HOY QUIERO RECORDAR AQUÍ ESTE DÍA (MAPA)
El mundo vio cómo un pequeño país, después de haber sufrido uno de los terremotos más grandes de la historia, luego un maremoto y ahora esta fatalidad de no saber durante 17 días si 33 mineros estaban con vida o no, logró encontrarlos y rescatarlos sanos. No importó cuánto costaba el esfuerzo, los buscaron en contra de cualquier pronóstico, no tenían idea de dónde estaban bajo la montaña, pero fue más fuerte su convicción de que ese pueblo no abandona a los suyos.
Todos lo vivimos con ansiedad, con mucho más temor que el que podíamos ver en la gente que confiaba en su gente, que iban a hacer las cosas bien, y las hicieron. ¡Qué ejemplo! Nada de política, ni pensar si convenía o no económicamente, hasta ahora se dice que traerlos a casa a cada uno de ellos costó cerca de un millón de dólares, y el presidente se comprometió a cambiar todos los sistemas de seguridad para que esto no vuelva a ocurrir. Y los responsables tendrán que hacerse cargo.
Pero no vimos a un pueblo reclamando qué se había hecho mal para que ocurriera esto, sólo estaban serenos, esperando, confiando. Y creo que no sólo los admiramos, también los envidiamos, no vimos que se quejaran, sólo hubo paciencia y fe. Un pueblo que este año fue muy vapuleado, sin embargo, al poco tiempo después de cada desgracia todo empezó a funcionar otra vez, después de los terremotos con todas sus réplicas que parecían que no terminaban nunca. Pero la gente aguantó porque ese es su país, con terremotos, maremotos y minas que se derrumban. Y lo aman y se sienten orgullosos de él. Y tienen por qué. Porque creo que es la gente la que hace grande o chico a un país, y Chile acaba de demostrarlo para los que todavía no lo sabían. Basta mirar el mapa.
Eso es lo que nos enseñó a todos.
Cuando estaba por bajar el primer rescatista le dijo a su presidente que no se preocupara, que los iban a traer de regreso, fue el primero que bajó y su seguridad nos tranquilizó a todos. Aunque tuviéramos miedo y hasta que no estuvieron todos de regreso no dejamos de preocuparnos. Ya sabremos qué pasó durante esos 17 días, los detalles que todavía desconocemos, pero creo que estaban seguros que los iban a buscar hasta encontrarlos, aunque no supieran si sería a tiempo.
Todas las anécdotas las contarán después, hoy sólo tengo ganas de gritar, de pura emoción ¡Viva Chile!
ANA
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario