SOBREVIVIENDO EN UN MUNDO POST-AMERICANO
Por CAROLINE GLICK
IMPERIOS COLONIALES
(TRADUCCIÓN LIBRE DE ANA)
Nos guste o no, Estados Unidos de América ya no es el policía del mundo. Este fue el mensaje del viaje presidencial de Barack Obama a Gran Bretaña, Francia, la República Checa, Turquía e Irak la semana pasada.
Entre disculparse por la historia de Estados Unidos -tanto distante como reciente-; haciendo una genuflexión ante el no elegido e intolerante rey de Arabia Saudita; anunciando que va a recortar el arsenal nuclear de Estados Unidos, que desmontará gran parte de los programas de defensa contra misiles de América y que va a mutilar a la Marina de los EE.UU; dejando a Japón por sí solo para hacer frente a Corea del Norte y China; diciéndoles a los checos, polacos y a sus compañeros, anteriores colonias de la ex Unión Soviética, "No te preocupes, sé feliz", dejándolos a merced de Moscú; humillando a los líderes de Irak mientras es obsecuente con Irán, que se prepara para una confrontación abierta con Israel; y agradeciendo al islam por su gran contribución a la historia de Estados Unidos, el Presidente Obama dejó claro a los agresores del mundo que Estados Unidos no los confrontará en un futuro previsible.
Ya sean agresores como Rusia, proliferadores como Corea del Norte, exportadores de terror como el Pakistán con armas nucleares o estados aspirantes a genocidas-de-apoyo-al terror nuclear como Irán, hoy, en virtud de la nueva administración, ninguno de ellos tiene razón alguna para tenerle miedo a Washington.
Estas noticias son música para los oídos de la izquierda americana y sus amigos en Europa. Los seguidores de Obama, como el multimillonario George Soros, no podrían estar más entusiasmados por la auto-inducida desaparición de la superpotencia norteamericana. El ex jefe de la oficina (anti) Israel de la CNN, Walter Rodgers, escribió extasiado en el Christian Science Monitor, el miércoles, "El status de superpotencia de América..., está siendo rebajado tan rápidamente como su economía."
Los medios de comunicación americanos y europeos pro-Obama están tan contentos con la abdicación del poder de América que raramente decidieron aplaudir a Obama en su conferencia de prensa en Londres. De hecho, el entusiasmo de los medios de comunicación por Obama parecía crecer con cada declaración presidencial de contrición por el pasado uso de la fuerza de América, por cada ataque salvaje que él hacía contra su predecesor George W. Bush, por cada crítica a Israel, y por cada declaración de agradecimiento por las bendiciones del Islam que él pronunció.
Pero mientras los medios de comunicación no pueden obtener lo suficiente del nuevo líder de EE.UU, los más estables aliados de América en todo el mundo comenzaron una desesperada búsqueda de un botón de reinicio que haga que la administración retome su rol como protector del mundo libre.
Tokio se angustió por la reacción de la administración con respecto a la prueba de misiles balísticos en tres fases de Corea del Norte. Japón reconoció la traición inherente en el anuncio del secretario de Defensa Robert Gates, por la más nueva provocación de Pyongyang de que los EE.UU. sólo derribaría al misil si fuera dirigido hacia el territorio de los EE.UU. En una frase, que no se pronunció en consultas secretas sino que se declaró al mundo por CNN, Gates revocó el compromiso estratégico de América para la defensa de Japón.
India, por su parte, se preocupa por las reiteradas afirmaciones de Obama que por la negativa de India a transferir el control de las provincias en disputa de Jammu y Cachemira a Pakistán, se inspira el terror pakistaní en contra de la India. También se aflige por la negativa de la administración de Obama para hacer que Pakistán termine con su apoyo a los grupos terroristas de la jihad que atacan a la India, un componente central de su estrategia para luchar con Pakistán y Afganistán. En general, los funcionarios indios han expresado su profunda preocupación por la aparente falta de respeto de la administración de Obama con respecto a la India, como un aliado estratégico y un importante contrapeso de China.
Luego está Irak. Durante su breve visita a Bagdad el martes por la tarde, Obama ni siquiera fingió asegurar que garantizaría la democracia y la libertad iraquí antes que las fuerzas de EE.UU. se retiren el próximo año. El mayor apoyo que pudo efectuar en su declaración se produjo durante su conversación con estudiantes turcos en Estambul ese día. Allí dijo: "Tengo la responsabilidad de asegurar que, al llevar las tropas, lo hagamos de una manera lo suficientemente cuidadosa como para que no veamos un completo colapso en la violencia."
Escuchando las declaraciones de Obama, y viéndolo a él y a sus asesores haciendo declaraciones diarias de amistad a los mullahs de Irán, los líderes iraquíes están considerando sus opciones para sobrevivir a la tormenta que se está acercando rápidamente.
Luego está Europa. Aunque Obama recibió un entusiasmado aplauso de su público en Praga, cuando anunció su intención de destruir el arsenal nuclear de Estados Unidos, reducir drásticamente sus programas de misiles de defensa y de forjar una nueva alianza con Rusia, sus palabras fueron todo menos música para los oídos de los dirigentes de los satélites de la antigua Unión Soviética amenazados por Rusia. Los gobiernos checo, polaco, georgiano y ucraniano fueron rápidos en reconocer ese fuerte deseo de Obama de obtener el favor del Kremlin y que al debilitar a su propio país pondrá en peligro la capacidad de ellos para resistir la agresión de Rusia.
No es una coincidencia, por ejemplo, que el día que Obama regresó a Washington, la oposición de Georgia patrocinada por Moscú anunció su plan para lanzar protestas masivas en Tbilisi para forzar la expulsión del pro-occidental, anti-ruso Presidente de Georgia Mikhail Saakashvili.
Y en cuanto a Rusia, como Irán, quien respondió a la última oda de Obama a los mullahs abriendo una planta de combustible nuclear y anunciando que tiene 7.000 centrifugadoras de avanzada en funcionamiento; así Moscú reaccionó a la hoja de parra (como para cubrir su vergüenza) de Obama, con una ametralladora, anunciando su negativa a apoyar las sanciones contra Corea del Norte y repitiendo su falsa afirmación de que el programa nuclear de Irán no es agresivo.
Por último está Israel. Si las afirmaciones de Obama sobre que Israel debe apoyar el establecimiento inmediato de un Estado palestino, sus declaraciones de apoyo al así llamado "plan de paz" saudita (iniciativa árabe-ver Post Nº201-noviembre/2008), que exige a Israel que cometa suicidio nacional a cambio de "paz" con el mundo árabe, y su continuo y cada vez más frenético llamamiento a Irán para que se "comprometa" con su administración, no son suficientes para demostrar que Obama está sacrificando la alianza de Estados Unidos con el estado judío en un intento de apaciguar a los árabes y a Irán, el martes, el Vice-Presidente Joseph Biden formuló esta política explícitamente.
Cuando Biden dijo a la CNN que Israel estaría "mal aconsejado" si atacara las instalaciones nucleares de Irán, dejó claro que desde la perspectiva de la administración, un ataque israelí que impida a Irán para que se convierta en una potencia nuclear es menos aceptable que un Irán con armas nucleares. Es decir, la administración de Obama prefiere ver a Irán convertirse en una potencia nuclear que ver a Israel garantizar su propia existencia.
LA TRAICIÓN DE AMÉRICA a sus aliados democráticos hace a cada uno de ellos más vulnerable a la agresión a manos de sus enemigos, enemigos que la administración de Obama está activamente tratando de apaciguar. Y, como EE.UU. refuerza a sus adversarios a sus expensas, estas democracias menospreciadas deben considerar sus opciones para sobrevivir como sociedades libres en este nuevo y amenazante medioambiente post-Americano.
En su mayor parte, los despreciados aliados de América carecen de la capacidad para derrotar a sus enemigos por su propia cuenta. India no puede fácilmente derrotar a un Pakistán armado nuclearmente, que a su vez se está fragmentando en facciones dispares, una islamista en contra de India, acorazada nuclearmente, y otras que apoyan a islamistas.
Hoy Japón no puede enfrentar por sí mismo a Corea del Norte -que actúa como un agente chino- sin correr el riesgo de una confrontación con China. La invasión de Rusia a Georgia en agosto pasado mostró claramente que sus ex repúblicas y satélites no tienen forma de escapar solas al dominio de Moscú. Esta semana, la conferencia de la Liga Árabe en Doha demostró a los líderes de Irak que sus hermanos árabes no están en condiciones ni dispuestos a confrontar a Irán.
Y los intensos esfuerzos de la administración de Obama de cortejar a Irán junto con su plan para recortar los programas de misiles de defensa -incluidos aquellos en los que participa Israel- y, según se informa, su presión a Israel para que desmantele su propio presunto arsenal nuclear, deja en claro que Israel hoy está solo contra Irán.
LOS RIESGOS que el recién inaugurado mundo post-americano plantea para los amenazados amigos de América son claros. Pero sí existen oportunidades viables para su supervivencia, e Israel puede y debe desempeñar un papel central en su desarrollo. Concretamente, Israel debe actuar con rapidez para desarrollar activamente alianzas estratégicas con Japón, Irak, Polonia y la República Checa y debe ampliar su alianza con la India.
Con la capacidad tecnológica de Israel, su inteligencia y su experiencia militar, puede desempeñar un papel vital en la consolidación de las capacidades de estos países para contener a los estados delincuentes que los amenazan. Y conteniendo a los parecidos como Rusia, Corea del Norte y Pakistán, será más fácil para Israel contener a Irán, inclusive de cara al apoyo de los Estados Unidos a los mullahs.
Las posibilidades de cooperación estratégica entre todos estos estados e Israel van desde el intercambio de inteligencia y entrenamiento militar a misiles de defensa, desarrollo naval, colaboración satelital y cooperación nuclear. Además, por supuesto, la ampliación de los vínculos económicos entre estos Estados puede ayudar a cada uno de ellos en la lucha por mantenerse a flote durante la actual crisis económica mundial.
Aunque distan mucho de estar libres de riesgo, estas oportunidades son realistas, ya que se basan en firmes, compartidos intereses. Este es el caso, a pesar del hecho de que ninguna de estas posibles alianzas probablemente aumente el apoyo a Israel en los foros internacionales. Ya que son dependientes del petróleo árabe, no se puede esperar que estos aliados potenciales voten con Israel en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Pero eso no debería preocupar a Jerusalén.
Lo único que debería preocuparle a Jerusalén hoy es cómo debilitar a Irán, tanto directamente mediante el ataque a sus instalaciones nucleares, e indirectamente por el debilitamiento de sus socios internacionales de Moscú, Pyongyang, Islamabad y más allá, en ausencia de la falta de apoyo de EE.UU. Si Japón es capaz de contener a Corea del Norte a fin de limitar la libertad de Pyongyang para la proliferación de sus armas nucleares y misiles a Irán y Siria, y otros más, Israel estará en mejores condiciones. Así también, Israel estará mejor si Rusia es contenida por los gobiernos democráticos en Europa oriental y central. Estas naciones, a su vez, están en mejor situación si se contiene a Irán y se evita que las amenace a ambas tanto directa como indirectamente a través de sus socios estratégicos en Corea del Norte, Siria y Rusia, y sus socios en el terror en Irak, Pakistán y Afganistán.
Durante los últimos 16 años, sucesivos gobiernos israelíes han creído erróneamente que la política es una carta de triunfo para los intereses estratégicos. La idea de conocedores con poder de decisión de Israel -no muy diferente a la idea que ahora informa la administración de Obama- era que los intereses estratégicos de Israel estarían garantizados como consecuencia de sus esfuerzos para apaciguar a sus enemigos a través de su propio debilitamiento. Apreciando los sacrificios de Israel por la paz, las naciones del mundo -y en particular los EE.UU, los árabes y Europa- vendrían en defensa de Israel en su hora de necesidad. Ahora que esa hora ha llegado, la estrategia política de Israel para protegerse se ha expuesto como un completo fracaso.
Las buenas noticias son que, sin duda, más temprano que tarde, igualmente el desastroso intento de Obama de despojar a los EE.UU. de su poder militar, bajo la ingenua suposición de que será capaz de usar su nueva estatura como una débil estrategia moralmente pura para poner a sus enemigos de su lado, fracasará espectacularmente y la política exterior de Estados Unidos volverá a la racionalidad estratégica.
Pero para sobrevivir al actual período de locura estratégica americana, Israel y los otros no deseados aliados de EE.UU. deben construir alianzas entre ellos -encubiertas en caso necesario- para contener a sus adversarios en ausencia de América. Si lo hacen con éxito, entonces el daño a la seguridad global inducido por la mutilación de Obama de su país será limitado. Si, por otra parte, ellos fracasan, entonces el posible retorno a sus sentidos de América será más probablemente demasiado tarde para sus aliados, si no fuera que también lo será para la propia América.
COMENTARIO:
El poder da cierta impunidad que suele disfrazarse de muchas formas, pero la verdad es que siempre hay alguien que quiere dominar y también hay otros que se resisten a ser dominados. En un mundo civilizado la democracia es el intento de la sociedad para que no sea la fuerza sino la razón la que guía al mundo, pero la violencia está siempre, no hay razón sin la fuerza que la sostenga. De no ser así, la fuerza se impondría a la razón.
Y este es el punto central, no es desarmarse el puente de paz que se debe tender al agresor, estar armado significa poder disuasorio. Creer que ese tipo de ejemplo será la primera pieza que cae de un dominó es verdaderamente muy ingenuo, siempre habrá quien aproveche la oportunidad para apoderarse de las piezas caídas.
No sé si estamos presenciando el derrumbe de un imperio moderno que, como todos, cometió los errores propios que permite la impunidad. Espero que no.
Y digo así porque dentro de todo lo que hemos presenciado en este siglo XX que ya superamos, debemos admitir que cuando lo necesitamos "éste" imperio nos sacó del pozo. No pretendo la perfección, sé que la "mala praxis" existe en todos los órdenes, pero también sé que en regímenes democráticos se castiga y se corrige, pero en los que no lo son sólo vence la fuerza y eso es la antítesis de la libertad, la modernidad y el progreso.
Espero del mundo racionalidad, por su propio bien, no actitudes que responden a intereses circunstanciales sin visión de futuro. Espero que el joven pueblo americano junto con una Europa que tiene toda una historia de la que debería haber aprendido mucho, elijan bien. Que sepan distinguir entre un presente cómodo pero efímero y piensen que el futuro que les dejemos a las generaciones que vendrán estará asegurado por el imperio de la ley, la razón y el respeto por los derechos humanos. Que esa alianza sea fuerte y constructora para que todos los países de la tierra se alineen tras los mismos objetivos y que los que representan lo opuesto, el atraso y la violación de los derechos humanos puedan ser enfrentados exitosamente.
Las generaciones futuras nos reconocerán que en un momento crucial de la historia, supimos distinguir entre lo coyuntural y lo permanente, entonces nuestro sacrificio no habrá sido en vano.
ANA
(TRADUCCIÓN LIBRE DE ANA)
Nos guste o no, Estados Unidos de América ya no es el policía del mundo. Este fue el mensaje del viaje presidencial de Barack Obama a Gran Bretaña, Francia, la República Checa, Turquía e Irak la semana pasada.
Entre disculparse por la historia de Estados Unidos -tanto distante como reciente-; haciendo una genuflexión ante el no elegido e intolerante rey de Arabia Saudita; anunciando que va a recortar el arsenal nuclear de Estados Unidos, que desmontará gran parte de los programas de defensa contra misiles de América y que va a mutilar a la Marina de los EE.UU; dejando a Japón por sí solo para hacer frente a Corea del Norte y China; diciéndoles a los checos, polacos y a sus compañeros, anteriores colonias de la ex Unión Soviética, "No te preocupes, sé feliz", dejándolos a merced de Moscú; humillando a los líderes de Irak mientras es obsecuente con Irán, que se prepara para una confrontación abierta con Israel; y agradeciendo al islam por su gran contribución a la historia de Estados Unidos, el Presidente Obama dejó claro a los agresores del mundo que Estados Unidos no los confrontará en un futuro previsible.
Ya sean agresores como Rusia, proliferadores como Corea del Norte, exportadores de terror como el Pakistán con armas nucleares o estados aspirantes a genocidas-de-apoyo-al terror nuclear como Irán, hoy, en virtud de la nueva administración, ninguno de ellos tiene razón alguna para tenerle miedo a Washington.
Estas noticias son música para los oídos de la izquierda americana y sus amigos en Europa. Los seguidores de Obama, como el multimillonario George Soros, no podrían estar más entusiasmados por la auto-inducida desaparición de la superpotencia norteamericana. El ex jefe de la oficina (anti) Israel de la CNN, Walter Rodgers, escribió extasiado en el Christian Science Monitor, el miércoles, "El status de superpotencia de América..., está siendo rebajado tan rápidamente como su economía."
Los medios de comunicación americanos y europeos pro-Obama están tan contentos con la abdicación del poder de América que raramente decidieron aplaudir a Obama en su conferencia de prensa en Londres. De hecho, el entusiasmo de los medios de comunicación por Obama parecía crecer con cada declaración presidencial de contrición por el pasado uso de la fuerza de América, por cada ataque salvaje que él hacía contra su predecesor George W. Bush, por cada crítica a Israel, y por cada declaración de agradecimiento por las bendiciones del Islam que él pronunció.
Pero mientras los medios de comunicación no pueden obtener lo suficiente del nuevo líder de EE.UU, los más estables aliados de América en todo el mundo comenzaron una desesperada búsqueda de un botón de reinicio que haga que la administración retome su rol como protector del mundo libre.
Tokio se angustió por la reacción de la administración con respecto a la prueba de misiles balísticos en tres fases de Corea del Norte. Japón reconoció la traición inherente en el anuncio del secretario de Defensa Robert Gates, por la más nueva provocación de Pyongyang de que los EE.UU. sólo derribaría al misil si fuera dirigido hacia el territorio de los EE.UU. En una frase, que no se pronunció en consultas secretas sino que se declaró al mundo por CNN, Gates revocó el compromiso estratégico de América para la defensa de Japón.
India, por su parte, se preocupa por las reiteradas afirmaciones de Obama que por la negativa de India a transferir el control de las provincias en disputa de Jammu y Cachemira a Pakistán, se inspira el terror pakistaní en contra de la India. También se aflige por la negativa de la administración de Obama para hacer que Pakistán termine con su apoyo a los grupos terroristas de la jihad que atacan a la India, un componente central de su estrategia para luchar con Pakistán y Afganistán. En general, los funcionarios indios han expresado su profunda preocupación por la aparente falta de respeto de la administración de Obama con respecto a la India, como un aliado estratégico y un importante contrapeso de China.
Luego está Irak. Durante su breve visita a Bagdad el martes por la tarde, Obama ni siquiera fingió asegurar que garantizaría la democracia y la libertad iraquí antes que las fuerzas de EE.UU. se retiren el próximo año. El mayor apoyo que pudo efectuar en su declaración se produjo durante su conversación con estudiantes turcos en Estambul ese día. Allí dijo: "Tengo la responsabilidad de asegurar que, al llevar las tropas, lo hagamos de una manera lo suficientemente cuidadosa como para que no veamos un completo colapso en la violencia."
Escuchando las declaraciones de Obama, y viéndolo a él y a sus asesores haciendo declaraciones diarias de amistad a los mullahs de Irán, los líderes iraquíes están considerando sus opciones para sobrevivir a la tormenta que se está acercando rápidamente.
Luego está Europa. Aunque Obama recibió un entusiasmado aplauso de su público en Praga, cuando anunció su intención de destruir el arsenal nuclear de Estados Unidos, reducir drásticamente sus programas de misiles de defensa y de forjar una nueva alianza con Rusia, sus palabras fueron todo menos música para los oídos de los dirigentes de los satélites de la antigua Unión Soviética amenazados por Rusia. Los gobiernos checo, polaco, georgiano y ucraniano fueron rápidos en reconocer ese fuerte deseo de Obama de obtener el favor del Kremlin y que al debilitar a su propio país pondrá en peligro la capacidad de ellos para resistir la agresión de Rusia.
No es una coincidencia, por ejemplo, que el día que Obama regresó a Washington, la oposición de Georgia patrocinada por Moscú anunció su plan para lanzar protestas masivas en Tbilisi para forzar la expulsión del pro-occidental, anti-ruso Presidente de Georgia Mikhail Saakashvili.
Y en cuanto a Rusia, como Irán, quien respondió a la última oda de Obama a los mullahs abriendo una planta de combustible nuclear y anunciando que tiene 7.000 centrifugadoras de avanzada en funcionamiento; así Moscú reaccionó a la hoja de parra (como para cubrir su vergüenza) de Obama, con una ametralladora, anunciando su negativa a apoyar las sanciones contra Corea del Norte y repitiendo su falsa afirmación de que el programa nuclear de Irán no es agresivo.
Por último está Israel. Si las afirmaciones de Obama sobre que Israel debe apoyar el establecimiento inmediato de un Estado palestino, sus declaraciones de apoyo al así llamado "plan de paz" saudita (iniciativa árabe-ver Post Nº201-noviembre/2008), que exige a Israel que cometa suicidio nacional a cambio de "paz" con el mundo árabe, y su continuo y cada vez más frenético llamamiento a Irán para que se "comprometa" con su administración, no son suficientes para demostrar que Obama está sacrificando la alianza de Estados Unidos con el estado judío en un intento de apaciguar a los árabes y a Irán, el martes, el Vice-Presidente Joseph Biden formuló esta política explícitamente.
Cuando Biden dijo a la CNN que Israel estaría "mal aconsejado" si atacara las instalaciones nucleares de Irán, dejó claro que desde la perspectiva de la administración, un ataque israelí que impida a Irán para que se convierta en una potencia nuclear es menos aceptable que un Irán con armas nucleares. Es decir, la administración de Obama prefiere ver a Irán convertirse en una potencia nuclear que ver a Israel garantizar su propia existencia.
LA TRAICIÓN DE AMÉRICA a sus aliados democráticos hace a cada uno de ellos más vulnerable a la agresión a manos de sus enemigos, enemigos que la administración de Obama está activamente tratando de apaciguar. Y, como EE.UU. refuerza a sus adversarios a sus expensas, estas democracias menospreciadas deben considerar sus opciones para sobrevivir como sociedades libres en este nuevo y amenazante medioambiente post-Americano.
En su mayor parte, los despreciados aliados de América carecen de la capacidad para derrotar a sus enemigos por su propia cuenta. India no puede fácilmente derrotar a un Pakistán armado nuclearmente, que a su vez se está fragmentando en facciones dispares, una islamista en contra de India, acorazada nuclearmente, y otras que apoyan a islamistas.
Hoy Japón no puede enfrentar por sí mismo a Corea del Norte -que actúa como un agente chino- sin correr el riesgo de una confrontación con China. La invasión de Rusia a Georgia en agosto pasado mostró claramente que sus ex repúblicas y satélites no tienen forma de escapar solas al dominio de Moscú. Esta semana, la conferencia de la Liga Árabe en Doha demostró a los líderes de Irak que sus hermanos árabes no están en condiciones ni dispuestos a confrontar a Irán.
Y los intensos esfuerzos de la administración de Obama de cortejar a Irán junto con su plan para recortar los programas de misiles de defensa -incluidos aquellos en los que participa Israel- y, según se informa, su presión a Israel para que desmantele su propio presunto arsenal nuclear, deja en claro que Israel hoy está solo contra Irán.
LOS RIESGOS que el recién inaugurado mundo post-americano plantea para los amenazados amigos de América son claros. Pero sí existen oportunidades viables para su supervivencia, e Israel puede y debe desempeñar un papel central en su desarrollo. Concretamente, Israel debe actuar con rapidez para desarrollar activamente alianzas estratégicas con Japón, Irak, Polonia y la República Checa y debe ampliar su alianza con la India.
Con la capacidad tecnológica de Israel, su inteligencia y su experiencia militar, puede desempeñar un papel vital en la consolidación de las capacidades de estos países para contener a los estados delincuentes que los amenazan. Y conteniendo a los parecidos como Rusia, Corea del Norte y Pakistán, será más fácil para Israel contener a Irán, inclusive de cara al apoyo de los Estados Unidos a los mullahs.
Las posibilidades de cooperación estratégica entre todos estos estados e Israel van desde el intercambio de inteligencia y entrenamiento militar a misiles de defensa, desarrollo naval, colaboración satelital y cooperación nuclear. Además, por supuesto, la ampliación de los vínculos económicos entre estos Estados puede ayudar a cada uno de ellos en la lucha por mantenerse a flote durante la actual crisis económica mundial.
Aunque distan mucho de estar libres de riesgo, estas oportunidades son realistas, ya que se basan en firmes, compartidos intereses. Este es el caso, a pesar del hecho de que ninguna de estas posibles alianzas probablemente aumente el apoyo a Israel en los foros internacionales. Ya que son dependientes del petróleo árabe, no se puede esperar que estos aliados potenciales voten con Israel en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Pero eso no debería preocupar a Jerusalén.
Lo único que debería preocuparle a Jerusalén hoy es cómo debilitar a Irán, tanto directamente mediante el ataque a sus instalaciones nucleares, e indirectamente por el debilitamiento de sus socios internacionales de Moscú, Pyongyang, Islamabad y más allá, en ausencia de la falta de apoyo de EE.UU. Si Japón es capaz de contener a Corea del Norte a fin de limitar la libertad de Pyongyang para la proliferación de sus armas nucleares y misiles a Irán y Siria, y otros más, Israel estará en mejores condiciones. Así también, Israel estará mejor si Rusia es contenida por los gobiernos democráticos en Europa oriental y central. Estas naciones, a su vez, están en mejor situación si se contiene a Irán y se evita que las amenace a ambas tanto directa como indirectamente a través de sus socios estratégicos en Corea del Norte, Siria y Rusia, y sus socios en el terror en Irak, Pakistán y Afganistán.
Durante los últimos 16 años, sucesivos gobiernos israelíes han creído erróneamente que la política es una carta de triunfo para los intereses estratégicos. La idea de conocedores con poder de decisión de Israel -no muy diferente a la idea que ahora informa la administración de Obama- era que los intereses estratégicos de Israel estarían garantizados como consecuencia de sus esfuerzos para apaciguar a sus enemigos a través de su propio debilitamiento. Apreciando los sacrificios de Israel por la paz, las naciones del mundo -y en particular los EE.UU, los árabes y Europa- vendrían en defensa de Israel en su hora de necesidad. Ahora que esa hora ha llegado, la estrategia política de Israel para protegerse se ha expuesto como un completo fracaso.
Las buenas noticias son que, sin duda, más temprano que tarde, igualmente el desastroso intento de Obama de despojar a los EE.UU. de su poder militar, bajo la ingenua suposición de que será capaz de usar su nueva estatura como una débil estrategia moralmente pura para poner a sus enemigos de su lado, fracasará espectacularmente y la política exterior de Estados Unidos volverá a la racionalidad estratégica.
Pero para sobrevivir al actual período de locura estratégica americana, Israel y los otros no deseados aliados de EE.UU. deben construir alianzas entre ellos -encubiertas en caso necesario- para contener a sus adversarios en ausencia de América. Si lo hacen con éxito, entonces el daño a la seguridad global inducido por la mutilación de Obama de su país será limitado. Si, por otra parte, ellos fracasan, entonces el posible retorno a sus sentidos de América será más probablemente demasiado tarde para sus aliados, si no fuera que también lo será para la propia América.
COMENTARIO:
Si algo hemos aprendido de la historia es que todos los imperios finalmente cayeron. Imperar es mandar y antiguamente se mandaba sólo por la fuerza y con muchas excusas se dominaba a los pueblos más débiles. También hoy lo presenciamos con otros argumentos: ideológicos, religiosos o económicos pero, inevitablemente, el poder tiene en sí mismo la semilla de su autodestrucción.
El poder da cierta impunidad que suele disfrazarse de muchas formas, pero la verdad es que siempre hay alguien que quiere dominar y también hay otros que se resisten a ser dominados. En un mundo civilizado la democracia es el intento de la sociedad para que no sea la fuerza sino la razón la que guía al mundo, pero la violencia está siempre, no hay razón sin la fuerza que la sostenga. De no ser así, la fuerza se impondría a la razón.
Y este es el punto central, no es desarmarse el puente de paz que se debe tender al agresor, estar armado significa poder disuasorio. Creer que ese tipo de ejemplo será la primera pieza que cae de un dominó es verdaderamente muy ingenuo, siempre habrá quien aproveche la oportunidad para apoderarse de las piezas caídas.
No sé si estamos presenciando el derrumbe de un imperio moderno que, como todos, cometió los errores propios que permite la impunidad. Espero que no.
Y digo así porque dentro de todo lo que hemos presenciado en este siglo XX que ya superamos, debemos admitir que cuando lo necesitamos "éste" imperio nos sacó del pozo. No pretendo la perfección, sé que la "mala praxis" existe en todos los órdenes, pero también sé que en regímenes democráticos se castiga y se corrige, pero en los que no lo son sólo vence la fuerza y eso es la antítesis de la libertad, la modernidad y el progreso.
Espero del mundo racionalidad, por su propio bien, no actitudes que responden a intereses circunstanciales sin visión de futuro. Espero que el joven pueblo americano junto con una Europa que tiene toda una historia de la que debería haber aprendido mucho, elijan bien. Que sepan distinguir entre un presente cómodo pero efímero y piensen que el futuro que les dejemos a las generaciones que vendrán estará asegurado por el imperio de la ley, la razón y el respeto por los derechos humanos. Que esa alianza sea fuerte y constructora para que todos los países de la tierra se alineen tras los mismos objetivos y que los que representan lo opuesto, el atraso y la violación de los derechos humanos puedan ser enfrentados exitosamente.
Las generaciones futuras nos reconocerán que en un momento crucial de la historia, supimos distinguir entre lo coyuntural y lo permanente, entonces nuestro sacrificio no habrá sido en vano.
ANA
Magnífico artículo. De cualquier manera no creo que haya una situación geopolíticamente tan maniqueista como para afirmar que hay una mega alianza Pyoyang-Moscú-Teherán-Islamabad (eso sería terrible)... pero sí creo que el punto central de que los aliados de Estados Unidos se ven debilitados por esta política de apaciguamiento, mientras que sus enemigos se ven fortalecidos, no le conviene a nadie. Obama quiere hacer un cambio radical en la política exterior norteamericana (por supuesto también la interior), pero creo que tampoco hay que dar vuelta la tortilla 180 grados, no al menos en estos momentos tan difíciles mundialmente. Solo esperemos que lo de la administración Obama sea una pantalla para poder enfrentar a los enemigos de Estados Unidos y sus aliados de una mejor forma, en vez de rendirse al tirano de turno y abandonar a su suerte a los leales amigos de siempre como sugiere la inteligente Caroline Glick.
ResponderEliminarHola Andrés: Así es, sería terrible. Por eso puse que este nuevo mundo de Obama está "EN CREACIÓN". En post anteriores escribí que Obama hace ofertas pero no dice que hará si ellas no son aceptadas... Ese es el quid de la cuestión. Creo que estamos en un momento de gran expectativa, no podemos interpretar el curso de las acciones; se sabe que el Rey de Arabia Saudita le protestó a Obama con respecto a su política con respecto a Irán, que es temido por la Liga Árabe, Egipto en particular. No quieren que se convierta en una amenaza para ellos. Actualmente hay una "razzia" de los egipcios en el Sinaí contra los grupos terroristas que sorprende por su virulencia y que nadie esperaba. Abás intentó hacer una reunión en Egipto y se le negó, la propuso en Jordania y también le fue negado. No creo que Obama pueda ignorar estas actitudes del mundo árabe con respecto a los palestinos y tendrá un significado muy especial para él, que insiste con la creación de dos estados con estos antecedentes de desconfianza de quienes conocen el terreno. Si sus "hermanos" árabes los rechazan, ¿pueden ser "potables" para Israel en las actuales condiciones? Es evidente que Obama no está repitiendo lo que hicieron las anteriores administraciones, es algo nuevo, pero no sabemos para dónde va a disparar. La diferencia entre Obama y todas las otras, particularmente con la de Carter (Obama debe tener muy en cuenta que ni siquiera logró ser reelegido), es que mucho de lo que haga Obama estará condicionado por la crisis económica que sufre EE.UU y el mundo hoy, debe responder a sus electores con soluciones, muy difícil de satisfacer si se embarcara en otra guerra. Es osado predecir qué hará Obama pero ya comienzan las críticas de sus propios electores a días de su asunción.
ResponderEliminarCaroline Glick es un capítulo aparte, su inteligencia para el análisis deslumbra, no alcanzo a seguirle el paso para hacer una traducción responsable de sus artículos, pero vale la pena para que los conozcan los lectores de habla hispana. Estamos a la expectativa.
Gracias por tu comentario que necesito y me acompaña muchísimo. Un abrazo.
Extraordinario análisis el efctuado y, desde luego, me parece muy certero visto lo visto. El enfoque de la autora es lógico porque está basado en hechos concretos pero no creo que la orientación de un sólo hombre, por mucho que sea el presidente de USA, sea suficente para inclinar la tendencia de un país tan descomunal como EEUU. De cualquier forma si este presidente cree en los príncipes encantados y demás cuentos será el primero de su país que verá por sus propios ojos el retroceso real de una potencia mundial. Las soluciones aportadas en el artículo me parecen tan lógicas y estudiadas que por su consistencia merecen ser tenidas muy en cuenta por las autoridades israelíes, cosa que ya lo habrán hecho, supongo, y por otros países involucrados ya que no sólo se juega algo importante Israel, son muchos y grandes países los que se juegan en estos tiempos su futuro. Estupendo análisis para conservar y poder estudiar en un futuro no muy lejano.Enhorabuena Ana por localizar y traducir tan exquisitamente este soberbio artículo
ResponderEliminarPor otro lado, la respuesta que le das a Andrés ya de por sí me parece un editorial. De nuevo enhorabuena,Sin duda tienes, a mi modo de ver, uno de los cinco mejores blog que conozco sobre el asunto en cuestión.
ResponderEliminarIojanan: ¡GRACIAS!
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