es un deber que no pueden eludir.

Entonces estemos atentos a las primeras señales, no las minimicemos, son los primeros síntomas de lo que vendrá, condenémoslo mientras estamos a tiempo y antes de que otros Mumbai toquen a nuestra puerta.


VER POST Nº 19 - VIDEO - LA FORMACIÓN DE UN ISLAMISTA - 06/02/08
Tras la dulzura y la belleza de la maestra se esconde lo peor que podemos enseñar a un niño: el odio en nombre de una religión.
http://www.fierj.org.br/vd/3yroldgirl.wmv

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario