miércoles, 31 de diciembre de 2008

236 - GAZA: LOS FUERTES, LOS DÉBILES Y LOS INJUSTOS


ISRAEL, HAMÁS Y LA LEY DE CAUSA Y EFECTO

La ley física nos dice que a toda acción le sigue una reacción. En el plano metafísico, el axioma se entiende como causa y efecto.

Por RUBÉN KAPLAN

MAPA DE GAZA

El 12 de septiembre de 2005 con una ceremonia simbólica en Neve Dekalim, culminaron 38 años de ocupación israelí de la franja de Gaza, tras la Guerra de los Seis Días. El general del ejército hebreo Dan Harel, comandante de aquella operación denominada "Última Vigilia", arrió la bandera de Israel por última vez en Gaza en el marco de la aplicación del Plan de Desconexión que aprobaran el Gobierno de Ariel Sharon y el Parlamento. En ese acto, el por entonces jefe de las Fuerzas Armadas de Israel, Dan Jalutz, afirmó que la entrega significaba el final de la presencia israelí en la franja de Gaza, después de 38 años de lucha contra el terrorismo palestino y de una floreciente colonización judía.


La idea de Israel de entregar tierras a cambio de paz, fue rápidamente desvirtuada.

Apenas se produjo la evacuación de Gaza por el IDF, máquinas excavadoras palestinas, por decisión del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, comenzaron la demolición de la sinagoga del asentamiento de Netzarim. Antes de ello, una multitud de palestinos, incendiaron las sinagogas de los asentamientos de Morag, Neve Dekalim y Kfar Darom, e intentaron destruirlas a martillazos al retirarse el ejército israelí. La profanación de los templos fue calificada de "acto bárbaro" por el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Silvan Shalom. Premonitoriamente, el diputado del Partido Religioso Nacional, Shaul Yahalom, manifestó que los palestinos han demostrado su atrocidad y la Autoridad Nacional Palestina, su incapacidad para impedirlo, además de una total incompetencia.

"Esta es la prueba definitiva del futuro terrible que podemos esperar de los terroristas de Gaza", concluyó el diputado.

El miércoles 25 de enero de 2005, los palestinos realizaron elecciones parlamentarias. El partido oficialista Al Fatah fue derrotado en los escrutinios por el grupo islámico extremista Hamás, que obtuvo una mayoría rotunda en el Consejo Legislativo Palestino de 132 escaños. Inmediatamente después de esos resultados, el Primer Ministro Ahmed Qurei, perteneciente a Al Fatah, dimitió junto con su gabinete.

De esa manera, el partido político fundado por Yasser Arafat, socavado por la corrupción y el descrédito, cedió el gobierno, al grupo terrorista Hamas.

Luego de tres meses de la formación de un Gobierno de Unidad Nacional entre Al Fatah y el Hamas, crueles luchas intestinas se desataron entre ambas facciones. La violencia fratricida incluyó el asesinato de los tres hijos menores de uno de los jefes de la inteligencia palestina leales al presidente Abbas. En Gaza y también en Cisjordania son una constante la proliferación de bandas criminales y las rivalidades entre clanes palestinos.

Desde la asunción plena del gobierno en Gaza, el Hamás, el grupo terrorista que niega la existencia del Estado de Israel y que fue acusado por la organización humanitaria Human Rights Watch de cometer crímenes de guerra y contra la humanidad, lanzó más de cinco mil misiles al territorio judío.

Hace poco más de seis meses, Israel y el Hamas, acordaron una tregua ya expirada, que el grupo terrorista nunca respetó.

Los habitantes israelíes de las ciudades de Sderot y Ashkelon que desde hace años deben protegerse en refugios y tienen alterada su vida normal, sufrieron en la última semana una andanada de cohetes Al Kassam y Grad. Más de 80 misiles fueron lanzados en un solo día en un claro desafío y provocación que llegaron al paroxismo cuando los terroristas del Hamas alardeaban que Israel estaba confundido y no sabía cómo reaccionar. Con cruel sarcasmo, declararon que en caso que Israel se animase a entrar en Gaza, iban a secuestrar a una mujer soldado, para que el secuestrado Guilad Shalit pudiese formar una familia.

Es impensable que cualquier país, a excepción pareciera de Israel, no esté obligado a defender a sus ciudadanos de una agresión externa. La comunidad internacional, alegando razones humanitarias, alza su voz de protesta cuando Israel cierra los pasos fronterizos con Gaza, como reacción a los ataques contra su territorio. No se escucha el mismo clamor cuando los misiles azotan al Estado hebreo.

Después de innumerables advertencias al Hamas para que cesaran los ataques con cohetes hacia su población civil, y colmada la paciencia, en una operación que tomó por sorpresa a los terroristas, por el hecho de haberse llevado a cabo el día sagrado judío de Shabat, la Fuerza Aérea de Israel, en la llamada "Operación Reparto de Plomo" bombardeó el sábado en una acción fulminante, más de 100 objetivos neurálgicos de Hamas, causando hasta el momento 280 muertos y centenares de heridos.

En dos oleadas, más de 100 aviones de combate y helicópteros, arrojaron cientos de toneladas de explosivos y docenas de bombas inteligentes en campos de entrenamiento de Hamas, en sus sedes, almacenes de armas, silos subterráneos de misiles y control de centros diseminados por toda la Franja de Gaza.

Los ataques aéreos causaron pánico y confusión en Gaza. Numerosas nubes de humo negro se divisaban en la Franja. La Fuerza Aérea de Israel dijo que había evitado atacar objetivos próximos a las escuelas y dentro de una alta densidad de edificios de departamentos para no afectar a la población civil.

En respuesta, 80 cohetes Kassam, Grad- modelo Katyusha y morteros atacaron el sur de Israel. Uno de los misiles, impactó en un edificio de apartamentos en Netivot, provocando la muerte de Beber Vaknin de 58 años e hiriendo a varias personas más.

Como era previsible, las Naciones Unidas llamaron a un inmediato cese del fuego. Varios países deploraron la violencia y exhortaron al diálogo entre las partes. Otros si bien fustigaron los ataques continuos de misiles por parte del Hamas, denunciaron hipócritamente la "desproporcionada respuesta" ejercida por Israel. Para el diálogo, igual que para el tango, hacen falta dos. Hasta el momento es un soliloquio de Israel, que ejerce el derecho inalienable de proteger a sus ciudadanos del ataque de los terroristas de Hamas, que prometen seguir "la resistencia hasta la última gota de sangre" y promueven una tercer Intifada.

Ante la posibilidad de necesitar emprender una incursión terrestre, Israel concentró tanques y envió infantería al sur. El domingo 28 de diciembre el consejo de ministros de Israel, acordó el envío de miles de reservistas para una eventual operación por tierra, concebida para terminar con la exasperante y continua agresión del Hamas, que exhorta a continuar la lucha, incluyendo ataques suicidas en Israel y sus intereses en el exterior.

Según el ministro de Defensa de Israel Ehud Barak, "Hay un tiempo para la cesación del fuego y un tiempo de lucha, ahora es el momento de luchar".

La causa, producida en septiembre del 2005, está manifestando ahora, el efecto.

FUENTE: EL RELOJ

COMENTARIO:

La pregunta es quien fija las normas en una relación ¿el más débil o el más fuerte? En política es muy diferente... En una habitación nadie ve, en política internacional todos miran pero ven lo que quieren ver y lo que conviene a su ideología.

Si una de las partes es violenta uno intenta el diálogo y si no lo logra se aleja. Después de leer este artículo sobre lo que ocurrió en Gaza es evidente que Israel no ha podido dialogar con Hamás porque es violento y tampoco puede alejarse. Entonces las reglas de esta relación inevitable las fija Hamás. Israel apeló a todo tipo de táctica para contenerlo, sin éxito. Era de esperarse cuando uno sabe qué hizo la gente cuando Israel se desconectó de Gaza, destruyó todo lo que podía, y Al Fatah demostró que no podía controlar la situación. ¿Qué podía pretenderse de Hamás que es peor y más brutal que Al Fatah? No hay esperanzas con él, nadie las tiene, ni Egipto ni ningún país árabe tiene expectativas de que entre en razones.

Ahora mismo la Liga Árabe intenta un cese del fuego a cambio de que Israel abra todos los pasos, pero no el de Rafah que conecta a Gaza con Egipto. Parece una broma, pero no lo es para Israel. Si Egipto no quiere tener contacto con Hamás porque es un enemigo incontrolable, ya declaró que sólo reconoce a Abás como la legítima autoridad en Gaza, ¿por qué debería abrirle los pasos Israel?

Resumiendo, Hamás ha hecho todo de modo de poder usar a su población como un arma más efectiva que sus misiles, los ha victimizado a los ojos del mundo civilizado que se horroriza por los sufrimientos que está padeciendo -a pesar de que Israel intenta no afectarla-, y quien pretende que todos cesen el fuego a cambio de la apertura de los pasos.

O sea, pretende que el violento, el que fijó las pautas de la relación, obtenga lo que quería simplemente porque ha logrado que se apiaden de su gente. La pregunta es si alguna vez las naciones civilizadas y piadosas exigieron por razones humanitarias que se detuviera el ataque sobre la población israelí.

Algo malo está sucediendo allí, ¿el impiadoso será premiado? ¿Es que se puede pretender ser tan injusto y que Israel acepte mansamente volver a la situación anterior? Todavía debemos escuchar las palabras de los pacifistas a ultranza que dicen que la solución es diplomática ¿después de ocho años con sus días y sus noches de constantes ataques?

Esta es la crisis de una situación insostenible y, cuando se produce un cambio, uno queda más arriba o más abajo, pero nunca vuelve al mismo lugar, uno de los dos quedará mejor posicionado que el otro.

Está bien claro que cuando Israel afloja pierde, vamos a ver quien de los involucrados capitaliza esta experiencia; si ser violento y malvado da rédito; si ser piadoso, inepto e injusto sólo calma la conciencia; si Israel... ¿qué hará Israel?

ANA

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