viernes, 25 de septiembre de 2009

443 - DISCURSO DE NETANYAHU - 2009 (ESPAÑOL)


El 23 SEPTIEMBRE DE 2009, NETANYAHU DIJO EN LA ONU:

(TRADUCCIÓN LIBRE DE ANA-VIDEOS AL FINAL)


Sr. Presidente,

Señoras y Señores,

Hace aproximadamente 62 años, las Naciones Unidas reconocieron el derecho de los judíos, un antiguo pueblo de 3.500 años, a tener un estado propio en su patria ancestral.

Estoy aquí hoy como Primer Ministro de Israel, el Estado Judío, y les hablo en nombre de mi país y de mi pueblo.

La ONU fue fundada después de la carnicería de la Segunda Guerra Mundial y de los horrores del Holocausto. Se le encargó impedir la repetición de tales horrendos eventos. Nada ha minado más esa misión central como el asalto sistemático a la verdad.

Ayer el Presidente de Irán se presentó en este mismo podio, lanzando sus últimas diatribas antisemitas. Hace pocos días atrás, él afirmó otra vez que el Holocausto es una mentira.

El mes pasado, fui a una villa en los suburbios de Berlín llamada Wannsee. Allí, el 20 de enero de 1942, después de una sustancial comida, altos oficiales nazis se encontraron y decidieron cómo exterminar al pueblo judío. Las detalladas actas de ese encuentro han sido preservadas por sucesivos gobiernos alemanes.

Aquí hay una copia de esas actas en las que los nazis emitieron precisas instrucciones sobre cómo llevar a cabo la exterminación de judíos. ¿Es esto una mentira?

Un día antes estuve en Wannsee, me dieron en Berlín los planos de construcción originales para el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau. Estos planos están firmados por el segundo de Hitler, el mismísimo Heinrich Himmler. Esta es una copia de los planos para Auschwitz-Birkenau, donde un millón de judíos fueron asesinados. ¿Es esto también una mentira?

Este mes de junio, el presidente Obama visitó el campo de concentración de Buchenwald. ¿El presidente Obama lo hizo para rendir homenaje a una mentira? ¿Y qué de los sobrevivientes de Auschwitz, cuyos brazos aún llevan los números tatuados marcados en ellos por los nazis? ¿Son esos tatuajes una mentira?

Un tercio de todos los judíos perecieron en la conflagración. Casi todas las familias judías fueron afectadas, incluida la mía. Los abuelos de mi esposa, dos hermanas y tres hermanos de su padre, y todas sus tías, tíos y primos fueron todos asesinados por los nazis. ¿Eso es también una mentira? Ayer el hombre que afirma que el Holocausto es una mentira habló desde este podio. A aquellos que se negaron a venir aquí y a los que abandonaron esta sala en señal de protesta, los felicito. Ustedes se pusieron de pie por una mayor claridad moral y honraron a sus países.

Pero a los que fueron audiencia a este revisionista del Holocausto, lo digo en nombre de mi pueblo, el pueblo judío, y la gente decente en todas partes: ¿No tienen ustedes vergüenza? ¿No tienen decencia?

A sólo seis décadas después del Holocausto, les han dado legitimidad a un hombre que niega que el asesinato de seis millones de judíos se llevó a cabo y se compromete a destruir al Estado judío. ¡Qué vergüenza! ¡Qué burla a la Carta de las Naciones Unidas!

Tal vez algunos de ustedes piensan que este hombre y su odioso régimen sólo amenazan a los judíos. Están equivocados. La historia nos ha demostrado una y otra vez que lo que comienza con ataques a los judíos finalmente termina envolviendo a muchos otros.

Este régimen iraní es alimentado por un fundamentalismo extremista que irrumpió en la escena mundial hace tres décadas, después de haber permanecido inactivo por siglos.

En los últimos treinta años, este fanatismo ha barrido al mundo con una violencia asesina y con imparcial sangre fría en la elección de sus víctimas. Él ha sacrificado cruelmente a musulmanes y cristianos, judíos e hindúes, y muchos otros. A pesar de que se compone de diferentes ramas, los seguidores de este implacable credo tratan de regresar a la humanidad a la época medieval. Siempre que pueden ellos imponen una sociedad reglamentada en el atraso donde las mujeres, las minorías, los homosexuales o cualquier persona que no sea considerada un verdadero creyente es brutalmente subyugada.

La lucha contra este fanatismo no enfrenta a la fe contra la fe ni la civilización contra la civilización. Enfrenta a la civilización contra la barbarie, el siglo 21 contra el siglo 9, a los que santifican la vida contra aquellos que glorifican la muerte. El primitivismo del siglo 9 no puede tener ninguna coincidencia con el progreso del siglo 21. El encanto de la libertad, el poder de la tecnología, el alcance de las comunicaciones finalmente deben salir triunfantes.

En última instancia, el pasado no puede triunfar sobre el futuro. Y el futuro ofrece a todas las naciones magníficas recompensas de esperanza. El ritmo del progreso está creciendo exponencialmente. Nos tomó siglos para ir de la imprenta al teléfono, décadas para ir desde el teléfono a la computadora personal, y sólo unos pocos años para ir desde la computadora personal a internet.

Lo que parecía imposible hace pocos años ya ha quedado obsoleto, y apenas podemos entender los cambios que aún están por venir.

Vamos a descifrar el código genético. Vamos a curar lo incurable. Vamos a alargar nuestras vidas. Vamos a encontrar una alternativa barata a los combustibles fósiles y vamos a limpiar el planeta.

Estoy orgulloso de que mi país, Israel, está a la vanguardia de estos avances por las principales innovaciones en ciencia y tecnología, medicina y biología, agricultura y agua, energía y medio ambiente. Estas innovaciones en todo el mundo ofrecen a la humanidad un futuro iluminado por el sol de promesas inimaginables.

Pero si el fanatismo más primitivo puede obtener las armas más mortíferas, la marcha de la historia podría revertirse por un tiempo. Y como la victoria tardía sobre los nazis, las fuerzas del progreso y la libertad prevalecerán sólo después que un peaje terrible de sangre y fortuna se haya exigido a la humanidad.

Por eso la mayor amenaza que enfrenta el mundo hoy es la unión entre el fanatismo religioso y las armas de destrucción masiva, y el desafío más urgente que enfrenta este organismo es impedir que los tiranos de Teherán obtengan armas nucleares.

¿Están los estados miembros de las Naciones Unidas listos para ese desafío? ¿La comunidad internacional confrontará a un despotismo que aterroriza a su propio pueblo, cuando éste valientemente ha defendido la libertad?

¿Va a tomar medidas contra los dictadores que se robaron una elección a plena luz del día y balearon a los manifestantes iraníes que murieron en las calles asfixiándose en su propia sangre?

¿La comunidad internacional combatirá a los más perniciosos patrocinadores y profesionales del terrorismo del mundo?

Por encima de todo, ¿la comunidad internacional impedirá que el régimen terrorista de Irán desarrolle armas atómicas, poniendo en peligro la paz del mundo entero?

El pueblo de Irán está rebelándose con valentía contra este régimen. Personas de buena voluntad en todo el mundo están con ellos, al igual que los miles de personas que han estado protestando fuera de esta sala. ¿Están las Naciones Unidas de su lado?

Señoras y Señores,

El jurado todavía está afuera deliberando sobre las Naciones Unidas y las recientes señales no son alentadoras.

En lugar de condenar a los terroristas y sus patrocinadores iraníes, algunos de los que están aquí han condenado a sus víctimas. Eso es exactamente lo que un reciente informe de la ONU sobre Gaza hizo, falsamente equiparar a los terroristas con quienes fueron su blanco.

Durante ocho largos años, Hamas disparó desde Gaza miles de misiles, morteros y cohetes contra ciudades israelíes cercanas. Año tras año, cuando estos misiles fueron lanzados deliberadamente contra nuestros civiles, no se pasó ni una sola resolución de la ONU que condenara esos criminales ataques.

No hemos oído nada -absolutamente nada- del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, una institución así mal llamada, si es que alguna vez hubo una.

En 2005, con la esperanza de promover la paz, Israel se retiró unilateralmente de cada centímetro de Gaza. Se desmantelaron 21 asentamientos y se desarraigaron a más de 8.000 Israelíes.

No conseguimos la paz. En su lugar obtuvimos una base terrorista apoyada por Irán a cincuenta millas de Tel Aviv. La vida en pueblos y ciudades israelíes cerca de Gaza se convirtió en una pesadilla.

Ustedes saben, los ataques con cohetes de Hamas no sólo continuaron, sino que se multiplicaron por diez. Una vez más, la ONU permaneció en silencio.

Finalmente, después de ocho años de este asalto sin tregua, Israel se vio finalmente obligado a responder. Pero, ¿cómo debíamos responder?

Bueno, hay un solo ejemplo en la historia de miles de cohetes lanzados contra la población civil de un país. Sucedió cuando los nazis dispararon sobre ciudades británicas durante la Segunda Guerra Mundial.

Durante esa guerra, los aliados arrasaron ciudades alemanas causando cientos de miles de víctimas. Israel optó por responder de manera diferente. Frente a un enemigo que estaba cometiendo un doble crimen de guerra al disparar contra civiles mientras se escondía detrás de sus civiles, Israel trató de llevar a cabo ataques quirúrgicos contra los lanzadores de cohetes.

Esa no fue una tarea fácil porque los terroristas estaban disparando misiles desde hogares y escuelas, utilizando las mezquitas como depósitos de armas y hurgando explosivos en las ambulancias.

Israel, por el contrario, trató de minimizar las bajas instando a los civiles palestinos a abandonar las zonas seleccionadas. Dejamos caer sobre sus casas a un sinnúmero de folletos, enviamos miles de mensajes de texto e hicimos miles de llamadas a teléfonos celulares pidiendo a la gente que se marchara.

Nunca un país ha ido tan extraordinariamente lejos para eliminar el peligro de dañar a la población civil. Sin embargo, ante tan claro caso de agresor y víctima, ¿a quién decidió condenar el Consejo de Derechos Humanos de la ONU? A Israel.

Una democracia que se defiende legítimamente del terrorismo es moralmente ahorcada, ahogada y descuartizada, y se le ha dado de arranque un juicio injusto.

Con estas retorcidas normas, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU habría arrastrado a Roosevelt y Churchill hasta el banquillo de los acusados como criminales de guerra. ¡Que perversión de la verdad! ¡Qué perversión de la justicia!

Delegados de las Naciones Unidas,

¿Aceptarán ustedes esta farsa? Porque si lo hacen, las Naciones Unidas volverá a sus días más oscuros, cuando los peores violadores de los derechos humanos enjuiciaron a las democracias respetuosas de la ley, cuando se equiparaba al sionismo con el racismo y cuando una mayoría automática podía declarar que la Tierra era plana.

Si este cuerpo no rechaza este informe, enviaría un mensaje a los terroristas de todas partes: el terror paga, si ustedes lanzan sus ataques desde zonas densamente pobladas, ustedes obtendrán inmunidad.

Y al condenar a Israel este organismo también daría un golpe mortal a la paz. He aquí por qué. Cuando Israel se retiró de Gaza, muchos esperaban que los ataques con misiles se detendrían. Otros creían que, al menos, Israel tendría legitimidad internacional para ejercer su derecho de auto-defensa.

¿Qué legitimidad? ¿Qué auto-defensa?

¿La misma ONU que aclamó a Israel cuando se retiró de Gaza y que prometió volver a nuestro derecho de legítima defensa, ahora nos acusa -a mi pueblo, a mi país- de los crímenes de guerra? ¿Y por qué? Por actuar responsablemente en defensa propia. ¡Qué farsa!

Israel con justicia se defendió del terrorismo. Este informe parcial e injusto es una clara prueba para todos los gobiernos. ¿Apoyarán a Israel o apoyarán a los terroristas?

Debemos conocer la respuesta a esa pregunta ahora. Ahora y no después. Porque si a Israel se le pide de nuevo correr más riesgos por la paz, debemos saber hoy que se mantendrán con nosotros mañana.

Sólo si tenemos la confianza de que podemos defendernos a nosotros mismos podemos tomar más riesgos por la paz.

Señoras y Señores,

Todo Israel quiere la paz. Toda vez que un líder árabe realmente quiso la paz con nosotros, nosotros hicimos la paz. Hicimos la paz con Egipto bajo el liderazgo de Anwar Sadat. E hicimos la paz con Jordania, liderada por el Rey Hussein.

Y si los palestinos quieren verdaderamente la paz, yo y mi gobierno, y el pueblo de Israel, harán la paz. Pero queremos una paz genuina, una paz defendible, una paz permanente.

En 1947, este organismo votó a favor de crear dos estados para dos pueblos, un estado judío y un estado árabe. Los judíos aceptaron la resolución. Los árabes la rechazaron. Pedimos a los palestinos que hagan finalmente lo que se han negado a hacer durante 62 años: Digan sí a un Estado judío.

Así como se nos pide reconocer a un estado-nación para el pueblo palestino, se les debe pedir a los palestinos que reconozcan al estado-nación del pueblo judío. El pueblo judío no es un conquistador extranjero en la Tierra de Israel. Esta es la tierra de nuestros antepasados.

Inscrita en los muros fuera de este edificio está la gran visión bíblica de la paz: "No alzará la espada pueblo contra pueblo. Aprenderán que no habrá más guerra". Estas palabras fueron pronunciadas por el profeta judío Isaías hace 2.800 años mientras caminaba en mi país, en mi ciudad, en las colinas de Judea y en las calles de Jerusalén. No somos extraños en esta tierra. Es nuestra patria.

Tan profundamente conectados como estamos a esta tierra, reconocemos que los palestinos también viven allí y quieren un hogar propio. Queremos vivir lado a lado con ellos, dos pueblos libres que viven en paz, prosperidad y dignidad.

Pero debemos tener seguridad. Los palestinos deben tener todos los poderes para gobernarse a sí mismos, excepto ese puñado de poderes que podrían poner en peligro a Israel.

Esta es la razón por la que un estado palestino debe estar efectivamente desmilitarizado. No queremos otra Gaza, otra base terrorista respaldada por Irán, colindante con Jerusalén y encaramada en las colinas a pocos kilómetros de Tel Aviv.

Queremos paz.

Creo que esa paz se puede lograr. Pero sólo si hacemos retroceder las fuerzas del terror, dirigidas por Irán, que buscan destruir la paz, eliminar a Israel y derrocar el orden mundial.

La pregunta que enfrenta la comunidad internacional es si está preparada para hacer frente a esas fuerzas o si se adaptará a ellas.

Hace más de setenta años, Winston Churchill lamentó lo que calificó la "confirmada incapacidad de la humanidad para aprender," la mala costumbre de las sociedades civilizadas de dormir hasta que el peligro casi las supera.

Churchill lamentó lo que calificó de "falta de previsión, la falta de voluntad para actuar cuando la acción será sencilla y eficaz, la falta de claridad de pensamiento, la confusión de un defensor hasta que llega la emergencia, hasta que se golpea la propia auto-preservación con un gong discordante."

Hablo hoy aquí con la esperanza de que la afirmación de Churchill sobre "la incapacidad de la humanidad para aprender", por una vez, se demuestre que está equivocada.

Hablo hoy aquí con la esperanza de que podemos aprender de la historia, que podemos evitar el peligro a tiempo.

En el espíritu de las palabras eternas dichas a Josué hace más de 3.000 años, seamos fuertes y valientes. Hagamos frente a este peligro asegurando nuestro futuro y, si Dios quiere, forjemos una paz duradera para las generaciones venideras.

FUENTE:
ATLAS SHRUGS - 24/09/09

COMENTARIO:

Todo lo que debía ser dicho y entendido lo expresó aquí claramente el Primer Ministro. La audiencia era la apropiada para cambiar el curso de esta historia de mentiras y falsas acusaciones.

Es hora que la ONU y los países que la conforman cumplan con los objetivos para los que fue creada, debe evitar la guerra AHORA, si no lo logran serán responsables y demostrarán que un organismo que no sirve a sus fines deberá ser superado por otro más eficiente.

No debería Israel asumir responsabilidades que no son de su exclusiva competencia ni tampoco ser la víctima de su inoperancia.



PARTE 1



PARTE 2



PARTE 3


PARTE 4

2 comentarios:

  1. EXTRAORDINARIO , y además diría ejemplar discurso de Netanyahu al que los progres del mundo pretenden presentarlo como un fascista. Sus palabras son sus credenciales, ofrece paz, como tantas y tantas veces y los otros quieren guerra, como tantas y tantas veces. ¿Es tan difícil comprender quienes están de un lado y de otro?.
    Gracias Ana por tu traducción impagable y por permitirnos el acceso a los pensamientos de un gobierno israelí al que sólo le preocupan las amenazas de exterminio de todos y cada uno de sus ciudadanos pronunciadas por la mayoría de musulmanes, gentes de paz, como podemos comprobar.Saludos

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  2. Netanyahu declaró que hace mucho quería expresar su pensamiento en ese ámbito. Sin dudas es un gran orador, leer y cómo decir hace la diferencia. Y lo dijo muy bien. Por supuesto que esa realidad que él describió tan bien no puede ser aceptada por quienes quieren otra cosa, pero eso es lo que Israel puede ofrecer si pretende sobrevivir. Esa historia que él resumió no la escribieron los israelíes, la escribió la dirigencia palestina, pasará mucho tiempo hasta que lleguen a un acuerdo productivo para ambas partes. Gracias por tu estímulo. Un abrazo.

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