jueves, 15 de abril de 2010

561 - UN NORTEAMERICANO JUDÍO RECLAMA


UN SILENCIO PELIGROSO

"A DANGEROUS SILENCE"

Por ED KOCH

(TRADUCCIÓN LIBRE DE ANA)

Lloro cuando presencio los vergonzosos ataques verbales contra Israel. Lo que hace que todos ellos y las distorsiones sean más dolorosos es que están siendo orquestados por el Presidente Obama.

Para mi, la situación de hoy me recuerda lo que ocurrió en el año 70 d.C. cuando el emperador Vespasiano lanzó una campaña militar contra la nación judía y su antigua capital Jerusalén. Finalmente Masada, una meseta rocosa en el desierto de Judea, se convirtió en el último refugio del pueblo judío contra el ataque romano. Yo estuve en Jerusalén y en Masada. Desde la cima de Masada, todavía se pueden ver los restos de las fortificaciones y guarniciones romanas, y las piedras y la tierra de la rampa de asedio romanas usadas para llegar hasta ella. Los judíos de Masada se suicidaron antes de permitir que fueran tomados prisioneros por los romanos.

En la misma Roma, vi el Arco de Titus con la escultura que muestra a judíos esclavizados y los tesoros del Tempo Judío de Salomón con la Menorah, el símbolo del estado judío, que eran llevados como botín durante el saqueo de Jerusalén.

Oh, usted podría decir que esa es una analogía exagerada. Por favor, escúcheme hasta el final.

El más reciente saqueo de la Ciudad Vieja de Jerusalén -el barrio judío- fue hecho por los jordanos en 1948 en la primera guerra entre judíos y árabes, con por lo menos cinco estados musulmanes -Egipto, Jordania, Líbano, Siria e Irak- que trataban de destruir al estado judío. En ese momento Jordania conquistó Jerusalén Oriental y la Ribera Occidental y expulsó a todos los judíos que vivían en el barrio judío de la Ciudad Vieja, destruyendo todos los edificios, inclusive las sinagogas en el barrio viejo y expulsando a los judíos de todos lados en Judea y Samaria, de modo que por primera vez en miles de años, la ciudad amurallada de Jerusalén y la Ribera Occidental adyacente eran "judenrein", un término usado por los nazis para indicar el desplazamiento obligado o asesinato de todos los judíos.

Los judíos han vivido por siglos en Hebrón, la ciudad donde Abraham, el primer judío, armó su tienda y donde ahora yace sepultado, según se cree, en una tumba con su esposa, Sarah, y con otros antiguos patriarcas y matriarcas judíos. Yo visité esa tumba y en aquel tiempo le pregunté a un soldado israelí que la custodiaba -porque estaba abierta a todos los peregrinos, cristianos, musulmanes y judíos- "¿dónde están los siete escalones que llevan a la tumba de Abraham y Sarah?", que era la entrada más alejada pero a la que podían llegar los judíos cuando los musulmanes eran las autoridades que controlaban el lugar sagrado. Me contestó, "Cuando nosotros retomamos y reunificamos toda la ciudad de Jerusalén y conquistamos la Ribera Occidental en 1967, quitamos los escalones, así ahora cualquiera puede entrar", o sea, que cuando los musulmanes estaban a cargo de la tumba, ningún judío podía entrar. Yo pude.

No soy una persona religiosa, me siento cómodo en una sinagoga, pero generalmente voy dos veces al año en los días sagrados judíos. Cuando entré a la tumba de Abraham y Sarah, lo recuerdo, me sentí conectado con mi pasado y las tradiciones de mi pueblo. Uno es judío primero por nacimiento y después por religión. Aquellos que abandonan su religión permanecen judíos para siempre en virtud de su nacimiento. Si no lo piensan así, que ellos mismos les pregunten a sus vecinos que se los van a recordar. Recuerdo las palabras del columnista Robert Novak, quien fue la mayor parte de su vida hostil hacia el estado judío de Israel, en una entrevista con un periodista, quien le dijo que aunque se hubiera convertido al catolicismo, él era aún un judío cultural. Con orgullo yo sigo siendo judío por religión y cultura.

Mi apoyo al estado judío ha sido prolongado y firme. Nunca pensé que dejaría Estados Unidos para ir a vivir a Israel. Mi lealtad y amor es primero a Estados Unidos que tanto me ha dado a mi, el hijo de inmigrantes polacos. Pero, también siempre he sido consciente del hecho de que todas las noches cuando me iba a dormir en paz y seguridad, había alrededor del mundo comunidades judías en peligro. Y que había un país, Israel, que les daría refugio seguro y que enviaría a sus soldados a luchar por ellos y librarlos del mal, como Israel lo hizo en Entebbe en 1976.

Hoy lloro porque mi presidente, Barack Obama, en unas pocas semanas ha cambiado la relación entre Estados Unidos e Israel que, de ser los aliados más cercanos, hoy es una relación en la que hay ausencia de confianza en ambas partes. El contraste en cómo el presidente y su administración se relaciona con Israel y cómo ha decidido relacionarse con el gobierno de Karzai en Afganistán es asombrosa.

El gobierno de Karzai, que conduce un corrupto estado productor de opio, se rehúsa a cambiar sus prácticas corruptas -muchos dicen que el mismo hermano del presidente maneja el tráfico de drogas que hay en Afganistán- y que manifiesta el mayor desprecio hacia Estados Unidos, está siendo aclamado por la administración de Obama como un aliado y es tratado públicamente con dignidad. Recientemente Kazai amenazó con unirse a los talibán si no paramos con nuestras exigencias. Sin embargo, Kazai recibió una graciosa carta de agradecimiento del Presidente Obama. The New York Times del 10 de abril informó: "... que el Sr. Obama ha enviado al Sr. Kazai una nota de agradecimiento expresando gratitud al líder afgano por la cena en Kabul. ´Fue una carta respetuosa´ dijo el General Jones."

Por otro lado, nuestro aliado más cercano, el que tiene una relación especial con Estados Unidos, ha sido menospreciado y calumniado, considerado por la administración responsable por nuestros problemas en Afganistán e Irak, y en cualquier parte de Medio Oriente. Yo sospecho que el plan es debilitar la determinación del estado judío y de sus líderes, porque será mucho más fácil imponer a Israel un plan estadounidense para solucionar el conflicto palestino-israelí, dejando en la estacada las necesidades de Israel de tener seguridad y fronteras defendibles.

Yo pienso que la política de Obama es crear una nueva y total relación con los estados de Arabia Saudita, Jordania y Egipto, e Irak como contraparte de Irán, el Tiranosaurus Rex del mundo musulmán, del que estamos ahora preparados para verlo en posesión de armamento nuclear. Si es necesario tirar a Israel bajo el ómnibus para conseguir esta alianza, que así sea.

Estoy estupefacto por la falta de indignación de parte de los más ardientes seguidores de Israel. Los miembros de AIPAC, la principal organización del lobby pro-Israel en Washington, le dio una ovación de pie a la Secretaria de Estado Hillary Clinton después que ella llevó a cabo las instrucciones del presidente Obama cuando, en una llamada telefónica de 43 minutos, airadamente acosó verbalmente al Primer Ministro Netanyahu.

Miembros del Congreso en la Cámara de Diputados y en el Senado, lastimosamente, hicieron débiles declaraciones contra el maltrato de Obama para con Israel, si es que hicieron alguna. Los miembros del partido Demócrata, en particular, son débiles. Simplemente tienen miedo de criticar al Presidente Obama.

Sobre todo, lo que más me molesta es el vergonzoso silencio y la falta de acción de los líderes de la comunidad, judíos y cristianos. ¿Dónde están? Si esta fuera una cuestión de derechos humanos, los judíos estarían en el centro comercial de Washington protestando con y a favor de nuestros compañeros, los ciudadanos estadounidenses. Le pregunté a un prominente líder judío ¿por qué nadie está preparando una marcha sobre Washington similar a la de 1963, en la que estuve presente, y donde Martin Luther King dio su memorable discurso? Su respuesta fue "Podrían venir cincuenta personas. ¿Recuerda los años 30? Pocos se hicieron presentes. Permanecieron en silencio. Recuerde la más profunda declaración de uno de nuestros más grandes maestros, el Rabino Hillel: ¿Si no estoy para mí mismo, quién estará para mi? ¿Y si sólo estoy para mí, qué es lo que soy? ¿Y si no es ahora, cuándo?"

Nosotros de verdad hemos estado defendiendo a cualquier otro. ¿Cuando defenderemos a nuestros hermanos y hermanas que viven en el estado judío de Israel?

Si Obama está buscando construir una rampa de asedio alrededor de Israel, los judíos del moderno Israel no se suicidarán. Ellos están dispuestos a negociar un acuerdo con los palestinos, pero no permitirán que se los intimide con amenazas para que sigan políticas auto-destructivas.

A aquellos que me llaman alarmista, les contesto que estaré feliz de disculparme si se comprueba que estoy equivocado. Pero a aquellos que permanecen en silencio y miran cómo la administración de Obama abandona a Israel, ¿a quién le van a pedir disculpas?

FUENTE:
ME&T-KOCH-DANGEROUS SILENCE-12/04/10

COMENTARIO:

Esto reclamo de Koch es comprensible, esa falta de compromiso por sus hermanos en Israel es doloroso, pero no ocurre sólo en Estados Unidos, en todo el mundo debería haber manifestaciones cada vez que se ataca a Israel. La pregunta que uno podría hacerse es cuántas veces las comunidades judías deberían manifestarse en la calle por cada vez que Israel es atacado por los medios, por los gobiernos o por los organismos internacionales. Y me parece que sería demasiadas veces. Demasiadas. Y el pueblo judío de la diáspora debe estar bastante cansado y harto.

Sabe que no sólo no será acompañado sino que más bien deberá enfrentar a los matones de organizaciones "antisionistas" como se dice hoy en día a las que en realidad son antisemitas, o mejor dicho, judeófobas, y que es un esfuerzo inútil.

De todas formas su reclamo tiene toda validez, yo sentiría lo mismo si atacaran a mi país, a mis hermanos, y mis conciudadanos no salieran a la calle a defenderlo, pero seguramente es lo que ocurriría. La gente no se moviliza a menos que a ellos mismos les apriete el zapato. Pero menos se puede esperar que la comunidad judía salga a la calle y espere ser acompañada por el resto de la gente, es bastante ingenuo pretenderlo.

Pero siempre es bueno recordar la historia y sus semejanzas con el presente, e interpretar la realidad no impide que sea dolorosa pero decirlo atenúa la pena.

Sólo Israel sale a defenderse contra todo pronóstico, no valen allí el cansancio ni el hartazgo, no hay opciones para los israelíes.

ANA


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