sábado, 14 de marzo de 2009

317 - LA LARGA LUCHA DEL PUEBLO JUDÍO


¿CUÁNTO ES "MUCHO"?

Lo opuesto a "poco", y creo que la guerra por su supervivencia ahora en un estado propio seguirá siendo indefinida, no hay una buena solución a la vista y está durando "mucho". Mientras, el pueblo judío continuará contra viento y marea defendiendo su cultura y su derecho a una vida con una identidad propia. Parecería que de nada vale tratar de ser comprendido, de explicar las razones por las que cada tanto y cuando lo decidan sus enemigos, el Estado de Israel tiene que salir a defender su territorio y a su gente.

Parece que casi todos supieran qué significa ser judío aunque nunca hayan visto a uno en su vida, ni conozcan su cultura, ni su carácter, nada que sea algo particular y que lo distinga más que por el hecho de haberse destacado en cualquier lugar donde se haya afincado. ¿Quizá esa será la razón por la que merezca tanta prevención, para definir la actitud más suave que despierta? Parecería que los que no saben qué es ser judío saben mucho más de la esencia de ese pueblo que los mismos judíos. Así de idiota es este mundo. Ningún judío sabe qué es lo que lo distingue a los ojos de los otros hasta que se lo hacen notar, entonces comprende que serlo es algo diferente, extraño. Y lo aprenden desde chiquitos, maldito sea...

Pero si nos detuviéramos un poco más en lo concreto podríamos ver que es un pueblo que puede exhibir "muchos" logros, no vale enumerar sus descubrimientos, sus talentos en todas las áreas, la ciencia, la música, la filosofía, las artes ¿cuándo no hay un judío poniendo el número en cualquier actividad que emprenda? Y siempre es algo en bien de la humanidad, de vez en cuando sobresale un delincuente pero no es por esto que se destacan. Lo que está a la vista es lo positivo.

Sin embargo, el antisemitismo perdura.

Ahora tiene un enemigo que no puede exhibir ningún talento, ninguno, más que poner bombas y vivir de la dádiva ajena, y el mundo se pone de su lado, ¿No es extraño este mundo?

El pueblo judío ha sufrido "mucho" y durante "mucho" tiempo no pudo defenderse, tuvo que luchar para mantener sus tradiciones y seguir siendo, pero hoy todo ha cambiado. Ahora, finalmente, tiene las armas y ha aprendido a usarlas. Parece que esto es "mucho" más que lo que el mundo es capaz de aceptar de quien hasta poco tiempo atrás tuvo ingenio y paciencia para soportar la discriminación con que era tratado.

Pero lo aprendido durante "mucho" tiempo no deja de ser algo que lo distingue, sigue teniendo paciencia con sus enemigos e ingenio para no dejarse matar. Esto ya no es "mucho", es "demasiado" verlo orgulloso en su tierra, produciendo, alegre, bailando y viviendo sus tradiciones como si su pasado hubiera sido otro y nada pasara a su alrededor y, de paso, venciendo a sus enemigos.

No es comprendido, pero ya casi no le importa, eso es my raro, es como que esa es una lucha que no le interesa librar, hace lo que tiene que hacer y, francamente, tratar de sobrevivir en un mundo todavía hostil, no es "poco".

Quizás escribo esto porque estamos en un momento de gran incertidumbre sobre el futuro de todos, occidente tiene un pasado que es posible medir, con sus avances y retrocesos, lo mismo podemos decir de la cultura e historia de Medio Oriente.

Sobre el pueblo judío es bastante difícil definir sus tiempos, su historia es tan larga que para él "poco" puede ser "mucho" para el resto, y su visión del presente es muy diferente a la nuestra.

Ellos saben que estuvieron, están y seguirán estando, esa convicción sobre su propia valía y capacidad para seguir siendo es envidiable, y occidente, que ha heredado sus códigos morales, debería estar alerta, porque si Israel sobrevive así sobrevivirá nuestra cultura y valores, para lo que deberá actuar -sin dudarlo- en consecuencia.

2 comentarios:

  1. Ana : magnífico artículo. Lo copio. Un abrazo.

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  2. Hola Casiopea: Me alegro que compartas conmigo este texto, gracias por tus palabras, Un abrazo.

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