EL FRACASO MUNDIAL DE OBAMA
"OBAMA´S GLOBAL FAILURE"
Por DANIEL GREENFIELD
(TRADUCCIÓN LIBRE DE ANA)
Nuestro aliados lo odian. Nuestros enemigos se ríen de él. Casi dos años después de la Gira Alrededor del Mundo de Obama, en el que hizo todo lo posible para convencer a sus votantes que entendía los desafíos mundiales con un viaje de alto perfil a un montón de países (un enfoque que si funcionaba habría hecho de manera convincente a cualquier estrella de rock internacional, un experto en política exterior) su mayor logro mundial es todavía su capacidad de viajar alrededor del mundo a destinos de alto perfil con el desvalorizado centavo del contribuyente.
Sus intentos diplomáticos consistieron en darle feroces bofetadas en la cara a sus por largo tiempo aliados, desde Inglaterra a Israel, y patéticas notas de amor a los tiranos de Irán, Rusia y Venezuela, quienes respondieron burlándose abiertamente de él.
La semana pasada en una escena casi digna de El Padrino, Rusia decidió hacer un golpe de estado en Kyrgyzstan en el mismo momento en que Obama estaba firmando un tratado de reducción de armas nucleares con Medvedev de Rusia. Mientras Obama estaba intercambiando buenos deseos con el jefe titular del régimen que respalda la desestabilización por parte de Irán, de Irak y Afganistán, Rusia estaba reconociendo su propia toma del poder por medio de un golpe de estado, con su reciente instalada dirigente títere, Roza Otunbayeva, una diplomática soviética educada en Moscú y ex miembro de alto rango del Partido Comunista de Kyrgyz.
Pocas horas después, el segundo secretario del consejo regional Lenin agradeció a Rusia por su "significativo apoyo" en la toma del poder.
La auto-proclamada líder interina de Kyrgyzstan agradeció a Rusia el jueves por su "significativo apoyo" por poner al descubierto lo que ella decía era el régimen criminal y nepotista del Presidente Kurbanbek Bakiyev. Separadamente, un funcionario ruso de alto nivel dijo que Bakiyev no había cumplido con la promesa de cerrar la base estadounidense en Kyrgyzstan y que Moscú debía aconsejar al nuevo gobierno que debía haber solamente una base militar en el ex-estado soviético, una que fuera rusa.
Lo que, por supuesto, es exactamente lo que será. Y aunque Kyrgyzstan puede ser nada más que una serie de cartas extrañas dirigidas a Obama, es sede de una las bases de Estados Unidos que sirve como parte de una línea decreciente de aprovisionamiento para la escalada de Afganistán. Y Putin acaba de poner un cuchillo sobre una más de las arterias de aprovisionamiento de los soldados aliados en el frente, mientras Obama se acicalaba y posaba para las cámaras con Medvedev.
La misma administración que tuvo una rabieta mundial por la amenaza de las casas israelíes, no tuvo nada que decir, por supuesto. Lo mismo que no tuvo nada que decir cuando después de eso Hillary Clinton fue humillada por los rusos al ser sometida a una larga y pública diatriba. Esto es, por supuesto, sólo una de esas cosas que los medios de comunicación no se pueden molestar en publicar cuando se enfrentan a noticias verdaderamente importantes, como qué vistió Michelle Obama en su último viaje.
Pero mientras la mayoría de los norteamericanos pueden ser privados de la chance de ver la última metida de pata de Obama en acción, tal como los rusos son tratados con historias sobre alces radiactivos o los últimos viles complots de los georgianos cuando algo anda mal en el reloj de Putin, el resto del mundo no vive dentro de la misma burbuja protectora de los medios.
Difícilmente cualquier diario norteamericano puede estar preparado para cubrir el creciente enojo del Reino Unido hacia la administración de Obama en la página de noticias, pero eso no significa que no exista. No cuando en la única cosa que los Laboristas y los Tories pueden estar de acuerdo es en su frustración y decepción sobre la situación en las Falklands/Malvinas, una crisis que los norteamericanos encerrados en la seguridad de la burbuja de la cinta-de-Obama tampoco sepan siquiera que existe. La mayoría de los rusos, antes de la caída de la URSS, no tenían idea que su país estaba en bancarrota, perdiendo miserablemente en Afganistán y que estaban siendo abofeteados por Ronald Reagan. Pero su ignorancia no cambiaba la realidad. Así también, el cono de silencio de los medios de comunicación liberales sobre las áreas para las que Obama no está preparado para que ellas exploren, no significa que no existan y que no sean factores importantes.
Los medios de comunicación actúan como si no fuera posible notar que el Primer Ministro Gordon Brown se une al PM israelí Netanyahu para evadirse de la "Apaloosa" nuclear de Obama. La creciente ira de los dos países es sólo un detalle menor. El hecho es que quienquiera sea el Primer Ministro del Reino Unido, el próximo verá a Obama más como a un enemigo que como a un amigo, eso también es insignificante.
Pero la diplomacia de Obama cobardemente hizo enemigos de los amigos, aunque fracasó en hacer amigos de los enemigos. Y a diferencia de la Administración Clinton, la Administración de Obama no está funcionando desde la posición de los intereses nacionales. Ellos explotarán la retórica del interés nacional, pero su fundamento es puramente ideológico. A Obama y a sus subordinados no les interesa cuáles son los intereses nacionales, ellos siguen su curso ideológico y Norteamérica y todos sus amigos no tienen importancia.
Obama y su gente no ven que cortejar a Chávez o granjearse la antipatía de Brown bajo el punto de vista de qué es lo bueno para Norteamérica, sino qué es lo que un correcto liberal debería hacer. Cómo esto lastimará a Norteamérica o lo beneficiará no entra en su cuadro, no más de lo que entra en él cuando impone el ObamaCare o el Cap and Trade (acerca de la polución). Porque ellos no son leales a ningún país, sólo a su ideología política que les permite verse a sí mismos como ciudadanos del mundo. Al tomar el poder en Norteamérica en realidad no sienten ninguna lealtad hacia Estados Unidos. Ellos simplemente, "Piensan Globalmente y Actúan Localmente". Ocurre que la "localidad" en cuestión resulta ser los Estados Unidos de América.
Mientras Putin está pensando en Rusia, Obama está ocupado en pensar globalmente. Y eso en la jerga de la izquierda significa sabotear a los países trabajadores y abrazar todos los días a los tiranos. Imagine a una corporación controlada por gente que odia a las corporaciones decidiendo que en lugar de hacer dispositivos, la corporación en cambio debiera confiscar los activos de los accionistas, la convirtiera en una entidad sin fines de lucro y que los entregara al tercer Mundo, mientras convenciera a sus rivales que debieran hacer lo mismo. Ésa es la situación en la que estamos ahora.
Obama no está practicando la diplomacia porque ni siquiera entiende qué es. Mientras tanto nuestros amigos están desconcertados y enojados por una Norteamérica que parece estar comportándose totalmente irracional desde la perspectiva de un gobierno nacional. Aunque tiene un perfecto sentido para quienes no representan a un país, sino a una ideología. Y el resultado es una alquimia de enemistades en la que nuestros enemigos ahora nos odian y nos desprecian, mientras nuestros amigos tienen miedo por esto en lo que nos estamos convirtiendo.
Obama está jugando a ser un Organizador Comunitario a nivel global, sin entender que en ese nivel la organización se hace a lo largo de las fronteras nacionales. Como Carter antes que él, está patéticamente ansioso por vender a Norteamérica a alguna comunidad internacional que existe sólo como un mito progresista. Y como Carter antes que él, se ha convertido en un fracaso mundial.
FUENTE: GREENFIELD-OBAMA´S GLOBAL FAILURE-10/04/10
COMENTARIO:
Creo que como cualquier estado poderoso, en este caso, el imperio de nuestra época, Estados Unidos, ha cometido errores que puede y debe corregir. Pero corregirlos no significa no administrar el poder que tiene en favor de su propio pueblo, porque para ello fue elegido.
Y creo que la discusión debe partir desde este punto, ¿para qué se elige a un presidente si no es para "administrar" bien, para su gente, el fruto de su trabajo? Cualquier otra posición invalida este aspecto del mando y la autoridad que tiene un presidente. No fue elegido para enderezar entuertos en el mundo, a menos que ello favorezca al pueblo que lo eligió. ¿Lo está haciendo bien Obama o cree que su misión es otra?
Este es el mejor sentido de una verdadera democracia, que premia o castiga a quien conduce a una nación. En un país no democrático haga lo que haga un gobierno, bien o mal, seguirá en el poder; en una democracia tiene que pasar por el voto de sus conciudadanos. Cuando se habla de ideología su valor y efecto termina en sus fronteras. ¿Qué explicaciones puede darle al pueblo que lo prefirió si fracasa en este objetivo? ¿Le dirá que tenía "otros" propósitos de carácter moral internacional? Esa no es su tarea y no se lo perdonarán, porque la frazada que cubre la cabeza suele destapar los pies.
Lo que quiero significar es que la diplomacia internacional se rige por los intereses de los estados, cada cual debe luchar por obtener los mayores beneficios para su país en una relación leal y honesta con el resto de las naciones. Pero su objetivo primordial es el propio país y asociarse con sus semejantes es lo racional.
Parece que Obama ha elegido intentar asociarse con los países diferentes, no democráticos, dictatoriales, ajenos a la cultura occidental. Esto aleja a Estados Unidos de los países de occidente que son sus aliados naturales por historia y por una cultura de progreso y democracia. Intentar la asociación contra natura con países que son exactamente lo opuesto no acelera los tiempos de esos países sino que detiene el progreso y la democracia de los propios.
Obviamente, si fracasa dentro de sus fronteras, favoreciendo los intereses del enemigo por razones ideológicas extraterritoriales, el fracaso doméstico será estrepitoso y no será reelegido ni él ni el partido que representa.
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